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El Ninja del Conurbano que habla de “vosotros”


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Japón tuvo en su plantel a uno de los jugadores más particulares del Mundial Sub-20. Niko Takahashi ya pasó, además, por las juveniles de la Selección Española y sueña con hacerlo por las de Argentina. ¿Cómo puede ser que esto sea posible?

Por Santiago Aceituno

Niko Takahashi es una de las figuras mediáticas del Mundial Sub-20: por su talento, por sus orígenes y por su actualidad en las juveniles de Barcelona.

Orden oriental, formación europea y sangre sudamericana. Pareciera salido de un laboratorio, pero es producto de un mundo cada vez más globalizado y en el que la multiculturalidad abre puertas cada vez más profundas.

Nació en Cornellá, Barcelona, tierra que sus antepasados jamás conocieron y cuya posibilidad de concebir futuros ¨prodigios¨ de la pelota aumenta día a día al compartir territorio con una de las grandes canteras del balompié internacional. Lo que suena menos probable es que alguien pueda representar a selecciones de tres continentes distintos.

Fruto de una dictadura en Argentina que obligó a su padre, Federico Cendagorta, a dejar La Plata con su familia y buscar mejor vida en España cuando tenía solo seis años. También de una mudanza desde Inglaterra, donde su madre, Kaori, estudiaba el idioma, hasta Cataluña, con su pareja española de ese entonces. Así, la comunidad autónoma del noroeste sirvió como punto de encuentro para sus progenitores.

Es lateral izquierdo y está próximo a cumplir 18 años en un par de meses. Takahashi se unió a La Masía en 2019 escalando cada etapa de juveniles. Su apodo, el “Ninja del Conurbano”, tiene nula conexión con la primera selección con la que trabajó, La Roja, en la categoría Sub-16 dos años atrás. En aquel momento, decía que quería probar las tres antes de definir cuál representar en mayores, y Japón fue la segunda en disfrutar del chaval-pibe-kodomo. Con los Nipones, disputó la actual Copa del Mundo Sub-20 y debutó, justamente, en la ciudad de la niñez de Federico, quien sigue incrédulo por la coincidencia. Y en la que se estrenó con una victoria 1-0 sobre Senegal ocupando su carril natural, aunque luego el equipo no pudo pasar de ronda.

Para cumplir ese deseo de probar suerte con todas sus raíces solo le faltaría ponerse la albiceleste. Aún tendrá competencias para evaluar el entorno sin ser un compromiso que lo ate definitivamente al combinado argentino, del cual se conoce su interés de incorporarlo de cara al futuro. 


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