En esta entrevista con una de sus creadoras te contamos qué tiene de especial el podcast rompe tabúes que arrasa en Spotify.
ConchaPodcast es uno de los podcasts más escuchados en Argentina, según el ranking informado por Spotify, un proyecto de tres amigas, Laura Passalacqua, Dalia Fernández Walker y Jimena Outeiro, surgido a fines de 2018 con la intención de “darle voz a la concha”.
Un nombre llamativo como el de ConchaPodcast es clave para invitar a nuevxs oyentes a sumarse a la comunidad, ¡pero atención! No solo el título es rompe-tabúes: cada episodio abre la discusión sobre temas socialmente invisibilizados, naturalizados o minimizados, pero, contrariamente a lo esperado, no ocasionan críticas destructivas por parte de la audiencia. “Hay algo medio mágico que pasa con el nombre de Concha, porque sentimos que, al mismo tiempo que es una barrera de entrada para algunos, es una garantía de que los que entran ya saben de qué va a ir la charla o las temáticas. Entonces es como un escudo de protección contra las críticas y los haters”, dice Laura Passalacqua, una de las creadoras del exitoso podcast.
El nombre surgió porque entre ellas tenían un grupo que se llamaba “Concha alert”, una idea relacionada a que “la concha tiene una inteligencia, un registro que trata de indicarnos cosas, información, direcciones, deseos”, cuenta Passalacqua.
-¿Cómo surgió la iniciativa de hacer un podcast?
Laura Passalacqua: Nunca tuvimos la intención de hacer un podcast, nunca nos sentamos a decir “hablemos de feminismo” ni de determinados temas, sino “grabemos nuestras conversaciones”. Así surgió la idea de ConchaPodcast, de conversaciones que teníamos como amigas. En nuestras salidas nos juntábamos a tomar una cerveza y había algo del tono de nuestras conversaciones que se sentía como amplificado, nos hacíamos preguntas por lo que nos pasaba a nosotras, pero también creíamos que estábamos tratando de buscarle un sentido: sentirnos parte de algo más grande que nuestras problemáticas individuales. Casi como un juego o una prueba, dijimos: “Bueno, nos va a divertir a nosotras, puede que no nos escuche nadie. Hagamos tres episodios”. No teníamos expectativas altas, así que fue muy fácil superarlas. Nos divertía hacerlo y además nos empezó a escuchar gente. Entonces el crecimiento de Concha fue algo muy orgánico: es una conversación cómoda y natural entre amigas, no recortamos temas o ni editamos. Las conversaciones que salen al aire son en un 99,99% lo que hablamos en el estudio; solo se edita lo mínimo e indispensable, como los tiempos muertos.
Si miraras para atrás, a ese primer día de grabación, ¿qué le dirías a tu yo del pasado?
Laura: En lo personal, en el primer episodio, me acuerdo haber pensado: “¿Qué voy a decir yo? No tengo nada que decir”. Eso me siguió pasando mucho tiempo. Siento que recientemente estoy más tranquila, más suelta, más confiada en largarme a hablar; y le diría a esa que tenía miedo que está bien tenerlo y que no se detenga.
Aunque las conductoras definen el tópico de cada capítulo en función de lo que les va pasando, como en el caso de Obsesiva o Romántica, también están abiertas a las sugerencias de lxs oyentes, quienes piden que se traten temas como la transexualidad, la culpa o la edad, entre otros.
Con respecto a los episodios preferidos, el trío no cree tenerlos, sino que tienen algunos que se destacan por haberse animado a cierto tono y ciertas temáticas; por eso coinciden en que “Loca y Kinky están bastante bien”. Adicionalmente, parece ser que a lxs oyentes también les cuesta quedarse con uno solo: son todos cautivadores. Responsabilidad emocional fue un quiebre en el alcance del podcast; a partir de ahí empezaron a tener mayor resonancia. Aunque las tres saben de comunicación por experiencias laborales, consideran que no es lo único que las ayuda a llegar al éxito. La relación entre ellas y la naturalidad y la fluidez de sus conversaciones es lo que genera que, actualmente, estén en el puesto N°1 del Top de Podcasts en Argentina de Spotify.
– ¿Cómo se conocieron?
Jime y yo nos conocimos en el 2011, cuando entré a trabajar en una agencia de publicidad en la que ella trabajaba y, de a poco, bastante de a poco, nos fuimos haciendo amigas. En un momento Jime empezó a estudiar tarot en el primer año de @somosfe, que es el emprendimiento de Dalia. Dos años después, nos metimos a estudiar astrología en un FE en el que, de vez en cuando, nos cruzábamos con Dalia y charlábamos en el pasillo. Pasó un tiempo y finalmente empezamos a salir las tres. Medio que Jime fue un poco la voligoma ahí. Dal y yo no teníamos un vínculo directo al principio, y, de hecho, empezamos a hacernos amigas mientras grabábamos el podcast.
Laura describe que la experiencia de trabajar con amigas es bastante particular, porque no se sienten las exigencias de un trabajo convencional. La principal ventaja es que tienen mucha libertad y pueden hablar abiertamente. “Nos podemos decir ‘hoy no tengo ganas’, ‘Hoy no puedo’, y hay apoyo en todo sentido de las otras partes, siempre, desde el afecto y desde el espacio. Nos interesa que Concha sea un lugar de placer para las tres. Siempre estamos protegiendo eso, que esté bueno y que lo disfrutemos; básicamente seguir encontrándonos entre nosotras además de estar haciendo Concha”, cuenta Passalacqua. Por otro lado, pensando en las desventajas: “A mí a veces me asusta que, si terminamos creciendo mucho, la amistad se modifique; pero por ahora no está pasando eso, por suerte”, afirma.
Para concluir, Laura aconseja a quienes planean realizar un podcast, hacer algo que apasione a lxs que lo conduzcan, y que le aporten fuerza y energía: “Lo que una tiene que hacer es crear, en primera instancia, para el propio disfrute y así va a resonar e impactar en el resto”, asegura Passalaqcua.
Entrevista realizada en el marco del Taller de Comunicación de la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”
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