Gisela Dulko, de 31 años, es una extenista argentina. Nació el 30 de enero de 1985 en la ciudad de Tigre, provincia de Buenos Aires. Es diestra, ágil y de buen revés. Empezó a jugar a los ocho años, y no paró hasta al 2012, año en que anunció su retiro. La tigrense, luego de un gran sacrificio, llegó a alcanzar el puesto número 26 en individuales en el ranking mundial y el 1° de noviembre de 2010 llegó a ser la número 1 del mundo en dobles. Luego, en 2011, ganó el Abierto de Australia en dobles junto a Flavia Pennetta. También, en el mismo año, obtuvo el Abierto de Acapulco, luego de tres años sin alzar un trofeo como singlista. Gigi no es la única famosa de la familia ya que está casada con el futbolista Fernando Gago, con quien tiene dos hijos.
Ella, humilde y sencilla, brindó una charla exclusiva e imperdible para ETER Digital, en la que no se guardó nada. Habló de todo un poco: repasó su carrera, sus logros, su actualidad y su familia. Además, argumentó los motivos que la llevaron a abandonar el profesionalismo -entre otros temas-.
Por Matías Fernández Burzaco
-¿En qué momento de tu vida sentiste que el tenis era lo tuyo?
-Uy… desde muy chiquita. Le hinchaba mucho a mis papás para que me lleven al club a jugar al tenis. Era lo único que quería hacer, así que a partir los…5 o 6 años ya sabía que quería ser tenista profesional.
-Jugaste gran parte de tu carrera en dobles. ¿Cómo fue la convivencia con tus compañeras?
-¡Buenísima! Una de mis mejores amigas fue mi compañera durante los últimos años que jugué, Flavia Pennetta, la italiana. Nos fue muy bien, ganamos muchas cosas juntas, es más, en julio me voy a ir a Italia a su casamiento. Así que imaginate lo cercanas que somos.
-¿Qué se siente haber llegado a ser número uno del mundo en dobles?
-Es una locura, si me pongo a pensar no lo puedo creer. Simplemente me siento contenta por la carrera que tuve, por poder haber disfrutado tantas cosas, por haberme hecho tantos amigos viajando y jugando. Estoy agradecida y es un recuerdo que me va a quedar para siempre.
-¿Qué cambió a partir de ese momento?
-No cambió nada, solo mi satisfacción interna, tras haber hecho tanto sacrificio y esfuerzo con mi familia. De alguna manera es como una recompensa.
-¿Siendo número uno, te sentías mas presionada?
-No, creo que presión son otras cosas, lo viví con mucha alegría.
-El 27 de febrero de 2011 ganaste el Abierto de Acapulco, luego de tres años sin ganar un torneo como singlista. ¿Qué sentiste?
-En ese momento sentí alivio. Hacía mucho que no me iba bien y bueno fue muy especial porque ese torneo siempre me gustó, fue uno de mis torneos favoritos. Fue una alegría grande porque me dio mucha confianza ya que no venía de un buen momento en singles.
-Habiendo vivido tantos años en este deporte. ¿Cuál fue tu mayor alegría?
-Cada título, tanto en single como en dobles, fue muy importante. Siempre es un momento distinto e inolvidable. Te diría que mi primer torneo, uno busca siempre la primera vez. Ganar el primero fue un salto en mi carrera y a partir de ahí empecé a jugar mucho mejor.
-¿Y tú tristeza más grande?
– No sé si tuve una tristeza muy grande. Extrañaba a mi familia, viajaba muchísimo, era algo que venía con el tenis, esa era la peor parte.
-Busco tu nombre en Google y aparecen todos artículos relacionados a Fernando Gago. ¿Cómo llevás eso?
-No uso mucho Google, jaja. Por suerte Fernando tiene una carrera muy exitosa, es el padre de mis hijos y estoy orgullosa de él. Me encanta que le vaya bien.
-¿Te molesta?
-No, para nada. Yo sé la carrera que tuve, mis sacrificios que tuve y los de mi familia y no me molesta que aparezcan esos artículos.
“¡Voy a llamar a Google!, jaja”, agregó en forma de chiste.
¿Por qué decidiste abandonar tu carrera?
-Cuando decidí dejar fue porque tenía muchas ganas de formar una familia, de criar a mis hijos. En ese momento yo ya vivía con Fernando. Los dos teníamos muchas ganas, pero viajando y jugando era imposible. Igual ya lo venia pensando porque estaba muy cansada de los viajes, aunque era muy joven, viajaba por el mundo sin parar desde los 8 años. A los 27 años dejé de jugar al tenis y a los 2 meses quede embarazada de mi primer hijo.
-¿Extrañás competir?
-No, estoy muy ocupada con mis dos hijos y no extraño para nada. Estoy muy feliz.
-¿A qué te dedicas ahora?
-Fui modelo por un día hoy, jaja. Básicamente me dedico a mi familia, a mis hijos. Imaginate que necesitan mucho de su mamá.
-¿Cómo vas a vivir los Juegos Olímpicos?
-En mi tele, muy cómoda en el sillón. No pienso trabajar para ningún canal ni nada.
-¿Cómo ves el tenis femenino argentino en este momento?
-La verdad que no miro tenis, no sé el ranking femenino ni nada. Estoy medio apartada del tema, conozco a las chicas argentinas que están jugando. Es una lástima que ahora no tengamos una top 50 o top 100. Siempre somos una potencia y espero que pronto volvamos a estar ahí arriba en el tenis femenino.
-¿Y al deporte nacional en general?
-Te vuelvo a ser muy sincera: en mi casa está todo el día puesto en la tele fútbol. Miro fútbol europeo, de Estados Unidos, nacional, te sé decir todos los equipos.
-Fuiste una gran tenista y tenés mucha experiencia. ¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que recién comienzan?
-Sobre todo mucha contención de su familia, eso es fundamental. Que no dejen de estudiar y que lo disfruten, el tenis fue mi vida, denle para adelante y estén rodeados de sus seres queridos siempre.
Excelente entrevista a Gisella Dulko, te felicito Matías.