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EL EQUIPO DEL SINDICATO


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El proyecto detrás del SAT, un equipo que en dos años llegó a una semifinal y luego logró un ascenso para ser uno de los primeros 17 equipos profesionales del fútbol femenino argentino.

Por Tomás Castellote y Nahuel Isella Muscato

El paro del Sindicato Argentino de Televisión, que pide una reactualización salarial para su sector, no afectó en absoluto los partidos de su equipo de fútbol femenino, como la derrota ante Independiente, ni tampoco el resto de las actividades del equipo.

Las jugadoras se encontraban concentradas desde el día anterior, como lo hacen para todos los partidos, en los bungalows que se encuentran a metros de la cancha. Incluso, cuando tuvieron que ir a Rosario, salieron un día antes para allá para poder estar descansadas.

Esto ocurría en el Predio 12 de Agosto, ubicado en La Piedad 599, Moreno,y que está a completa disposición de las jugadoras y el cuerpo técnico: cinco hectáreas con quinchos, canchas de pádel, básquet, fútbol 5, tenis, una pileta, además de los bungalows. 

También cuentan con otro predio en el Dique Cascallares, donde se entrenan de martes a viernes de 16 a 18. El club les pone el micro y junta a las jugadoras en el Predio 12 de Agosto a las 15:30 para llevarlas ahí, donde se encuentran con el director técnico, Roberto Putrino y los dos preparadores físicos. Allí tienen para elegir entre tres canchas, si es que no se están entrenando los de fútbol masculino. 

SAT se creó el 14 de noviembre del 2017. Es el club más joven que disputa una liga oficial de AFA. Gracias, justamente al fútbol femenino, que llegó de la mano de Roberto Putrino y Carlos Maidana. Putrino trabajaba en una productora y jugaba torneos internos de fútbol en el sindicato. Además, hizo la pretemporada con el masculino del SAT. Fue Maidana el que tuvo la idea y a través del técnico del masculino se conocieron y empezaron el proyecto. En un principio solo contaban con ocho chicas.Intentaron imitar dos modelos al empezar: el del club-sindicato de Camioneros y la forma en la que UAI Urquiza le daba trabajo a sus jugadoras. Así, varias de ellas se encuentran trabajando en el sindicato. Con la profesionalización, ocho ya firmaron contrato: Delfina Beccacece, Gisele García, Estefania Farias, Yamila Ruiz, Fernanda Ferrari, Elizabeth Martínez, Morena Chachagua y Zoraida Leguizamon. Solo ocho firmas, pero el resto recibe apoyo en parte de viáticos, cuenta Beccacece. Desde el sindicato se aseguran de pagar las operaciones, en caso de lesión como lo hicieron con Aldana Fernández. 

A partir de la profesionalización del fútbol femenino, el club debió ampliar su estructura de trabajo. Sumó un preparador físico extra e incorporó nueva gente al personal. Ya desde que competían en la B utilizaban micros como medios de transporte. La plata que les da la  AFA es útil  para cubrir los contratos, pero no alcanza para que se cubran más gastos. “El apoyo del Sindicato también es fundamental para el proyecto”, explicó Roberto Putrino, ya que  es el encargado de aportar económicamente todo lo relacionado a logística, estructura y la maquinaria, como lo son las ambulancias, médicos y además le da todos los elementos que necesiten para los entrenamientos (odómetro, pelotas, conos). A diferencia de otros equipos de fútbol femenino, el cuerpo técnico solo se tiene que encargar de lo que le compete a ellos. 

Las jugadoras, por su parte, deben cumplir con sus horarios ya que el fútbol pasó a ser un trabajo para ellas. Sin embargo muchas tienen otras obligaciones como trabajos o cuidar de sus hijos. “Algunas, incluso, trabajan de noche”, cuenta el nuevo preparador físico del equipo. Sin embargo, la mayoría se hacen tiempo para ir a los entrenamientos, donde suelen tener entre 20 a 25 futbolistas entrenando. Desde el Mundial de Francia 2019 que la gente comenzó a volcarse mucho más en la actividad y en el día a día del club, incluso las personas comenzaron a preguntar dónde se pueden comprar las camisetas de las jugadoras y el público en los partidos va incrementando cada vez más. Ante El Porvenir la tribuna que se ubica a lo largo de la cancha (que no solía estar en la Primera B) estaba llena. También aumentó la cantidad de mujeres que se inscribieron para realizar pruebas para el club, de alrededores y de afuera. Pasó de tener 8 jugadoras a más de 60 y ahora se mueve para conseguir mejores sponsors. Tienen un equipo de Reserva que va a disputar un torneo en noviembre. Además, tienen otro que disputa los Juegos Evita. 

Antes del partido contra Independiente, en el buffet del club se preparan las familias para mirar un nuevo partido de sus hijas y nietas y pasar el resto del día de la madre con ellas. En frente, a unos treinta metros, se encuentra la cancha, donde trabajadores del sindicato preparan las tres cámaras que van a filmar el partido, pero que no se va a transmitir debido al paro de Satsaid. 

A un costado de la cancha está el vestuario local. A las diez de la mañana se repiten varias cumbias que hablan de amor, mientras que las jugadoras cantan. Yamila Ruiz es la que pone la música. La Torera le dicen los relatores del sindicato, “Riquelme”, le grita un vecino que está colgado de un árbol de afuera mirando el partido.

 La música resuena en el salón de al lado, una habitación transparente con una hoja colgada en la puerta, que dice “Prensa” escrito con lapicera. Allí adentro, Adrián Pereyra (que luego relataría el partido para la radio del sindicato) está pasando a escrito las formaciones de SAT e Independiente para luego pegarlas en una de las ventanas para que la lean los siete periodistas que van a cubrir el partido. Este es uno de los nuevos sectores que se agregó pensando en la profesionalización.  Roberta Echeverría da por terminado el partido. SAT perdió por 3-0. Venían de sufrir una goleada ante San Lorenzo. Algunas se quedan a pasar el día de la madre con sus familias, otras se van. Pero el martes ya están todas de vuelta en el predio para tratar de romper la mala racha que vienen afrontando.

Elizabeth Martínez, la estrella santafesina del fútbol femenino

Es la máxima goleadora de la Liga Santafesina y actualmente integra el plantel del equipo de Primera del SAT.

Elizabeth Martínez

“El broche final sería ser profesional”, decía Elizabeth Martínez en una nota con Radio FM Chalet, en la previa de la final por el ascenso ante Real Pilar.  Por esa razón se vino sola a Buenos Aires en enero de 2017. Martínez nació un 4 de octubre en Santo Tomé, una pequeña ciudad que se encuentra en Santa Fé.  Comenzó a jugar al fútbol a los 14,en Paraná, Entre Ríos.  Jugaba torneos libres a los que su primer maestro y tío llevaba. Ella describe a su tío como la persona más importante para  haberse convertido en futbolista, ya que no solo la entrenaba,  también la apoyó en su carrera. Jugó allí aproximadamente tres años.

Su primer equipo fue el Santa Fé Fútbol Club, donde debutó en 2012. Llegó gracias a varios posteos y fotografías en Facebook. Curiosa y con ganas de seguir haciendo lo que venía haciendo con su tío en Entre Ríos, preguntó los días y horarios y se fue a probar, allí comenzaría la carrera de Elizabeth.

Martínez obtuvo en 2013 su primera distinción, el premio a la goleadora de la Copa de Oro y en 2014 cambiaría de club, ya que el Universitario de Paraná la sumaría a su equipo, salió campeona ese mismo año y  obtuvo el premio por ser la máxima goleadora de la Liga de Paraná. En 2015 volvería a su provincia  para jugar en Universidad Nacional del Litoral, ese año volvió a obtener el premio por ser la que más goles hizo en la Liga Santafesina. En 2016 pasaría a formar parte del equipo Ciclón Racing, donde volvería a salir como la máxima goleadora de la Copa de Oro.

Martínez tenía  entonces puesta la etiqueta de goleadora. En todos los años  había obtenido una distinción por la cantidad de goles, pero en 2017 obtuvo una distinción diferente y probablemente la más especial, superó los 100 goles en la Liga Santafesina y se convirtió en la primera mujer en obtener este logro, pero a pesar de haber sido la máxima goleadora de la provincia de la bota, le faltó obtener algún título.

En 2017 pasaría a jugar al Club Náutico El Quilla, donde se quedaría tan solo un año para poder pasar al Logia FC, sin haber podido salir campeona en Santa Fé, algo de lo que se lamenta, en el año 2019 la llamarían de Buenos Aires, más precisamente del SAT. Según ella, convirtió más de 150 goles tras la marca por la que la conmemoraron. 

En agosto de 2018, el equipo femenino del SAT había ido a Santa Fe a jugar amistosos con Rosario Central, Unión y Logia (donde se encontraba Martínez). Tras un trabajo de convencimiento de Claudio Maidana, en enero de 2019 ella se sumó al club, a jugar de volante por derecha, una posición donde no tenía jugadoras. “Vengo a cumplir un sueño”, dijo en ese momento, Martínez. 

Tras un par de partidos en los que sufrió una lesión, se empezó a ganar la titularidad. Como volante por derecha o izquierda y con su velocidad explotaba las puntas y complicaba a sus rivales. 

En la final, hizo la asistencia para el gol de Sofía Ojeda que le dio el ascenso ante Real Pilar. En una cancha embarrada, con las camisetas blancas ya de color marrón, cumplió el sueño al que se había embarcado al llegar a Buenos Aires: ser una jugadora profesional de AFA.


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