Medallista olímpica, campeona en infinidades de oportunidades y una fiera de la competición. La Peque tendrá que defender su presea dorada en Tokio, tal cual como lo hace en su consultorio.
El éxito en la vida se define de muchas formas, está aquel que es feliz con poco y aquel que lo es con mucho, pero mayor felicidad obtiene aquel que hace lo que más le apasiona y disfruta en el día a día. Campeona olímpica no se es todos los días, mucho menos estar a poco tiempo de graduarte como traumatóloga, incluso para la Peque Pareto no es una heroína por representar a la Argentina en la competición más importante a nivel de deportes y ni hablar de la sonrisa que genera a muchos compatriotas porque cada vez que compite le da una alegría al país.
“Yo no soy ni una superdotada en el estudio ni una superdotada en el deporte, ninguna de las dos, le pueden consultar a cualquiera de todos mis amigos en judo o en la facultad o en el colegio”, contó Pareto en una charla, mientras generó una risa irónica en el público como si fuera una comediante, es que es difícil de creer cuando es de las mejores del mundo en judo: campeona olímpica en Río de Janeiro, mundialista en Astana 2015, seis veces campeona panamericana, favorita a quedarse con la medalla de oro en Tokio, la primera mujer en colgarse la dorada para la Argentina y ser la primera deportista argentina que ganó dos medallas olímpicas en disciplinas individuales.
Pareto, nacida el 16 de enero de 1986, es una judoca argentina multicampeona y médica traumatóloga recién graduada. Hija de madre médica y de padre abogado, Paula se formó en esta disciplina por su hermano menor quien, por imposición de su padre, practicó este deporte para defenderse sin tener que lastimar al adversario. En San Fernando, zona norte del Gran Buenos Aires, fueron los primeros pasos de la Peque. A los nueve años ya participaba en los entrenamientos y una década más tarde estaba en Puerto Rico, ubicada en el podio y recibiendo la medalla de plata en su primera participación panamericana.
El ascenso logrado por Pareto es digno de admirar, consiguió 21 medallas (nueve de oro, cinco de plata y siete de bronce) es la única en colgarse dos preseas olímpicas en judo para la Argentina, desde 2005 a 2020 subió al podio en cualquier competición que participó, ganadora de dos premios Konex y dos premios Community Hero, distinción que es otorgada por la Federación Internacional de Judo. Una pequeña gigante más allá de su metro y medio.
“Siempre me gustó la medicina y hoy soy médica”. A sus 35 años, la Peque pudo competir y recibirse de esta profesión, si bien su camino en la educación lo realizó de manera interrumpida por las competencias, Paula dio una muestra de que con esfuerzo y dedicación se pueden realizar cosas complementarias con respecto a tu trabajo. “No era superdotada pero sí me sentaba horas a estudiar, y sí me puse horas a entrenar. Horas extras de entrenamiento y horas extras de estudio. Mis hermanos no estudiaban casi nada y les iba bien, y a mí me iba bien, pero porque me la pasaba sentada estudiando. Así que creo que el mensaje que yo puedo dar es simplemente intentarlo”.
Ganadora se nace dicen algunos, pero sostenerse en la elite del deporte es para pocos, por eso deportistas como la Peque marcan diferencia en lo largo del tiempo.
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