La ansiedad, la angustia y la frustración, son algunos de los diversos factores que se generan en la cabeza de un deportista que transita una lesión. Luego de encuestas realizadas a profesores de ED. Física del instituto Club Godoy Cruz y psicólogos, se estima que aproximadamente el 70% de los deportistas que compiten de forma profesional o amateur, pasan momentos de estrés, tristeza e incertidumbre, sobre el futuro de su carrera.
Florencia Chicahuala es psicóloga (matrícula N⁰4021), quien reside en la ciudad de Mendoza. También es profesora de neurociencias y evaluación psicológica en la facultad de la Aconcagua y expresó que “El jugador normalmente se somete al miedo y a la presión de que la lesión vuelva a ocurrir, lo que comienza a generar una serie de manifiestos que pasan por su cabeza”.
Por otro lado, Bruno Valpreda, entrenador de futsal femenino de la UNCUYO de Mendoza, afirma que 7 de cada 10 jugadores sufren sentimientos de angustia y frustración que se dan durante el proceso.
El miedo se va superando a medida que se va exponiendo justamente, a las situaciones deportivas. Pero, para enfrentarlo tiene que predisponerse mentalmente lo que está por pasar, para programar su cuerpo. La confianza en él y en su cuerpo se pierde y ahora le toca volver a recuperarla.
¿Cómo puede el jugador aliviar esos pensamientos y como se sugiere acompañarlo en esos momentos de incertidumbre?
La psicóloga mendocina menciona los siguientes 7 ítems para ayudarse a uno mismo, o entender al jugador por lo que está pasando y que él mismo, pueda evitar pensamientos catastróficos.
- Lo principal es reconocer, que está haciendo lo que está a su alcance para estar bien.
- El jugador debe estar tranquilo de que no puede tener todas las situaciones bajo control, solo debe encargarse de las que sí dependen de él. Por ejemplo: ser responsable con su entrenamiento, su alimentación, su salud mental.
- Y las que no podemos controlar, dejarlas fluir. Porque no va a poder cambiar nada. Por ejemplo: decisiones de los técnicos, de sus compañeros de equipo, evolución fisiológica de su lesión.
- Pedir ayuda al resto, entender que es más importante hacerse fuerte que ser fuerte todo el tiempo.
- No creer que va a poder con todo, porque ahí es cuando llevamos nuestro cuerpo al límite y vuelven las lesiones.
- No apurar procesos físicos. Darse tiempo. Si no el trabajo va a ser doble.
- Hacer visualizaciones. Imaginarse en situaciones que lo atemorizan por su lesión, como las va a enfrentar que va a hacer ? Pero también visualizarse RESOLVIENDOLAS, teniendo buenos resultados. No es “atraer pensamiento” es preparar a nuestro cerebro para tener alternativas de solución, declaró Chicahuala.
Como se detalló anteriormente, en el caso del 70% de los jugadores toman las lesiones como algo negativo. Pero, aproximadamente 3 de cada 10 jugadores lo toman como algo positivo. Tal como detalla el entrenador de la Universidad de Cuyo, los que pueden usar la lesión de forma positiva mejoran su rendimiento notablemente. Audio de Bruno Valpreda
“Nuestro trabajo sería, seguir
potenciando a aquellos que ven las lesiones como una herramienta de progreso y mejora y seguir acompañando a los que les influye negativamente”, señaló el entrenador.
Según el punto de vista de Valpreda, el entrenador que se encuentra en situación de acompañamiento, debe tomar ciertas medidas que normalmente harán que el jugador se sienta acompañado. Esas medidas son:
- Evitar excluir al jugador de los entrenos.
- Armar dinámicas específicas para el jugador.
- Insistir en que siga yendo con el grupo.
- Escuchar su punto de vista sobre lo que se está trabajando..
- Interesarte por la etapa de la recuperación en la que está.
- Comunicándose con los profesionales que lo están tratando, demás.
Lo que se busca en ese momento es seguir desarrollando el proceso técnico ya sea, jugadas preestablecidas, estudiarlas. Visualizar cada ejercicio de los entrenamientos los cuales ayudarán a estar un paso más adelante en lo táctico, aunque en cuanto a lo dinámico estará estancado por el tiempo al que se deba cumplir la lesión. Ganándole tiempo, al tiempo.
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