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SANGRE OLÍMPICA


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Todo comenzó de pequeña cuando por hobby arrancó a tirar los primeros golpes con su padre, olímpico en Atlanta 1996 y Sydney 2000. Hoy quiere seguirle sus pasos olímpicos. Con 17 años, consiguió lo que muchos boxeadores desean: ganar un título en Estados Unidos. Victoria Saputo, la boxeadora que le tenía miedo a los golpes, ahora es promesa de oro.

Por David Lopez

Victoria Saputo se clasificó de forma directa a los Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputarán en Buenos Aires entre el 6 al 18 de octubre. Su pase lo consiguió al coronarse campeona panamericana en la categoría hasta 60 kilos en Colorado Spring, Estados Unidos, luego de vencer a Rebeca Santos. El país norteamericano le trae alegrías a la familia Saputo ya que su padre, Guillermo, obtuvo 11 victorias profesionales cuando era telonero de Oscar De La Hoya.

A la hora de subir al ring no siente nervios, no ve la hora de que comience el primer round y salir a buscar la pelea con su recto izquierdo como su golpe más fuerte. El entrenador confesó: “Cuando llegó les tenía miedo a los golpes. Le costaba tirarlos, no quería atacar para que no le peguen, se le notaba mucho”. Y resaltó: “Actualmente, Victoria mejoró mucho esta faceta gracias a su superación mental, es una deportista ejemplar”.

“Miro peleas cuando puedo. Intento imitar a Manny Pacquiao porque es zurdo como yo y admiro su estilo y su velocidad”, declaró Viki. También agregó: “Me gusta como boxea Marcela Acuña. Fue la primera boxeadora y me siento conectada a ella porque soy la primera mujer que participa en un juego olímpico”.

Al bajar del cuadrilátero, se termina toda la rudeza y la fuerza con la que Viki afronta cada pelea. Su 1,64 m. no es tan imponente fuera del ring. Mientras mira su celular haciendo de espejo, se desarma las trenzas con las que compite, se frota el pelo y suelta su cabellera rubia que sobrepasa sus hombros. Al comenzar el dialogo aparece una voz dulce y juvenil que impacta al oído. Efectivamente, no hay rastros de la boxeadora.

“Practiqué tenis y patín artístico antes que boxeo” contó Victoria. Todo arrancó como un pasatiempo y jugaba a las peleas con su papá. En 2013, Guillermo Saputo, quien fue representante del boxeo argentino en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000, estaba preparando su pelea contra Gustavo Lencina y necesitaba alguien para hacer sombra y desde ese momento empezó a entrenarla en el gimnasio que tenía en su José C Paz natal.

Su padre fue su primer entrenador, pero en la actualidad ya no ejerce ese rol. “Todo lo que sé es gracias a él. Lo admiro por como boxeaba y porque sabe mucho, me aconseja y corrige para que mejore”, dijo. Ambos tienen una relación muy cercana tanto que él afirma: “Vivimos hablando. Cuando viaja la seguimos por Whatsapp y hacemos estrategias de cómo encarar las peleas. Es tan aplicada que nunca salió a un boliche”, expresó el padre.

Cuando no está concentrando se junta en su casa con sus compañeros de la escuela en grandes reuniones o comparte salidas al cine con su hermano menor Steven. “Me hacen la segunda siempre” recalcó Viki. Los fines de semana suele pasar tiempo comiendo un asado con sus abuelos y sus padres en una quinta que tiene la familia en La Ñata.

En su tiempo libre le encanta dibujar y cantar, aunque sostiene que esto último lo hace solo delante de personas por las que siente mucha confianza porque le da vergüenza. “Amo comer”, dice Victoria entre risas, “pero cuando me propongo bajar de peso bajo bien y sin problemas, incluso a veces estoy debajo de mi categoría medio kilo”.

Tanto en su entrenamiento como en la escuela es ordenada y puntual. Esto le trajo resultados sobre el cuadrilátero y debajo también. Fue abanderada en su colegio, San Eduardo de José C. Paz. Actualmente, está terminando su sexto año a distancia, porque por las competencias no pudo cursarlo. Con su facilidad para aprender, Viki está en duda si seguir estudiando Martillero público, rubro en el que se desempeña actualmente su papá, o el profesorado de educación física. Su sueño es volverse profesional y participar en el próximo Juego Olímpico al igual que lo hizo su padre años atrás.


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