El musicalizador de la radio argentina por excelencia habla de su trayectoria, la música actual y de qué se trata Tao, su programa alimentado por una valija llena de discos y un trabajo minucioso que refleja la vieja escuela del disc jockey.
Era la hora pactada para hacerle la entrevista a Bobby Flores en su casa del barrio de Saavedra.
Me bajé del colectivo y caminé algunas cuadras. Un inmenso paredón gris con el número 4280 me confirmó que había llegado al punto de encuentro. Miro el reloj por enésima vez. Eran las tres de la tarde en punto. Veo la puerta blindada y busco con la mirada el timbre. Un papel escrito a mano decía: “Golpee. El portero eléctrico no funciona”.
Tímidamente, entonces, con el puño doy 3 golpecitos. “Tengo que calmarme”, me repetía en voz baja, una y otra vez. Empecé a repasar mentalmente su interminable trayectoria y aporte cultural: Bobby Flores, disc jockey y musicalizador de radio. Uno de los fundadores Radio Rock&Pop en 1985, una propuesta radial de ruptura frente a una forma “correcta” de hacer radio hasta el momento. Bobby Flores, ex director de Radio Nacional Rock del 2016, compilador de discos, ganador de muchísimos reconocimientos como el Premio Konex de Platino a la difusión de la música popular y un Martín Fierro 2017 a Labor radial Musical. Recientemente fue nominado para otro Martín Fierro por su programa Tao en Rock&Pop.
Inmediatamente escuché el ruido de las llaves agitándose y luego Bobby me dio la bienvenida: “Hola Dolo. Pasá, pasá”. Sigo sus pasos y una vez dentro, en el living, dice mientras señala un amplio sillón de 2 cuerpos color azul: “Sentate. ¿Querés tomar algo? ¿Café? ¿Un vaso de agua?”.
“No Bobby. Estoy bien, gracias”, respondí mientras dejaba la mochila y la campera en el perchero de madera que estaba cerca del sofá.
“Si querés algo Dolo, abrí la heladera y servite”, me dijo, como si yo fuera de la familia. Me sentí un poco más tranquila y al mismo tiempo lamenté haber dicho que no tenía sed. “No tengo que irme sin saber qué hay dentro”, era la consigna que intenté agendar en algún rincón de mi cabeza.
“Qué grande y luminosa tu casa, Bobby”, dije para entrar en clima y comenzar el trabajo.
“¿Te gusta? La hicimos construir con Mariana. En realidad, ella la diseñó. Vení, hagamos una recorrida”, me invitó mientras se ponía de pie y caminaba hacia la escalera.
Muy moderna, muchos desniveles, cada dormitorio en un nivel distinto. También muy minimalista. Sólo sobresalen sus elementos para trabajar. Afiches de músicos adornan las paredes blancas, instrumentos musicales colgados, parlantes, tickets viejos de show y credenciales para el recuerdo.
Te felicito por la nominación al Martín Fierro 2022 por tu programa Tao, en FM Rock&Pop.
- Gracias, muchas gracias. Quizás ahora más gente escuche el programa. Va los sábados a las 22 horas, mi horario preferido en radio.
¿Por qué le pusiste de nombre Tao, al programa?
- Tao, en las escuelas de filosofía china significa “destino y karma”. Lo hago en vivo. Es un programa de música y no de palabras, un programa musical hecho a la vieja escuela, con mis discos, llevo en una valija mis propios discos de mi discoteca. Al finalizar publico la lista de temas en Instagram. Estoy convencido de que hay más gente lee la lista, que la que escucha el programa.
¿No pensás que para musicalizar una noche en algún bar el dueño puede recurrir a esa lista de temas que publicaste y así competir con tu trabajo?
- Es muy difícil. Todos los temas musicales no son conseguibles para los que están fuera del circuito, pero, de todas maneras, es imposible “pegar” los temas como lo hago yo. Pongo mucha dedicación y escucho muy bien el final de una canción y en qué golpe debo enganchar la siguiente. No es nada sencillo. Está calculado, practicado, todo pensado.
Entonces no creés que exista competencia entre tu trabajo y las plataformas digitales.
- Para nada, de ninguna manera. Una cosa es pasar un tema detrás de otro sin tener ningún cuidado como un robot y otra es armar un set musical, armar “un todo”, armónico.
¿Sos disc jockey o dj, como dicen ahora?
- Soy disc jockey. Por eso decía que mi programa está hecho a la manera de la vieja escuela. El Dj usa la tecnología, la computadora y produce su música. Yo uso mi material.
Hablando de tecnología, ¿cuánto aportó internet a tu trabajo?
- ¡Muchísimo! Yo siempre leí mucho de todo, pero particularmente de música. Recuerdo haber leído a fines de 1969 que salió el tema Layla de Eric Clapton. Pasaron cinco años seguro, hasta que lo pude escuchar, solamente escuchar en radio. Ni hablar de poder comprarlo. Sabía que el tema estaba en circulación, pero no lo había podido escuchar en ningún lado. Eso hoy no pasa para nada. La inmediatez se destaca en todo.
¿Cómo te llevás con los nuevos géneros que escuchan los jóvenes hoy?
- Yo los conozco musicalmente hablando con mis hijos adolescentes. A Wos, al rapero, yo lo pongo varias veces en mis sets musicales. Pero en general, es música muy efímera, desaparece en minutos.
Pero tienen una rápida difusión gracias a sus propias redes sociales. ¿Es música de calidad?
- Logran muchas pasadas, muchos “likes” pero todo pasa de largo sin dejar huella. La semana pasada mi hijo estuvo horas y horas escuchando el mismo tema. Al día siguiente le pregunté cuál era el nombre de esa canción que había invadido nuestra casa y no sabía qué responder. No lo registró, ni le interesa registrarlo. Hoy es ese tema y mañana será otro. Yo escucho un vinilo de principio a final y él no lo puede creer. “¿Todavía estás escuchando el mismo disco?”, me pregunta.
¿La calidad de la música que se escucha ahora, es menor que la del vinilo?
- Con estos dispositivos que se usan ahora, tampoco se aprecia la calidad de un vinilo. Me refiero a que si yo paso un vinilo por radio y el pibe lo escucha por el celular, con un mp3 o con esta bandeja que yo tengo con esta púa y estos parlantes que son de “mediana calidad”, es muy difícil notar la buena o mala calidad. Gardel no canta cada vez mejor, lo que cambia son los equipos de audio.
Escuché unos podcasts tuyos. ¿Te gusta ese formato?
- El podcast todavía no está muy explotado en nuestro país como en Estados Unidos pero ya va a llegar. Si, estoy haciendo algunos para Rock&Pop, los pueden escuchar en la página web. Es el lugar donde yo hablo porque en mi programa de radio las palabras se cuentan con los dedos de una mano. Hablo muy poco. Es más importante la música que lo que yo pueda decir.
¿Cómo ves el futuro de la radio? Muchos dicen que va a desaparecer.
- Hace tiempo que escucho decir eso y no ocurrió, todavía. Tampoco va a ocurrir. La inmediatez de la radio es inigualable. Es el único medio que puede estar siempre acompañándonos, informando y entreteniendo. Mientras manejás, mientras limpias tu casa, mientras viajás, mientras leés o trabajás. Siempre. Necesitás una radio o un teléfono que hoy tienen todos. Nada de monitor o cámaras. Es simple.
Por último, Bobby, ¿puedo tomar agua antes de irme? Quiero saber qué hay en la heladera.
- ¡No sé qué esperás ver! Acá todo es muy común. Hoy hay muchas hamburguesas porque el fin de semana vienen los amigos de mi hijo Astor y los van a cocinar a la parrilla. Después, lechuga, tomate, queso, y aderezos. Somos muy de comida rápida.
