Antes de Qatar 2022 descubrimos algunas particularidades de la pilcha de Argentina. Desde el día que jugó de amarillo hasta la polémica violeta para este mundial.
La indumentaria puede pasar muchas veces desapercibida, ya que en algunos casos los conjuntos no varían demasiado, como cuando Brasil utiliza la “amarelha”; Inglaterra o Alemania, la blanca; Italia (hace mucho que no para un mundial) se calza la azzurra; o Argentina, la celeste y blanca, más allá de cuántas franjas tenga y cuán anchas sean. Sin embargo, cuando una camiseta rompe con el molde preestablecido, automáticamente genera una reacción en el público. A continuación, analizaremos algunos de estos casos relacionados directamente a la Selección Argentina.
La primera rareza que suele aparecer, tanto en las memorias de los sabiondos de la redonda como en los libros de historia, es aquella anecdótica camiseta alternativa de color amarillo. Fue cedida por un dirigente del Malmö Fotbollförening, máximo campeón de la liga sueca y club en cuyo estadio estaba por disputarse el encuentro. Esto ocurrió el 8 de junio de 1958, en el cruce ante Alemania Federal, por el debut mundialista de la Selección en la Copa del Mundo de 1958, cuando el combinado nacional cayó por 3-1. Fue en el primer partido del infame “Desastre de Suecia” en el que quedó eliminado tras caer 6-1 con Checoslovaquia.
Si bien el cambio radical de colores en las pilchas es una movida exclusivamente de marketing, a día de hoy es la única certeza que tienen los participantes. Así nos lo indica uno de los conocedores de camisetas históricas del fútbol más conocido del país y autor de un libro sobre el tema llamado “Atlas mundial de camisetas”, Pablo Aro Geraldes. “Más allá de gustos personales, entiendo que las marcas tratan de innovar, de ir siempre más allá con diseños audaces, disruptivos, como lo hacen con todas las selecciones”, señala el periodista que trabajó junto a Víctor Hugo y Maradona en los mundiales 2014 y 2018.
Cuando le preguntamos su opinión acerca de la nueva pilcha violeta, la alternativa, para el Mundial de Qatar 2022, Pablo dijo que no le gusta ya que no le encuentra relación con la historia del fútbol argentino. “Eso sí, si esta casaca violeta llegase a protagonizar alguna jornada de gloria en Qatar demos por seguro que se van a agotar y yo también la terminaré comprando”, aclaró.
En 1981 la Selección tenía las típicas albiceleste y azul, que todos conocemos, pero LeCoq Sportif creó una alternativa. Le cambió el cuello a un tono azulado y el resto del conjunto hacerlo todo blanco con el escudo de la AFA. Esto fue porque en esa época los amistosos entre club y selección eran muy comunes, pero no teníamos permitido usar la celeste y blanca para esos partidos. Recordamos un cotejo -años posteriores- ante Napoli, sin ir más lejos. Después, apareció para la previa del 86, otra alternativa: celeste, casi turquesa, con las mangas blanca. Se usó, por ejemplo, en un amistoso ante Junior de Barranquilla antes del mundial.
Para el Mundial de 1990 la camiseta que ya estaba aprobada y lista para usarse como alternativa era una con la bandera de Argentina plasmada en ella con sol y todo, además del escudo por y la marca. Estaba para estrenarse, pero Julio Grondona y Carlos Bilardo le bajaron el pulgar. El doctor no quiso modificar el diseño, aparentemente para mantener las cábalas.
Por otra parte, hay que recordar que la camiseta llevó por primera vez un escudo nacional en el año 1928, previo inclusive al Mundial de Uruguay. Recién 9 años más tarde, aparecería por primera vez el logo de la AFA estampado en su pecho.
Con el azul como habitual suplente, el color negro llegaría para dominar la segunda casaca de la Selección Argentina para el Mundial de Rusia 2018, en el que haríamos un papel olvidable. Adidas decidió variar con todo el conjunto oscuro sumándole dos franjas celestes y una blanca por ambos costados. Esta indumentaria dividió a los hinchas ya que a pesar de que extrañaban la azulada, a muchos les gusto esta innovación.
Un caso interesante fue el concepto publicado por la página Soccept en abril de 2021, en la cual planteó una camiseta dorada para la Selección. A pesar de la hermosa idea conmemorativa, su diseñador inglés Daniel Norris causó repudio cuando los fanáticos notaron que, al pie de la casaca, las Islas Malvinas aparecían como “Falklands”, la denominación anglosajona. La publicación fue eliminada y luego corregida más de una semana después, Soccept relanzó el diseño con los nombres cartográficos impresos en español. Además, sumaron unas disculpas adicionales al original.
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