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Espejo, Espejito – El vínculo con uno mismo


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Varias personas individualmente se encuentran frente a sí mismas. Comenzamos con un dilema: ¿Quién soy? ¿Cómo me autopercibo? ¿Qué imagen me devuelve el espejo? ¿Cómo me influye la mirada de los otros? ¿Qué fantasmas me atormentan? ¿Qué anhelos me hacen palpitar? 


Esta nota es como una pintura construida en base a la intervención de personas que aportan su mirada sobre sí mismas y que entre todas construyen una imagen única e irrepetible, necesariamente imperfecta e inacabada. Se muestran tal como se descubren, tal cómo se piensan. Algunas responden con seguridad, otras piensan, dudan, se cuestionan. Cada persona aporta varias piezas que, juntas, van completando un rompecabezas que de algún modo refleja a nuestra sociedad.

Diferentes mundos comparten este espacio. Las unifica una cuestión esencial, son ellas mismas que eligen mostrarse. Fue planificada para que, a través del anonimato, se expresen con libertad. Sin embargo, luego hubo pleno consenso, entre quienes participaron, en dejar al descubierto sus nombres. Luego aportaron poemas, canciones, videos, audios, fotos para darse a conocer. No hay nada que esconder.

Como una maga englobadora, aparece la figura de la Licenciada Diana Hunsche. Su testimonio explica, desde la psicología, la problemática actual de la relación de las personas consigo mismas y con sus complejidades inherentes. Pero falta alguien más: la nota se completa con vos. Con tu lectura y tus aportes la pintura se vuelve más viva y real; late a tu propio ritmo; nuevos colores la transforman y la enriquecen. Tu participación será única y personal.

Tal vez al responder puedas encontrar algo de vos mismo/a que permanecía oculto.

Instructivo de uso. Podés abordar la nota de distintas maneras:

  1. Comenzá con el testimonio englobador de la Lic. Hunsche. Hacelo en forma parcial o total.
  2. Leé el testimonio completo de una persona por vez, en forma secuencial o aleatoria.
  3. Scroleá el relato de una persona y enfocate en los temas que llamen tu atención.
  4. Leé de cada protagonista su mirada sobre un mismo tema.
  5. Mirá únicamente las fotos, audios y videos de los protagonistas.
  6. Finalizá con la lectura de la licenciada luego de incorporar las miradas individuales de quienes te hayan interesado.
  7. Cualquier otra variante que surja de tu inventiva personal.

¿Y por casa, cómo andamos?

Tu mirada puede transformar y nutrir esta nota. Te invitamos a preguntarte: Y yo, ¿cómo me vinculo conmigo mismo/a? En “Comentarios” podrás escribir tus vivencias y descubrimientos. Sentite libre de explayarte y formá parte de esta experiencia colectiva. El anonimato es opcional.


Lic. Diana Hunsche

64 años

Psicóloga, autora de “A Terapia ¿Yo?”, de Editorial Oceano.

El “Sí mismo”

Es el modo que tenemos de autopercibirnos. Tiene que ver con la percepción que uno tiene de sí mismo.

Los mandatos

Los mandatos son algo que recibimos, pero los tenemos que cuestionar y desmenuzar y ver hasta qué punto coincidimos o no, pero en forma profunda. Puede que algo de los mandatos a vos te venga bien, pero tiene que ser por coincidencia, no por obediencia.

Los mandatos se tienen que cuestionar de tal modo que la segunda generación evalúe si tienen que ver con un deseo no cumplido de sus padres, con una imposición que viene de arriba que puede ser hasta de los abuelos. Por ejemplo, una familia donde todos son abogados. Eso es algo que puede producir muchísima infelicidad en mucha gente.

Redes sociales

Hay un ideal del yo que está plasmado en las redes, pero que nada tiene que ver con el yo real. Tiene que ver con lo que queremos mostrar y no lo que realmente somos. Esa diferencia genera mucha angustia. Por ejemplo, me ha pasado de ver una pareja que en las redes estaba muy bien, pero la esposa me llamó para tener una sesión porque estaba en una crisis matrimonial tremenda. Acababa de postear una foto de la familia feliz, y sin embargo estaba en una crisis profunda.

Hay un doble mensaje; como si fueran dos vidas paralelas: la que vivimos y la que queremos que los otros vean. Existe un mandato de que tenemos que mostrarnos en las redes siempre felices, contentos.

Parecer, ser, tener

La gente vive las cosas para después poder decir que las vivió. Tiene que ver con el parecer. Con el parecer tener y con el parecer ser. En el fondo no importa si uno lo tiene o no. Lo que importa es que el otro lo crea. Esto ocurre con el surgimiento de las redes sociales. Antes, también existía pero en forma más limitada, dentro del ámbito en el cual uno vivía. En este momento es más masivo; todo está muy controlado. Las fotos que parecieran ser espontáneas y naturales, muchas veces están muy medidas y armadas, específicamente para generar una reacción en el otro.

La mirada del otro

En muchos momentos es persecutoria y angustiante. Uno tiene que estar siempre a la altura de parámetros sociales hegemónicos. Es una exigencia. Por ejemplo, a veces por cuestiones profesionales, uno tiene la costumbre, la “obligación” de postear tres veces por semana.

El cuerpo

El cuerpo es un mapa que contiene las huellas de todo lo que hemos vivido. Cicatrices, visibles o no, es el reservorio de todos los miedos, de todos los placeres, de todo lo que hemos vivido a lo largo de la vida. El cuerpo manifiesta, el cuerpo habla. Especialmente cuando no hay palabra. Cuando no podemos decir lo que nos pasa, o aceptarlo o admitirlo muchas veces pasa al cuerpo.

Por ejemplo, cuando una persona siente un rechazo hacia alguien y le agarra una alergia. No puede manifestar que siente un rechazo hacia esa persona. Somos una unidad, cuerpo, emoción y la parte mental.

Es como la cinta de Moebius, que es una cinta donde la cara externa se continúa y se convierte en cara interna y la cara externa e interna es la misma. Y eso es el cuerpo. El cuerpo en relación a nuestras emociones. Lo que le pasó, no solamente a tu padre y a tu madre, sino a tus abuelos y bisabuelos, también puede impactar en vos sin que te des cuenta. Por ejemplo, una bisabuela que vivió la hambruna de una guerra, puede tener una nieta con tendencia a la obesidad que compense por esa falta familiar. En realidad no tiene que ver con su situación biográfica sino que remite a una situación familiar genealógica.

Todo lo que tiene que ver con la adicción, con la autoagresión y también con el placer está muy relacionado con los permisos que nos dimos, que nos han transmitido. De qué manera nos educaron en relación al cuerpo, como vehículo o como obstáculo.

El espejo

Existe lo que se llama el estadío del espejo que va desde el sexto mes hasta el año de vida. A un chico, en esa etapa, lo ponés frente a un espejo y queda embelesado con su imagen: no puede dejar de mirarse, está feliz, sonríe y se quiere tocar. De tal modo que al ver esa escena uno piensa que se está reconociendo en el mundo.

Lacan sostiene que en esa etapa la criatura cree que su cuerpo está fragmentado. Para él, es una conjunción de órganos que no se pueden controlar. Quieren empezar a caminar y se caen o quieren agarrar algo y lo rompen, o quieren alcanzar algo y no llegan. El espejo les da una imagen de lo que va a ser. El espejo, como promesa de un tiempo mejor, porque les muestra un cuerpo que está unido con un borde armónico, que se separa del resto. Un cuerpo que es perfecto. Es como si a mí me mostraran una imagen mucho más joven, esbelta y linda de lo que soy.

En los adultos, conocerse en el espejo es un proceso que partió de esa etapa y evolucionó. Es el resultado final de todo este proceso. Hay distorsiones: una anoréxica se va a ver siempre más gorda de lo que es y por eso va a seguir bajando de peso. Hay personas muy bonitas que de pronto se miran y quieren hacerse muchas cirugías. No están conformes con su cuerpo. Pero ahí surgen mandatos hegemónicos de belleza que son tan perjudiciales y que no permiten la diversidad, que es tan necesaria.

Los miedos

Todos nuestros mecanismos de defensa tienen que ver con nuestros miedos: existen personas que se paralizan, otras que contraatacan, otras que se escapan, otras que miran hacia otro lado y hacen como que el factor atemorizante no exista. Existen muchas reacciones ante el miedo. Hay algunas que son fantásticas. Por ejemplo, el humor. El humor es un mecanismo de defensa que nos ayuda a desdramatizar y a poder reírnos, incluso, de nuestras propias ridiculeces.

Otro de los mecanismos maravillosos que tenemos es convertir el dolor o el miedo en arte o en solidaridad; sublimación, se llama. Por ejemplo, una persona que perdió a un ser querido por una enfermedad terminal, decide generar una fundación de investigación para combatirla .

El miedo no es tonto. Tiene mala prensa pero es necesario. Una cuota de miedo nos ayuda a ver dónde está el peligro a nivel externo y nos ayuda a la supervivencia. Lo mismo se habla del estrés, que también tiene mala prensa. Un poco de estrés no solo es algo bueno, sino necesario para reaccionar ante situaciones en las cuales tenemos que actuar.

Frustraciones

Hay un aspecto de la frustración que generalmente queda muy escondido, no visualizado y es el enojo y se tiene que manifestar. No minimizarlo, no relativizarlo, no negarlo. La frustración, los sentimientos de humillación, los sentimientos de vergüenza, uno tiende a ocultarlos, oprimirlos, silenciarlos. En cambio, cuando se manifiestan en un formato artístico o de protesta o que tengan que ver con la solidaridad son maneras diferentes de tomar consciencia de la diversidad que existe.

Anhelos

Los anhelos tienen que ver con nuestros sueños, con nuestros deseos. Es muy importante poder identificarlos. La terapia ahí es muy importante porque es un acelerador de procesos. Porque una vez que identificás lo que querés, podés accionar haciendo lo necesario para conseguirlo.

La Edad

Hay una movida nueva que tiene que ver con esto de no forzarse a aparentar más joven. Por ejemplo, esto de que las mujeres puedan usar sus canas, lucirlas, y disfrutarlas; poder mostrar una panza a una edad en la que antes trataba de ocultarla.

Antes, la idea era seguir pareciendo joven, especialmente para las mujeres. Ahora se está pasando a otra instancia, que es disfrutar del cuerpo tal cual es: aceptarlo, mostrarlo.

Hay muchas campañas de concientización en ese sentido, que tienen que ver con las mujeres reales y no con las ideales. Con los varones pasa lo mismo en menor escala. Disfrutar de la edad pudiendo realizar muchos proyectos. Hoy, alguien de 60, 70 años y más puede tener muchos proyectos. Esto de que una persona pueda encontrar su segunda o tercera vocación o juntar dos o tres pasiones y llevarlas a cabo después de los 60 es un nuevo “permiso social”.

La muerte

Cualquier fallecimiento de un ser querido nos remite a la propia muerte. Siempre. Pero además, cualquier pérdida es la muerte de algo. A nivel simbólico, perder un trabajo, una pareja, una casa o el hábitat. El término de la pérdida muchas veces se concentra, en forma reducida, a la muerte de un ser querido. Pero la muerte en sí, la pérdida, es un concepto mucho más amplio que abarca todos los aspectos de la vida.

La relación de cada uno con la muerte tiene mucho que ver con sus creencias y con las experiencias anteriores de pérdidas de seres queridos. Cómo fueron elaboradas, si fueron tramitadas en forma positiva. En psicogenealogía es lo que tratamos de hacer.


Viviana Andón

56 años

Periodista y artista visual.

Presentación – Personalidad

Me parece que … soy buena persona. Creo que soy afectuosa, sensible y que tengo una vida interior muy rica. Ser buena persona es … ser honesta, empática, no tener ganas de joder a nadie, que si se equivoca lo hace por error y no por dañar a otro.  Mi personalidad, creo que tiene que ver con lo biológico y lo adquirido. Debo haber traído algunas de estas características, y otra gran parte tiene que ver con la forma en que me educaron.

El cuerpo

Mi cuerpo me importa. Me importa la estética, me importa la salud y tengo mucha conciencia corporal de las cosas que hago. Detecto cualquier irregularidad. Vivo, lo llevo a todos lados. Hago actividad física, hago yoga. Trato de disfrutarlo mucho. Lo cuido. Sobre todo desde el punto de vista estético y desde la salud, no voy a los médicos, esas cosas. Hacer yoga es cuidarlo para un bienestar que tiene que ver con la salud. Si tengo sexo, lo disfruto; si hago yoga, lo disfruto. Por ahora es más lo que disfruto que lo que lo padezco. Cuido mi peso, voy a mi dermatóloga frecuentemente porque me interesa tener una cara que envejezca saludablemente.

La moda

La moda me parece como un juego, como un espacio de frivolidad y descanso. Pero, además, suelo darle importancia porque creo que la manera en que te vestís, te arreglás, te predispone a ir a ciertos lugares.

Tengo un estilo clásico y de repente me pongo algo disruptivo, que nada que ver. Cortar de esa manera con ciertas rutinas, responder un poco al deber ser, y de repente: ¡CRACK! Y eso me gusta, como un efecto sorpresa.

El espejo

Noté que a medida que pasa el tiempo y desde que vivo sola, me miro menos al espejo. A veces pasa un montón de tiempo del día y no me miré. ¿Y qué veo? Me veo, ni me da placer lo que veo ni me molesta. En general veo algo que tiene que ver con mis sensaciones, emociones internas. Veo que en mi cuerpo está puesto lo que me pasa. Tanto lo que me gusta como lo que no.

Estar pasando un momento lindo me lleva más a mirarme al espejo. Porque es parte del disfrute sentirme bien respecto a mi imagen. Porque estoy más divertida conmigo. Cuando no estoy bien, no me gusta lo que veo. Si me veo con una mirada opaca, lo sé sin mirarme al espejo. No necesito mirarme para confirmarlo. lo sé.

Tiene que ver con que vivo sola, porque recuerdo que, cuando vivía en pareja me importaba estar “linda” para mi pareja. Yo podía estar en casa todo el día pero, llegaba mi pareja y o me bañaba justo antes de que él llegara o me ponía corrector de ojeras o algún tip para estar un poco mejor. Miraba cómo tenía el pelo. Ahora, como estoy sola, no lo hago tanto. Y por ahí también porque uno ya sabe el cuerpo que tiene, ya sabe cómo está, no tengo que estar chequeando todo el tiempo. Quizás, porque también uno ya no necesita esa seguridad, que en alguna época lo relacionaba con el cuerpo; la confirmación de que estás seductora no está puesto tanto ahí y porque a la vez cada vez sos menos para los demás.

La edad

Hay una parte que digo: “OK, envejezco”; y otra parte que envejecer, no me gusta tanto. No me gusta que en la cara empiece a aparecer un aspecto triste o de cansada. Esas son las cosas que trato que no estén.

Concretamente, voy a mi dermatóloga y con botox, con relleno, con tratamientos que se hacen en la cara, intento eliminar cosas que a mí me generan la sensación de una cara con angustia, con pesar. Con unas arruguitas que se hacen acá, que a mí no me gustan. Marionetas se llaman.

Me operé los párpados, porque los párpados se te van cayendo. Yo tengo la piel muy flácida y se van cayendo y van dándote una mirada más de cansancio, de angustia. Pero no me tuneo toda. No quiero parecer de 15, no me importa nada qué edad aparente. En general, me dan menos. Hay arrugas que me parecen lindas, como las patas de gallo. Si voy a mi dermatóloga, llevo una foto mía de hace 15 años y trato de que ciertos rasgos vuelvan a ese momento.

No me importa sentir angustia, pero no me gusta verla reflejada en mi cara. Es solo una cuestión de imagen, pero de imagen solo para mí. Cuando yo era chica me importaba no tener celulitis en la cola y en las piernas. Con el tiempo me di cuenta que la celulitis es sólo para los demás. Con lo cual dejé de interesarme en el tema. Como la celulitis no la veo, puedo tener el culo por las rodillas que me da igual. Problema de los demás.

La mirada del otro

La mirada de los que no me importan, no me importa. La de los que me importan, me pone muy mal cuando es una mirada que no me registra, que no me está mirando. Eso me genera angustia y puedo llegar a poner muchísima distancia a partir de reconocer eso.

Género

Mi género coincide con el de mi sexo biológico.

Orientación sexual

Soy heterosexual, pero puedo darme cuenta con qué mujer tendría sexo y con qué mujer no. En general, son mujeres que no tienen mi mismo aspecto. Me resultan sensuales las mujeres voluptuosas; y yo no soy voluptuosa. Obvio que probé cuando era más chica. Una vez probé sexo con una mujer y no me gustó nada. Después, nunca más sentí atracción por una mujer.

Mandatos

Yo tuve una educación religiosa desde los 5 años hasta los 17, y estoy a favor del aborto, siempre lo estuve. Cuando estaba en el colegio de monjas había cosas que me cuestionaba, pero apenas salí pude tomar posición y no tuve ningún ruido ético.

Traté desde la adolescencia en adelante, de deshacerme de los mandatos. Muchas veces, yendo a los extremos opuestos y después volviendo al mandato como un final de mi propio camino. Pero yo creo que hay muchos mandatos que están como acuñados en el inconsciente. Y yo los siento en el cuerpo. La razón puede argumentar en contra de esos mandatos, pero la acción los confirma.

Para mi mamá, ser madre era una cosa muy importante; me bajaba mucha línea sobre el tema. A mí me parecía que se equivocaba en un montón de cosas; juré no repetirlas. Con mis hijos, tal vez hubo un tiempo en que no las hice. No valoraba nada de ella en el modo de ser madre e intenté vivir la maternidad a mi manera. Tuve a Antonia (ahora Modo) a los 24 y a los 40 me descubría repitiendo cosas de mi madre que en otro momento detestaba. Pero sentía que tenía otro grado de honestidad frente a mí misma. Era otra cosa. La anécdota era igual, pero había sido una elección mía.

Hay mandatos con los  que me amigué. Con muchos volví, pero después de hacer mi camino. Rompí, rompí rompí y todo el camino me llevó al mandato. Ya era una elección propia.

Redes sociales

Uso Instagram y aplicaciones de citas. No publico en Instagram. Nunca me pasa que cuando estoy disfrutando un momento pienso en registrarlo. Jamás se me ocurriría. Alguna vez sí pensé, como artista, en hacer un anti-Instagram. Como si fuera un Instagram que muestra las miserias, mis miserias, mis momentos miserables.

Uso las redes de citas y me peleo todo el tiempo con ellas. A veces más, otras menos, pero no creo que sea posible encontrar un amor a través de las citas. En este momento, y desde hace un tiempo, me interesa la construcción de vínculos ¡pero es taaaan poco probable que eso suceda!, y es una sensación espantosa. Y pensar que lo hacen conmigo, también me parece espantoso. Estar pasando así como si miraras un catálogo de bombachas, uno y otro y otro.

Me revelaron mis propios prejuicios. Yo me considero una persona muy deconstruida, progre y sin embargo, me pongo frente a una aplicación de citas. En este momento, y desde hace un tiempo, me interesa la construcción de vínculos ¡pero es taaaan poco probable que eso suceda!, y es una sensación espantosa. Y pensar que lo hacen conmigo, también me parece espantoso. Estar pasando así como si miraras un catálogo de bombachas, uno y otro y otro.

Lo revelador que fueron para mí de mis propios prejuicios. Yo me considero una persona muy deconstruida, progre y sin embargo, me pongo frente a una aplicación de citas y es un horror lo que me devuelve. Por ejemplo, veo una persona que no tiene el secundario terminado, o solo el secundario y ya la paso. No me importa si en la foto es atractiva o no, veo que tiene una cortina en la foto que es horrible y la paso; porque me importa la estética.

Con algunas personas me encontré y no pasó de un café. Con otras, forcé la situación. Después de la muerte inesperada de Juan Pablo estoy en un permanente escaneo de mí misma. Entonces, tengo que ver qué quedó vivo y qué no y qué se modificó y ya no sé qué soy. Necesito ir a la práctica para darme cuenta de qué conservo de la antigua Viviana y qué no.

Entonces avancé para saber si no sentía nada con esa persona físicamente. Intentaba averiguar si era yo la que no estaba en condición de vincularme; si era el otro, esas cosas. Pero eso duró un par de meses y después caí en lo que siempre sospeché, que las aplicaciones de citas no son para mí.

Autopermisos o restricciones

Mi única restricción es la economía.

La muerte

A mí me gustaría estar muerta en este momento. Desde que murió Juan Pablo, no me interesa más vivir; pero estoy porque no terminé mi tarea básica de madre con mi hijo más chico.

Es una sensación muy rara. Yo siempre fui amante de la vida, devoradora de vida. Hace poco, fui a Brasil con un grupo de yoga.  La combi tomó caminos muy sinuosos y en altura y tenían un cagazo. y yo iba tan liviana…yo decía ojalá suceda así no soy responsable y no me importa. Y me di cuenta de cuánto cambia una persona que no pasó por esta situación de sentir que prefiere estar muerta, 

Hay una situación turbia respecto a la inseguridad, y a mí no me importa nada. Voy. Perdí todos esos miedos a morir. Es rarísimo. Yo estoy sola y me puede pasar algo a la noche y nadie se entera. Y no me importa nada. Lo pienso de mi hijo si le pasa algo, pero de mí misma, no. Desaparecen todos los miedos. Tal vez por eso todos los miedos son el miedo a la muerte, ¿no?

Vínculo con sí mismo

Al vínculo conmigo misma le falta recuperar algunas cosas que perdí con la muerte de Juan Pablo. Pero ya recuperé bastante y vuelvo a sentirme autosuficiente. Yo no necesito nada externo para no aburrirme. Siento que voy a cualquier lado y todas las montañas rusas de emociones las llevo conmigo. Nunca me aburro. Esa sensación la había perdido porque tenía mi mundo interno ocupado por dolor. Necesito mis libros y mis películas; más que eso, no.

Anhelos

Quiero vivir en un mundo de palabras. Todo el tiempo rodeada de palabras. Escribir, escuchar, hablar, todo en palabras. Igual me pasa que, por mi historia, uso muchas imágenes pero quiero vivir en un mundo de palabras. Quiero que me pase de leer a Lispector y convertirme en una ola sin necesidad de tomar ninguna droga.


Modo Silencioso

31 años

Poeta, música, artista plástica.

Presentación

Si tuviera que presentarme, diría mi nombre, Modo; y diría que vivo en el bosque y que me gusta mucho la poesía. Vivo en Curiñanco Aynil, que es el nombre precolonizador de Valdivia, a la falda de un cerro y rodeado de muchos ríos; en la costa, como a una hora de Valdivia. Tengo 31 años. Toco y recito en vivo. Me presento como Modo Silencioso.

Personalidad

Estoy bastante loco. (Risas). Soy muy sensible. A veces me cuestan las cuestiones funcionales o normales y tengo muchas herramientas para no solo sobrevivir sino aprovechar esta disfunción. A veces no me salen muy bien algunas cosas. Por ejemplo, estar con mucha gente no me sale muy bien.

Me gusta mucho la comunicación. Me gusta escuchar a los demás, pasar el rato, comer rico. Me gusta mucho la música, me gusta mucho pensar con los otros.

Soy malo para dormir. Duermo poco. Soy medio inquieto. Tengo el sueño liviano y me despierto muy temprano, al amanecer; un poco antes, también. Me suelo acostar temprano, pero a veces trasnocho e igual me despierto temprano. Me gusta la mañana. Siempre prendo un fuego con leña cuando me levanto, no tengo ni luz ni nada. En la mañana me estiro, a veces pinto y a veces tallo. Me gusta tallar la madera.

Género

Me considero un hombre. En situaciones, me nombro en neutro o sobre todo en femenino, como cuando toco en vivo, porque es un lugar que me importa llevar lo femenino, pero en mí intimidad soy un hombre. En las canciones digo por ejemplo: estoy cansada.

Orientación sexual

Soy marica, pero creo que está mal lo de marica. Ahora se dice bisexual, pero yo no estoy muy actualizado. Me quedé un poco en el bosque con eso. Nau es mi novio. Es no binario. Yo no me considero no binario pero no me molesta si me tratan así. Estoy abierto a otras relaciones, pero con Nau, te diría que es monogámica.

El cuerpo

Cambia mucho el contexto. Me relaciono distinto en mi casa que en la calle. En mi casa me gusta estar cómodo, hacer lo que quiero. En la calle, a veces pienso un poco en cómo se me va a ver.  Me visto más formal. Y con esto de lo trans, a veces me agarra esto de que no se note tanto, lamentablemente. Por ejemplo, hay una cosa que uso para el pecho, como un corpiño que te aplana las tetas. Esa cosa es medio incómoda. No la utilizo en mi casa pero cuando salgo, sí.

En lo que tiene que ver con el espacio más íntimo, hago cosas para sentirme más fuerte y más piola y que no me importen las miradas ajenas, lo cual me parece que es muy importante.

El Espejo

Me miro los ojos. Me miro la mirada. Como buscando mi emoción en la mirada. Ahora me veo un poquito cansado y brillante; igual, está luminosa … la mirada.

La edad

Me gusta el paso del tiempo. No creo para nada en algo progresivo. No creo en el progreso del progreso y tampoco en el progreso del tiempo. No siento que uno vaya envejeciendo. Son distintos momentos.

La mirada del otro

Con los afectos, me potencia mucho la mirada del otro: cuando un amigo te canta las cuarenta, o te dice algo que vos no ves, o te describe algo que no estás viendo.

Los mandatos

No siento que rompa tanto con mi niñez. Cuando me aproximo a lugares de libertad, me aproximo a lugares que habité de chico. Por ejemplo, no es que yo haya nacido mujer y que en un momento cambié a hombre. Yo nací hombre, como un hombre trans. Y en un momento con el pasar de los años, por lo que es la sociedad y distintas cosas, sí atravesé un momento de mujer o hice todos mis esfuerzos por poder hacerlo, pero no fue que yo nací de una forma.

El cuerpo

No nací con un cuerpo equivocado. Nací lo que soy, un hombre que sangra. Y después, con el correr de los años y con lo que es la sociedad, fui intentando parecer mujer, pero no siento que nací mujer, para nada. Sí que fui socializado como mujer. Me fui lejos de mi familia (madre Viviana), que no aceptaba ese cambio. Me fui lejos de muchas cosas que sentí que me ataban a ese ser mujer. Veía cómo mis esfuerzos por parecer a algo que no era me incomodaba. No me sentía cómodo, la verdad.

Redes sociales:

Uso el Facebook aunque dicen que ya no va más. Me gustan mucho los grupos de Facebook, para ver películas y para vender comidas o cosas. Uso el Instagram más de lo que me gustaría. Subo las cosas que hago. Subo cositas muy variadas, como la música o unas cucharas de madera que hago. También pinto, hago como unos cuadritos, entonces voy subiendo las cosas que hago. Y subo muchos covers de canciones que toco.

VIDEO EMBEBIDO RECITANDO:

Publico y también consumo. Intento que no tanto. Sigo a gente famosa y me entero de libros y películas para ver, o de música. Esa es la parte que me gusta. Y cosas que hacen amigos también. Pero no me gusta ver las historias y el dia-a-dia porque empiezo a estar en más de un lugar a la vez y no me funciona en esto de herramientas para que no se suelte la tuerca de la cordura. Mantener la falta de cordura, pero que no se lleve gente puesta.

Cuando te “megustó” alguien, un poco me mueve. Pero los primeros tres me gustan, después ya me olvidé y ya pasé a otra cosa.

Permisos y restricciones

Me doy muchos permisos. Soy muy hedonista. No me gusta trabajar. Estoy acá, soy muy contemplativo. Me gusta mucho cocinar.

Restricciones: tengo algunas. Ahora estoy con la autorrestricción de que me estoy obligando a terminar las cosas. Por ejemplo, estoy haciendo un invernadero y lo voy haciendo por partes, y me obligo a terminar cada parte. O estoy tallando un plato y también, me obligo a terminar tal lado. No paro hasta terminar porque me desconcentro muy fácil.

Anhelos

Mis anhelos son la organización colectiva. Poder tener distintas estructuras para habitar el mundo de una forma más piola, no tan extractivista, industrializada. Y para eso, sí o sí, hay que relacionarse en comunidad. Para defenderse también, porque no es fácil.

Frustraciones, miedos

Intento no escucharme mucho cuando ando frustrado. Siento que es un momento que puede cambiar. Una sensación de un momento. Me da miedo mi parte humana civilizada racional blanca (risas). La parte colonial del asunto.

Vergüenza

Todo lo que hago me da vergüenza, pero no quiere decir dejar de hacerlo. Si algo me da vergüenza seguramente igual lo tenga que hacer.

Tocando en vivo me pasa. Me ha pasado de transformarme más en un músico y después me costaba enloquecer más en el escenario, hacer cosas más ilógicas, balbucear, babear, escupir, tirarme al piso. Intento acercarme a eso porque aunque me de vergüenza me encanta, la paso super bien y a los demás parece que también les gusta. 

AUDIO EMBEBIDO:

La muerte:

Es muy distinto el tipo de muerte para mí. Pienso en la muerte de mis amigos o de la gente que quiero y me da tristeza o bronca cuando es injusto o muy explícito todo. Pienso en los animales, pienso en la industria. Pienso en la muerte también como algo nuevo. Me lo enseñó mucho el territorio donde estoy. A veces es necesario matar para que vivan otras cosas. No siempre es algo malo. Me cuesta mucho matar en mi interior, pero me ha pasado. Hay cosas que han muerto definitivamente.


Matías Alizeri

18 años

Estudiante de Ingeniería en Sistemas

Presentación

Creo que soy una persona … bastante tranquila. Soy responsable conmigo mismo, me entiendo. Pienso en qué hacer en el día, la semana, en el mes y estar cómodo. No desperdicio tiempo, tampoco me agobio. Verme ocupado pero en el buen sentido.

El cuerpo

Practico voley. Hago deporte tres veces por semana como mínimo y aparte voy al gimnasio porque siento que me quedo corto en musculatura.  Estoy mejorando. Cuando era  muy delgado, en la playa no me sentía cómodo con mi cuerpo.  No me gusta esa sensación y  por eso cada vez intento estar mejor: mejores brazos, un cuerpo más armadito, más balanceado por todos lados. Además me fijo mucho en cómo me visto.

El espejo

Un chico joven. Me veo más chico para mi edad, delgado, alto. Se nota que hago deporte, soy ágil. Tengo una buena imagen mía.

Orientación sexual

Soy heterosexual. Nunca dudé de mi sexualidad pero siempre estuve abierto … siempre estuve tranquilo de que, si sentía atracción por el mismo sexo, en mi casa no me rechazarían. Nunca se hicieron chistes en ese sentido. Nunca se cerró la puerta.

La mirada del otro

La mirada del otro genera mucha presión. Si estoy en la facultad y siento que me empiezan a mirar por alguna razón, me pregunto: “¿Por qué me miran tanto?, ¿qué está pasando?”

Si estoy en una clase y estoy contribuyendo mucho, a veces te miran de más pero en el buen sentido. Uno se destaca más y lo miran más. Cuando es una mujer, por atracción, a mi me pone un poco nervioso. Si me puede atraer … vemos.

Mandatos

Cuando me educaron, yo era una esponja que absorbía todo. Los mandatos son los que me plantaron mis padres. De mayor, soy mucho más crítico.

Para mí, lo que está mal es lo que perjudica a alguien o me perjudica a mí. Si yo sé que estoy haciéndole mal a alguien, por más de que no esté mal visto, no me siento cómodo con eso. Intento buscar la manera de hacerlo distinto.

En la primaria, la maestra nos daba muchos ejemplos sobre la empatía y eso me re-quedó. Ponerme en el lugar del otro. Ver a alguien que está mal y saber que es tu culpa me genera incomodidad.

Redes sociales

Uso Whatsapp para comunicarme con familiares, amigos, y con el grupo de la facultad. Tengo Instagram donde a veces subo fotos. Y cuando estoy con mis amigos subo fotos con ellos. Y subo memes y reels y se los comparto. Uso Twitter, para leer a gente que me causa gracia. También Youtube, solo consumo; principalmente videos humorísticos, juegos y videos para la facultad.

Sí subo una foto con mis amigos espero que respondan ellos para cagarme de risa. Si hay una foto mía, haciéndome el lindo, me interesa quién la ve, quién me responde.

En Instagram podés ver gente, amigos de amigos que te atraen, y ver qué te responden a las historias; te genera … un poco de emoción, un buen sentimiento.

Placeres cotidianos

La comida la disfruto. Me gusta cursar, amo jugar al voley, entrenar mi cuerpo, momentos que comparto con mi mamá, con mi hermano. Salir a pasear, hablar con mis amigos, boludear con la compu, ver videos y cagarme de risa.

Restricciones

Cuando sé que tengo que hacer cosas, intento privarme del ocio. La facultad está arriba de todo. Si estoy atrasado con una materia o tengo que rendir, reduzco las horas que estoy con la compu, entreno menos.

Sueños y anhelos:

Mis sueños se ven limitados por la realidad. Amaría jugar en una liga profesional de vóley pero es un anhelo lejano porque tenés que dedicarte el 90 por ciento a eso. Me gustaría dedicarme al área de sistemas, al manejo de datos, redes.

En el día-a-día, poder entrenar mi cuerpo. tener espacio para vóley y para estar con mis amigos.

A lo largo de la vida,  quiero viajar con mi familia, sacar a mi mamá y papá del país para que conozcan.

Miedos

Estar solo, solo, solo. Sentir que no puedo contar con nadie. Sentir soledad me genera mucho miedo.

Vergüenzas

Soy tímido; me da miedo destacar en público, me da vergüenza.

La muerte

Alrededor de los 15 años caí en la cuenta de que me iba a morir algún día. No podía dormir; me ponía a llorar.

Creencias

Yo lo manejo pensando que hay algo más después. Que hay un dios o que se reencarna, que no termina ahí. Intento no darle muchas vueltas porque es lo que me deja descansar. No tengo una respuesta.


Sergio Szwarcbart

64 años

Comerciante.

Presentación

Soy Sergio. Voy a cumplir 64 a fin de mes y soy comerciante en el rubro textil.

Soy  una persona que tiene buenas intenciones, deseo siempre el bien al semejante.  A la persona que está conmigo trato de protegerla y que se sienta bien.  En las relaciones que no son tan íntimas ni profundas, también me gusta hacer sentir cómoda a la gente.

Me siento liberado, no tengo resentimientos … hago lo que quiero, no tengo compromisos que no sean laborales. En mi tiempo libre soy  solitario. Puedo pasar mucho tiempo solo sin hacerme problema.

El cuerpo

Cuando me veo, me siento conforme. Por ahí me gustaría tener un poquito más de músculo (risas). Me veo bien para mi edad.

Imagen externa

No le doy demasiada importancia. Trato de sentirme cómodo. Me gusta usar cosas sueltas. Usar zapatillas, remeras y pantalones sin cinturón. No me gusta ir a la peluquería. Me di cuenta que puedo prescindir y cortarme el pelo cuando quiero yo y como quiero yo.

El espejo

Me veo con pocas arrugas y a veces no tomo consciencia de la edad que tengo. Me veo más joven.

La edad

Me llevo bien, aunque hay cosas que … siento que perdí ciertas aptitudes físicas. Me cuesta pensar en el futuro. Pienso únicamente en el presente. A mi edad el pasado se hace muy largo y el futuro muy corto (Risas). Entonces, lo mejor es ubicarse en el tiempo que uno vive. Trato de estar motivado e interesado de todo lo que sucede alrededor mío.

Orientación sexual

Heterosexual

Personalidad

Me considero una persona tímida, reservada. Aprendí a no renegar de mis características. A esta altura de la vida, uno se acepta como es y es muy difícil cambiar.

En mi trabajo estoy con gente todo el día. Entonces, en los tiempos que estoy libre, me gusta estar solo. Y si veo gente, tiene que ser por poco tiempo. Puedo prescindir de ir a comer afuera, prefiero comer en mi casa porque no como en exceso; lo que precisa mi cuerpo. Cuando voy a comer afuera siempre me lleno, como de más, y tampoco me gusta esperar la comida.

Me gusta caminar y camino al ritmo que yo quiero. No sé si soy egoísta, solitario o las dos cosas; o individualista.

La mirada del otro

Me afectaba cuando era más joven. Estaba más pendiente de la mirada del otro,y trataba de agradar. Pero ahora ya no estoy pendiente de eso. Me gusta que la otra persona se sienta bien conmigo; tanto en el trabajo como en mis vínculos personales.  No pasa por el hecho de tratar de agradar al otro porque sí, sino porque me surge eso.

Los mandatos

Jamás escuché a alguien que haya criticado a mi papá. Toda la gente habla muy bien de él. Siento un mandato de ser igual o imitarlo, de que la tradición familiar siga esa línea.

Redes sociales.

Uso Whatsapp, principalmente en el trabajo y para comunicarme con la gente en general. Además, es lo que uso en el trabajo. Facebook, para enterarme de algunas cosas y para relacionarme con amigos; por Instagram me comunico con algunas personas que no usan Whatsapp y por alguna cuestión de chusma, para ver algunas fotos o cosas generales. Y ninguna otra, creo.

Publico cuando tengo ganas de decir algo, que me sale de muy adentro. Podría también agarrar un papel y lápiz y escribirlas, pero por ahí tengo ganas de que las lea otra gente.

Anhelos

No tengo sueños ni anhelos. Trato de vivir el dia-a-día e ir resolviendo de la mejor manera lo que se me presenta. Tratar de disfrutarlo. Para mí, los sueños no existen. Existe vivir cada momento.

Creencias

Con el judaísmo, cada vez me vinculo menos. La gente que es creyente me da envidia porque me gustaría sentirme contenido por alguna religión, pero no lo siento. Me gusta ir a las iglesias cuando no hay misa; cuando la iglesia está en silencio. Cierro los ojos y trato de relajarme y no pensar en nada.

Miedos y vergüenzas.

Vergüenzas, no. Miedos, sí; a alguna enfermedad grave.  Es un miedo que está latente ahí. Convive conmigo.

La Muerte

Por un lado, la siento liberadora. Es parte de la vida. Es difícil imaginarse la muerte propia. Todos los días se escucha que se muere uno, se muere otro, se muere un amigo, se muere alguien conocido, un personaje público … y el mundo sigue andando. La muerte no la sentís, no te enterás.

A veces imagino qué sentirán los demás con mi muerte.  Mi hijo  es lo que más me inquieta. Me gustaría que él no pase un mal momento, que no sufra, que lo sobrelleve bien.

Vínculo con sí mismo

Aprendí a llevarme bien conmigo como con una pareja: aceptás como es y es la única forma de convivir en armonía. Hubo una época en la que tenía muchos conflictos. Por eso fui muchos años a una psicóloga. Es una etapa superada.

Restricciones

A veces me gustaría comer alguna comida o tomar algo y no lo hago porque me va a hacer mal … y autorrestricción siempre hay.


Adrián Viola

63 años

Profesor de gimnasia

Presentación

Mi nombre es Adrián Viola. Soy profesor de gimnasia. Me dedico a esto hace 40 años. En mi carrera tuve distintos “momentos”y pude evolucionar en la gimnasia a medida que fue cambiando. Empecé desde la danza, con aeróbica coreográfica en los principios de la aeróbica en la Argentina y fui tomando distintas disciplinas y aggiornándome a las nuevas modalidades. Eso me llevó a ser reconocido en el medio y me obligó también a estudiar mucho porque pedían que dé cursos explicando cómo era mi forma de trabajo. A partir de ahí, tuve un desarrollo hacia la parte docente y mejoré mucho como autodidacta y todo mi conocimiento hacia el trabajo del cuerpo.

Características

Soy una persona muy dedicada a mi trabajo. Vivo realmente el trabajo como placer, un hobby; es mi forma de vida. No puedo imaginarme si no estoy frente a un grupo de alumnos haciéndolos trabajar su cuerpo, mejorándoles su calidad de vida.

El cuerpo

Me llevo bien con mi cuerpo. A nivel físico, no busco tener un cuerpo de elite, no busco destacarme y que la gente diga por la calle: “¡wow, qué cuerpo tiene esa persona!” Simplemente busco tener un cuerpo que cumpla con sus funciones físicas básicas y, a mi edad, estoy contento de poder correr, saltar, agacharme. Tengo nanas como cualquiera, dolores articulares. El desgaste de la vida lo llevo con orgullo.

La edad

Tengo la suerte de no parecer la edad que tengo. Voy al supermercado y pido descuento por ser mayor de 60 años y las cajeras que no me conocen me dicen: “¿Ud tiene más de 60?” No me creen. Médicos que me han atendido ven mi ficha y ven mi edad y no lo pueden creer. Siento la juventud más en mi parte emocional y eso se refleja en lo físico. Siento que soy una persona joven y me gusta relacionarme y hacer las actividades que hace la gente joven pero no como un pendeviejo (risas).

Imagen externa

Soy muy estético. Estudié bellas artes, pintura, baile y todo lo que es la estética. Así que trato de vestirme coherentemente, que no sea algo que llame la atención por la calle por lo colorido de la ropa. Me gusta estar prolijo, pero en todo, porque siento que la prolijidad tiene que ver con el orden y creo que la vida es orden. El caos se ordena, y gracias a eso se logra la vida, así que el orden es algo muy importante en todas las facetas de mi vida.

Personalidad

Soy una persona muy solitaria pero en mis clases socializo mucho. Tengo muy buena relación con mis alumnos de siempre. Con la gente nueva, puede ser que tengamos o no tengamos feeling.

Mi familia siempre fue muy chiquita; vivimos lejos. En mi casa puedo pasarme todo un fin de semana haciendo las cosas que me gustan. Desde tocar la guitarra, ponerme a dibujar, leer un libro, lo que fuere.

El espejo

Cuando me veo en el espejo, me veo contento de la vida que llevé, de las cosas que hice y siempre habrá cosas que quedaron en el tintero, pero ya pasó el momento y no me tengo que quedar con resentimiento o con angustia por no haberlas hecho.

Orientación sexual

Soy homosexual. Toda mi adolescencia lo oculté, pero cuando empecé a tener mi vida sexual lo blanqueé con mi madre. A nivel laboral, al principio lo ocultaba, pero no por culpa. Simplemente, era mi vida y no quería que se sepa. Hoy por hoy, hablo de mi sexualidad con total libertad porque sé que no influye absolutamente en nada en la relación con la gente que me interesa. Si a alguien le influye mi inclinación sexual no es la persona que me interesa tener al lado. Trato de abrir mi mente y toda la gente que me conoce lo sabe.

Pareja

En una época, buscaba tener una pareja. Ya de grande, no. Me hubiera gustado sentirme muy enamorado y tener alguien al lado a esta edad. Pero hoy no siento la necesidad de estar en pareja. Creo que sacrificaría mucho de las libertades que tengo y cómo llevo mi vida. No quiere decir que si aparece alguien no estoy abierto a que pueda surgir el amor. Pero no vivo obsesionado por estar en pareja.

La mirada del otro

Depende la mirada de quién. Si alguien me critica o me mira y corrige y siento que tiene buen criterio para hacerlo, lo tomo. Si la persona que me critica sin saber, solamente me critica por criticar, lo ignoro.

El ser humano hace todo pensando en el otro, aunque digan que no. Todo lo que hace cada uno lo está mostrando constantemente en las redes sociales. Y eso implica que hay necesidad de decirle al mundo qué es lo que estás haciendo. No solo hacerlo bien por vos.

Redes sociales

Uso Instagram, Facebook, páginas gay para relacionarme con gente gay. Antes, las redes eran más abiertas. Ahora, los algoritmos te van autoseleccionando la gente que te lee.

Últimamente, en Instagram subo mucho actividades del gimnasio; Alumnos míos que lo ven, repiten lo que publico, otros amigos de ellos que hacen gimnasia les gusta y me siguen. Yo entro en los perfiles, veo qué características tiene esa persona y si es alguien que hace actividad física, que le gusta, que también publica cosas de gimnasia, la incorporo.

Dolor

No siento cosas que me angustien realmente, pero sí me inmoviliza ver personas que llevan una vida muy limitada por lo que fuere. Gente que está en la droga, gente que era muy sana y llevó una vida errónea, digamos y perdió el camino; de alguna forma me angustia. Pero lo veo como algo ajeno a mí. No me cargo con esa angustia.

Alegría

Parezco un tipo muy complicado y, sin embargo, soy re simple y capaz. Despertarme a la mañana y disfrutar la vida. Ir a hacer gimnasia al aire libre y disfrutar dos horas en un ambiente con gente que hace lo mismo que yo. Lograr pequeñas cosas para mejorar la funcionalidad de mi cuerpo. Andar en bicicleta, caminar al sol.

El trabajo es un hobby, un cable a tierra y nunca siento el pesar de decir: “¡Uy, tengo que ir a trabajar!” Sería muy raro que una mañana diga: “Hace mucho frio, no tengo ganas de salir de la cama”. Salgo, me visto, me abrigo y ya está.

Angustia

Hubo momentos en que tuve que hacer terapia porque tenía unos mareos y no sabía por qué. Me hice muchos estudios físicos y estaba todo en orden. Según parece, eran como un reflejo del organismo diciéndome que había cosas que hacía, no por placer, sino por compromiso. La psicóloga me dijo: “Adrián, no hagas nada que no tengas ganas de hacer”. Y así hago hoy. Mis amigos ya lo saben, lo entienden, lo respetan. Cuando estoy con alguien, lo bueno es que si estoy, es porque tengo ganas de estar.

El humor

Hubo una época en que era muy serio y buscaba poner una pared entre el alumno y yo. Tenía que ver con la inseguridad de verme como docente. Por ser autodidacta, necesité construir la imagen de docente que dirige a todo el mundo y todo el mundo escucha calladito lo que dice y lo respeta. Con los años fui tomando confianza, en mi papel de docente, y noté que la cosa jocosa abría esa pared y me relacionaba mucho mejor con la gente. Hoy, no puedo pensar en hacer una clase sin ese concepto. Yo puedo dar clase de elongación de pilates, funcional, de lo que sea y mi forma de hacer reir a la gente me conecta a la sensación de que están relajados y están conectados ellos también con la actividad.

Restricciones

Lo que tengo ganas de hacer, lo hago. Capaz que no lo hago en público, pero las hago. Solo, con una pareja sexual o con un grupo (Risas). Tengo libertad para hacer lo que quiero y cuando quiero. La única restricción que me pongo es cuando siento que algo atenta contra mi salud.

La soledad

Hay gente que lleva una vida social muy activa y digo: cómo me gustaría ser así. Pero no soy así. Si viviera otra vida, diría: “Qué lindo estar todo el día pendiente de amigos”. Cenas en las casas de uno, del otro, ir al teatro en grupo. Pero estoy bien como soy. No lo anhelo. Para mí, fin de año es un día más. Y lo puedo disfrutar si estoy con mi familia o con amigos, pero si tengo que estar solo no me jode, al otro día me levanto temprano y lo aprovecho como si nada.

La muerte

Es fuerte pensarlo. Básicamente es despedirme de la vida. Creo que nadie está preparado para morir. Lo que me aterra mucho es el sufrimiento, me aterra; pero no vivo preocupado. Me cuido mucho en cuanto a mi salud para no tener una enfermedad que me genere estar postrado.

El proceso de morir solamente, no me da miedo. Sí, el sufrimiento para llegar al punto de la muerte. Saber que te vas a morir dentro de un mes porque tenés una enfermedad terminal. Vivir ese tiempo sabiendo que te vas a morir, aunque no sufras, sería para mí muy angustiante.


Michele “Michu” Fleischer

22 años

Locutora de radio y estudiante de periodismo

Presentación

A alguien que recién me está conociendo le diría que soy una piba de 22 años, que mi vocación es la radio y la locución. Y también le diría las cosas malas: “¡Prepárense!, porque también tengo carácter. No va a ser muy fácil laburar conmigo pero le voy a poner onda”.

Personalidad

Soy apasionada. Disfruto cada momento, en mi trabajo, con mis amistades, en el amor. Me considero romántica, ambiciosa. Siempre sueño con más y más cosas. Y con superarme todo el tiempo. Me defino como una persona muy autocrítica, muy exigente, y muy dura conmigo misma. Ante una caída, ya no soy vulnerable a los golpes, soy fuerte.

También voy a terapia porque tengo el poder de enviarme señales de autoboicot, como decirme: “No voy a poder, me va a salir remal” y me pongo nerviosa. Cuando estoy en la radio y hay un jefe que me observa empiezo a tragar saliva, me falta el aire, se me corta la respiración; un laberinto sin salida.

Cuando me quiero concentrar en algo, lo puedo hacer realmente bien.  No me tiene que afectar que haya un jefe, yo tengo que demostrar que igual trabajo bien. Que hago esto, que hago lo otro, y si realmente me lo propongo, me sale impecable. Está todo en la mente.

El cuerpo

Me gusta mi cuerpo; estoy conforme. Tengo una buena alimentación y trato de cuidarlo.

La Voz

La voz me acompaña en el ámbito laboral, para hablar por teléfono, para comunicarme con todo el mundo. Antes no estaba muy conforme porque era demasiado grave y no podía salir de la zona de confort y todo lo hacía igual. No encontraba matices. Sentía que tenía una voz demasiado grave, demasiado rasposa y con la carrera de locución aprendí a trabajarla. Hoy puede variar, puede jugar, tiene versatilidad.  A través de la voz puedo transmitir un montón de cosas. Me gusta escucharme.

El espejo

Me miro todos los días. La cara, todos los días; de cuerpo entero, cada tanto.

Miro mucho la mirada. Me doy cuenta cuando estoy bien o cuando estoy mal en la profundidad de lo que veo en el espejo. Cuando tengo los ojos recontra cansados porque estuve trabajando todo el día, llenos de tristeza; cuando estoy hecha mierda y me miro a mí misma y digo, “vas a poder salir de esto”. O cuando estoy super feliz.

Me veo como una persona independiente, fuerte; representa toda la profundidad de lo que soy. Se ve lo que soy y lo que me representa. Con el flequillo, con mi look, con mi estilo; es lo que soy yo.

Imagen externa

Un poco se cuida y hay algo genético. Me gusta lo que veo por genética, porque yo soy chiquita, flaquita, pero me suelo dar mis gustos, no es que todos los días me recontra cuido, o que como todos los días una ensaladita.

El pelo es como una carta de presentación. Le doy mucha importancia, por eso voy a la peluquería, me hago un lavado, me plancho el pelo, A veces no, porque soy medio natural, y no estoy todos los días arreglada, pero me siento mucho más linda conmigo misma y mucho más segura cuando tengo el pelo bien.

Estoy mucho tiempo con la computadora por laburo. En mi casa, en ETER. Pasan los años y conforme pasa el tiempo puedo llegar a estar encorvada y no me gustaría.

La edad

Me gusta la edad que tengo pero me cuesta asumirla. Cada vez el tiempo se me pasa más rápido. En estos 22 años no siento que perdí el tiempo. Siento que hice todo lo que quise hacer, que logré incluso más cosas que lo que me podría haber propuesto para esta altura de mi vida. Esto recién empieza. Recién ahora empieza todo lo que quiero hacer. Y no tengo techo en eso.

En algunas cosas me siento nena y en otras cosas me siento más grande de lo que corresponde a mi edad. Nena, me siento en las cuestiones de los vínculos. A veces soy medio caprichosa y cuando no se me da lo que yo quiero en un momento determinado, me peleo con la realidad. Me cuesta asumir cuando alguien se comporta muy distinto a mí y  ahí tengo actitudes avasallantes que considero son de nena. Querer todo ya, de que se hagan todas las cosas que yo quiero.

Orientación sexual

Soy heterosexual. Me gustan los hombres nada más. Siempre fue así.

La sexualidad

Para mí, es un tema con el cual aún me cuesta vincularme, por miedos, por temores, por prejuicios, por cosas que nos inculcaron que había que hacer de una forma. Y yo soy medio anti-tradiciones. Siempre voy por lo que no hacen todos.  Prefiero conocer al otro, y hoy en día es todo tan esporádico en la gente de mi generación que yo ahí no encajo. Y me cuesta relacionarme con ese tema. Conmigo misma, me llevo bien, no tengo problema. Pero el tema es cuando hay que compartirlo con algún otro.

Los mandatos

Hay un montón de mandatos y yo siempre me rebelé contra ellos.  El mandato típico machista de que la mujer siempre tiene que estar arreglada, tiene que estar maquillada, hacer esto, hacer lo otro; y yo cuando tengo ganas me maquillo, me arreglo, y hago las cosas; cuando no, no. Y me rebelé con eso porque me gusta ser como soy. Al natural, sin tener que cumplir un mandato de estar siempre arregladita, ser una señorita. Después, dicen que somos bastante ordenadas y yo, la verdad que soy bastante desordenada, no es que entrás a mi cuarto y huele a jazmines. (RISAS).

Y el mandato de que los hijos sigan siempre la tradición; de que si salís con alguien que sea judío. No es lo primreo que me fijo en alguien. Si es una persona judía, me parece que está buenísimo, pero si no lo es, no lo veo tanto por la religión. Con el paso de los años, uno mismo elige lo que quiere hacer. Y lo mismo con esto de la sexualidad. Tenés que poder hacer esto a tal edad, tenés que … y yo hago las cosas a mi ritmo y siempre me manejé así.

La mirada del otro

Aprendí con el tiempo que me vaya resbalando cada vez más la mirada ajena. Es algo por lo que sigo trabajando hasta el día de hoy, porque me cuesta muchísimo. Pienso en el qué dirán. Mucho, mucho, mucho: “¡Uy me están mirando!” Soy muy perseguida.

Redes sociales

Estoy todo el tiempo conectada al Whatsapp, no sólo con los compañeros de la facu, sino con amigos, chicos, periodistas, agendas, para tener todo ahí al instante. Y mucho Instagram subiendo videos, subiendo historias, publicaciones, compartiendo una foto, una canción que me gusta para que escuche la gente; o para interactuar con los demás o para ver qué hace el resto con su vida o compartir algo de lo que hago en la radio; para darme a conocer, para que me pueda ver algún productor o alguien. Compartir mis entrevistas; para eso también la publico en Youtube. El Outlook, el mail, el Twitter, a veces para descargarme y para escribir cosas que me pasan y para ver el horóscopo (RISAS);.

Muchas veces subo una foto como para reafirmar y que me digan: “Che, ¡qué linda que estás!. Y cuando me lo dicen, me saca una sonrisa y si nadie me dice nada digo: “¡No, salí remal en la foto! la voy a borrar.” Muchas veces termino borrando porque no tuvo la cantidad de “megusta” que yo quería. Es refeo eso, pero es así. O capaz que a la gente no le gustó tanto, y a lo mejor, estaba haciendo otra cosa o se olvidó de darle “megusta”.

Permisos

Soy muy feliz cuando puedo  parar la pelota un poco y me digo: “che, no puedo creer que logré esto”. Me gusta ir al trabajo, también juntarme a tomar algo con una amiga o amigo; para mí es como: “el momento”. Me gusta ir al teatro, al cine, juntarme con mi abuela a ver una peli, comer algo en familia, ir a un karaoke, bailar.

Restricciones

La limitación no es conmigo sino con el otro. Si deja de haber respeto en algo, yo me alejo. Ese es mi límite en todos mis vínculos . En ámbitos de la vida me manejo libre.

Miedos

Muchísimos, muchísimos. Miedo al rechazo, a estar sola, y a ser muy muy muy muy grande y no haber podido cumplir mis metas. Miedo a quedarme con el paso del tiempo. Miedo a que sea todo monótono; que no haya nada nuevo, que sea todo igual; que pasen 10 años y esté igual que hoy. Y miedo a cuestiones económicas, o que le pase algo a la gente que yo quiero. A la muerte.

Anhelos

Tratar de ser lo más feliz posible.Tratar de disfrutar cada día como un anhelo. Tratar de no hacerme mala sangre; desdramatizar las cosas. Tratar de ser un poco más relajada, y después sí, poder independizarme. Poder viajar, poder conocer lugares, poder expandirme. Me gustaría ser una persona muy completa: saber inglés, saber cantar, ampliar todo lo que hago. Me gustaría encontrar el amor.

Creencias

Tengo un sentimiento de cariño hacia la religión, pero no soy religiosa. No, en el sentido ortodoxo. Sí, respeto algunas cosas de la religión y sí, creo en Dios. Y si tengo que hablar, puedo hablar en voz alta con Dios o para adentro; pero no soy una religiosa que me vas a ver con pollera larga.

La Muerte

Me da bastante miedo. Hay momentos que, de la nada me digo: “Che, la vida es esto”. Yo, hoy tengo 22, digo que soy muy joven pero el tiempo pasa rápido, pasa volando. Voy a ser grande, me pone mal la idea de que ya no voy a existir más; y no sé cómo se va a sentir eso. Si va a haber vida después de la muerte, si no voy a sentir nada. Y miedo a no estar para la gente que quiero. Sentir que me van a extrañar, o que yo extrañaría a alguien si se va. Tengo una idea de la muerte que no me gusta.

Vínculo con sí mismo

Hay un momento donde no me quiero mucho y me quiero dar una cachetada. Digo: “porqué hiciste esto, por qué hiciste lo otro”. Pero en la mayor parte de los momentos, creo que suelo encontrar un equilibrio en donde digo: “Bueno, me llevo bien conmigo”. Porque llevarse bien, también es aceptar lo que uno es; y lo que uno es también tiene las cosas negativas, no es todo un diez, un veinte.


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