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¡ATENTO, FIORAVANTI!


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Amante del domingo y artista con su voz, grave y única. Con anteojos negros y redondos, para que el sol no arruinase su función, hablaba un idioma único. Su relato no solo fue la construcción de los actos de jugadores como Pontoni, el “Chueco” García y Genaro Cantelli, sino también obrero de sueños de niños que pateaban la pulpo.

Por Alejandro Olaechea, Mariano Fontanella, Matías Trabichett y Miguel Álvarez

Nacido en Uruguay, pero santafesino de corazón, Joaquín Carballo Serantes, fue el primero en narrar desde lo alto de los estadios y establecer conexiones con otras canchas. Un revolucionario total, diferenciado al contar acontecimientos por su modo de hacerlo. Está en el podio de los mejores relatores deportivos de la historia argentina. Adoptó para la radio el pseudónimo de Fioravanti por el personaje que compuso siendo adolescente, cuando estudiaba teatro.

Inició su actividad en el diario La Provincia de Santa Fe a los 17 años. Luego, en El Orden fue Jefe de Deportes, y en Buenos Aires escribió en Noticias Gráficas y en La Razón, como redactor de la columna de contratapa (1939-58). Su primer trabajo en radio fue de lector de noticias en Radio Prieto. Comenzó relatando en la emisora La Voz del Aire. Su primer partido fue Peñarol-River.

El domingo 13 de abril de 1941 debutó en su nueva etapa con un Newell’s 3 Boca 2, al que recordaba como “el primer partido que narré”, no por falta de memoria, pero sí por considerar que su etapa anterior era un período de transición.

Fioravanti trabajó en las tres emisoras más importantes de una época considerada de oro del fútbol argentino: Splendid, Mitre y El Mundo. “Tuve el honor de relatar dos veces el clásico santafesino, ambos en Unión, con empate y triunfo de Colón; uno de mis sueños se concretó en la década del ‘60 con los ascensos de ambos a primera división”, declaró una vez el narrador.

Desde 1924, con la primera transmisión realizada por Horacio Martínez Seeber, hubo muchísimos grandes íconos de la transmisión deportiva. Sin embargo, los especialistas consideran que a la par de José María Muñoz y Victor Hugo Morales, siempre estará Fioravanti, el hombre que cambió el formato del relato en toda Sudamérica.

Uno de sus últimos relatos, fue el memorable zurdazo del Chango Cárdenas, ante el Celtic de Glasgow, en la final de la Copa Mundial de Interclubes que Racing ganó en el 67. Para él, consideró ese relato como su broche final.

“Amables oyentes, espero que el programa haya sido del agrado de todos ustedes. Si fuera así, esto nos llenaría de una íntima y gran satisfacción”. Así se despedía de cada transmisión. Hasta que en 1972 tomó la decisión de retirarse. Aunque su garganta volvería a activar en 1978. Formó dupla con Carlos Parnisari en Radio Splendid durante el Mundial que se realizó en Argentina. Fue más que un relator. Fue un minucioso en la escuela periodística del relato. Despojado de cualquier tecnología, supo dejar con su voz, inteligencia y profesionalismo un legado certificado, del narrador claro y conciso.

Víctor Hugo Morales lo ubica a Fioravanti en un lugar de privilegio. “Antes los relatores nos salteábamos jugadas; la aparición de la ‘Spika’ con la que los hinchas iban a la cancha ejerció como un control a las cosas que decíamos”, describió, a la vez que reconoció como principales referentes de la narración radial a sus compatriotas Carlos Solé, Eduardo ‘Lalo’ Pelliciari o Fioravanti”, aparte del argentino José María Muñoz. – Víctor Hugo Morales.

Por su parte, Raúl Fernández, hoy “estudios centrales” en las transmisiones de Radio La Red, quien trabajó con Fioravanti, expresó justamente en AM 910: “Fue una excelente persona. Un señor, con gran apego a utilizar bien las palabras del castellano. Daba buenos consejos. Fioravanti se apoyaba mucho en la ‘L’ del golll. Los goles en aquella época se gritaban menos que ahora. Hoy se alargan más. Cuando yo era chico y vivía en Versailles me encerraba en la cocinita de casa a escuchar la radio, el partido que fuese. Una vez le dije a mi madre que iba a trabajar con ese hombre. Y se dio. En los últimos días de su vida lo atendió un médico que es otro gran periodista deportivo como Nelson Castro”.

Fioravanti falleció el 30 de noviembre de 1989. Para los mayores, no hubo ni habrá nadie como él. Joaquín Carballo Serantes fue el creador de la transmisión bastante parecida a las actuales, el autor de una impronta que quedó marcado hasta el día de hoy. Relató desde una cabina ubicada en lo más alto del estadio y no desde el borde del campo o en la platea, para evitar que se colaran los insultos de los hinchas. Creó las conexiones para tener al instante todo lo que sucedía en las otras canchas. Durante años contó con un auspiciante único (cigarrillos Caravana, Bodegas y Viñedos Giol) para que las largas tandas y las voces de sus locutores comerciales no consumieran los mejores momentos de los partidos. Cuando terminaba sus relatos resumía la jornada con una síntesis que acababa con la repetición del relato de los goles.


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