ROUNDUP, EL GLIFOSATO DE MONSANTO: LA FALSA “PANACEA”
Por Dra. Andrea Okon
1 – “El glifosato es menos tóxico para las ratas que la sal de mesa ingerida en gran cantidad.” Publicidad Monsanto.
Sofía Gatica aún recuerda el día que nació su hija. Fue hace trece años y sólo disfrutó de su compañía por tres días ya que sus riñones dejaron, de golpe, de funcionar. Por eso, después de un tiempo de permanecer encerrada en su casa, llorar su pérdida y sentirse responsable decidió salir y averiguar cual fue la causa de que los órganos no reaccionaran cuando semanas antes del parto pateaba desesperada por salir y después de haber conquistado la libertad del mundo, decidió morir porque no iba a poder disfrutarla.
Entonces Gatica se dirigió a la verdulería, lugar al que van todos los que viven en el Anexo II del barrio Ituzaingó de la provincia de Córdoba en búsqueda de información, compañía, mate, truco y charla . Y fue ahí que se encontró con sus vecinas, que la rodearon, la abrazaron, lloraron con ella y después se sentaron a conversar, y por último se dedicaron a escuchar el silencio, hasta que una le preguntó: “¿Viste Sofía la cantidad de chicos que mueren de cáncer y malformaciones en el barrio ?” Ahí fue cuando Gatica se dio cuenta de que no era la única que perdió a un ser querido, y que tampoco había sido responsable.
Por eso, cuando logró sacarse de encima todas las falsas recriminaciones que se había hecho por la muerte de su beba, habló con cada uno de sus vecinos, buscó casos estudiados con sus diagnósticos. Luego, para organizarse y no perder a nadie en el relevamiento, dividió aI barrio en miles de pequeñas áreas, preguntó por todos los vecinos que sorpresivamente enfermaron y llevó sus casos, y su propio dolor ante un tribunal desde un barrio humilde de 6000 familias trabajadoras rodeadas por ilimitados campos de soja transgénica mezclados con glifosato que les dificultaba la respiración por su olor a muerte, que a diferencia de la publicidad Monsanto, no se usa para ratas, sólo para personas.
2 – ROUND UP: un poco de “historia” y otro poco de realidad.
El glifosato en Argentina es el herbicida más usado para desmalezar los campos de soja, algodón y maíz transgénico. Fue creado y patentado por la multinacional “Monsanto”. Esta sustancia, cuyas ventas representan el 35% del mercado local es el “Round up”, que en inglés significa “acorralar”, como los trabajadores acorralan a la maleza en el momento de fumigarla, de la misma manera ellos son acorralados por los peligrosos vapores que inhalan del “Round Up”, según lo demostró el doctor Andrés Carrasco en su estudio de especies de vertebrados.
Pero el problema, paradójicamente, es que el éxito que tiene la variedad argentina de soja a nivel internacional, ciega a los vendedores locales que no ven que exponen a sus familias a vapores que son considerados como generadores de malformaciones en menores de edad y cánceres en adultos. Debido a ello hay fuertes cuestionamientos desde la mayoría de los ámbitos de la salud por el impacto negativo que tiene en el bienestar humano y el ambiente.
3 – “Las cosas que se han dicho son suficientemente claras para no repetirlas, sólo quiero agregar que para este tema no tenemos 100 años de democracia por delante” Dr. Andrés Carrasco, director del Laboratorio de Embriología Molecular del CONICET en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Según los estudios publicados en la revista del Ministerio de Ciencia y Tecnología se ha probado que en embriones de experimentación tanto al inyectar herbicidas en un ojo, como al instilarle glifosato puro en el otro, hacen que el primero desaparezca y el segundo produzca una o mas de las siguientes malformaciones : microcefalia, que es la disminución exagerada del diámetro normal de la cabeza, que se manifiesta con bajo rendimiento escolar, problemas para adaptarse a la realidad, mala relación con sus pares, y frecuentes convulsiones. También puede presentar microftalmos, o disminución anormal del tamaño del ojo, que cursa con alteraciones visuales graves y ciclópia: presencia de un solo ojo central en la frente por alteraciones en la división celular en un embrión de experimentación, cuya situación es incompatible con la vida. Además pueden haber trastornos estructurales de los cartílagos que cubren y unen la cabeza con la cara lo que produce acortamiento del eje antero posterior del cráneo, en consecuencia: retraso mental.
Según Carrasco la importancia de su trabajo reside en el mecanismo de acción del proceso químico por el cual el glifosato compite con una sustancia propia del organismo llamada acido retinoico que es lo que normalmente se une a un receptor en las células del ojo para que en el desarrollo se genere una estructura normal. Pero cuando el acido retinoico es desplazado por el glifosato que la madre recibió a través del alimento o al inhalar el aire contaminado, el receptor del ojo, que es mas especifico para unirse al glifosato, va a bloquear la entrada del ácido retinoico a la célula y produce las alteraciones oculares anteriormente descriptas. De esta manera Carrasco justificó todas las malformaciones que se ven en pacientes expuestos al glifosato como responsabilidad del “Round-up” producido por la compañía Monsanto.
4 – Negarlo todo por sistema: “no existen pruebas consistentes ni convincentes de que el glifosato este asociado a trastornos de salud graves a largo plazo. “ Empresa Monsanto”.
De esta manera la compañía Monsanto siempre buscó aislarse de sus responsabilidades” según un artículo del diario “The Washington Post” titulado: “Monsanto ha ocultado la contaminación durante décadas”.
La primera entrevista dada por la compañía Monsanto Argentina fue a través de su director de Relaciones Institucionales y Gubernamentales, Federico Ovejero, quien aseguró que ellos no evitan hablar con la prensa pero eligen con quienes lo hacen por lo cual decidieron tenerla únicamente con el programa “Hábitat Urbano”, y no con otros medios para evitar polémicas. Según Ovejero, prefieren informar a su público por medio de propagandas que hacen en sus propios estudios de televisión donde hablan de sus “logros”, nuevos productos, y se promocionan. Además, Ovejero desestimó las investigaciones del Dr. Carrasco porque, según él, no tienen criterio científico, independientemente del puesto que ocupe el doctor y de lo que demostró, por medio de sus modelos de embriones vertebrados y las alteraciones que produjo el glifosato en las células ópticas. Por eso, el Dr. Carrasco aclara que todas las células de animales vertebrados son muy similares al de las personas por lo que prácticamente los resultados pueden ser extrapolables al linaje humano. Según Carrasco: “es por eso que hoy en el mundo, se puede estudiar enfermedades malformativas o genéticas sin sacrificar a nadie” y ya con esta frase el investigador confrontó a una de las muletillas más frecuentes de la compañía “Monsanto” para desprestigiar a sus críticos a través de su vocero de prensa y, en consecuencia evitar dar respuestas.
Fuente: Hábitat Urbano
5 – “El Round up desencadena la primera etapa que conduce al cáncer.”, según Marine Monique Robin, autora del libro “El mundo según Monsanto.”
Más allá de que las agencias reglamentarias mundiales como la “Administración de Alimentos y Medicamentos”, (FDA, por sus siglas en ingles), el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Medica) y otras sigan clasificando a los herbicidas con base de glifosato como “no cancerigenos para el hombre”, un estudio canadiense publicado en el 2001 por la Universidad de Saskatchewan demostró que los seres humanos expuestos a esta sustancia por más de dos días al año tienen el doble de posibilidades para desarrollar un tumor llamado “linfoma de tipo no Hodgkin”, que es un cáncer grave de los vasos linfáticos. Meses más tarde estos resultados fueron confirmados por la agencia de salud sueca a través de un estudio publicado en el 2002 por el oncólogo lrnnart Hardel, quien es además especialista en dioxina, o mejor conocido como “el agente naranja”, otra especialidad química del grupo Monsanto. En esta investigación se comparó el estado de salud de 442 personas expuestas a herbicidas a base de glifosato contra un control de 741 no expuestos, todos evaluados por el CNI (Instituto Nacional de Cáncer, por sus siglas en inglés) de EE.UU. Los resultados fueron exactamente los mismos que los de la universidad canadiense.
6 – La trama de la impunidad
Llegó un camión cisterna con acoplado. Días antes, desde el mismo lugar, se había escuchado ruidos de máquinas, de picos y palas. Gritos de hombres, motores que roncaban, frenadas intempestivas y camiones ronroneantes que trituraban con sus mezcladoras la tierra que tomaban del suelo y que luego escupían hacia un costado para después aplanarla pasándole por encima una engrosada rueda de cemento. Por último se sintió el sonido de motores de un avión de mediano tamaño que pasó por encima del terreno y arrojó una sustancia blanquecina brillante, como el velo blanco grisáceo de una novia que se pulverizaba en el aire, y al final, se sintió un olor dulzón a muerte fresca, que durante los siguientes días acompaño fielmente a los vecinos de Lujan.
7- “La única forma de vivir decentemente con los agroquímicos es luchar contra ellos, pero es una pelea perdida porque no hay voluntad política”, expresó Carlos Riba, vecino de Lujan, que dos semanas atrás había denunciado una fumigación ilegal de “Monsanto” frente de su casa.
Pero el Round up no sólo contiene herbicidas como dice la compañía Monsanto en sus propagandas, si no que también fungicidas y endosulfán que es un poderoso insecticida que adicionándole otros compuestos logra matar todo menos las raíces de las plantas que el productor quiere salvar para tener nuevos frutos y hojas con los que alimentar a sus clientes que ignoran totalmente lo que consumen. Por lo tanto, el glifosato puede permanecer como un misil latente bajo la tierra miles de años, en los cuales, poco a poco va eliminando sus venenos que estuvieron dormidos hasta el día donde es efectivamente digerido en el almuerzo familiar de los domingos o en la cena especial de aniversario de casados. Carlos Riba, quien también es estudioso del tema explicó: “La biodegradabilidad es una mentira porque el herbicida no se degrada, permanece en la tierra y cuando llueve, el agua penetra en las napas profundas, donde está la fuente de agua pura que al filtrar desde el suelo hace que esa pureza se mezcle con el herbicida y la transmitan a diferentes niveles de profundidad – y agregó- todo depende de la concentración de agua: si es mucha cantidad no generará problemas pero si es poca va a contaminar la reserva acuífera de las profundidades.”
8 – Trabajo infantil, forma perversa de trabajo
La crueldad del glifosato llegó también a Misiones donde niños de 6 a 12, llamados “banderilleros” señalan con sus pequeñas banderas en el suelo hasta donde se fumigó el tabaco desde el aire y así se puede saber desde donde continuar con el trabajo al día siguiente.
Estos chicos son hijos de familias de bajos recursos que viven en el área y es por eso que toman estos “empleos” a pesar de ser menores de edad y poner su vida en riesgo. Además, en éste lugar, el viento hace que el “Round Up” fumigado se esparza por el área, por lo que pondría en peligro también a poblaciones más lejanas. Lamentablemente el trabajo de menores no es algo que esté condenado en esas zonas, y por más que pueda existir una ley desde lo formal, la usanza local y la desidia de los políticos responsables hacen que ésta no se cumpla, y como el gobierno no genera alternativas sanas, protectoras y de aprendizaje, no tienen otra opción más que trabajar para quien además de darle comida y un pequeño sueldo, les entrega también el glifosato que en contacto con la piel genera heridas de difícil cicatrización, que si además manipulean químicos como el PBC, también tendrán lesiones conocidas como “acné sintético.”, llamado así por sus similitudes con los típicos brotes de la adolescencia, con la diferencia que se dan en trabajadores y en sus hijos que sin ser todavía adolescentes se expusieron al glifosato por más de cinco años y presentan lesiones abiertas.
9 – Glifosato: una historia que tiene varios años
Pero recién ahora hablamos de este producto, a pesar de que siempre estuvo y se vendía. Desde que la monja Martha Pelloni fue sacada de Catamarca por denunciar el abuso a adolescentes y trata de blanca, pasaron muchos años. Ahora desde Curuzú Cuatia, Corrientes, sus denuncias se relacionan más con el trabajo infantil en su actual provincia. A partir de ahí también aprendió sobre “el herbicida y sus consecuencias.”, y supo que en su zona también dañan a menores por no respetar una ley que prohíbe usarlo como mínimo a 15 metros de distancia de las tomateras que están por delante de las casas y la escuela en Curuzú Cuatía .
Un día, a toda velocidad, la monja viajó Buenos Aires de urgencia para traer a una nena que parecía estar intoxicada, con su conciencia alterada, manchas rojizas en la cara y su cuerpo en estado frágil, pero aún vivía. Su primo, más grande, no corrió la misma suerte por la impericia de los hospitales que encontraron en el camino hasta llegar al Hospital Garraham de Buenos Aires, donde le certificaron que la muerte había ocurrido varios kilómetros atrás. La niña fue internada y después de varios meses se recuperó con secuelas irreversibles.
Por cada alimento artificial que ingerimos, libre de microorganismos e inerte no disfrutamos la vida y la verdadera naturaleza, pero sin embargo insistimos en creer estar más sanos, físicamente mejor presentables, y acudimos a recursos que no conocemos, y sólo saben de sus “ingredientes” las empresas que los venden. Entonces les entregamos a ellos la decisión de que vamos a comer cada día, mientras que hay familias y especialmente niños que para asegurarnos nuestra “sana” rutina se exponen a una vida de enfermedades muy graves y poco conocidas, o a veces directamente a la rápida muerte sin razones. Llegamos a un punto donde permitimos que una empresa y gobiernos aduladores combinados con ella esterilicen nuestro medio ambiente con productos que pueden matarnos.
10 – Como si la ordenanza no existiera
El martes 6 de noviembre de 2012, la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de Luján recibió dos denuncias por infracción a la Ordenanza 5953/11 aprobada el 14 de julio del año pasado y modificada el 14 de junio de 2012. Esta Ordenanza regula el uso de los agroquímicos de síntesis, productos cuya alta toxicidad ha sido comprobada científicamente en numerosos estudios realizados tanto en Argentina como en Europa.
Las denuncias siempre son una fracción mínima de las infracciones o delitos cometidos, por eso, gracias a la pasividad municipal, es como si la Ordenanza no existiera, como si las personas preocupadas por la salud de los lujanenses no hubieran trabajado intensamente durante más de un año para que finalmente se aprobara un instrumento legal que está ahí en la vitrina de los adornos para mostrar a las visitas.
Muy interesante. Tiene mucho de investigación y hay momentos donde muestra los sentimientos de las personas involucradas. Ojala Monsanto y todos los que no cuidan la salud de los argentinos, pensaran aunque sea en los chicos y el futuro desastroso que les dejamos.
Nunca me banque a Monsanto. Buen articulo.
Muy interesante, muy bien documentado. Hay que difundir más esta información para que la población esté advertida de los peligros a los que estamos expuestos.
Queda muy claro que hay normativas, pero que al poder corporativo es complejo limitarlo.