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Disney y sus dibujos animados contra la “ideología de género”


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La lucha constante del gigante del entretenimiento familiar frente a las críticas de sectores conservadores por su decisión de ser más inclusivos con el contenido que ofrecen. La mirada de referentes del movimiento LGBTQ+ y la psicología infantil.


A cinco meses del estreno de Lightyear, la película animada que cuenta las aventuras del famoso guardián espacial Buzz Lightyear, de la franquicia original Toy Story de 1995, fueron muchas las controversias por parte de varios sectores del mundo, debido a una escena en la que un personaje se besa con su pareja del mismo sexo. La decisión de la gran productora Walt Disney Animation Studios de no omitir el fotograma a pesar de las críticas que ocasionó, llevó a que la película no se emitiera en más de 14 países de Oriente, la mayoría árabes, como así tampoco en China. Ahora la compañía redobló la apuesta con el estreno de su nuevo filme Strange World (Mundo Extraño) que presenta a un primer personaje adolescente abiertamente homosexual.  

Sea en la vida real como en la ficción, la polémica sobre la inclusión ya no debería ser un tema de discusión, pero el hecho es que lo sigue siendo debido a grupos de familias más conservadoras que critican estas medidas. Esteban Paulón es director ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas LGBT+ y mediante la herramienta de autoevaluación HRC Equidad AR de la Fundación Human Rights Campaign que se realizó por primera vez en Argentina, reconoció a The Walt Disney Company como uno de los “Mejores Lugares de Trabajo para el talento LGBTI+” en el país. En comunicación con Éter Digital explicó sobre la decisión de Disney de no suprimir esta escena: “En un principio accedieron a cortar o modificar algunos contenidos para no perder pantalla o países de exhibición, pero al final se planteó no hacerlo. Más que nada fue porque en Estados Unidos se armó un debate muy fuerte en relación a la cuestión LGBT”.     

Tras la aprobación del proyecto de ley que se votó en el estado de Florida conocido como “Don’t Say Gay”, que prohibiría a docentes hablar de orientación sexual e identidad de género en las escuelas a alumnos de hasta 9 años, generó mucha polémica desde la  oposición, entre ellos los defensores de la comunidad LGBTQ+ quienes argumentaron que esta norma tendría un impacto negativo en una comunidad que ya de por sí es marginada. El presidente Joe Biden, apuntó contra su autor, el representante estatal republicano Joe Harding, y expresó su desacuerdo en su cuenta de Twitter: “Quiero que todos los miembros de la comunidad LGBTQ+, en especial los niños que se verán afectados por este proyecto de ley lleno de odio, sepan que son amados y aceptados tal como son. Los cuido, y mi administración todavía luchará por las protecciones y la seguridad que se merecen”.

Sumado a esto, Disney también manifestó su rechazo. La compañía, que posee la mayoría de sus parques en la ciudad de Orlando, y además cuenta con más de 60.000 trabajadores, es uno de los mayores empleadores privados de la zona. “Sintieron la necesidad de no dar marcha atrás y de esa manera transmitir un mensaje hacia adentro y hacia afuera al no eliminar la escena de la película”, asegura Paulón. Sin embargo hubo denuncias de empleados de Pixar, que acusaron al área corporativa de Disney de haber censurado a lo largo de los años partes en donde se expresa afecto vinculado a la homosexualidad o lesbianismo, sin considerar los comentarios negativos del equipo artístico.    

En algunos cines se limitaron a exhibir Lightyear con la calificación de edad +16 y algunas zonas de latinoamérica se volvieron noticia tras advertir con un cartel a los espectadores en boleterías y páginas web el siguiente mensaje: “Contiene escenas con ideología de género”. Sobre esta frase, Paulón que es un comprometido referente del movimiento LGBTQ+ aclara: “es una teoría sin raíz académica, inventada por estos conservadores que dicen que hay un complot para promover la homosexualidad y el travestismo, una herramienta de adoctrinamiento de la sociedad”. “Es una tontería creer que porque vieron algo en una película, la gente lo va a imitar”, comenta él, y dice según su punto de vista: “Mi generación no lo vio en las películas y acá estamos”. 

En años pasados, cuando estos temas no eran tan visibles en la pantalla grande o en la televisión, hubo personajes dirigidos a las infancias que hasta hoy son muy reconocidos mundialmente y queridos por todas las generaciones. Estos mismos a la vez supieron romper con los estereotipos de género y a diferencia de los actuales, no hubo revuelo del asunto. Uno de los más famosos que hasta hoy sigue vigente es el conejo Bugs Bunny, que en diferentes episodios pudimos verlo vestido de mujer y besar continuamente a otros personajes de su mismo sexo. Otro destacado es Él, un villano de la serie Las Chicas Superpoderosas de sexo masculino, que por su vestimenta y maquillaje se asemejaba a un drag queen. No hay que olvidar tampoco a Doris, un personaje transexual que hizo su aparición en la película Shrek 2

Frente a esto, Paulón argumenta que en muchas culturas es más aceptado lo que tiene que ver con el transformismo y la cultura drag como una expresión artística y más como una performance. “En el caso de estos personajes, sus actitudes están más vistas desde el humor y el ridículo y no desde una propuesta profunda concreta, porque si no ya generaría escándalo. El caso de Doris es justamente un ejemplo de cómo tocar un tema de la manera incorrecta”, afirma.

Florencia Hidalgo es psicopedagoga y licenciada en psicología, trabaja en clínica de consultorio junto con niños, niñas, y adolescentes. Ella opina que “es importante deslindar lo que implica la mirada infantil con la mirada adulta. Los niños y niñas tienen naturalizadas estas imágenes y se rigen bajo otras normas que a veces los adultos no entienden. Muchos de estos creen que hay que sancionar estas cosas, cuando para chicos y chicas es un claro ejemplo de amor, nada más”. Sobre el control de lo que ven los chicos en la televisión o la computadora, ella explica que no está del todo mal porque se los intenta cuidar, si se tiene en cuenta múltiples casos que ha habido como de pedofilia o pornografía infantil. Ahora, respecto a impedir que vean una película animada de esta índole y tratar de desnaturalizarla, Florencia aclara que puede tener un efecto contrario en las infancias, “porque ellos querrán investigar más sobre el tema, ir hacia eso que les prohibieron”, reconoce.

A poco tiempo de su estreno, la nueva película Mundo Extraño, dirigida por Don Hall, también está pasando por lo mismo, con muchos comentarios a favor y en contra. Disney ha dejado en claro su objetivo de no excluir más a las diversidades de género, pero aún así no se salva de los ataques homófobos y racistas de algunas de las instituciones más conservadoras, que repudian la inclusión de un personaje del filme que se declara abiertamente gay. En contraposición, la comunidad LGBTQ+ demostró su apoyo con el filme. De esta manera la empresa del famoso ratón sigue siendo tendencia en las redes sociales y en los canales de noticias. “Les estampan en la cara a estos grupos que insisten con estos discursos de odio que la diversidad está, con más o menos obstáculos pero está”, concluye Hidalgo.  


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