El politólogo Franco Rinaldi analiza la actualidad financiera de la aerolínea de bandera nacional y presenta sus proyectos para reducir el déficit de la compañía.
“Aerolíneas Argentinas pierde por volar, y pierde por volar a destinos supuestamente rentables”, sentencia el politólogo y consultor aeronáutico Franco Rinaldi. Al autor del libro Aerolíneas Argentinas: 2000 días de pérdidas se le nota en el rostro la preocupación por el futuro de una empresa que, sostiene, tiene un déficit promedio de dos millones de dólares diarios. “El gobierno que se haga cargo del próximo término de la República Argentina tendrá que tomar una decisión: reestructurar la compañía o encontrar un financiamiento en dólares para seguir financiando el déficit de la empresa, pero con esta lógica no va a bajar el déficit”, definió en diálogo con Éter Digital.
-¿Esa reestructuración sería a través de una privatización?
-Naturalmente, porque no creo que ningún privado pueda querer o sostener una compañía que durante años pierde lo que pierde Aerolíneas. Lo que sucede es que hoy por hoy la compañía no es privatizable, precisamente por el agujero deficitario que tiene. No hay ningún privado que la quiera. Y creo que el costo político es bajísimo, bien explicado el proceso de privatización. Está mal vista la palabra reestructurar, por el progresismo y para la ideología centro-izquierdista o izquierdista: ellos no quieren hacerlo. En el mundo de las empresas privadas de aviación, reestructurar es algo necesario, saludable e inexorable.
-Si el gobierno se decidiera a hacer la reestructuración que proponés, ¿cuánto tiempo puede llevar?
-Para no sacarle el culo a la jeringa: tengo un plan. Es una reestructuración profunda y total de la compañía, que en 24 meses la deja sin déficit. Para hacerla necesito el 100% de respaldo político y contratar a los equipos técnicos más aptos del planeta. O si fuera ministro de Transporte contrato a un CEO con un equipo híper profesional, no amiguitos del club. Creo que así se puede hacer en dos años, me pondría esa meta.
-¿Ese es el cargo al que aspiras para 2023?
-No, yo creo que en el año 2023, si está todo más o menos organizado, seré finalmente diputado de la Nación. Pero obviamente que, si a mí me llaman para hacer esa patriada, la hago.
Rinaldi se refirió también a la situación gremial de Aerolíneas Argentinas: “Creo que el problema no es la cantidad de gremios, sino el poder que tienen, que es básicamente producto de que los sucesivos gobiernos no se deciden a enfrentar el problema de modificar el Código Aeronáutico para que se produzca una reforma laboral que permita cambiar convenios colectivos de trabajo y que desempodere a los sindicatos”.
Por otro lado, el ex candidato a diputado comentó acerca de la política planteada por el diputado Javier Milei de entregar las acciones de Aerolíneas Argentinas a sus empleados para paliar el déficit: “Yo lo adoro a Javier, pero hay una cosa que no me gusta: si vos me vas a decir algo de ese calibre, me tenés que contar mínimamente cómo lo vas a hacer. Lo que él dijo es una respuesta para salir del paso. Y después dijo que la cerraría, en otra entrevista, con lo que ya cambió de opinión. Ninguna de las dos cosas es practicable. ¿A quién le darías la empresa? ¿A todos, a unos cuantos, a los delegados gremiales? Es una solución facilista, disparatada, que no tiene ningún viso de realidad”.
También habló sobre la conectividad de Aerolíneas, y sus ganancias volando a destinos dentro del país: “Aerolíneas Argentinas gana dinero volando a lugares como Catamarca, Formosa, Chaco, La Rioja, San Juan, y demás. Todos los destinos donde Aerolíneas vuela solo, sin competidor, y son los llamados ‘destinos no rentables’, son aquellos donde gana plata, o por lo menos empata. Pero lo que pasa es que Aerolíneas tiene un disparate de costos totalmente fuera de control, una cantidad de empleados muy por arriba del promedio necesario, y una planificación de flota y de rutas totalmente anti-económicas. Los datos me dan la razón: Aerolíneas ganó más durante 2020, que no voló, que durante 2021 que sí voló. Y este año va a perder más, porque va a volar más”.
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