COPA AMÉRICA 2021
Tite: un entrenador 5 estrellas
Nacido en un hogar humilde del interior de Rio Grande do Sul, finalizó de forma precoz su carrera como jugador para terminar siendo un entrenador de elite. De un equipo amateur a ídolo de Corinthians y cumplir el sueño de dirigir a la selección de Brasil. Su lema: “Los sueños son posibles de ser realizados y los límites no existen”.

Nacido en un hogar humilde del interior de Rio Grande do Sul, finalizó de forma precoz su carrera como jugador para terminar siendo un entrenador de elite. De un equipo amateur a ídolo de Corinthians y cumplir el sueño de dirigir a la selección de Brasil. Su lema: “Los sueños son posibles de ser realizados y los límites no existen”.

Afortunadamente las paredes de las escuelas del barrio de Lourdes no son muy altas. Miro y Adenor las saltan sin mayores dificultades y avistan el tesoro que falta en su escuela, ese que todo niño desea: una canchita de fútbol. Mediamos la década de los 70, estamos en la ciudad rural de Caxias do Sul, en el interior de Rio Grande do Sul, Brasil. La familia Bachi, de ascendencia italiana, está formada por el señor Genor, Doña Ivone y sus tres hijos: Miro, Adenor (“Ade” para los amigos) y Beatriz. Son una típica familia pequeño-agricultora, como tantas otras de la región, de esas que no les falta nada, pero que para eso se despiertan más temprano que el sol. Ade, el que siempre tiene los pelos parados, es un chico soñador, amante de los deportes. No tiene un físico fuerte: es flaco, alto y huesudo. Pero es inteligente, habilidoso y esforzado. Le gusta jugar al básquet en el equipo de la escuela, aunque sus ojos brillan cuando el tema es el fútbol, la pasión que le transmitió el padre.
Adenor juega el torneo interescolar de la región, es un mediocampista ofensivo talentoso, la lleva atada. Junto a Leonardo y Tite forma un trío de mitad de cancha que se entiende de memoria y logra llevar a su equipo a la final del campeonato. Ahí, por primera vez, su camino se cruza con el de Luiz Felipe, un experimentado, rústico y bigotudo defensor profesional que está dando sus últimos pasos en el club Caxias, mientras es el técnico del equipo de la Escuela Estadual Cristóvão de Mendoza. Al técnico le advierten que su rival tiene a un pequeño crack en su mitad de cancha: Tite. La final se juega y Adenor Bachi domina el partido. Apenas pita el juez, Luiz Felipe, que se apellida Scolari, sale corriendo y le hace la propuesta: “¡Tite, vení conmigo, te voy a llevar a jugar a las Inferiores del Caxias!”. Le responde que él no es Tite, que se llama Adenor, pero a Scolari no le interesa, lo sigue llamando así. Sólo piensa en que Adenor ahora es el más nuevo mediocampista del Caxias. Adenor, el más nuevo mediocampista del Caxias, ahora es Tite.
El señor Genor no quiere que su hijo pierda tiempo en el fútbol, cree que tiene que trabajar para ayudar a la casa. “Yo le pregunté qué era lo que quería -cuenta Doña Ivone- Él me dijo que jugar a la pelota. Entonces empecé a coser cada vez más, así hacía un poco de dinero y le daba a Ade para que almorzara antes de los entrenamientos”. Así como empieza, la carrera futbolística de Tite también termina envuelta en complicaciones: con 28 años, luego de una serie de lesiones en una rodilla que lo acompañan hasta el día de hoy.
COMIENZOS DE LA CARRERA DE ENTRENADOR
Sin embargo, se sabe que a Tite las barreras nunca lo alejaron de sus sueños. Siempre las saltó. Se saca los pantalones cortos y las medias largas y viste camisa, pantalón social y zapatos, un look que no abandonará nunca más. Como buen estudioso que es, ingresa a la Facultad de Educación Física, donde comienza un largo camino que crece a paso lento, pero con un techo estratosférico: lo lleva a ser asistente y luego técnico de un equipo amateur. De ahí, a ser campeón en 1993 de la segunda división del Campeonato Gaúcho; después a dirigir en la Primera División de ese torneo; a ser técnico del Caxias. En el equipo de su ciudad, en el año 2000, vence en la final a Ronaldinho Gaúcho y al Gremio, el que será su próximo club, el primero de los considerados grandes.
Tite, que hace diez años que no cruza los límites de Rio Grande do Sul, gana el campeonato estadual nuevamente y enseguida la Copa de Brasil. Ahora es un entrenador que se presenta en el escenario nacional. De ahí en adelante desfila por algunos de los principales clubes del país: Corinthians, Atlético Mineiro, Palmeiras, Internacional. En los primeros logra hacer buenos pasajes, con resultados aceptables, pero sin sobresaltos. Es en el equipo de su estado en el que no sólo conquista el Campeonato Gaúcho nuevamente, sino que suma a sus vitrinas la Copa Sudamericana, el primer trofeo internacional. Tite sigue su camino y se encuentra con su segundo ciclo en el “Timão”, que tiene un comienzo desolador: una sombría caída en la pre-Libertadores contra Deportes Tolima con un posterior anuncio de retiro profesional de, nada más y nada menos, Ronaldo Fenómeno y abandono del club de Roberto Carlos. El silencio sepulcral de jugadores y directivos en la previa al clásico con Palmeiras, sumado a las feroces críticas periodísticas crean un perfecto ambiente fúnebre.

ETAPA EXITOSA EN EL “TIMÃO”
Sin embargo, se sabe que a Tite las barreras nunca lo alejan de sus sueños. Siempre las salta. Corinthians, en un partido muy reñido, gana el derby por 1-0 y comienza una reestructuración del equipo que desencadena en un levantar de copas desenfrenado: Campeonato Brasileño 2011, Copa Libertadores 2012, Mundial de Clubes 2012, Recopa Sudamericana 2013 y Campeonato Paulista 2013. En su luna de miel con el club de San Pablo Tite ve, va y vence cada campeonato con que se cruza.
La victoriosa racha (y con ella el pasaje por el “Timão”) termina en las manos de Dida, que ataja el penal que pica Alexandre Pato en cuartos de final de la Copa de Brasil. Tite se aleja, solo por un rato, de los trabajos, pero no de los estudios. 2014 es un año de aprendizajes y en su búsqueda cruza el océano para tener clases particulares con Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid. Después del Mundial y el papelón que protagoniza el Brasil de Luiz Felipe Scolari -su revelador- en el 1-7 en el Mineirão, aguarda un llamado de la CBF que nunca llega, pese a ser el candidato favorito del público. Otra vez, aparecen las frustraciones. Otra vez, son seguidas de éxitos descomunales.
Acepta el desafío y vuelve a un Corinthians que sobra en el Campeonato Brasileño de 2015. Goleadas, récord histórico de puntos, más victorias y menos derrotas; segundo récord histórico de más goles anotados y menos recibidos, etcétera. Se corona campeón a falta de tres fechas y a la salida del partido, en las afueras del estadio, Tite concede una entrevista completamente ebrio:
-Tite: Ya me tomé unas dos o tres (caipirinhas), ahora me voy a acostar.
-Periodista: Te vas a relajar.
-T: Ya estoy relajado.
-P: Misión cumplida.
-T: Cumplida, pero no terminada. Estoy muy feliz por el título, pero ya me conozco: mañana empiezo a trabajar el partido de local contra San Pablo.
-P: La fiesta contra San Pablo.
-T: No. No lo vamos a considerar una fiesta. Conquistamos el título, pero todavía tenemos desafíos: mejor campaña, mejor ataque, mejor defensa. ¡Podés ver que continúo consciente todavía!
En el clásico, Corinthians golea 6-1 a San Pablo con el equipo suplente, levanta el trofeo y cumple con todos los objetivos restantes de la temporada. Sostenido en base a éxitos y trabajo, Adenor Bachi es llamado para dirigir a la selección de Brasil, recién eliminada en la fase de grupos de la Copa América 2016. Sigue con la tradición de técnicos gaúchos desde 2007 (lo antecedieron Dunga, Scolari y Menezes) y abandona la carrera de clubes. Su inusual vitrina repleta de títulos conquistados resalta, pero lo que brilla son las ausencias: las de conflictos y enemigos. “Auténtico”, “paternal”, “serio”, “estudioso”, “respetuoso”, “exigente”, “trabajador”, “justo”, “transparente”, “ético”, “humano” y “de gran corazón” son los adjetivos más recurrentes en entrevistas de quienes han trabajado con Adenor.
CUMPLE EL SUEÑO DE DIRIGIR A LA CANARINHA

Fanático declarado del fútbol brillante del Brasil de Telê Santana en el Mundial 1982, Tite le devuelve la luz a las cinco estrellas estampadas sobre la tela amarilla. En las Eliminatorias supera todas las expectativas y lleva a la “Canarinha”, un equipo hundido, en 12 partidos a ganar 10, empatar 2, marcar 30 goles y recibir 3. Llega a Rusia con las más grandes esperanzas, tan grandes como la desilusión que causa el potente derechazo cruzado que Kevin De Bruyne clava como una espada en las redes de Alisson.
Sin embargo, ya sabemos… a Tite las barreras nunca lo alejan de sus sueños. Siempre las salta. No tiene tiempo para lamentarse, lo esperan el estudio de rivales, análisis de partidos, seguimiento de jugadores, proyecciones de entrenamientos. La Copa América 2019 llega con la noticia de la ausencia de su mejor jugador, Neymar, pero eso no es problema: Brasil se corona campeón en el Maracanã.
“Los sueños son posibles de ser realizados y los límites no existen”, dijo una vez Adenor Bachi, luego de ser campeón de la Copa de Brasil con Gremio en 2001. Ahora, 20 años después, está en las puertas de una nueva Copa América y Qatar está a la vuelta de la esquina…
COPA AMÉRICA 2021
La Copa es toda tuya
Argentina, de la mano de Messi, venció 1 a 0 a Brasil en el Maracaná (con gol de Di María) y se consagró campeón del certamen continental por 15ª vez, para cortar una sequía de 28 años.

Argentina, de la mano de Messi, venció 1 a 0 a Brasil en el Maracaná (con gol de Di María) y se consagró campeón del certamen continental por 15ª vez, para cortar una sequía de 28 años.
Fue el Maracanazo soñado. Argentina logró la victoria y consagración con un golazo de Ángel di María. Le ganó la final a Brasil en Río de Janeiro y se llevó la Copa América, luego de 28 años sin conseguir títulos a nivel mayor.
Gran pelotazo de De Paul, error de Lodi y aparición de Di Maria a los 21 minutos del primer tiempo. El jugador del PSG controló y de emboquillada se la pinchó a Ederson, el arquero brasileño. Con ese gol le dio la victoria y el título a la Argentina.
El conjunto albiceleste demostró estar a la altura del partido, por más que el campo de juego no estuviera en óptimas condiciones. El partido tuvo alrededor de cuatro mil espectadores, siendo el único encuentro con público de todo el certamen.
Los cambios del entrenador argentino dieron su fruto. Por el lado derecho, el autor del único gol y Gonzalo Montiel hicieron un gran partido. Así también “Cuti” Romero y Acuña. Por el lado de los habituales titulares, De Paul fue un león en el mediocampo con un alto nivel de juego durante todo el encuentro.
En la primera mitad, luego del tanto ambas selecciones estuvieron parejas, con un juego trabado. Por el lado de Brasil: poca fluidez, de acuerdo a lo que estamos acostumbramos a ver. Neymar, la estrella brasileña, fue el mejor de su equipo, pero careció de compañía y encima el conjunto de Scaloni le marcó el territorio.
En el segundo tiempo, el equipo de Tite salió con otra mentalidad y llegó dos veces con Richarlison. Una jugada terminó en gol, pero la buena terna arbitral lo anuló por posición adelantada. En la segunda se lució Emiliano Martínez, el arquero albiceleste, quien demostró su alto nivel en toda la competencia.
Antes del final, Messi tuvo una chance clarísima, pero no logró definir, cara a cara con el arquero. Finalmente, cuando el árbitro uruguayo Ostajich dio el pitazo final, la felicidad invadió a los jugadores argentinos. Tras años de sufrimiento, el capitán y referente argentino, Lionel Messi, consiguió lo que tanto anhelaba: levantar una copa con su selección. Y sus compañeros festejaron con él, exhibiendo la unión del equipo.

Síntesis
BRASIL (0): Ederson (5); Danilo (5), Thiago Silva (6), Marquinhos (6) y Renan Lodi (3); Casemiro (6) y Fred (4); Everton (4), Lucas Paquetá (5) y Neymar (8); Richarlison (6). DT: Tite.
ARGENTINA (1): Emiliano Martínez (7); Gonzalo Montiel (7), Cristian Romero (7), Nicolas Otamendi (8) y Marcos Acuña (7); Leandro Paredes (6) y Rodrigo de Paul (8); Giovani Lo Celso (6), Ángel di María (9) y Lionel Messi (7); Lautaro Martínez (6). DT: Lionel Scaloni.
Gol: Di María 21m PT (ARG).
Cambios: Brasil: Fred por Roberto Firmino 30mPT; 17mST Everton por Vinicius Jr; Emerson por Renan Lodi, Lucas Paquetá por Gabriel Barbosa 30mST. Argentina: Paredes por Rodríguez 8mST (ARG); 18mST Tagliafico por Lo Celso (ARG); 33mST Cristian Romero por Pezzela; 33mST Palacios por Lautaro Martínez; 33mST Ángel di María por González.
Amonestados: Fred 2mPT, Renan Lodi 25mST, Lucas Paquetá 26mST, Marquinhos 37mST (BRA); Paredes 32mPT, Lo Celso 5mST, De Paul 22mST, Otamendi 35mST, Montiel 43mST (ARG).
Estadio: Maracaná (Rio de Janeiro).
Árbitro: Esteban Ostojich (8) (Uruguay).
La figura: Ángel di María (9) (ARG).
Figura de la Copa América: Lionel Messi (ARG). Tuvo una gran actuación en un torneo en el que el rosarino marcó 4 goles en 7 partidos y fue el máximo asistidor de la competencia.
COPA AMÉRICA 2021
Di María: “Soñamos con lograr esto”
Fideo, el goleador y figura de la final, recordó todo lo que sufrieron para llegar a este logro de la Copa América.

Fideo, el goleador y figura de la final, recordó todo lo que sufrieron para llegar a este logro de la Copa América.
Luego de los festejos, Ángel Di María expresó muy emocionado: “Soñamos con lograr esto, peleamos tanto… Mucha gente nos decía que no volviéramos a la Selección, nos criticaba. Me seguí dando tanto la cabeza contra la pared que hoy se rompió (risas). Gracias a Dios pudimos lograr el título tan deseado”. Además, agregó: “La Copa era Argentina. Ya estaba dicho. Teníamos que ganarla y lo hicimos. Todavía no puedo llorar. No termino de caer de todo esto”.
Fideo recordó que antes del partido Messi le dijo que era su final, que iba a ser la figura de este partido. “Me dijo que iba a ser mi final. El fútbol y las revanchas son así”, reveló.
El rosarino además expresó que el gol “terminó como contra Nigeria (en la final de los Juegos Olímpicos 2008). Fue un gran pase de Rodri (por De Paul). Antes del partido le había dicho que el lateral se dormía un poco en la marca. Por suerte lo que hizo fue perfecto”. El seleccionado argentino ya tendrá que pensar en lo que se viene y Di María aseguró: “Viene el mundial y esto es un envión muy grande para nosotros”.
Tras las palabras del goleador de la final, la Albiceleste continuó los festejos en el vestuario, entre cantos, saltos, vivos en las redes sociales de cada jugador, y brindis.
COPA AMÉRICA 2021
Por el cielo
Los compañeros revolearon a la Pulga por el aire durante los festejos, mientras cantaban: “Que de la mano/ de Leo Messi/ todos la vuelta vamos a dar”. Hubo fiesta en el Maracaná y en cada rincón de la Argentina por la obtención de la Copa América.

Los compañeros revolearon a la Pulga por el aire durante los festejos, mientras cantaban: “Que de la mano/ de Leo Messi/ todos la vuelta vamos a dar”. Hubo fiesta en el Maracaná y en cada rincón de la Argentina por la obtención de la Copa América.
Tras un partido de 95 minutos de pura adrenalina y difícil de poder sacar ventajas, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich dio el pitazo final para que el equipo de Lionel Scaloni lograra conquistar su 15° título de la Copa América, esta vez en tierras brasileñas. Con esto, se equilibra a Uruguay con los mismos títulos consagrados.
Al finalizar el partido, los jugadores de Argentina se acercaron hacia donde estaba Messi arrodillado llorando. Luego, fueron hacia la cabecera en la que estaban los hinchas de la Albiceleste, para festejar entre canticos hasta esperar por recibir la copa. Levantaron todos los jugadores al 10 de nuestra selección en muestra de agradecimiento por ganar el máximo torneo continental. “¡Dale campeón, dale campeón!”, se gritaba en el Maracaná, mientras revoleaban las camisetas por el aire y a la tribuna.
Antes de recibir la copa, todos los jugadores de Argentina se colocaron la camiseta nueva con una frase en la espalda: “Campeones de América 2021”. En el medio se veía un mapa de América del Sur con las firmas de todos y la frase: “Nos unieron estos colores”. Antes de la ceremonia de premiación, Neymar se acercó a Linoel y para fundirse en un interminable y sincero abrazo.
Llegó el momento de recibir las medallas doradas. El primero en subir fue Di María. A “Fideo” le fueron siguiendo sus compañeros y el entrenador Scaloni. La fila la finalizó nuestro capitán, quien fue el que levantó su primera Copa América. Las medallas brillaban en los pechos de los jugadores; los fuegos de artificio explotaban en el aire y seguían los canticos en Rio de Janeiro.
Los campeones volvieron a acercarse hasta los hinchas para hacer la famosa “corridita” hasta llegar al extremo de la copa y tirarse al césped. Armaron una ronda para bailar con la copa. Desde la tribuna, mientras tanto, se escuchaba “¡Fideeeo, Fideeeo!”, en agradecimiento al goleador del partido. El capitán de la Argentina, minutos después de la consagración, se sentó en soledad sobre el césped y dialogó con su familia.
Mientras tanto, en el Obelisco y otros rincones de la Argentina, el pueblo se volcaba a las calles para celebrar el título y gritar por Messi… y por Diego.