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DEMOLER LA IDENTIDAD DEL VOLCÁN


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La mítica fábrica de calefones Volcán, que hasta 2014 tuvo una protección cautelar por su valor patrimonial, será demolida. En su lugar harán viviendas de lujo, un cambio que preocupa a los vecinos.

Por Natalia Villarroel Flores (@VillarroelNat)

A mediados del año pasado un gran cartel con la leyenda Terrazas de Volcán cubrió la fachada y excavadoras comenzaron a demoler un edificio que contaba con protección patrimonial. El mega emprendimiento inmobiliario contará con 400 unidades de departamentos, lofts, oficinas y locales comerciales. La inversión se estima en $550 millones y el valor promedio de un departamento parte de los $800 mil. El predio de la ex fábrica Volcán se ubica en el Bajo Flores, en la manzana delimitada por las calles Hortiguera, Zañartu, Zelarrayán y avenida Cobo, a 5 cuadras de la Villa 1-11-14. Aunque actualmente para aumentar el valor de la propiedad señalan que forma parte de Parque Chacabuco.

Volcán era una fábrica de calefones y cocinas que vivió su apogeo entre las décadas del 40 y del 70. Brindaba puestos de trabajo a cientos de obreros y se convirtió en el centro del barrio. Luego de haber cerrado, debido a las crisis económicas que atravesó el país, “siguió siendo la identidad del barrio”, afirmó Gloria, una vecina que vive allí hace más de 50 años.

El edificio es enorme, unos 9700 metros cuadrados, ocupa prácticamente toda la manzana. Un paredón de ladrillos a la vista, sobre la calle Zelarrayán. Grandes puertas, portones y ventanas sobre avenida Cobo y sobre la calle Hortiguera, con un gran cartel en esa esquina que reza “VOLCÁN”.

Durante muchos años estuvo abandonada y sus paredes se cubrían de pintadas, carteles y mucha, mucha suciedad. Como por arte de magia los postes de luz en esa cuadra no funcionaban y nadie los arreglaba, la oscuridad en la noche era profunda. Debido a la inseguridad que esto generaba los colectivos dejaron de parar ahí y los vecinos no caminaban por esas veredas. De día se podía apreciar su agonía, tan enorme y tan sola. Es por ello que algunos de quienes viven a su alrededor celebran esta obra, porque piensan que de esta manera habrá más seguridad.

Para darle vida se intentaron incontables planes, Gloria comentó que “el lugar parecía embrujado, ya que se presentaron muchísimos proyectos para poner el edificio en funcionamiento con fines sociales y ninguno prosperó”. Tal es el caso del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas Públicas (CEDePP), que elaboró en el año 2015 un proyecto de ley para realizar un Polo Cultural, en sus objetivos intentaba integrarse a la comunidad del barrio.

Hasta el año 2014 la ex fábrica contaba con protección cautelar, así está catalogado en el Código de Planeamiento Urbano del 2 de octubre de ese año, es decir que no podría demolerse por ser considerado Patrimonio Histórico. La ley 3056 protege a los edificios cuyos catastros se registraron antes del 31 de diciembre de 1941, condición que abarca a Volcán. Además la Subsecretaria de Patrimonio Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, incluía a este predio en la catalogación de Edificios Representativos, por lo cual también estaría protegido. En ese año le quitaron todo tipo de amparo, no se sabe exactamente cuáles fueron las justificaciones, tampoco se las puede rastrear ya que las páginas webs oficiales del Gobierno de la Ciudad se encargaron de borrar todo tipo de información al respecto.

Una parte de la fábrica es una ampliación de la década del 60, por lo que no contaría con las protecciones anteriormente detalladas, es decir que en caso de demoler lo podrían hacer en este sector.

Vecinos del barrio desde hace un par de años se conformaron en cooperativas de viviendas, para poder conseguir su casa propia y dejar de pagar altos alquileres por habitaciones donde viven familias enteras. Al enterarse de la construcción que se estaba llevando a cabo, muchos de ellos pensaron que serían viviendas sociales como algunos de los tantos proyectos truncos, o que serían accesibles y fueron a consultar por la financiación, esto los decepcionó. A los showrooms se ve llegar a personas en vehículos de alta gama y de otra clase social a la de ellos.

“Creo que este barrio es el que más inversiones concentrará y mostrará para el futuro”, afirmó al diario La Nación Marcelo Nalda, director de Codesa, la desarrolladora encargada del proyecto.Por su parte, Ángeles Prestipino, arquitecta especialista en hábitat y participante de un proyecto sobre Volcán, que no alcanzó la luz, señala que “estas operaciones urbanas son bestias gigantes que lo cambian todo y a todos. Pero ¿a qué costo?”. Y agrega: “Es un claro caso de gentrificación y del negocio que se hace del suelo, donde se disputa si la vivienda es un derecho o una mercancía. Si bien en nuestra Constitución Nacional la vivienda es un derecho, no existen políticas públicas reales para garantizarla.”

Gentrificación un término de “moda” poco democrático

La gentrificación es el proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo más alto. Según la definición de Fundéu, es “la transformación de un barrio deprimido o de clase media-baja en lugar de moda”. Eduardo Reese, arquitecto especialista en planificación urbana y regional, e integrante del CELs, afirma que el elemento uniforme de la desigualdad social es la desigualdad en la vivienda, y agrega: “Los conflictos de distribución se resuelven con políticas estatales nacionales. Pero no hay ley que genere esta redistribución, no hay soluciones democráticas.”


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