Tras incontables castings, se afianzó hace 16 años como locutor de radio Vale 97.5. Su crecimiento lo hizo llegar a ser coordinador general de esa radio latina, la más escuchada del país.
Jugar con micrófonos durante la infancia. Imaginar que se ponen en la piel de un relator de partidos de fútbol. Contar historias. Estas suelen ser algunas situaciones que inspiran a las personas que ya de adultos terminan siendo locutores. A contramano de esos tópicos, el acercamiento de Marcelo D’Alessio a la radio no fue así. “Recuerdo que mi vieja escuchaba a Héctor Larrea. No hubo algo que marcara el destino, las cosas de la vida hicieron que termine eligiendo lo que soy hoy”, recuerda el locutor, conductor y coordinador general de Vale 97.5.
–¿Un locutor es o se hace?
–Para mí existen tres tipos de profesionales: primero el que nació para ser locutor y solo resta darle el carnet, no puede ser otra cosa en la vida; otro es el que cree serlo y todo lo que hace es lo contrario a la profesión; y el tercero que cree (que ser locutor es) impostar la voz para decir “hola qué tal amigos, acá estamos” con un engolamiento que cuando vas a estudiar te lo sacan. hay que limpiarse de todos esos vicios. Una vez que eso está plano, encontrás tu estilo. En mi caso descubrí que podía serlo sin tener la voz que yo imaginaba.
–¿Cómo fue el momento en el que llegaste a Vale?
–Hace 16 años la radio buscaba voces masculinas y una amiga que ya había hecho su casting me recomendó. Yo trabajaba en una radio latina, aunque por entonces no había tantas. La prueba fue a las 6 de la mañana, lo que provocó que estuviera medio dormido y sin esos nervios previos que tenía en otras radios que probé suerte. El que iba a ser director de la radio me convocó y cuando terminé me dijo: “Me parece que quedaste, pero tengo que consultarlo con otra gente”.
–¿Esos castings son en vivo o falsos vivos?
–Se hace en falso vivo. Se le entrega a la persona una lista real como si fuera que tomó un turno y se ve cómo se maneja con todo lo diagramado. Presenta canciones, informe de tránsito, comenta noticias, lee mensajes. Tal cual como si estuviera al aire. Se le da pautas y se analiza cómo es cada salida y si la voz resulta acorde o no para la radio. Puede ser genial, pero quizá no encaja para esa emisora.
–¿Cuál es la línea artística de la radio?
–Es una radio latina de música latina, donde tratamos que la comunicación sea cálida y sin malas palabras ni groserías. Sí hay permitido algo de picardía, aunque buscamos que sea la justa como para que pueda escuchar la abuela, el nieto, una mamá, un papá y algún joven canchero para que no se aburra. Buscamos comunicar generalmente contenidos musicales, información general. También se busca que haya entretenimiento con juegos, pero para público familiar.
El edificio de la radio ubicado en Uriarte y Nicaragua, barrio porteño de Palermo, es compartido con otras: Mega 98.3, Pop Radio 101.5 y Radio 10, la clásica AM que está entre las tres más escuchadas. D’Alessio va día a día allí y ocupa una de las oficinas más importantes en el primer piso de este conglomerado radiofónico.
–Después de 16 años hiciste carrera. Además de conducir tu ciclo Todo lo que está bien, ¿qué otro rol cumplis?
–Soy coordinador general junto a Mike Castro, que era mi productor. Básicamente sería como el director. Aunque en la escala de jerarquías el que está a cargo de todas las radios del edificio es Carlos Infante, debajo de él está nuestro cargo. Tomamos las decisiones que tienen que ver con la contratación del personal, y con la música lo hacemos junto con el musicalizador Mauro Septier. Pensamos eventos, concursos y todo lo que tenga que ver con el aire. Y a su vez seguimos cada uno con el rol original, yo sigo conduciendo y Mike produciendo.
–¿Y en qué rol te sentís más cómodo?
–Sin dudas conducir es lo que me va mejor. Pasa que el otro rol me plantea un desafío personal, uno cree tenerla muy clara en todos los sentidos y cuando ocupás el lugar te toca hacer las cosas que alguna vez dije que haría o a lo mejor pensaba que algunos no hacían. No es lindo, pero me resulta interesante y es un aprendizaje muy grande. Hay que aprender a tomar decisiones, ocupar liderazgos y saber cómo transmitir eso, porque no siempre la mayoría de las decisiones le encantan a todo el mundo. Es algo con lo que hay que lidiar.
–¿Pudiste hacer algún cambio que pensaste?
–Claro. Aunque no hay una fundamental, sí creo que son varias cositas chiquititas. Por ejemplo, lo que no nos gustaba del estilo musical lo modificamos con Mike. Lo siento más acorde a lo que yo hubiera querido que sea. De hecho, cuando convoco a alguien o debo marcar algo lo hago en función de lo que a mí me gustaría que sea. No seamos romantiquísimos, por ejemplo, que seamos frescos y tratemos de hacer algo ameno, cálido en la forma de comunicar.
D’Alessio es oriundo de Valentin Alsina (partido bonaerense de Lanús), tierra que tuvo voces con éxito internacional como la de Sandro y Edmundo Rivero. Egresó de Cosal y en su trayectoria, además de entrevistar a personajes relevantes, compartió piso con figuras del espectáculo, de las que le tocó ser co-conductor para que brillen.
–Trabajaste con Catherine Fulop y Laurita Fernández, ¿qué aprendiste con ellas?
–Las veces que me tocó reemplazar a Marcelo Foss, el conductor que va antes que yo, compartí mucho con Kathy. Y era siempre divertido. Si bien al principio a ellas las veía como un escalón más arriba, al tiempo me hice amigo y me ayudó un montón a despeinarme, meterme más en el barro. Me quitó la solemnidad de ser tan correcto. Con Laurita fuimos compañeros por lo menos un año. Con ella me permití conservar lo que había aprendido antes. Salía del lugar formal de conductor. Estas estrellas no me hicieron sentir en un segundo plano. Hacen que brille su entorno, en este caso lograron que me destacara en sus propios programas.
–¿Extrañás estar acompañado en el estudio?
–Extraño compartir con alguien el estudio. Aunque estar solo tiene sus cosas. Tomás las riendas de lo que pasa en el estudio. A veces aprender a compartir lleva un proceso de meses y una vez que lo lográs está bueno, porque surgen cosas. Algo parecido me pasa en la entrevista. Lo que dice el otro te dispara una pregunta y en la conducción sucede mucho. Eso sí, son dos laburos totalmente diferentes y lindos. Lo que más añoro es lo que se logra: las risas, la reacción del otro o viceversa.
–De acuerdo a tu experiencia, ¿creés que ya hiciste la entrevista de tu vida?
–Me parece que no. Siempre que hablo de este tema no hay una que me haya quedado en el recuerdo. Siempre se me viene una distinta. Lo que tuvo una simbología diferente fue llegar a hacerle una nota a Cristian Castro. Porque para mí es uno de los próceres de la música latina. Hace poco los fanáticos en TikTok rescataron un pedazo de esa charla en el momento que le comento una anécdota personal con respecto a una amiga, la que le había presentado su música en el show. Él se sorprende y me consulta ”¿en serio?”. Eso habla de la humildad que tiene y me llamó la atención.
–¿Qué estrategia se maneja para las entrevistas con personajes con líos mediáticos como Tini Stoessel, por ejemplo?
–La otra vez Tini fue a LAM, el programa de Ángel De Brito y se supone que es el ámbito indicado para hablar con ella de su relación con Rodrigo De Paul. Sin embargo, no hablaron y todos se quedaron esperando que terminara la entrevista. Acá en la radio siempre que viene un artista en función, viene tranquilo porque sabe que nosotros no vamos a ir por ese lado. Sí vamos a preguntarle cosas que tienen que ver con su vida, con su historia, la música. Su relación con su paternidad en el caso que la haya hecho pública. Siempre hay cuestiones que le van a ser amables al otro. Si viene Tini, seguramente te lo dice la discográfica.
–¿Cómo ves el futuro de la radio con la aparición de streamers y youtubers?
–Creo que hay algo de la radio que no va a morir nunca. Creo que sí va a transformarse y esto que hoy aparecen como cosas raras, van a ser las nuevas formas de radio. Quizá las radios van a ser gente transmitiendo desde su casa una entrevista desde Twitch o subiendo su contenido al canal de Youtube y ese mismo formato radial se traslada a estas nuevas formas de comunicar.
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