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Un juego de niños

Jules Rimet y su nieto en el sorteo del Mundial de Francia 1938.

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Como es costumbre, unos meses antes del mundial, se realiza el sorteo que determina la conformación de los grupos. Actualmente de los sorteos de grupos participan ex jugadores. Respecto a esto, hay un dato curioso: en tres ocasiones, un niño estuvo involucrado en este juego que define la suerte de cada selección.


En la antesala del Mundial de Francia 1938, se llevó a cabo el sorteo en el Salon d’Horloge, en París. El torneo se disputó directamente a partir de los octavos de final y tan solo participaron 16 selecciones, por lo que los emparejamientos eran con eliminación directa.

Como todo campeonato, se llevó a cabo un sorteo, el cual estuvo en manos de un niño. Era, ni más ni menos, que el nieto deJules Rimet, quien por aquel entonces era el presidente de la FIFA. El pequeño Yves, de seis años, fue quien sacó de un frasco, uno por uno, los 16 papelitos con los nombres de los países y determinó, entre otros, el gran duelo que tuvo como protagonistas a Brasil y Polonia, que finalizó 6-5 y quedó en la historia como uno de los mejores partidos de los mundiales.

Algo similar ocurrió en 1978. El mundial se disputó en Argentina y el sorteo se realizó en Buenos Aires, en el Teatro Municipal San Martín, donde Ricardo Teixeira Havelange, nieto de Joao Havelange, en ese entonces presidente de FIFA, fue el encargado de sacar las bolillas para definir los cuatro grupos del torneo. Con lo cual, en ambas ocasiones, la suerte de los participantes de la Copa del Mundo fue determinada por el nieto del presidente de turno de la FIFA.

Hubo otro sorteo que tuvo como protagonista a un niño, en el Mundial de Alemania ’74, en ese entonces dividida por el Muro de Berlín. El torneo se disputó en Alemania Federal y contó con cuatro copones de cuatro equipos cada uno: en el primero estaba Alemania Federal, y en el segundo, Alemania Democrática. El 5 de enero se llevó a cabo dicho sorteo por medio de, nuevamente, un niño. Detlev Lange, de once años, fue quien definió la suerte de las selecciones y ambas naciones debieron enfrentarse. Sin embargo, el 31 de diciembre, la revista local Der Spiegel ya había destacado que “Italia estará en el grupo 4, Brasil en el 2, Uruguay en el 3. Argentina, por su parte, debió ir al grupo 4”. Increíblemente se dio esta “premonición”.

El encuentro entre los germanos se jugó el 22 de junio y dejó como vencedora a la Democrática por 1 a 0. Luego, en la final, el local se consagró campeón ante Holanda por 2 a 1.

No es habitual que un niño esté involucrado en este tipo de eventos, que particularmente se definen por azar. Pero todos estaríamos más seguros si un chico saca las bolillas, ya que creemos en su inocencia. O no…


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