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El peruano Chumpitaz recordó el día que amargó a los argentinos


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El exdefensor de la selección incaica dialogó en exclusiva con Eter Digital sobre cómo fue aquel 31 de agosto de 1969 en la Bombonera, donde Perú se quedó con el pase al Mundial de México 70, tras igualar 2-2 ante Argentina.


México 1970: la mayor de las ausencias

Brasil venía de ganar dos de las últimas tres Copas del Mundo y se encaminaba con el mejor jugador de la época: Pelé, que con dos en su haber, buscaba su tercer campeonato mundial. Pero la Selección Argentina aún no tenía su viaje asegurado. Debía ganarle a Perú en la última fecha de las Eliminatorias para comenzar a hacer las maletas.

“El estadio estaba lleno, sabíamos que iba a haber mucha presión, pero debíamos poner todo el empeño para sacar el partido adelante”, comentó Héctor Chumpitaz, referente de Perú, al comenzar a recordar aquella tarde de agosto del 69 en la Bombonera de Buenos Aires.

En la previa del encuentro, los jugadores peruanos se concentraron en el predio de Boca Juniors. “Había un montón de gente, pensamos que eran hinchas peruanos que nos saludaban pero eran argentinos y nos insultaban”, señaló y continuó: “Luego, camino al estadio, nos gritaban ‘¡¿para que vinieron?!’ , y Roberto Chale, que era palomilla (bromista), les decía ‘no, hemos venido a  hacer compras al Once’, porque siempre íbamos a Argentina paseábamos por barrio Once”.

Argentina venía de perder con Bolivia en La Paz y con un empate les alcanzaba a los peruanos, pero la Albiceleste necesitaba los tres puntos. El partido se disputó en la Bombonera, un año antes del comienzo de la Copa Mundial. Con un estadio repleto y lleno de expectativas el partido comenzó y todo era ilusión para los locales.

Chumpitaz rememoró cómo estaba el estadio: “Estaba lleno, sabíamos que iba a haber mucha presión pero debíamos poner todo el empeño para sacar el partido adelante”, además agregó: “Didí (entrenador de Perú) nos había comentado que teníamos que salir a calentar antes de que salieran los árbitros, para agarrar a los hinchas distraídos. Y así fue, cuando se dieron cuenta, ya estaban los jugadores argentinos y cantaban por ellos”.

El cero estuvo presente hasta el minuto 64. Ramírez colocó el 1-0 para la visita. Todo era catástrofe hasta que a falta de 8’ Albrecht igualó de penal y el Mundial estaba a tan solo un gol. Pero Ramírez estaba intratable: dos minutos después puso el 2-1 y Argentina se despedía de la posibilidad de viajar a México. A pesar del gol de Rendo en el minuto 90 para lograr la igualdad 2-2, la decepción en el estadio se hizo notar y la cuarta ausencia en los Mundiales fue la más dolorosa. No hubo problemas políticos, simplemente la falta de resultados futbolísticos fue la que privó a la Argentina de la clasificación.

Chumpitaz habló de cómo fue el post partido: “Nos demoramos en salir. La gente estaba molesta con sus jugadores, tuvimos que hacer tiempo. Como habíamos clasificado nos quedamos hasta el día siguiente. Cuando salimos la gente nos saludaba, era una mezcla de peruanos y argentinos”. Al otro día fueron al barrio Once a pasear, tal cual les había dicho Chale a los argentinos que habían ido antes del encuentro a molestar a los peruanos.

Por último, el defensor que además fuera capitán de Perú al noche de 6 a 0 en Rosario del Mundial 78, añadió: “Nos veíamos con posibilidades, íbamos con mentalidad ganadora porque hicimos una buena campaña. No fue fácil, hicimos mucho sacrificio, jugar en la selección es defender a tu país. Haber ganado el primer partido 1-0 de local ante Argentina nos dio la posibilidad de con un empate clasificar. Por eso fuimos con tanto ánimo”.

Este no fue el único, hubo otros tres Copas del Mundo en los que la celeste y blanca no se hizo presente. Aunque aquellas veces no fueron por no clasificar, sino por decisiones políticas y económicas que terminaron de frustrar el sueño mundialista.

Francia 1938: primera falta

A vísperas de la Segunda Guerra Mundial se disputaba en el “Viejo Continente” la tercera edición de la Copa Mundial de Fútbol. Francia albergó uno de los eventos deportivos más importantes y le sacó esa posibilidad a la Argentina y a Alemania. Con una candidatura firme, el país sudamericano esperaba con ansias organizar el Mundial. Tenía todo a favor: se suponía que las sedes alternarían entre América y Europa. La primera había sido en Uruguay y la segunda en Italia. Como si fuera poco, el mismísimo Jules Rimet, presidente de la FIFA por aquellos años, viajó a Argentina y había comentado que las posibilidades de que se lleve a cabo en ese país eran grandísimas. Pero con influencias francesas en el ente más grande del mundo del fútbol, se decantó por aquel país.

Disconforme y molesta, Argentina organizó un boicot y se rehusó a jugar. Se sumaron a la causa México, Costa Rica, El Salvador y Colombia entre los más destacados. Hicieron lo mismo y los únicos clasificados por parte del continente americano fueron Brasil y la sorpresiva Cuba, que tuvo su única participación en una Copa del Mundo. Pero a último momento se arrepintió: le pidió a la FIFA la posibilidad de disputar el Mundial sin jugar las Eliminatorias e incluso la revista France Football apoyó la causa ya que la calidad y el juego de Argentina era meritoria de viajar a Francia. Le dieron el visto bueno, pero hubo un inconveniente: los equipos se negaron a ceder a sus principales jugadores y la AFA debió tomar una decisión. Francia 1938 fue la primera, de cuatro ausencias de la Albiceleste en una Copa del Mundo.

Brasil 1950: Perón decidió no viajar

Hubo que esperar 12 años para que se vuelva a disputar un Mundial. La Segunda Guerra había arrasado con Europa y el mayor torneo de fútbol fue suspendido en dos ocasiones: 1942 y 1946. Brasil albergaba la cuarta edición de la Copa del Mundo y el trofeo volvía al continente americano. Otra vez, Argentina se enojó con la decisión tomada. Pero esta vez no fue el único motivo por el cual se bajaron del Mundial. Una huelga de los jugadores del fútbol argentino que exigían salarios y Colombia, que ofrecía a las grandes figuras sueldos difíciles de igualar, hicieron que el presidente Juan Domingo Perón decidiera que no viaje una delegación a Brasil. Además de la fuerte rivalidad que había nacido ante el país vecino en 1946 tras una victoria por 2-0 en el Monumental que terminó con una batalla campal. A partir de ese momento la relación entre las federaciones se tensó y ni siquiera se podían disputar amistosos entre clubes de ambos países.

Para dar contexto, la posibilidad que había de alzar la Copa Mundial eran altas: la Albiceleste venía de ganar los Sudamericanos de 1945, 1946 y 1947, y se ausentó en 1949 porque se disputaba en suelo brasileño. Pero sin sus grandes estrellas y en medio de una polémica en el fútbol local, la baja fue inevitable. Así pasó otro Mundial sin la selección de forma consecutiva.

Suiza 1954: otra vez afuera

Europa estaba destrozada por la Guerra, Alemania se encontraba en el medio del milagro económico y la pelota otra vez se hacía presente en el Viejo Continente tras 16 años de ausencia. Por tercer Mundial consecutivo Argentina decidió no disputarlo. A pesar de haber vencido 3-1 a Inglaterra en el Monumental en 1953 y de demostrar que estaban a la altura, el enojo fue mayor.

La copa se disputó en Suiza porque la FIFA cumplía 50 años y sus oficinas estaban y están en suelo helvético, además de que se mantuvo neutral en la Segunda Guerra y tenía el visto bueno de todos los países. Pero Argentina, al igual que en 1938 y 1950, decidió no participar. ¿Los motivos? Mala relación con varias confederaciones sudamericanas y, por supuesto, con la FIFA por aquella sede de 1938. A todo esto se le sumó la estrategia política de Juan Domingo Perón, que no veía con buenos ojos la participación de la Selección Argentina en el Mundial.


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