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REFUGIOS DE ANIMALES: CÓMO SOBREVIVEN DURANTE EL AISLAMIENTO


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Dependen en gran medida del trabajo de personas que comparten la causa y destinan parte de su tiempo a ayudar con las tareas de mantenimiento en los predios, a alimentar a los animales o a comprar y trasladar alimentos. Pero, ¿cómo los golpea el hecho de no poder recibir voluntarios? ¿De qué manera se financian al no poder realizar ferias o paseos? ¿Creció el número de animales que reciben?

Por Hugo Del Valle y Servidio

Ica es apenas una potranca, el último 19 de abril la abandonaron en un descampado en el partido de Tigre con heridas que dejaban expuestos no solo los huesos de sus manos, sino también una vida de maltrato y abuso. Cuando ya no se pudo mantener en pie, la descartaron. Pero fue ahí también, donde la rescataron quienes creen que los animales merecen una vida digna. Personas que habitualmente se nuclean en distintas ONGs, y que actualmente enfrentan uno de los contextos más complejos que recuerden para su tarea: el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Florencia Sampietro es una de las fundadoras del Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CREE), que funciona desde hace siete años en el partido de Magdalena. Cuenta que durante la cuarentena los salvatajes no pararon, porque así como se les da asistencia a las personas también se les debe dar a los animales. Explica que el CRRE también funciona como un hospital veterinario: “No solo nos encargamos de rescatar a los animales en situación de maltrato sino también de su rehabilitación y reinserción, y una vez rehabilitados, los damos en adopción a familias responsables”.

Económicamente, el Centro solventa toda su actividad con las donaciones de los padrinos y madrinas, aunque muchos se dieron de baja en los últimos meses por problemas económicos, a la vez que se perdieron las donaciones que se hacían en las visitas al predio. “La gente venía al refugio, conocía a los caballos y ahí colaboraba, dejaba donativos”, relata Sampietro.

La ONG cuenta actualmente con dos campos de rehabilitación, uno en la ciudad bonaerense de Brandsen, donde tienen cerca de 50 equinos con distintas patologías, que van desde ceguera y lesiones, hasta artrosis y tumores. Además, Florencia destaca que es uno de los pocos centros en el mundo que tiene caballos amputados y con prótesis.

El segundo predio, que se encuentra en la localidad bonaerense de Ranchos, fue alquilado especialmente para albergar originalmente a unos 400 caballos, de los cuales quedan unos 300, que fueron rescatados en condiciones de desnutrición de un campo de acopio en las afueras de Ezeiza en agosto del año pasado, y por lo cual se abrió una causa judicial contra el dueño del predio. La rescatista explica que al haber un proceso legal en curso, en un principio el Ministerio de seguridad de la Provincia de Buenos Aires, en ese momento dirigido por Cristian Ritondo, les dio una mano pagando algunos camiones de fardo, pero que lamentablemente nunca fueron suficientes: “Tan solo en estos caballos se gastan 28 mil pesos semanales en comida y 100 mil en medicación”. Y denuncia que la nueva gestión les cerró todas las puertas: “No nos atienden siquiera el teléfono”.

A 50 kilómetros al sur de CABA funciona, desde hace 5 años, Patitas de San Vicente. Una ONG que se dedica no solo a rescatar perros, recuperarlos y darlos en adopción, sino también a concientizar sobre la tenencia responsable, la castración, la identificación de las mascotas con chapita y evitar que deambulen por la calle. Actualmente, tienen más de 200 perros rescatados: “Llegan en muy mal estado, mamás con cachorros, perras preñadas, accidentados, abichados”, explica Cecilia, una voluntaria del refugio. Si durante los últimos años el número de animales en las calles se incrementó por la falta de políticas públicas, la pandemia agravó la situación.  “Faltan castraciones por parte del Estado, no funciona Zoonosis y durante la cuarentena hay más animales en la calle, el aislamiento complicó muchísimo las adopciones”, remarca la voluntaria.

Patitas de San Vicente tampoco recibe ayuda económica gubernamental. “Todo lo que hacemos es con la ayuda de la gente, en los últimos dos meses, al verse imposibilitados de acercarse al predio, aumentaron las donaciones a la distancia o de manera virtual”, cuenta Cecilia, aunque destaca que lo más importante es encontrar adoptantes para los animales.

Más que un refugio, un edén

El Paraíso de los Animales es uno de los pocos santuarios que existe en el país: “A diferencia de los refugios, los habitantes del santuario no son dados en adopción, viven acá hasta su muerte natural”, explica Yamila, voluntaria de esta organización que ya cuenta con 30 años de historia y en cuyo predio, hoy al máximo de su capacidad, viven cerca de 900 animales. “No está abierto al público en el sentido de un zoológico, para evitar causarles estrés en los habitantes”, aclara.

El santuario, al igual que la mayoría de los refugios, depende en gran medida del voluntariado. Yamila remarca que uno de los mayores inconvenientes que le trajo la pandemia es que ahora son menos para las tareas de mantenimiento. “Previo a la cuarentena, teníamos grupos trabajando todos los fines de semana y durante la semana también aunque en menor medida. Actualmente asisten solo tres voluntarias que viven cerca y tratamos de que haya poco contacto entre ellas, trabajando cada una en diferentes áreas”.

Esta ONG tampoco recibe ayuda económica del Gobierno. “Contamos con un programa de padrinazgos y donaciones. Además, vendemos productos oficiales en ferias, lo que nos permite recaudar fondos para comprar materiales y alimento”, cuenta Yamila, y adelanta que están construyendo un hospital veterinario en el predio: “Es un espacio apto para atender las necesidades de todos los habitantes del santuario, y de la población de General Rodríguez, a bajo costo y garantizando las condiciones de sanidad. Aunque el edificio está prácticamente terminado, nos quedará pendiente el equipamiento, ya que para eso necesitamos de mucha ayuda económica”.

Al igual que todos los animales que habitan los refugios y el santuario, hoy Ica, la potranca, tiene una segunda oportunidad: en el CRRE curaron sus heridas, no necesita más antibióticos ni antiinflamatorios y ya empezó a dar sus primeros pasos.


Patitas de San Vicente

Contacto: patitasdesanvicente@gmail.com

Adopciones: adpocionespatitasdesanvicente@gmail.com

Donaciones: https://patitasdesanvicente.com.ar/dona/


El Paraíso de los Animales

Consultas: contacto@elparaisoanimal.org

Voluntariado: voluntariado@elparaisoanimal.org

Padrinazgos: padrinazgos@elparaisoanimal.org

Donaciones: http://elparaisoanimal.org/index.php/cambia-una-vida-hoy/


Centro de Rescate y Rehabilitación Equino

Contacto: centrocrre@gmail.com

Donaciones: bit.ly/QuieroSerPadrinoCRRE


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