SOCIEDAD
UNIVERSIDADES DE PIE

En reclamo de la continuidad de la educación pública, la aprobación del presupuesto universitario y mejoras salariales, representantes de la comunidad educativa se movilizaron desde Plaza Houssay hasta Plaza de Mayo.
Por David Radosta y Giuliana Fernandez | Fotos: Katia Schiwindt
En consonancia con los conflictos por el presupuesto universitario que se vienen desarrollando en el último mes y la continuidad de la educación pública, se realizó ayer una nueva movilización en defensa de la educación pública y las condiciones salariales del personal docente. Desde Plaza Houssay, frente a la Facultad de Medicina y Economía, docentes y alumnos se reunieron para marchar hacia el ministerio de Educación y terminar en un acto conjunto en Plaza de Mayo.
Según varios representantes gremiales y docentes, fue una movilización histórica debido a su masividad y el grado de unidad entre los distintos bloques estudiantiles. Alejandro Ades, consejero superior estudiantil, con respecto a la masividad y unificación de la protesta que: “Se vio una marcha multitudinaria. Se habla de más de 50 mil personas que habrían movilizado. Por primera vez, desde el año 2001 que las seis centrales docentes están en un acto masivo. Participaron estudiantes, investigadores, algunos rectores para visibilizar este reclamo y también muchos ciudadanos de a pie que ven a la universidad como una herramienta para contribuir a la justicia social”.
En este marco de protesta, el secretario adjunto de la CONADU Histórica, Antonio Roselló, dijo que: “No se está debatiendo si las universidades pueden pagar o no la luz, se está hablando de la continuidad de la universidad pública”.
Asistieron a la movilización los representantes de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), la CONADU Histórica, la Unión Docentes Argentinos (UDA), la FEDUN, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), la FAGDUT, las organizaciones estudiantiles y el gremio de no docentes nacionales (FATUN).
Dentro de los focos de conflicto posibles a la hora de plantear el nuevo rumbo en la economía, la universidad pública fue de las más afectadas. Probablemente para el macrismo la magnitud del conflicto sea un poco sorpresiva ya que el terreno de las universidades nacionales es un campo de conflicto relativamente nuevo para el oficialismo.
En abril pasado, la Federación Nacional de Docentes Universitarios había exigido un aumento del 40 por ciento en paritarias. La oferta del Gobierno Nacional fue solo del 15 por ciento en mayo y otro en diciembre, posponiendo la discusión hasta mayo de 2017. Está falta de respuesta salarial, sumado a la crisis presupuestaria que afronta la universidad pública por las subas en las tarifas y el corrimiento del valor del presupuesto después de los sucesivos ajustes hacen que estudiantes y docentes marchen hacia el ministerio de educación.
Desde la UBA denuncian que “el Secretario de Hacienda de la UBA, Emiliano Yacobitti, presentó un proyecto de presupuesto para 2016 que no alcanza para que la Universidad funcione”.
“Teniendo en cuenta los grandes aumentos de precios que hubo durante este año, el aumento de tarifas de servicios, y que el Gobierno Nacional no ejecutó diferentes partidas previstas para este año, este presupuesto no alcanza”, agregan.
Los testimonios
Alejandro Ades, consejero superior estudiantil: “En términos de distribución de presupuesto hace unos años de la mano del secretario de Hacienda, Emiliano Yacobitti, se viene usando la distribución presupuestaria como premios y castigos políticos por parte del rectorado. La facultades que son afines reciben más presupuestos y las que no votaron a la fórmula ganadora por lo general son las que menos reciben de toda la UBA, como sociales, filosofía y exactas que son las más perjudicadas. También hay otras facultades que tiene dificultades como es agronomía”.
Leonel Tesler, jefe de trabajos prácticos del departamento de fisiología de la facultad de medicina: “Estamos muy preocupados por la situación de la universidad, pero muy contentos por la respuesta de los estudiantes que nos están acompañando. La situación es crítica en la UBA y en el resto de las universidades nacionales. No sabemos cómo se va a poder sostener a partir del segundo cuatrimestre. No sabemos cómo pagar los servicios, para sostener el funcionamiento diario”.
Pablo Carro, Secretario general de ADIUC de la Universidad Nacional de Córdoba: “La convocatoria es maravillosa. Estamos todas las centrales sindicales representando a todos los decentes del país para decirle al gobierno nacional que vamos a defender la educación pública, que necesitamos más becas, mejores salarios y sostener las políticas inclusivas”.
Mariano Recalde, Frente para la Victoria: “Una excelente demostración de lo que quiere el pueblo, la comunidad educativa, que es la continuidad de las políticas que invertían en educación y el rechazo al recorte presupuestario. Acompañamos a la comunidad colectiva desde el FPV. Lo que decidan los universitarios, educadores y el pueblo”.
Alexandre Roig, decano del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES): “Esta convocatoria logra mostrar que hay una preocupación del sector universitario pero de la sociedad en su conjunto, y espero que siente las bases de una relación más razonable del gobierno hacia la educación pública. Dentro de la Unsam estamos anticipando problemas futuros en el caso de una no resolución del conflicto, pero aun en un marco de normalidad”.
Enrique Dentice, coordinador del Centro de Investigación y Medición Económica de la Escuela de Economía y Negocios: “Esto es una multitud. Demuestra la educación que tiene la educación y la cultura para el gobierno. Acá no hay nadie por el choripán y por la coca, vienen en defensa de la educación. Están desde el vicerrector hasta el último alumno acá, eso significa que nos interesa la universidad”.
Paola Franchini, docente de política y gobierno: “Esta toda la comunidad educativa que viene a pedir por un derecho. Algo que se consiguió históricamente en este país, hace muchos años, a fuerza del esfuerzo de muchas generaciones. Es importante que vengan todos a reafirmar que queremos ese derecho”.
Roberto Baradel, Secretario General de SUTEBA: “Hay tradición de escuela pública y ganas de defenderla. Los estudiantes, docentes y la comunidad educativa no vamos a permitir que Mauricio Macri de por tierra tantos años de educación pública en el país. Hay que sostener las universidades”.
Lucas Valderrama, consejero superior de la UBA: “La convocatoria de hoy es histórica por muchos motivos. Desde el recorte a la educación de López Murphy no hay una convocatoria como esta. La situación de la UBA es que el miércoles se aprobó un presupuesto que solo alcanza para agosto. Hablamos de un 0% de aumento. Estamos ante un plan de ajuste en regla contra la educación”.
SOCIEDAD
“La Catedral de Francisco”
Cientos de fieles dejaron sus oraciones y ofrendas en el templo que vio pasar a Jorge Bergoglio como cardenal primado de Buenos Aires. Cómo fue la despedida al “Papa de los pobres”.

A esa hora en la que Plaza de Mayo se deja ganar por la noche y los autos iluminan junto al alumbrado público, las escalinatas de la Catedral Metropolitana se convirtieron en un altar urbano. Velas encendidas, otras ya derretidas; ramos de flores frescas apoyados sobre las columnas que tienen pegadas banderas argentinas y papales, rosarios, estampitas, camisetas de San Lorenzo y cartas escritos a mano. Sobre Rivadavia, un retrato en tiza del Papa decora el asfalto como si su figura emergiera desde ese suelo que alguna vez lo vio caminar.
Detrás de las cámaras de TV de los medios nacionales e internacionales, y de los vendedores de recuerdos sobre las escalinatas, hay un murmullo bajo que envuelve. Gente que reza, que conversa en voz baja o que simplemente está. Turistas, creyentes, algunos que no se identifican con ninguna fe. Todos llegaron allí por alguna razón. Edgardo y Jazmín, una pareja peruana que observa en la entrada de la Catedral, comenta que estaban de visita cuando sucedió la muerte del sumo pontífice. “Era muy humilde, incluso ahora, en su despedida. Esperamos que el próximo Papa siga su legado, pero sabemos que en nuestra vida no veremos otro latino”, dice ella.

Unos pasos adentro del templo, un perro callejero duerme justo debajo de la cartelera que anuncia las misas y ceremonias especiales a la ocasión. No estorba el paso. La gente lo rodea, lo mira e incluso le toman fotos como si también él formara parte de esta escena serena y devota.
Adentro, el ambiente se vuelve más íntimo. Los pisos de mármol y las paredes macizas contienen la emoción de quienes ingresan. Aquí ya no hay medios de comunicación ni vendedores ni ruidos molestos. Solo pasos lentos y un murmullo que acoge.
Al final del pasillo de la nave principal, a pocos metros del altar donde Bergogliocelebraba misas, un escritorio exhibe un libro abierto. La gente se acerca a firmarlo, a dejar un mensaje, una oración. Al lado hay un cartel escrito con letras simples: “Francisco. Recibir la vida como viene”. Detrás, custodiado por cadetes de la Policía Federal vestidas de gala, un cuadro del Papa con su tradicional túnica blanca y su cruz plateada. Al costado, la mitra y el báculo que él utilizó cuando era cardenal primado de Buenos Aires. Todorodeado de coronas de flores blancas sobreel piso.
Frente a ese altar se detiene Daniel, un joven brasileño que también reflexionó con ETER Digital sobre los desafíos del porvenir: “Francisco fue un hombre del futuro que luchó por los que no tienen voz. No creo que haya otro como él. Quien lo suceda tiene una tarea inmensa: sostener un legado difícil de olvidar”.
Sentada sobre los viejos bancos de madera, una mujer llora hasta con el cuerpo. Se tapa la cara mientras a su lado un hombre la abraza y un niño mira sin entender demasiado. La imagen se repite varias vecesen otros bancos: la del duelo compartido en familia y entre generaciones.
A pocos metros, tres hombres se detienen frente al mausoleo de José de San Martín, que esta vez tiene menos protagonismo que de costumbre. Hoy todos los ojos y gestos parecen estar dirigidos a Francisco.
El reloj se acerca a las 20 cuando los policías que rondaban por los pasillos anuncian el cierre de la Catedral. Pero afuera el recuerdo sigue. Una señora mayor, de pelo corto rojizo y mirada vivaz, camina con paso seguro hacia un móvil de televisión: es conocida como “La Señora de los Velorios”. Pero esta vez no vino exclusivamente por eso. “Yo vine hoy por él. Era una persona muy humilde. En las misas de San Cayetano saludaba uno por uno sin importar la cantidad” de gente que hubiera, recuerda. Orgullosa de que haya sido argentino, Mari reivindica la relación del Papa con su Patria: “No me molestó que no volviera a Argentina. Su misión acá ya estaba cumplida”.

La Catedral Metropolitana, la Catedral del Papa, no parece estar triste sino más bien emocionada, como si supiera que Francisco no se irá del todo. Que lo que deja no cabe en una tumba sino en los gestos, palabras, luchas y convicciones que muchos fielestomarán como bandera.
Desde la vereda hasta el altar, este lugar que alguna vez fue la casa de Bergoglio hoy vuelve a serlo. Por una noche al menos. O al menos por esta despedida, por la historia que empezó en estas baldosas donde ahora se vuelve a rezar por él.
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Sabe la Tierra: comunidad, sostenibilidad y compromiso
La feria que tiene como objetivo cuidar la tierra y generar un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores “rescatando la relación humana más allá de la compra-venta” está por cumplir 15 años. Conocé cómo se originó el proyecto que tiene en la actualidad mercados semanales en la Ciudad, Vicente López y Necochea.

La feria que tiene como objetivo cuidar la tierra y generar un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores “rescatando la relación humana más allá de la compra-venta” está por cumplir 15 años. Conocé cómo se originó el proyecto que tiene en la actualidad mercados semanales en la Ciudad, Vicente López y Necochea.
Va cayendo el sol en el Parque Las Heras y la primavera se hace notar con su típica brisa de la última hora de la tarde. La esquina de French y Coronel Díaz es una postal de domingo: en el frente se alzan los puestos de la feria de consumo consciente más famosa de Buenos Aires, con sus toldos blancos y sus características mesas forradas de arpillera en las que se lee su emblema: “Sabe la Tierra”.
De fondo, el atardecer. La calesita que completa el cuadro da sus vueltas finales despidiendo a los niños que ríen y juegan hasta el último minuto antes del cierre. Los feriantes siguen vendiendo. El ambiente huele a fruta, a inciensos, a la vainilla de los postres caseros que ofrece uno de los puestos. Cada sección tiene sus olores, sus colores y sus sabores, según los productos que ofrecen, y son tan intensos que parecen elaborados para que los consumidores puedan llevarse un pedacito de naturaleza a sus hogares citadinos.
Seguramente cuando Angie Ferrazzini pensó este espacio que uniría a pequeños productores, emprendedores y artesanos para conectarlos con el público, no se imaginó que terminaría gestando toda una propuesta cultural que ofrecería desde mercados itinerantes que recorren la ciudad hasta talleres de cocina y horticultura.
Hoy, quince años después, la creadora de esta organización cuenta que Sabe la Tierra recibe cada mes alrededor de cincuenta mil personas en los más de cincuenta mercados y festivales que se presentan en diferentes barrios y ciudades. “Somos un equipo de 30 personas que creemos en otra forma de producir y de consumir”, contaba en la Charla TED que presentó en Necochea en 2023.
Y agregó en esa presentación: “Se me ocurrió crear un mercado de productores donde se pudieran encontrar los productores con los consumidores, promover el bien común y generar lazos de confianza. Esta fue la idea inicial para el proyecto hace 20 años”.
Como suele suceder con los grandes soñadores que cambian realidades, Angie comenzó a vivir su sueño en su propio jardín: no contaba con el capital necesario para sostener una gran exposición en un centro de convenciones como habría querido por ese entonces, pero eso no la detuvo. Con el propósito firme y la visión clara, esta exponente de la cultura naturista convirtió su casa en el espacio que sostendría el puente entre las dos puntas del mercado sustentable: productores y consumidores. Hoy, ese mismo puente se extiende a lo largo de trece locaciones distribuidas por todo el país.
“Venimos porque nos gusta comprar productos orgánicos y porque nos encanta el ambiente de la feria”, dice Candela, una joven que pasea con su familia y se detiene en cada stand observando con atención los productos exhibidos. Como ella, muchos de los clientes que visitan el lugar son fieles a la filosofía de la organización, que tiene seguidores desde sus inicios, cuando solo podía encontrarse en su primera locación formal: la estación San Fernando del Tren de La Costa. Desde allí fue expandiéndose como lo hacen los fenómenos culturales cuando saben atender necesidades sociales.
Más de mil puestos de trabajo generados demuestran que Sabe la Tierra no es solo un modelo de consumo responsable, sino también de economía sustentable. Este mercado consciente abre sus puertas para que cualquier emprendedor pueda desarrollarse y ofrecer productos de calidad. Tal es el caso de Luisa, el talento detrás de los mejores tequeños de la zona, que cautivan paladares de todas las edades en la carpa de comida venezolana.
Luisa recibe a las personas que se detienen en su mesa con una amabilidad especial, invitándolos a degustar un bocadito de empanadas típicas de su país. Con una sonrisa amplia acompaña el son caribeño que lleva en el habla. Cuenta que vive en Argentina hace cinco años y que forma parte de la feria hace tres; y que gracias a este espacio es capaz de mantener a su familia y que incluso pudo pagar un viaje de visita a su entrañable Caracas.
“La feria nos cambió la vida. Estamos agradecidos por esta fuente de trabajo que nos permitió lograr la anhelada estabilidad económica”, afirma emocionada. Esta emprendedora, que supo sobreponerse a los embates de la expatriación e insertarse en el mercado laboral de nuestro país a través de su vocación en la cocina, es un ejemplo del impacto que tiene en los trabajadores este espacio de comercio justo y consciencia. Para esta comunidad, los valores agroecológicos y el compromiso fueron la clave del crecimiento.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
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Cómo fue la toma de estudiantes en defensa de la UNTREF
En octubre del año pasado, luego de una resolución del Centro de Estudiantes de la universidad pública, se decidió hacer un plan de lucha en contra del hostigamiento a la comunidad universitaria y las políticas de desfinanciamiento del actual Gobierno.

En octubre del año pasado, luego de una resolución del Centro de Estudiantes de la universidad pública, se decidió hacer un plan de lucha en contra del hostigamiento a la comunidad universitaria y las políticas de desfinanciamiento del actual Gobierno.
“Universidad tomada” advierte una bandera en la puerta de la Sede Lynch de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Son las ocho de la noche de un miércoles de octubre en el barrio de Sáenz Peña y la vereda de la sede abunda de información.
Una clase abierta donde los alumnos sentados en ronda en pupitres azules escuchan atentamente al docente. A metros, estudiantes se reúnen distendidamente algunos de ellos con sus mochilas, mientras otros cargan bolsas con acolchados y sábanas para pasar la noche en su casa de estudios.
La UNTREF se encuentra tomada con vigilia hace exactamente siete días luego de la Resolución Interclaustro -realizada el 10 de octubre de 2024- donde participaron docentes, no docentes, estudiantes y graduados.
La decisión fue una toma organizada que garantice la continuidad de las clases y que incluya un plan de lucha para visibilizar el reclamo presupuestario por las universidades nacionales. “Estuvimos todo el fin de semana organizando el cronograma, nos acostamos a las 4 de la madrugada para levantarnos a las 7”, comenta Lucho Borzatto, estudiante de la Licenciatura en Logística e integrante del centro de estudiantes.
A lo lejos se escuchan los murmullos de otra clase abierta que sucede en el sum del edificio, donde se encuentran el buffet y la fotocopiadora. Las luces son tenues porque el docente proyecta diapositivas para el desarrollo de la clase. En simultáneo, alumnos salen de sus aulas, algunos vuelven a sus hogares, otros se reúnen en allí o en la vereda para pasar parte a sus compañeros sobre su desempeño en los parciales. Las paredes del establecimiento aún conservan afiches pegados de otras cátedras y no faltan los carteles con consignas como “No caímos en la universidad pública, la elegimos”.
“La gente camina como un caballo por acá, no habitamos la universidad, muchos venimos a cumplir, siento que eso está cambiando”, comenta Lena Blanco, estudiante de la Licenciatura en Gestión del Arte y la Cultura mientras toma el último sorbo de mate. Está sentada delante de la bandera de su carrera que pintaron para la Marcha Federal Universitaria de abril. Además, expresa su sorpresa al ver la cantidad de carteles pegados en las paredes: “Antes no se podía poner nada, no encontrabas ninguna expresión más que las típicas que hay en los baños”.
Alrededor de 200 alumnos de la UNTREF se organizaron y formaron comandos divididos en distintas áreas. “Tomar la universidad no es joda”, indica Lucho y agrega: “Requiere de mucho trabajo y sacrificio”. Y así es, los comandos se dividen por área: prevención y logística, agenda cultural, documentación audiovisual, comidas y alimentos, higiene, prensa y comunicación, entre muchas más. De esta forma, se suman a los cientos de miles de estudiantes involucrados en el plan de lucha a lo largo y ancho de todo el país.
A partir del veto del Presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, las tomas en las facultades brotaron como pasto después de la lluvia. Un relevamiento de la FUA (Federación Universitaria Argentina) indicaba en ese entonces que ya eran más de 30 edificios tomados, mientras que asociaciones civiles como Argentinos por la Educación afirmaban más de 80.
Incluso fue un momento donde algunas universidades fueron tomadas por primera vez, como fue el caso de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). La amenaza por el desmantelamiento de las universidades nacionales puso en alerta a todos los estudiantes en cada rincón del país y los convocó a organizarse para defender su futuro.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Además en ETER DIGITAL:
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