La atleta, de 25 años, miembro de la Selección Argentina de canotaje de velocidad, disputará la edición de Tokio 2021 en la categoría de K1 200, luego de ganarle en tres ocasiones a su compatriota y amiga Sabrina Ameghino en Szeged, Hungría.
Previo a su clasificación a TokIo, la piragüista protagonizó una de las hazañas más curiosas dentro de una competición K1: la palista culminó quinta en la final del K1 500, por delante de su compañera Sabrina Ameghino (séptima y 25°), y consiguió una plaza para su segundo torneo olímpico. “Ella es madura y profesional, me felicitó, me dijo que me lo merecía y no hablamos mucho. Hablamos después que terminó la competencia, fue muy cerrado por lo que le gané”, opinó Brenda, luego de su cercano enfrentamiento.
La joven sampedrina, de especialización K2 y K4 500 metros, nació en San Pedro, Buenos Aires, el 15 de Octubre de 1995, y su objetivo principal es ganar un juego olímpico. Luego de sus logros en las Copas Mundiales de Hungría y Rusia, volvió a su segundo hogar: Cooperativa Las Canaletas. Aquí se inició como palista, y regresará en cuanto su calendario lo permita. “Necesitaba volver y relajarme, tener un poco de paz. Sigo entrenando obviamente, pero me relajo en otro sentido, en la cabeza, en estar acá y tranquila”, declaró, en diálogo con La Opinión.
Su pasión por el canotaje inició cuando Giuliano D’ Stefano, su tío, la invitó a su camping junto a su hermana y amigos. Desde ese momento, nunca dejó de remar, ni de soñar: “Me enganchó el río y la paz, era desenchufarse por completo y no dejé de remar nunca más”, argumentó. A pesar que las regatas duran entre un minuto y dos, la presión que se ejerce sobre la persona es abismal: meses de esforzarse, con arduos entrenamientos, sumados a los altibajos motivacionales que impactan en ella, nunca dejó de entrenar y superarse.
Brenda Rojas es la primera atleta argentina de canotaje en participar de más de un juego olímpico: su primera actuación fue en Río 2016, y consiguió el puesto 13° en K4 500. A su vez, acumula dos medallas panamericanas: bronces en K4 500 Lima (2019) y Toronto (2015).
A pesar de haber finalizado 7ma en el clasificatorio de Barnaul, sumado a su obtención de la medalla plateada en el Campeonato Mundial K2 500 (una semana después), su plaza asignada (K1 200) para Tokio sigue intacta e inamovible.
Sus pruebas de control en Tokio se darán entre el 25 de julio y el 7 de agosto, a la par de sus compañeros Rubén Rézola y Agustín Vernice, quienes integran la selección masculina.
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