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“DAS MUCHO, PERO EL DEPORTE TE DA EL DOBLE”


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Pablo Zaffaroni podría estar organizando su valija para el viaje de egresados junto a sus compañeros de colegio, pero no fue así. Prefirió prepararse para lo que viene entrenando hace cuatro años, los Juegos Olímpicos de la Juventud. El joven entrerriano representará al país en el equipo de atletismo en salto con garrocha. Con 17 años, el rubio de ojos celestes recorrió parte de su ciudad con la antorcha Olímpica y fija la mente en este nuevo desafío.

Por Alexandra Duarte

Desde muy chiquito, Pablo Zaffaroni entrenaba gimnasia artística y ya soñaba con estar en un Juego Olímpico, aunque debido a una fractura en el esternón las esperanzas se fueron derrumbando en cada mes de recuperación. Cuando por fin pudo volver a entrenar ya no tenía los mismos sentimientos como la primera vez que se subió a una barra fija. Para no perder la costumbre de estar en constante movimiento, probó otros deportes: natación, rugby, básquet, tenis, pero ninguno le daba la satisfacción que él buscaba.

Con 12 años comenzó atletismo. Por fin había encontrado lo que le gustaba. “Todos los deportes tienen cosas suyas, el ambiente del atletismo me parece mucho más cálido y amigable que el de gimnasia o el de rugby. Acá tenés amigos y amigas, el ambiente está muy bueno y la gente que se encuentra es increíble”, expresa. Con esto Pablo estaba más que convencido para continuar esta actividad.

Su entrenadora Patricia Lescano, fue la que le terminó dando el empujoncito que faltaba y quien un día le propuso empezar a hacer salto con garrocha. Él asegura que si no se lo hubiera ofrecido tal vez ahora estaría haciendo carrera con vallas. “Se convirtió en mi especialidad porque al haber hecho gimnasia tenía buen adiestramiento del cuerpo. Soy de esos que se la pasan haciendo piruetas y no le tienen miedo a pegarse un palo, sentía que esa disciplina era para mí porque me daba el toque de adrenalina que siempre tuve en gimnasia artística”, afirma con emoción.

Pablo se estuvo preparando física y mentalmente para su debut en los JJOO de la Juventud. “Estos últimos cuatro años fueron duros porque no estaba acostumbrado a entrenar fuerte y a sacrificar tanto. Antes era ir a entrenar y disfrutar de los fines de semanas y de las vacaciones”, cuenta respecto a este lapso de desarrollo deportivo. Un día sus entrenadores lo citaron a él y a sus padres para hablar sobre su futuro. Patricia recuerda aquel día: “Cuando estábamos con ellos le dijimos a Pablo que si quería esto tenía la posibilidad, pero tenía que trabajar muy duro, sacrificar algunas cosas y meses de su vida”. Al principio él no estaba convencido, con el tiempo se fue dando cuenta que haber aceptado fue la mejor opción: “Me gustó porque el mundo del deporte es muy lindo, te retribuye cosas muy lindas. Das mucho de vos, pero el deporte te da el doble”.

Actualmente se encuentra primero en el Ranking Americano en su categoría de salto con garrocha y en el cuarto 4to puesto del Ranking Mundial Juvenil. A pesar de eso, Pablo no está del todo contento con su posición mundial. Cuenta que un cuarto lugar es respetable, aunque es horrible porque no está primero. “Siempre fui de ponerme la varilla muy alta, es una buena sensación y un orgullo, pero siento que puedo ser mejor, que puedo estar primero. Así que para eso estamos trabajando”, dice. El esfuerzo y la superación son cada vez más grandes para alguien que espera algún día estar en los Juegos Olímpicos de liga mayor y ganar o lograr un podio.

En el Sudamericano U18 en Ecuador, Pablo recuerda una pequeña anécdota de cuando estaba compitiendo en Cuenca, el mismo día y hora jugaba Argentina contra Francia. Aquel partido del Mundial de Rusia Pablo lo sentía gracias a sus compañeros de equipo que lo mantenían al tanto: “Gritaban los goles y yo festejaba dentro de la pista, y gritábamos todos a la vez”. Menciona que en la competencia les fue bien, sin embargo, ellos habían terminado desanimados y tristes por la derrota de la Selección.

Con poco tiempo para seguir la conversación, debido a los entrenamientos, expresa con entusiasmo los sentimientos encontrados en esta nueva experiencia: “Todo esto fue tan progresivo que clasificar a esto y a lo otro, que se me hizo algo normal. Al principio no podía creerlo, cuando me avisaron que estaba en el equipo de atletismo yo estaba en el cine con mi novia y en el medio de la película me largué a llorar”. Afirma sentir “una mezcla rara de emociones” porque va a estar representando a su país cerca de quienes lo aguantaron día a día, su familia y sus amigos. “Es difícil expresarlo, pero yo lo vivo así”, aclara al despedirse.


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