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Estados Unidos: la historia del máximo campeón del fútbol femenino
La selección norteamericana tiene en su poder cuatro copas del mundo y sueña con conseguir la quinta en la novena edición del mundial femenino, a disputarse el próximo mes en Australia y Nueva Zelanda.

La selección norteamericana tiene en su poder cuatro copas del mundo y sueña con conseguir la quinta en la novena edición del mundial femenino, a disputarse el próximo mes en Australia y Nueva Zelanda.
Se pone en marcha una nueva edición del mundial de fútbol femenino. En esta ocasión la sede será Australia y Nueva Zelanda, donde desde el próximo 20 de julio y, por un mes, se celebrará la novena edición de esta competencia. EE.UU. es el máximo campeón coronándose en cuatro oportunidades: China 1991, EE.UU. 1999, Canadá 2015 y la última edición en Francia 2019. Desde aquel primer título obtenido en la primera edición del mundial hasta la actualidad, las leyendas pasan, pero el objetivo sigue siendo el mismo: el título de campeonas. Repasaremos el camino del equipo norteamericano de fútbol femenino en la obtención de sus cuatro títulos mundialistas.
El comienzo de la historia
Lejos quedó su primera participación a nivel internacional en Italia, donde en 1985 y con el auge del fútbol universitario, la selección norteamericana fue invitada a un torneo en la ciudad de Jesolo que se llamó “The Mundialito”. Pese a que los resultados no fueron favorables, comenzaba a chocar con las grandes selecciones a nivel mundial. Eso le sirvió para afrontar el primer mundial de fútbol femenino que se disputó en China. Michelle Akers se perfilaba para ser la referente y figura del equipo norteamericano, lo que ratificaría en esta primera edición que unió a las grandes selecciones del fútbol. Integró el grupo B junto con Suecia, Brasil y Japón. En su debut derrotó en un ajustado 3-2 a Suecia para después cerrar la fase de grupos con victoria 3-0 frente a Japón y golear 5-0 a la selección brasileña. EE.UU. avanzaba a pasos gigantesco y en las instancias decisivas, derrotó a China Taipéi (7-0); a Alemania (5-2) para llegar a la final del certamen frente a la selección de Noruega a quien venció por 2-1. Akers se convirtió en la figura del mundial y en la primera jugadora en convertir 10 goles en una Copa del Mundo llevándose la Bota de Oro, premio que se le otorga a la goleadora del campeonato.
¿Sabías que? El mundial de China fue el único que dio 2 puntos por partido ganado y todos los partidos tuvieron una duración de 80 minutos, disputándose dos tiempos de 40 minutos a diferencia del fútbol masculino.
El legado continúa
Tras obtener el tercer lugar en el mundial de Suecia 1995, EE.UU. volvería a ser campeón, esta vez siendo el anfitrión. Michelle Akers jugó su último mundial consagrándose campeona y obteniendo el reconocimiento a la mejor jugadora estadounidense con la Bota de Bronce. A diferencia de su primera Copa del Mundo, marcó tan solo dos tantos: uno en la goleada 7-1 frente a Nigeria en fase de grupos y el otro en semifinales donde marcó un gol de penal en la victoria 2-0 frente a Brasil. Otra vez, la selección pasó sin problemas la fase de grupos con puntaje ideal ganando sus partidos frente a Dinamarca, Nigeria y Corea del Norte. EE.UU. se perfilaba a ser la candidata y obtener su segundo título. En cuartos de final derrotó a Alemania y en semifinales a Brasil para llegar a la final del torneo frente a China. La final igualó 0-0 y la selección EE.UU. se coronó al derrotar en la definición por penales a su rival.

Esta edición contó por primera vez con 16 equipos y se implementó la regla del Gol de Oro. El único tanto en una definición por esta vía lo marcó la brasileña Sissi, en el partido de cuartos de final frente a Nigeria. También fue el primer mundial en el que se entregó la Bota de Oro, premio que se otorga a la goleadora del mundial, a dos jugadoras: la brasileña Sissi y la China Sun Wen.
El momento de la recuperación
Tras la obtención del tercer puesto en los mundiales EE.UU. 2003; China 2007 y el subcampeonato en Alemania 2011, llegó el momento de recuperar el trono y volver a los más alto de la competencia. En 2015 se celebró la edición mundialista en Canadá, donde el seleccionado norteamericano se coronó campeón. En esta edición comenzarían a aparecer varias figuras en el equipo que serían la base de una nueva selección. Desde su arquera Hope Solo quien fue elegida la mejor del mundial, pasando por la mejor jugadora del equipo Carli Lloyd quien fue distinguida en el certamen con el Balón de Oro, hasta la referencia de Megan Rapinoe comandando la voz de la experiencia. EE.UU. compartió grupo con Australia, Suecia y Nigeria donde finalizó puntera del Grupo D con 7 puntos, producto de dos victorias y un empate. A diferencia de las ediciones anteriores, esta vez se disputó una instancia más de competición: octavos de final. Ahí se enfrentó a Colombia: victoria 2-0 y pase a cuartos. En el camino apareció China, frente a la que salió victoriosa para así llegar a la semifinal del certamen donde enfrentó a Alemania imponiéndose 2-0 para llegar a una nueva final. Su rival, Japón a quien no le tuvo piedad. La goleó 5-2 con tres tanto de la mejor jugadora del certamen, Carli Lloyd. De esta manera, EE.UU. consiguió su tercera Copa del Mundo.
La última edición, hasta el momento, se disputó en Francia en 2019. Ya el seleccionado marcó una historia y continuaría haciéndolo. Varios apodos empezaron a crearse para calificar a esta gran selección de fútbol femenino: The Stars and Stripes, The Gals, entre otros. Su poderío quedó afianzado en esta edición donde nuevamente se coronaron campeonas del mundo y obtuvieron su cuarto título en ocho ediciones disputadas. Las campeonas en 2015 integraron el Grupo F donde avanzaron a la siguiente instancia con puntaje ideal al derrotar a Tailandia por 13-0, siendo la mayor goleada en un mundial (Alemania tenía ese título al derrotar a Argentina 11-0 en China 2007), 3-0 a Chile y 2-0 a Suecia. En octavos de final derrotó a España y en cuartos al anfitrión con el mismo marcador: 2-1. En semifinales se enfrentó a Inglaterra a quien también le ganó por 2-1 para disputar la final frente a Países Bajos. EE.UU. se impuso 2-0 con un tanto de Megan Rapinoe quien se coronó como mejor jugadora y goleadora del torneo con 6 tantos.
¿Sabías que? En esta edición se inauguró el VAR y se tuvo el debut de cuatro selecciones: Chile, Escocia, Jamaica y Sudáfrica.

En camino a ser Pentacampeonas
El camino de la selección estadounidense continúa. Esta vez, la cita será en Australia y Nueva Zelanda donde se celebrará la novena edición del certamen. Como en Francia 2019, las figuras de Las Yankies (The Yanks) están comandadas por Megan Rapinoe, quien disfrutará de esta edición con un sabor especial. La lucha del fútbol femenino continúa a nivel mundial para que se hagan valer los derechos que las jugadoras merecen tener. Megan logró algo importante en su país y comandó una lucha justa en su liga: obtuvo el derecho a igualdad de salario entre la Liga masculina y la femenina. Esto es una celebración para el equipo estadounidense y qué mejor que conmemorarlo obteniendo el Tricampeonato y alcanzando un total de cinco Copas del Mundo.
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“La verdad está en lo que se trafica vía la risa”
Del interior del portero eléctrico sale una voz cálida. “Ahí voy”, la misma voz que a través de una sonrisa indica el camino. Sobre la pared, tras la inmensa biblioteca, un gato Ramón mira desde la cómoda silla donde descansa. Su dueña es la psicoanalista y escritora Alexandra Kohan. Con una mirada crítica y un estilo libre de imposturas, presenta su último ensayo El sentido del humor, donde navega por las aguas de los fallidos, los desvíos y las risas.

Del interior del portero eléctrico sale una voz cálida. “Ahí voy”, la misma voz que a través de una sonrisa indica el camino. Sobre la pared, tras la inmensa biblioteca, un gato Ramón mira desde la cómoda silla donde descansa. Su dueña es la psicoanalista y escritora Alexandra Kohan. Con una mirada crítica y un estilo libre de imposturas, presenta su último ensayo El sentido del humor, donde navega por las aguas de los fallidos, los desvíos y las risas.
¿Hay algo de la actualidad que te haya impulsado a escribir sobre el humor?
Hay algo de la actualidad que me interesa destacar en un momento particular. Cuando escribí lo del amor efectivamente había muchísima proliferación de discursos prescriptivos alrededor del amor, eso me incomodaba mucho. Lo del cuerpo surgió más por la pandemia y lo del humor, si bien es un asunto que me importa hace más de 20 años y es un tema al que vuelvo. Los últimos años se han vuelto muy solemnes y entonces me interesaba agarrar eso. Son temas que en la actualidad cobran una forma particular que me interesa discutir.
En tu libro menciónás que para vos no hay transmisión ni práctica del psicoanálisis sin risas. ¿Por qué, cómo pensás el rol de la risa en el análisis?
La risa, el humor, son una de las cosas más emancipadoras que existen en el sentido incluso de lo instantáneo. En ese instante en el que se produce la risa algo se afloja, algo se alivia y ese alivio, por más que no se pueda constatar de manera duradera, abre y produce que pasen cosas que no pasarían. Sin la risa uno está agarrado a sus ideas, a su imagen, a sus prejuicios, a sus cosas y la risa rompe ¿no? Rompe ese modo en que cada uno de nosotros está agarrado a eso que cree que uno es y me parece que la risa en el consultorio ocurre bastante.
En el capítulo “Usted me ofende” hablás sobre la ofensa como una reacción de nuestros tiempos. ¿De qué forma crees que nos limita la indignación a la hora de producir reflexiones o de generar debates a través del humor?
La ofensa y la indignación son dos formas del impedimento. Todos nos hemos indignado y nos hemos ofendido pero desde ahí no se puede hacer nada, solo queda detenernos y regocijarnos en la propia ofensa y la propia indignación. Son sentimientos bastante individuales y morales, “yo me ofendo, yo me indigno”, existen y no digo que está mal que existan, lo que digo es ¿qué hacemos con esos sentimientos que son muy morales cuando lo que el humor viene a proponer es otra cosa? Es una salida del impasse el humor, nos saca de esa paz del impedimento porque suspende la moral, no porque es amoral, sino porque la suspende.
¿Crees que ofendernos y pensar que tenemos razón nos trajo donde estamos ahora?
A lo que nos llevó “me ofendo y yo tengo razón” es primero al aislamiento y a la rotura de los lazos comunitarios, no digo que eso sea lo único obvio, ni tampoco es tan directo causa efecto. Creo que si vos te encerrás en que vos tenés razón, en tu indignación y en quién tiene razón, se vuelve una lucha uno a uno y eso no tiene nada que ver con lo colectivo. Lo colectivo es justamente lo que no segrega las diferencias, lo que admite que tengamos razón vos y yo al mismo tiempo, aunque digamos cosas contrarias, como si dijera “vos tenés tus razones, yo tengo las mías, juntémonos y pensemos qué hacemos”. Para los procesos colectivos no importa quién tiene la razón, importa cuál es la fuerza que podemos obtener para para ir en contra de aquello que nos está destruyendo.
Entendiendo al humor también como ficción ¿Por qué crees que nos empeñamos en leer la ficción como una realidad fáctica?
La crisis del humor está cerca de la crisis de la lectura en el sentido de cómo leemos, cómo nos relacionamos con eso que leemos, cómo leemos todo un acontecimiento político, una ficción, una ciudad. La posibilidad de leer implica también entregarse a lo que no se sabe y sorprenderse. Si vos vas a leer una novela y confundis al autor con el narrador y crees que todo lo que hizo es expresión de lo que piensa el autor ya estás leyendo mal porque una ficción pretende ser leída como ficción no como realidad. La ficción tiene efectos de verdad, por supuesto, pero no de realidad. Mucho menos de la realidad de lo que piensa un autor. Para mí el humor va en la misma línea de la ficción. No sabemos qué verdad se articula en ese humor. La verdad no está en lo explícito del humor, está en lo que se trafica vía el chiste, la risa.
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A 17 años del Bronce de Los Pumas
En la Copa del Mundo de Francia 2007, Los Pumas lograron dos hechos históricos: ganarle dos veces al local y volver con la primera y única medalla de bronce en un mundial. En este informe, revivimos a través de algunos de sus protagonistas cada momento de aquella hazaña.

En la Copa del Mundo de Francia 2007, Los Pumas lograron dos hechos históricos: ganarle dos veces al local y volver con la primera y única medalla de bronce en un mundial. En este informe, revivimos a través de algunos de sus protagonistas cada momento de aquella hazaña.
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Juan Pablo Buscarini: “Hoy ya no hace falta hipotecar tu casa para filmar una película”
El premiado director argentino dio su perspectiva sobre el estado de la industria del cine, la evolución del medio de la animación y los peligros de la inteligencia artificial.

El premiado director argentino dio su perspectiva sobre el estado de la industria del cine, la evolución del medio de la animación y los peligros de la inteligencia artificial.
A lo largo de sus 24 años como director de cine familiar, Juan Pablo Buscarini ha explorado diferentes propuestas narrativas y lenguajes estéticos; desde adaptaciones literarias, hasta películas que combinan animación 3D con actores de carne y hueso, como fue el caso de “El Ratón Pérez”, ganadora del Goya 2007.
-¿Cómo aumentó tu interés por contar historias a medida que fuiste evolucionando vos y el mundo audiovisual?
-El interés no viene de mis padres. Mi mamá era profesora de literatura y mi papá fabricaba zapatos y carteras, pero yo desde chico soy fanatico del cine. Sin embargo, en su momento decidí estudiar ingeniería porque tenía facilidad para las matemáticas, e hice la carrera completa, pero con el tiempo empecé a soñar con formar parte de esa industria. Lo veía así; como una industria. Entendía que era un trabajo. Quizá no estaba pensando necesariamente en contar historias. A los 28 años tomé mis ahorros y me fui a hacer un master de animación a Inglaterra.
-Tu filmografía tiene un foco en el cine familiar. ¿Cómo describirías al niño espectador de la época de “El Ratón Pérez” en 2006 respecto a este de 2024?
-Cuando hice “El Ratón Pérez” llevaba a mis hijas chiquitas al cine para ver qué películas familiares estaban dando y a ver quién iba a tener que fumarse ver. A mí me encantan las películas de Pixar porque venden igual cantidad de entradas para chicos que para adultos. Pero el streaming cambió todo. Hoy el espectador está fragmentado, desconcentrado. Una cosa es tratar de ganarte a los niños en una sala de cine y otra en las casas que pueden distraerse y pausar la película cuando ellos quieran.
-¿Entonces qué motiva ir al cine hoy en día? ¿Y para vos qué valor tiene el streaming?
-Antes las películas funcionaban con el boca en boca. Hoy en las reuniones de producción te dicen que hay que “eventizar”, un megaestreno, porque si no la gente no va. Total, después pueden verla en Netflix. A mí la combinación de streaming con salas de cine, en la que una película se estrena, y luego llega dos meses después a una plataforma, me parece una buena. Ahora los filmes originales de plataformas se piensan activamente para que les guste a todos por igual, independientemente de la región o la visión del realizador, y eso genera que se pierda identidad.
-Tu cine abordó un arte que es tan delicado y tan humano como la animación, incluso llegando a mezclar 3D y Live-Action. ¿Cómo vivís el arrasador avance de la inteligencia artificial?
-John Lasseter, director de Toy Story, decía que pensar que la animación 3D la hace una computadora sola es como pensar que la stop motion la hace la plastilina sola. La computadora es una herramienta. Respecto de la Inteligencia Artificial, me asusta más que la realización de la animación, que incluso podría traerle oportunidades a artistas independientes, es el tema de la escritura de los guiones, que es la génesis creativa de cualquier proyecto cinematográfico. Detrás de toda decisión creativa hay un montón de reflexión. No quiero que se desvalorice eso. Una Inteligencia Artificial nunca va a poder hacer lo que hace Hayao Miyazaki.
-Adaptaste al cine la novela infantil “El inventor de juegos”, de Pablo de Santis, con quien co-escribiste el guión, donde el protagonista tiene pasión por los juegos de mesa. ¿Qué te motivaba del proyecto entonces y que cambiaría si lo estuvieses afrontando ahora?
-Al día de hoy, el libro se sigue leyendo en los colegios. Creo que eso pasa con todas las buenas historias. La novela tiene muchos elementos que abren la imaginación y te recuerdan esos momentos agradables e íntimos, en familia, todos concentrados y compartiendo. El libro le hacía tributo a eso y yo quería que la película también lo haga. Creo que si la tratara de hacer hoy me dirían que es raro que no haya pantallas ni celulares por ningún lado.
-¿Creés entonces que hoy habría que poner videojuegos en vez de juegos de mesa?
-Si se hiciera eso, el protagonista ya no se sentaría a jugar con el abuelo, a que él le enseñe cómo jugar. El abuelo estaría en otra habitación.
-En el ambiente artístico crece la preocupación por el desfinanciamiento del INCAA. ¿Te sucede lo mismo?
-Argentina tiene la característica de la oscilación y de ir de un extremo a otro. Cuando yo terminé el secundario estaban los militares, había un montón de censura en el cine. Después vino la ley de cine 95 y logró que se produjeran muchísimas películas. Más allá de que a veces puede haber un interés un poco personalista en las películas, es clarísimo que el diagnóstico y la decisión del gobierno actual está profundamente errado.
-¿Qué le dirías a un joven que quiere dedicarse al cine en este país?
-Que deben aprovechar este momento de democratización que trajo la era digital, que es excelente. Se puede filmar una película profesional con un IPhone. Hay una abundancia de recursos como nunca antes. Hoy ya no hace falta hipotecar tu casa para que puedas filmar una película.