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El arte drag nacional ya tiene su estrella: del under a trabajar para Disney y filmar con Tini


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La estrella del drag nacional, que trabajó para marcas internacionales como Jean-Paul Gaultier, Marc Jacobs y Disney habló con ETERDigital sobre su recorrido artístico y el crecimiento de este género a nivel global.


Me pide que la espere en la esquina de Nicaragua y Dorrego. Nos saludamos al mejor estilo europeo, solo que sin tocar nuestras mejillas, “para no arruinar el make up” . Me subo a su auto.

Ella es Miuka Underground: 1,80 de pura esbeltez y elegancia, enfundada en un catsuit de látex rojo. Su rostro está maquillado con maestría: ojos enmarcados por strass, largas pestañas postizas y una boca carmesí, milimétricamente delineada para ser el centro de atención y  una peluca cobriza se mueve hacia un lado y al otro al momento de doblar en cada esquina.

Fotografía cortesía de Miuka

Pero… ¿Quién es esta intrigante figura? Miuka nació del amor al arte, años de comedia musical y ver a Rupaul en la TV. Hoy en día, es una destacada figura del drag nacional. Multidisciplinaria, demuestra habilidad y experiencia en maquillaje artístico, actuación, danza, diseño y creación de personajes y en el arte del lyp-synch -una performance que consiste en hacer la mímica perfecta de canciones que suele acompañarse con vestuarios imponentes y coreografías-desde el año 2012. En sus looks y movimientos, siempre se destaca el glamour y la delicadeza.

Comenzó trabajando en fiestas y eventos a los dieciocho hasta conseguir su lugar en programas televisivos como Corte y Confección, La Jaula de la Moda y Showmatch . Participó en el último videoclip de Tini Stoessel, Chano y Fer Dente, es embajadora de varias firmas de perfumes, como Thierry Muglery y Marc Jacobs y desfiló para Valdez Shoes, la marca perteneciente a la modelo, Guillermina Valdez. Actualmente, se encuentra con varios proyectos entre manos, de los cuales no quiso adelantar nada. Se luce todos los jueves y sábados en el mítico Club 69, un show temático que se puede ver en Niceto Club.

Fotografía gentileza de Miuka

Ya en los camarines del teatro, mientras terminan de acomodar su vestuario de esta noche, se enciende un fino cigarrillo, aspira por la boquilla. Me mira y dice: “¿Empezamos?”

 ¿Quién es Miuka Underground? Definímela en tres palabras.

Es una Night Life Princess (Princesa de la noche en inglés) Es una princesa de la noche latinoamericana, me atrevo a decir. Es una diva, mejor amiga de sus amigas, una artista. Una artista completa (sonríe).

¿Qué fue lo que te motivó a adentrarte en el mundo del drag?

Es una construcción que viene desde muy chica, desde la génesis. A mí me gustaba mucho mirar películas e interpretar a sus distintos personajes. También a los femeninos. Entonces surge un programa que se llama Ru Pauls’s Drag Race. En ese entonces tenía doce o catorce años. Me re copó y ahí empezó el delirio que confluyó en mi arte drag.

¿Cuál era el panorama del drag nacional y/o local, cuando empezaste?

Muy under. A principios del 2019, me dan un reconocimiento del gobierno por utilizar el arte del drag queen como rama inclusiva. Comencé a montarme en el 2012 y la escena era muy under se relacionaba solo con el boliche, la fiestita, al teatro off-Corrientes. Fui una de las primeras en Argentina que se metió en la tele, en la radio, le hicieron notas, participó en programas. Comencé a habitar otros espacios que no estaban ocupados por drag queens antes, creo que por eso que me dieron este reconocimiento.

¿Cómo es ahora?

Hoy por hoy, la escena se masificó a nivel mundial con este programa que mencioné, Ru Paul´s Drag Race. Hay mucha oferta y demanda. Hay insumos, que antes no había. Tenía que comprar cuando viajaba.

Cambió drásticamente y no ha pasado tanto. Comencé a montarme hace nueve años y en el transcurso de este tiempo, se amplió y diversificó un montón.

Trabajaste para muchísimas marcas internacionales como Jean-Paul Gaultier, Marc Jacobs, Absolut Vodka, Mac… Pero cuando te vi interpretando a Cruela para Disney, aluciné. Contame de ese cross-over: Disney meets Miuka.

Fue un cross-over superinteresante. Las drags y lo queer está metido en el mundo de Disney hace muuucho tiempo pero ellos no lo admiten. Lo empezaron a admitir ahora, a partir de los nuevos paradigmas en cuanto a la sexualidad y género.

Fue muy interesante porque nunca nos esperamos este llamado de ellos. A mí me llamaron primera, con la Fabri Watson, para ver que nos parecía esta idea. Nos trataron con mucho respeto y fue muy divertido. Fuimos a hacer una actividad para las personas del equipo de Disney. Se filmó, se televisó, se hicieron fotos. Es algo que están haciendo en la empresa a nivel internacional. Fue muy lindo poder empezar a meternos en este mundo infantil que a veces es tan reticente. Tuvo muy buenas repercusiones. Ya nos ofrecieron algo super copado para el año que viene. Está buenísimo que el arte drag empiece a ocupar lugares donde antes no estaba, como decía anteriormente.

¿Seguís creyendo que el humano es naturalmente prejuicioso? ¿Por qué?

La gente le tiene miedo a lo que no conoce, como dice Ru Paul. Lo que hay que hacer es educar. Educando la gente deja de tener miedo, deja de prejuzgar y se pone a analizar cuáles son las opciones. Cuantas más opciones, más divertido es el asunto, ¿no? (sonríe perspicaz). Siempre va a haber gente que te quiera tirar abajo. Cuando la vida o alguien te quiere bajar, ¿Sabes lo que uno tiene que hacer? Subir a la terraza (ríe).

¿Cómo te preparas para tus shows y performances en general.

Depende. Depende del show, el momento. A veces te toca estar atr (acrónimo de “a todo ritmo”) y tenés que meter todo adentro de la valija, maquillarte en 20 minutos y salir. Pero la preparación de un personaje puede llevar hasta días, que es lo que más me gusta. Soy muy auto exigente con mi trabajo.

¿Con tus distintos personajes buscas compartir algún mensaje, entretener o ambos?

En realidad no. Defiendo el arte de la interpretación drag desde los comienzos. Le doy vida a diversos personajes y eso me divierte mucho.

 Estuve leyendo sobre Lalita Sabrosa, una drag mexicana, que contaba que ella tenía una Madre Drag, es decir, una madrina, y una Casa Drag a la que pertenecía y donde la ayudaban a prepararse antes de sus perfos. ¿Acá existe ese sentido de comunidad también?

Fotografía del Instagram Miuka (@imiuka)

Lo que cuenta Lalita es una realidad, pero no solamente en el mundo del drag, si no en la vida en sí. Nuestro arte fue mucho tiempo parte de lo oculto. Asociado a mucha gente que tiene otras perspectivas de género. Esto, usualmente, deriva en hacerles alejarse de sus familiares, grupos de ex compañeros del colegio o colegas del trabajo y decidir elegir otros vínculos más asociados a quiénes quieren ser. Una persona que se empieza a montar, se junta con otras que lo hacen y así se empiezan a formar las familias, madres y hermanas que se ayudan entre sí. La necesidad de formar un grupo de pertenencia termina en la formación de una familia adoptada

Contame un sueño cumplido y otro por cumplir.

El sueño cumplido, que me fotografíe Mario Testino y ser la primera foto de su nuevo libro. Fue muy flashero que me fotografíe él en mi país. Y sueños por cumplir tengo millones (se ríe coqueta) pero uno que me coparía cumplir en breve es viajar en avión privado con mis amigos.


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