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Criptomonedas: qué son, por qué funcionan y cuándo hay que desconfiar


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No son -al menos por ahora- medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades. No están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o de Garantía de Inversores. No obstante, siguen creciendo como alternativa de inversión.


Aun carentes de respaldo oficial, la adopción global de criptomonedas creció un 881% en el segundo semestre de 2021 y un 2.300% si se compara con el tercer trimestre del 2019. Argentina se ubica en el puesto número nueve entre todos los países.

La creación de monedas digitales tiene casi la misma edad que Internet. Luego de dos intentos, en el año 2008 una persona o grupo de personas, no se sabe con exactitud, bajo el pseudónimo Satoshi Nakamoto, crearon una moneda digital que llamaron Bitcoin. Paralelamente se creó la tecnología Blockchain. Esta fue la diferencia entre los intentos fallidos de la década del noventa y el Bitcoin. Mediante este desarrollo se aseguró la inviolabilidad del sistema.

No obstante, durante los dos primeros años las Botcoin, no tuvieron movimientos significativos, hasta que, en 2010, Laszlo Hanyecz compró dos pizzas por 10.000 bitcoins, que en su momento equivalían a treinta dólares.

Si Laszlo Hanyecz hubiera guardado bajo el colchón esos 10.000 bitcoins en el año2010 en vez de comerse esas pizzas, al valor de hoy esos treinta dólares se hubieran convertido en ¡Ciento noventa y cinco millones de dólares!

En relación con este episodio el 22 de mayo de 2010, se celebra en la comunidad cripto el Bitcoin Pizza Day. Hay varias pizzerías de distintos países que lanzan sus promociones en cada aniversario.

¿Qué significa el término criptomoneda?

Las criptomonedas son monedas digitales, protegidas a través de la encriptación merced a la utilización de algoritmos.

Comer, cepillarse los dientes, ponerse el pijama e irse a dormir, todo realizado en ese orden, se puede considerar un algoritmo. Es decir, una serie de operaciones sistemáticas con una determinada organización. Los algoritmos son el medio que hace que no se pueda copiar las cripto como si fueran fotos o cadenas de texto.

Seguridad de las criptomonedas

Consultado Tomas Groos, jefe de Operaciones del broker Crypto–Rocket y dueño de CR Academy sobre los métodos de seguridad de estas monedas, nos dice que “si hiciéramos una analogía entre este sistema digital y un libro contable tradicional, los algoritmos se aglutinan en bloques -las páginas- y junto al resto de ellas -los imaginarios bloques- conforman el libro, es decir, una cadena de bloques o Blockchain”.

Thomas Shroeder, profesor de la misma academia, resalta “que las criptomonedas tienen otra ventaja comparativa al ser descentralizadas y de cantidad finita. No dependen de los países, ni de sus políticas, ni de un sitio en particular. Es oferta y demanda. Es decir, si el precio baja, es porque menos gente las quiere, no porque se hayan creado más monedas.” Y remarca que “ni siquiera los emisores originales de las monedas digitales pueden modificar su número.”

Ante la consulta acerca si puede haber estafas con la comercialización de las monedas digitales, Tomás Groos explica que “… al invertir en acciones de una compañía, los brokers o los particulares, analizan no tanto el precio, sino las características de las compañías, sus últimos balances, las posibilidades del país o mercado en que se mueven”, pero aclara que en las monedas digitales“lo que se mira es que sea protegida por la tecnología Blockchain, que es su garantía de inviolabilidad”.

¿Cuándo hay que desconfiar?

Entre octubre de 2020 y mayo de 2021, en Estados Unidos según la FTC (Federal Trade Commission) se perdieron cerca de ochenta millones de dólares como consecuencia de las estafas relacionadas con criptomonedas. Pero Inglaterra los superó, ya que durante los primeros nueve meses de 2021, ya llevaban contabilizados más de ciento setenta millones de euros.

En los casos de defraudaciones, entre otras modalidades, los estafadores crean falsas plataformas de monedas digitales sin recurrir a la tecnología Blockchain prometiendo alta retribución, lo cual hacen efectivo con algunos de sus clientes, que les ofician de voceros a sus relaciones creando una cadena de inversores.

Otra de las argucias que emplean es contratar a personas famosas a través de redes sociales (la estafa de Terra Luna). Este tipo de trampa especula que la atención que determinado público a cantantes, artistas, influencers, que a un aburrido especialista en esta materia. “Es que estos tipos no te venden tecnología ni un proyecto, venden un estado emocional, te venden el éxito, te venden hacerte rico de la noche a la mañana”, explica Thomas.

En la estafa de Zoe (Cositorto), por ejemplo, se distribuyeron fotos y videos de grandes lujos y crearon una criptomoneda propia sin auditoría de Blockchain. “Mi amigo se está llenando de plata y yo no. A mi amigo le pagaron y yo confío en él e invierto lo que sea” cuenta Groos que ha coleccionado estos comentarios e hizo referencia a un trastorno de ansiedad denominado FOMO (siglas por la expresión en inglés de fear of missing out), es decir “el miedo a perderse algo”. Esto hace que determinadas personas tengan un comportamiento arriesgado invirtiendo en la suba de los valores y esperando alta tasa de retorno, cosa que nunca sucede.


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