A 10 años de su retiro, entrevistamos a un juez de fútbol con una destacada carrera internacional. “Yo demostré que el árbitro se podía reír, disfrutar el fútbol”, aseguró el actual diputado oriundo de Río Ceballos, Córdoba.
Por Ignacio Miravalle y Matías Moreno
Héctor Baldassi tiene 55 años y este año cumple una década desde su último partido como árbitro profesional. Junto a ETER Digital, repasó su carrera en una jugosa charla sobre fútbol.
- ¿Hay algún hecho específico que te llevó a ser árbitro?
La verdad que no hay ningún hecho específico que me llevó a ser árbitro, o es algo que de chico hubiera querido ser. Fue por insistencia de un amigo. Yo vivía en Buenos Aires y lo acompañaba a él, que era árbitro ya, a todas las canchas. Me insistió durante casi tres años y me anotó también en el curso. No tuve otro remedio que empezar el curso de árbitro. La verdad que debo agradecerle a él su insistencia porque fue lo que me permitió poder tener una carrera, una profesión espectacular, que me dio muchas satisfacciones y me permitió tener sueños, metas. A lo mejor cuando era chico, aunque siempre me gustó el fútbol, no estaba en mi cabeza ser árbitro y él, mi amigo me hizo dar el paso hacia esta profesión
2. ¿Cómo fue dirigir un Mundial?
El primer partido fue Serbia-Ghana y después dirigí tres más. Todos, muy lindos porque el Mundial es lo máximo a lo que puede aspirar un árbitro, y estar presente en la convocatoria a un Mundial, donde se respira, se vive, se come se piensa con la pelota, y representar a tu país, a través del arbitraje, es algo muy lindo.
3. ¿Qué recuerdo tenés del superclásico?
Hay muchos “súper” que recuerdo de los 18 que dirigí. Pero del que mayor recuerdo tengo es el del 2004, que era la primera vez que se enfrentaban en una Semifinal de Copa Libertadores, y que daba paso a la final. Fue un partido con muchos inconvenientes en la previa. Lo que había sido el partido de la semana anterior y todo ese tipo de cosas hicieron que fuera increíble y que quedará en la retina para siempre. Además, fue un partido bisagra para mi carrera también, que a mí me sirvió mucho para irme fortaleciendo en esta profesión.
4. ¿Cómo viviste tu último partido como árbitro profesional, ese Boca-Banfield del 2011?
Lo viví con mucha emoción, con mucha nostalgia de saber que había dado todo. Logré algo importante: desmitificar el arbitraje. El árbitro era una persona que tenía que peinarse con gomina y tener cara de serio. Yo demostré que el árbitro se podía reír, disfrutar el fútbol. Con mi estilo, logré imponer algo que a lo mejor en el fútbol no se consideraba. Por eso hablaba siempre de desmitificar. Y mi último partido lo tomé con mucho profesionalismo, pero por sobre todas las cosas lo tomé sabiendo que había hecho las cosas de la mejor manera, poniendo compromiso, criterio y coraje a la hora de dirigir un partido.
5. ¿Notaste alguna diferencia entre dirigir en el fútbol sudamericano y después ver en vivo y en directo a los mejores jugadores del momento en el Mundial?
Obviamente que las diferencias entre lo que es el fútbol sudamericano y el fútbol mundial están en las características y en la idiosincrasia del fútbol de acá. Acá se protesta, se trata de simular, de sacar ventaja.El fútbol mundial se juega, se trata de superar al rival desde la parte técnica. Obviamente que también la diferencia de velocidad es importante, pero creo que las características del fútbol sudamericano me permitieron a mí, poder tener un desempeño bueno, aceptable e importante en lo que fueron los partidos del Mundial. Porque imaginen que con toda la picardía que uno lleva, que aprendió del fútbol de acá y que en el fútbol mundial no existe, permite poder disfrutar del partido y darle mayor agilidad al juego y continuidad.
6. ¿Qué opinás del arbitraje hoy en día?
No me gusta opinar sobre lo actual, cada uno tiene su opinión y cada uno saca sus conclusiones.
7. ¿Qué pensás del VAR?
Con respecto al VAR, creo que es una herramienta muy importante para el árbitro, que le da un compromiso con la justicia, que le da más transparencia al fútbol. Ojalá que se pueda utilizar rápidamente y que, obviamente, se utilice de la mejor manera, pero esto también es cuestión de práctica. Reitero que es una herramienta muy importante para el árbitro, que ante un error claro y obvio puede rectificar el fallo rápidamente, y no llegar a su casa sabiendo que el fallo lo condicionó y que lo van a cuestionar durante toda la semana sobre este fallo. Es importante el VAR para poder disminuir el error. Creo que hay que instalarlo rápidamente.
8. ¿Tenías algún ídolo futbolístico de chico? Ya sea en el arbitraje, futbolistas.
Cuando era chico, a mí me gustaban mucho el “Beto” Alonso y Bochini. Eran los jugadores que realmente me encantaban. Como también me encantaban dos jugadores de acá, de Córdoba, que eran Beccerica de Belgrano y el “Hacha” Ludueña en Talleres. Eran jugadores extraordinarios. Yo era un tipo que me la pasaba leyendo fútbol y mi lectura era: los lunes, Clarín Deportivo y, a partir del martes, El Gráfico. Pero futbolísticamente, los cuatro eran los que me deslumbraban.
9. Una más de gustos futbolísticos. ¿Qué jugador te sorprendió en el campo de juego?, ya sea porque no era tan conocido o porque viste alguna característica diferente.
Un jugador que me sorprendió en la cancha fue “Garrafa” Sánchez. Tenía una calidad técnica y unas cualidades increíbles para jugar al fútbol. Fue un jugador que realmente me sorprendió. Él y Pablo Cameroni, de San Miguel. Son dos jugadores que no están en el mundillo del fútbol porque los más reconocidos, entre los que dirigí, son Riquelme, Aimar, Cristiano Ronaldo, Ronaldinho…, que fue el jugador que más me deslumbró. Son jugadores conocidos y con características que todo el mundo que está en el fútbol los conoce, pero “Garrafa” y Cameroni no son jugadores conocidos y esos fueron los que realmente me sorprendieron cuando veía cómo jugaban.
10. Cambio de frente… Ante la pandemia que está afectando a todo el mundo, ¿qué cambió en tu vida?
Bueno, las modificaciones ante el avance de “este bichito” creo que fue la virtualidad. Hoy nos hemos acostumbrado a la virtualidad y todo lo que es trabajar rápidamente a través de esos mecanismos. Podemos hacer reuniones rápidamente y eso es lo que cambió. Pero a mí no me gusta, me gusta tener contacto, tener cercanía, de preguntar qué pasa, qué cosas necesitan, de mirarte a los ojos en vivo; así que esto ha cambiado y bueno, nos tenemos que adaptar a lo que hoy el mundo está viviendo.
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