El deporte es, sin dudas, una gran herramienta de inclusión social en Argentina. Cualquier actividad promueve valores y reglas a respetar que se pueden plasmar en el día a día. Muchos que viven en la marginalidad quisieran tener la posibilidad de practicar deporte, pero algunos no pueden hacerlo por el simple hecho de no toparse con las personas indicadas.
Por Gastón Rienzi (@GastonRienzi)
Los que sí corrieron con esa suerte fueron los internos del Pabellón ocho de la Unidad Penitenciaria 48 de San Martín. Estos presos se cruzaron con Eduardo Oderigo y, más adelante, con Santiago Cerruti, que tuvieron la idea de armar un equipo de rugby en la cárcel.
A pesar de que parecía una locura, los presos se comprometieron rápido con el deporte, vieron en la actividad un posible cambio para sus vidas y hoy conforman “Los Espartanos”.
Cerruti cree que la gente privada de su libertad puede tener una transformación rotunda en lo personal. Por eso, cuando se enteró sobre el equipo de rugby en la cárcel comenzó a colaborar. Todo empezó en un retiro espiritual cuando Nicolás Degano, ex jugador de Pucará, contó la historia.
Igualmente, no fue fácil meterse en el mundo de “Los Espartanos”. No por el hecho de que nadie se pueda acercar a ayudar, sino por su familia. Sus seres queridos tenían los prejuicios que tiene la mayoría de la sociedad contra la cárcel. Sin embargo, no escuchó los comentarios como: “estás loco” o “te puede pasar algo” y, hoy, puede ver a su familia con una sonrisa porque pudieron ver que le hacía un bien a otras personas.
Luego de convencer a su gente más cercana que no iba a pasar nada, tuvo la difícil tarea de entrar a una cárcel, donde la soledad y el silencio abundan. Paredes en mal estado, celdas que tienen más personas de las que deberían, pero con una cancha de césped sintético de rugby que se pudo hacer posible gracias a Cerruti y compañía.
Su misión fue brindarles una vida mejor para que cuando recuperaran su libertad tengan otras herramientas. El objetivo central es que aprendan valores contrarios a lo que se encuentran en una cárcel: solidaridad, compañerismo, respeto a las reglas y a los participantes, humildad y perseverancia.
La idea de la Fundación Espartanos es abarcar la mayor cantidad de cárceles para seguir cambiando las vidas de los presos. Siempre a través del rugby.
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