Inicio » Barbi Recanati: “Cuando llegué a séptimo grado, vendí una cruz de oro y me compré una guitarra eléctrica”

Barbi Recanati: “Cuando llegué a séptimo grado, vendí una cruz de oro y me compré una guitarra eléctrica”


Compartir

Voz ineludible de la escena under argentina, también se define como divulgadora por su trabajo en Futurock y su podcast convertido en un libro vital: Mostras del rock. Del punk a la autogestión de un sello propio, un recorrido por la vida de Barbi Recanati.

Con composiciones acompañadas de un sonido único lleno de nostalgia, con letras, teclas y un riff de guitarra melancólica, se sitúa hoy Barbi Recanati, una música de 36 años que, en el comienzo de su carrera, fue acompañada por distintos proyectos musicales, pero que hoy recorre las rockeras notas musicales como solista. Así logró sacar dos álbumes: Ubicación en Tiempo Real (2020) y El Final de Las Cosas (2023). Sin embargo, la definición de música le queda pequeña: es directora y productora de su sello discográfico Goza Records, “perdedora” de dos Latin Grammys (así lo menciona en su Instagram) pero ganadora de un Premio Gardel, y escritora, como lo demuestra en su libro y podcast Mostras del Rock. También trabaja en la radio Futurock en el programa La hora animada y es mamá de Pepe. “No paro de hacer cosas para conseguir dejar de hacer cosas”, canta en su canción Cosas.

La música llegó a ella de manera “obligada”, ya que no había músicos ni interés por la música en su familia. Todo aquello que tuviera armonía, era un foco de atracción para ella, como las canciones de las películas o las que pasaban en la radio.  Aquel gusto se volvió obsesión. Y esa obsesión a la música, en todos los aspectos, hicieron que se diera cuenta, desde muy pequeña, que su pasión estaba allí.

En un viaje hacia el Valle de Traslasierra, una región de la provincia de Córdoba, nacieron las canciones que las recuerda como parte de su infancia: “Viajamos en auto y mi papá tenía un cassette de Julio Iglesias y otro de José Luis Perales. Y me acuerdo que la canción En la Carretera, de Julio Iglesias, la escuchaba y cerraba los ojos. Para mí, era mi canción favorita de la infancia”, recuerda con una sonrisa nostálgica.

El primer instrumento que aprendió a tocar fue la guitarra, y el motivo de su interés fue gracias a la banda estadounidense Jefferson Airplane: “Vi una película de dibujitos animados cuando tenía más o menos 7 u 8 años que se llama American Pop. Ahí apareció una banda que era Jefferson Airplane. Y cuando vi a Grace Slick (cantante de la banda), le dije a mi mamá que quería aprender a tocar la guitarra”. En esas casualidades de la vida, resultó aparecer una guitarra criolla en muy malas condiciones en el fondo del placard de su casa. Se la dieron y comenzó a tomar clases en la escuela hasta la primaria.

De todas formas, no tiene que faltar la guitarra eléctrica para ser una rockstar: “Cuando tomé la comunión, mi tía me regaló una cruz de oro”, comenta entre risas y sigue: “Y cuando llegué a séptimo grado, vendí la cruz de oro y me compré una guitarra eléctrica”. La carrera musical de Barbi había comenzado.

“Quería tener una banda. Era mi único objetivo. No quería tocar bien la guitarra, quería tener una banda. De rock”, cuenta, y finalmente, luego de varios proyectos, Utopians fue con la que permaneció por 12 años. Su experiencia con ellos la define como agridulce, larga, con un montón de cosas buenas y malas: “Sin dudas, tengo hoy una cualidad que la adquirí con ellos. Y es que, cuando me voy a subir a un escenario, sé que tengo las herramientas para dar un buen show. Y eso lo aprendí con Utopians”.

Micrófonos a voces desconocidas

A Recanati no le alcanza con ser solamente música, también ayuda a hacer música y es por eso que también es productora. Tiene su propio sello discográfico junto a la radio Futurock llamado Goza Records: “Goza empezó como un espacio para poder tenderle una mano a otros artistas que me escribían pidiéndome ayuda. Y, en ese momento, no sabía exactamente en qué podía ayudar. Entonces me pareció una buena manera de ayudarles a través de Goza”. Durante el primer año grabó 12 discos de forma gratuita y hoy, es un espacio que coopera con la distribución digital, en donde suben canciones y, además, ella hace la promoción de esas canciones en Futurock, en el programa La hora animada. Considera que es, sin duda, una herramienta, sobre todo, para artistas federales que les costaría más llegar a la industria musical: “A veces está bueno como ser una especie de puente para artistas, que tal vez viven en pueblos o en ciudades mucho más alejadas y que quieren tener ese acceso”.

Música, productora, y también escritora. En un contexto pandémico, Recanati estrenó su libro Mostras del Rock inspirado en su podcast lanzado en 2018. Allí relata la historia del rock a través de los ojos de mujeres rockeras. Cuenta cómo fue la lucha de cada una de ellas contra los muros de los estereotipos femeninos y de racismo. Es la historia de cada mujer que dejó una huella en el rock: “Me pasaba que, tal vez, estaba leyendo una biografía de una artista en donde ella nombraba a otra artista y así surgió la investigación. Cada nombre propio que aparecía comenzó a ser una curiosidad, una razón de investigación, y lo maravilloso fue que detrás de cada nombre propio que aparecía había una historia. Y así fue que se armó Mostras del Rock”.

Entre tantas historias, con la que tuvo una fuerte conexión fue con Wendy Carlos, artista estadounidense nacida en 1939, intérprete de la música electrónica: “Es como una historia que a mí me impactó mucho. Es muy conocida la música electrónica, no es que sea desconocida. Y me vuelve loca pensar que, una de las piezas fundamentales de la música moderna, fue una mujer trans de los años 70 y que no se hable de ella como tal”. Sin embargo, su artista favorita es la estadounidense Kathleen Hanna: “Creo que es una de mis favoritas porque es casi la única música que decide utilizar la música intencionalmente, sin ser utilizada como arma para el feminismo. Creo que es con la que más conecté. Todo lo que generó y todo lo que hizo fue muy intencional a diferencia de otras”.

Lo artístico y lo político

¿En qué momento como música estás ahora?

-Estoy muy concentrada en tratar de hacer buenas canciones. Mi único norte en este momento es ese y, también, estoy tratando de trabajar y estar de gira, pero tampoco pasarme de rosca. También estoy un poco tomada por todo lo que está pasando en Argentina. Entonces me cuesta mucho separar mi parte artística de lo social o de la política.

Esas palabras desanimadas también fueron expresadas con su mirada: “Estoy como en un momento muy triste, entonces estoy tratando de hacer buenas canciones y trabajar lo justo como para vivir y estar bien, pero me cuesta un poco”. Sobre la situación actual del país, Recanati amplía: “Hay una parte del país que está súper furiosa y enojada con Argentina, y está tan furiosa y enojada que prefiere prender fuego al país. Por otro lado, hay otra parte del país que está muy triste de ver a su país prendido fuego. Entonces es como un momento triste porque, si llega a ganar Milei, es muy probable que no haya vuelta atrás para un montón de cosas terribles que van a pasar en Argentina, tanto económicas como sociales. Entonces ya está”.

Tras el gusto amargo que dejó la política, hablar de algo que le haga sonreír fue su hijo Pepe: “Creo que le gusta mucho estar con su familia y es algo súper especial porque su papá es mi mejor amigo, toca conmigo y vivimos en dos casas separadas, entonces cuando nos vamos de gira, estamos en el mismo lugar siempre. Él siempre, cuando habla de su familia, habla de la banda”.

¿Quién es Barbi Recanati?

¿Quién es?, mmmm… Siempre digo que soy artista y divulgadora. Lo de divulgadora me gusta porque me doy cuenta ahora que, muchos de mis trabajos y gran parte de mi tiempo, la gasto en divulgar, ya sea en Futurock o podcast o libro o en otros lugares. Siempre que voy a un lugar, lo que más me divierte es divulgar y es algo que lo comparto muy bien con la música. Son las dos cosas que me gustan hacer.


Compartir