El accidente de tránsito de su hermana mayor le generó a Alliana Volkart pasión por el derecho. “Pienso en hacer justicia para aquellos que se sienten desprotegidos”, afirma la santafesina que competirá en la prueba de carabina de aire comprimido.
Por Federico Marín
Arian Volkart, hermano mayor de Alliana, regresaba a su casa en San Carlos, provincia de Santa Fe, arriba de una moto que conducía. En la misma cuadra que iba en dirección a su casa, un auto omitió usar la luz de giro y de improviso, giró hacia su derecha para ingresar al garaje. Los frenos no lograron atenuar el golpe y Arian voló impulsado por el impacto. Pasó un mes en el hospital producto de un golpe fuerte en las vértebras que le imposibilitaba caminar con normalidad. La familia Volkart está conformada por la mamá Daniela, el papá Ernesto y los tres hijos Arian (19), Alliana (17) y Adriel (15). Luego del accidente la familia contrató a un abogado para asesorarse en materia legal sobre el tema. A partir de ese momento, y habiendo presenciado varias reuniones, Alliana sintió que además de manejar una carabina de aire también le florecía una nueva pasión: el derecho. “Desde ese momento, quise estudiar abogacía. Me convertí en una persona justiciera, pienso en hacer justicia, pero no para mí, sino para transmitir los conocimientos a aquellas personas que no saben qué hacer, que se sienten desprotegidos”, afirma.
A Alliana no le gusta que la pongan a prueba y que no sepa, por eso trata siempre de demostrar que, en su caso, la edad no es más que un número. Su carácter demuestra una madurez e intriga que la ha llevado a tener un espíritu competitivo a destacar en su vida y en su deporte predilecto, el tiro. Y, también, en todo lo que implique competir. En una gira que realizaron por República Checa, Alliana observaba como su capitán Víctor Celiz y el resto de la delegación se divertían con chicanas jugando al truco. No lograba entender de qué trataba el juego, pero quería aprender. Celiz, ante la consulta de Volkart, accedió a enseñarle. Desde entonces, fue su pasatiempo favorito. Junto a Fernanda Russo, la medallista más joven en la historia del país en tiro y ahora designada como “Joven Embajadora” por el Comité Olímpico Argentino, forman pareja en el juego de cartas.
La picardía y la mentira que conviven y reinciden en una partida de truco también suelen hacerlo en la abogacía. El hombre que provocó la colisión de Arian en su moto pudo, a la vez, mentir, con la complicidad de la falta de cámaras de seguridad en esa cuadra y la ausencia de testigos, y alegar que sí utilizó el giro. Así, el abogado defensor dio en el banco y logró excusarlo, logrando el disgusto de Alliana, que se refugió en sus amistades.
Cuando el tiro no le ocupa el grueso de la agenda, Volkart comparte su tiempo con amigas que son fanáticas de los juegos de guerra, en los que el principal atractivo es utilizar armas, como ella lo hace en la vida real. Sin embargo, los rechaza por completo. “No me atrapan esos juegos, estoy completamente apartada de ese mundo. Las veo cómo quedan atrapadas en esa realidad y yo soy todo lo contrario, te termina comiendo la cabeza”, afirma. Su cabeza, para despejar, tiene trabajo de sobra: también realiza, esporádicamente, la labor de promotora en el boliche “Sazón”, en San Carlos. Allí, su nivel de exposición es aún mayor debido al reconocimiento. Firma autógrafos y posa para las cámaras, aunque admite que esa faceta popular, tanto en persona como en redes sociales, no la deslumbra: “Soy perfil bajo, con las redes sociales trato de no agregarme presión a mí misma subiendo fotos de donde voy a competir, no me gusta sobreexigirme, prefiero venir con los resultados sin alardear”. El temple para actuar arraiga en los conceptos que Gustavo Ruiz, psicólogo deportivo que trabaja junto a Paula Pareto, remarca en “La cabeza del campeón”, su libro de cabecera.
Alliana Volkart llegó al Tiro Federal Suizo Argentino de San Carlos casi sin querer y en absoluto desconocimiento de su historia en común: en 1968, su tío abuelo Aarón fue presidente de la institución. Una mañana, a la salida del colegio “Corazón de Jesús”, salió con sus compañeras que pasaban la tarde en los polígonos. Alliana se sumó, aprendió a utilizar la carabina y comenzó el trayecto que hoy la deposita en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizarán en la Ciudad de Buenos Aires en octubre próximo.
El tiro tendrá su lugar en el Parque Sarmiento. Allí, junto al mendocino Facundo Firmapaz, representará a la Argentina. En el camino hasta ese logro, atravesó varias competiciones, pero dos fueron las determinantes. En primer lugar, los Juegos Odesur 2018, celebrados en Cochabamba (Bolivia), en los que consiguió la medalla de plata con una carabina neumática. Por otro lado, el la Copa del Mundo juvenil, en Fort Beining, Estados Unidos, en donde mandó a todos al mazo: se consagró campeona. Así, consiguió un traje que utilizará antes que el de abogada, el de candidata para los Juegos de octubre.
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