Durante las vacaciones de invierno, Tigre se consagró como una de las opciones más elegidas por las familias, con un 25 % más de visitantes que el año pasado. El Delta y el Puerto de Frutos son los paseos más atractivos.
Por: Juan Sebastián Romero (@romeristico) / Edición: Javier Salerno
Durante el receso escolar los padres buscan opciones para disfrutar el tiempo libre junto a sus hijos. Una buena opción para las familias de Capital Federal, el Gran Buenos Aires y -por qué no- de toda la Argentina, es visitar la ciudad de Tigre y los múltiples planes que presenta: su naturaleza, sus espectáculos, su oferta gastronómica y hotelera y una serie de actividades recreativas.
En los últimos 20 días, cerca de 400 mil personas visitaron la ciudad del norte del conurbano bonaerense, 80 mil personas más que el año pasado. “La situación del país y algunos días de lluvia perjudicaron las actividades programadas, pero hubo un aumento del 25 % si se compara con la misma temporada de 2013”, afirma Verónica Sequeira, encargada de prensa de la Agencia de Turismo del Municipio.
Sequeira detalla que la cantidad de gente aumenta los fines de semana “siempre y cuando el tiempo acompañe” y que la estadía promedio en la ciudad es de dos noches, aunque se extiende en los fines de semana largo. El 80 % de las personas que pasaron por el partido, cuenta, visitaron el Puerto de Frutos: “Una parada obligada junto al Delta”.
Quienes deciden realizar una escapada a Tigre lo hacen por la cercanía a Capital Federal (se tarda 50 minutos en tren, de Retiro a Tigre) y por la variedad de planes que ofrece: desde tomar un poco de sol a la vera del Río Luján o ir al parque de diversiones hasta hacer un paseo de treinta minutos en lancha por el Delta. La empresa Sturla ofrece este tipo de excursiones en su Bus Turístico. El paseo recorre lugares históricos de la ciudad como el Casino, la Estación Fluvial, el Puerto de Frutos y el Museo de Arte Tigre, entre las más importantes. Dura aproximadamente media hora y tiene un costo de $ 40 para el público general y $ 30 para los residentes de Tigre con DNI.
El Delta del Tigre tiene muchas particularidades. Una de ellas fueron las plantaciones de frutos que tuvieron su auge en la década de 1940. Los cítricos (limones, naranjas, mandarinas) solían ser los mejores de la zona: miles de habitantes se acercaban al puerto de Tigre a buscar esas frutas tan preciadas. En 1938 comenzó a funcionar en su actual ubicación, a orillas del Río Luján, que separa a la ciudad del Delta. Debido a las constantes subidas de las aguas del Rio de la Plata, los isleños abandonaron lentamente la producción de frutos y el puerto amplió su oferta.
Desde la década del 80 la feria de artesanos del puerto comenzó a ser tenida en cuenta para la compra de muebles de buena calidad y a buen precio, y la venta de frutas pasó a un segundo plano.
“Actualmente el Puerto de Frutos cuenta con 700 locales, de los cuales sólo dos ofrecen frutas y verduras. El 40% brinda artículos de decoración, y la mayoría de los artículos que se consiguen son realizados por artesanos o isleños con materiales autóctonos de las islas como los objetos de mimbre o mueblería”, señaló Iván Kildoff, director del Puerto de Frutos y Estación Fluvial. El último fin de semana de las vacaciones de invierno pasearon por el mercado más de 140 mil personas y se llegó a un total de 350 mil en los últimos veinte días.
“La gente, antes de gastar, pregunta mucho los precios y hasta intenta negociarlos. Ya estoy acostumbrada y por eso suelo poner carteles con el último precio que ofrezco por cada artículo”, cuenta Susana Akerman, que alquila un local hace siete años donde vende veladores y posavasos artesanales. Desde mediados de 2005, las inmediaciones del puerto también cuentan con más de 300 locales en decenas de paseos que no pertenecen a la feria pero son parte de la fisonomía del Tigre.
El Delta posee una variedad de ofertas en hospedaje según el poder adquisitivo de cada visitante. A treinta minutos de la Estación Fluvial se encuentra la hostería “La Morada”, que cuenta con pileta todo el año, solarium con reposeras, remo, pesca, paddle, metegol y juegos de salón, además de caminatas por la isla y actividades de ecoturismo. Las tarifas por persona con media pensión oscilan entre los $700 y los $1.000 por día.
Para los que deciden pasar el día en las islas del Delta, la hostería “Las Rosas”, ubicada sobre el Río Sarmiento, ofrece un almuerzo con traslado de ida y vuelta a $220 por persona. Aquellos que prefieren quedarse en la ciudad, en tanto, tienen varias opciones. Una de ellas es el histórico hotel “Villa Julia”, en el prestigioso Paseo Victorica, donde una habitación para dos personas cuesta desde $530 la noche.
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