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Pablo Miranda: “Haber jugado en todas las categorías es un sueño”


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En diálogo con Éter Digital, el jugador de Villa San Carlos, Pablo Miranda, habló de su hito como jugador y su experimentada carrera que lo llevó desde las divisiones más bajas del fútbol argentino hasta jugar la Copa Libertadores.


El último partido por ver quién sería el victorioso que ascendería a la B Nacional se daba en el estadio conocido como el “Nido Del Dragón”, entre la UAI y Defensores de Belgrano. Luego de un gran enfrentamiento en el que la UAI llevó el marcador 1-0 por delante, se vivió una final de película. Con el afán de ganarlo en la última jugada de córner, el arquero de Defensores, el“Tano” Anconetani, fue a cabecear para darle la asistencia a quien sería el héroe de la noche, Pablo “Pájaro” Miranda, quien empujaría la pelota para darle el empate 1-1 a su club, y de esa manera terminarlo con penales. La definición desde los doce pasos avivó un clima efervescente en Núñez, tras el nerviosismo y tensión de todos los hinchas del Dragón. El último penal quedó en las manos del Pájaro Miranda, quien venía con confianza por llevar al equipo hasta esa instancia. Con una gran calidad y tranquilidad logró concretar el gol para enloquecer a todos los hinchas que verían a su club en la segunda división más importante del fútbol argentino por primera vez en su historia.

Pablo Miranda, de 37 años, tiene una particularidad con la que muchos jugadores no cuentan: haber participado en todas las divisiones del fútbol argentino y lograr el ascenso en cada una de ellas. El Pájaro, como se lo conoce en el fútbol, atesora grandes datos que conforman una carrera extravagante, una trayectoria única. El delantero nacido en Berisso jugó en cada escalón de la AFA: Primera D, Primera C, B Metropolitana, B Nacional y Primera A. No solo eso lo convierte en uno de los pocos jugadores que pasaron por las cinco categorías. Además, tildó todos los ascensos del fútbol argentino: subió de la D a la C, de la C a la B Metro, de la B Metro a la B Nacional y de la B Nacional a la A.

¿Qué se siente haber jugado en todas las divisiones del fútbol argentino?

Haber tenido la posibilidad de jugar en todas las categorías es un sueño. Cuando arranque allá por el 2002, yo era chico y Villa San Carlos estaba en la Primera D, ese año no nos tocó ascender. Ya en el 2003 hasta el 2009, tuvimos la posibilidad en San Carlos de ascender a la B Metro donde jugué bastante. Tenía el sueño de ser profesional porque ya en la B Metro se firmaba contrato. Jugué un año en la B Metro y me salió la posibilidad de ir a jugar a Primera División, a Godoy Cruz.  Como todo sueño de jugador de ascenso, tener la oportunidad de jugar en primera división no se presenta todos los días. Tuve dos años, un año y medio con participación y seis meses con poco lugar. Luego, surgió la posibilidad de irme a la B Nacional, a Olimpo de Bahía Blanca, estuve un año con muy poca participación pero con un grupo de jugadores importantísimos el cual logró el ascenso. Ese fue el momento en el que cumplí la etapa de poder jugar las 5 categorías del fútbol profesional.

¿De todos los ascensos que lograste cuál sentís que fue el más complicado?

El más importante, el que me va a quedar por siempre, si bien todos fueron importantes, fue en el 2009. Como hincha de Villa San Carlos, haber podido jugar ese ascenso contra Cambaceres donde pude sentirme un jugador importante para el club. Creo que ese fue el más significativo en lo personal, por ser hincha, por ser el clásico rival y por algo que el club nunca había podido lograr. Era un sueño que teníamos un grupo de amigos que jugábamos fútbol amateur, donde no teníamos sueldo ni mucho menos.

¿Habías soñado con una noche como el ascenso contra la UAI?

Si, fue un final de película. Era algo que me faltaba. Había tenido la posibilidad de jugar las 5 categorías del fútbol argentino, y pensando a futuro me faltaba un ascenso. Cuando me fui de Villa San Carlos me empezaron a llamar equipos, entonces en la decisiones que tomé en conjunto con mi familia, decidí ir a Defensores con el objetivo de ascender siempre, porque en lo personal era el ascenso que me faltaba, entonces acepté.

Los futbolistas del ascenso viven realidades muy diferentes a las de Primera División. Sobre todo los que juegan en la D, C y B Metro. La mayoría tiene un trabajo extra para poder sustentar económicamente a su familia. Además, las condiciones para entrenar no son las más óptimas, donde muchas veces los vestuarios e instalaciones no están en buenas condiciones. Sin embargo, 6 millones de dólares es la suma total de los 10 jugadores mejores pagos de la B Nacional.

¿Sentís que hay factores externos que pueden afectar a no llegar a ser jugador de fútbol profesional?

Lo que me llevó a ser profesional fue mi amor por el fútbol. Mis amigos me decían de salir pero nadie te obliga a nada, las decisiones las toma cada uno. Yo sentía que un sábado a la noche, por más que tuviera 16 años, si jugaba al otro día, no tenía que hacer nada. Me tenía que cuidar y descansar bien. Hoy hay herramientas para rendir en un nivel óptimo como puede ser tener una nutricionista o un kinesiólogo. En ese momento te curabas con el tiempo y comías lo que había en la casa, por eso se perdió mucho el potrero.

Si bien el camino hasta Primera División suele ser casi imposible para los jóvenes futbolistas. Miranda tuvo su semana ideal de esta gran aventura en Godoy Cruz. En febrero de 2011, fue figura en la Bombonera dando dos asistencias en el 4-1 frente a Boca (que contaba con jugadores como Palermo, Juan Román Riquelme y Sebastián Battaglia). Cuatro días después fue titular en el debut del Tomba en la Copa Libertadores por primera vez en su historia, donde se impuso por 2-1 frente a Liga de Quito.

¿Cómo fue la experiencia en Godoy Cruz?

Para mi fue un sueño cumplido, no me olvido más el día que me dijeron que tenía la posibilidad de ir. Tener la posibilidad de pasar a jugar con jugadores que uno veía por televisión era increíble. Si bien creo que el fútbol es igual en todos lados,  el jugador de primera está por delante con el tema del pensamiento, la cabeza, resuelve más rápido, tenía que adaptarme a eso. Fue una locura jugar el primer partido de Libertadores en la historia de Godoy Cruz, jugábamos contra la Liga de Quito que venía de ganar la Libertadores y Sudamericana. Sacamos el partido adelante y pudimos ganar, disfruté mucho esa experiencia.

¿Y la noche en la Bombonera?

Contra Boca nosotros íbamos de punto, ellos venían de ganar el campeonato de verano por afano con Falcioni. Yo no era titular pero me destacaba por las ganas que tenía de jugar, nunca bajaba los brazos. Sorpresivamente me tocó jugar de arranque, si me iba mal capaz que no jugaba nunca más. Por suerte participé en dos goles, jugué un gran partido, fuimos efectivos y jugamos como teníamos que jugar. Ganamos 4-1 en la Bombonera que no fue fácil.

Es un gran dilema lo que sucede tanto en lo económico como en la vida cotidiana una vez que el jugador de fútbol termina con su carrera. Muchos deciden invertir el dinero ganado en otros bienes. Mientras que otros, siguen ligados al mundo futbolístico. Miranda, quien ya hizo el curso de Director Técnico, tiene decidido cómo será su vida una vez que le dé un cierre a su experimentada carrera.

¿Qué vas a hacer cuando te retires? Pienso ser técnico, no sé dónde se me dará la oportunidad. Hace un tiempo estuve dirigiendo un equipo de Berisso. Me apasiona y me gusta transmitir lo que aprendí en mi carrera y en los cursos. El día de mañana tengo como prioridad ser parte de un cuerpo técnico o encabezar alguno, es mi manera de seguir conectado con el deporte que amo.


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