La cordobesa clave para los logros de la selección de fútbol femenino, tanto en la cancha como fuera de ella.
Con el inicio del Mundial de fútbol femenino a la vuelta de la esquina, la selección argentina se prepara para disputar su cuarta Copa del Mundo, buscando ganar su primer partido en la competencia y clasificar a los octavos de final por primera vez en la historia.
Dentro del plantel que dirige Germán Portanova, se encuentra la máxima goleadora argentina en la historia de los mundiales: Florencia Bonsegundo, que convirtió dos goles en el Mundial 2019, disputado en Francia.
“Bonse” nació el 14 de julio de 1993 en Mortero, Córdoba. Su posición es de volante ofensiva y también puede jugar como delantera. Actualmente juega en el Madrid CFF, club que se encuentra en la máxima categoría de la liga española desde hace seis temporadas.
En la selección nacional disputó 16 partidos con 7 goles. Su único título es la medalla dorada en los Juegos Suramericanos 2014. Tuvo un gran rendimiento en la Copa América de Chile 2018, competencia que marcó un antes y después dentro del seno del fútbol femenino en Argentina. Las jugadoras de la selección, capitaneadas por Bonsegundo, posaron en su partido inaugural haciendo el “Topo Gigio” pidiendo que sus reclamos fueran escuchados. Exigían derechos lógicos como tener ropa, canchas para entrenar, cobrar viáticos y tener un espacio en AFA. Cabe recordar que la selección femenina tuvo un periodo de dos años, entre 2015 y 2017, en el que no tuvieron entrenador ni participaron en competencias de ningún tipo.
En esa Copa América, Bonse convirtió tres tantos y Argentina salió tercera, posición que le permitió disputar el repechaje para clasificar al Mundial femenino. Su rival en esa instancia fue Panamá. Si bien en la ida Argentina ganó 4 a 0, en la vuelta disputada en Ciudad de Panamá, el partido salió 1 a 1. El gol argentino lo convirtió Bonsegundo de penal. Ese tanto fue el que clasificó a Argentina a disputar una nueva Copa del Mundo tras 12 años.
Al momento de la Copa América, jugaba en la UAI Urquiza. Llegó al Furgón en el 2013 tras su paso por Huracán, club donde había debutado en el fútbol argentino. En la UAI Urquiza, que es una de las instituciones pioneras en el desarrollo del fútbol femenino en Argentina, fue entrenada por el hoy técnico de la selección: Germán Portanova.
En el club de Villa Lynch jugó desde el 2013 hasta el 2018, ganando tres títulos del Campeonato de Primera División (2014, 2017 y 2018). Pero no solo entrenaba, también comenzó a trabajar. Primero empezó con tareas de limpieza en la Universidad Abierta Interamericana y luego pasó a trabajar en el local de ropa deportiva del club.
A mediados del 2018 tuvo su primera gran transferencia hacia el exterior, más precisamente a España: Sporting de Huelva vio su rendimiento en la Copa América y le compró el pase a la UAI. Así la mediocampista encontró la gran oportunidad de competir por primera vez en su carrera en un torneo profesional.
En el 2019, año del Mundial, la cordobesa ya estaba asentada en España. En su primera temporada, disputó 29 partidos, convirtiendo 5 goles y brindando 3 asistencias. Llegaba a la Copa del Mundo de la mejor manera.
El debut del equipo dirigido por Carlos Borrello fue en el Parque de los Príncipes de París ante Japón, que venía de salir subcampeón en el mundial anterior. El partido salió cero a cero y fue histórico porque determinó el primer punto del equipo nacional en los mundiales. En el segundo encuentro, Argentina cayó 1 a 0 ante Inglaterra, que luego quedaría en la cuarta posición, en un partido muy parejo disputado en el estadio Océane, en la ciudad de El Havre.
El 19 de junio del 2019 fue el día memorable, Argentina viajó nuevamente hacia París para cerrar el grupo contra Escocia, que debutaba en la Copa del Mundo y que había perdido ambos partidos del grupo. La Selección tenía que sumar y esperar resultados para avanzar a los octavos de final como una de las mejores terceras.
El partido comenzó favorable para las europeas: promediando los veinte minutos del segundo tiempo, Escocia ganaba 3 a 0. Todo daba a entender que Argentina se despedía del Mundial con una fea goleada en contra, pero las jugadoras no se rindieron, sacaron su garra del potrero, fueron a buscar el empate y la posible clasificación a los octavos de final. La que empezó el sueño argentino fue Milagros Menéndez, que había ingresado por Estefanía Banini, la 10 y capitana argentina. Mili descontó el marcador a los 28 minutos definiendo de gran forma un mano a mano.
Cinco minutos después llegó el 3 a 2 del pie derecho de Florencia Bonsegundo. La cordobesa quiso darle un pase en profundidad a Menéndez, la pelota rebotó en una escocesa y le volvió a quedar a Bonse que, tras un giro en el lugar, acomodó la pelota, calibró la mira hacia el arco y sacó un derechazo potente que pegó en el travesaño y posteriormente en la espalda de la arquera escocesa. La pelota entró al arco con suspenso. Bonsegundo no podía creerlo, se tiró al suelo y explotó en llanto mientras se agarraba la cara, había conseguido su primer gol en los mundiales. Rápidamente las demás jugadoras llegaron a donde estaba ella para levantarla y arengar para ir por el empate.
La igualdad llegaría sobre el final y con polémica. A los 40 minutos, Sophie Howard bajó en el área a Aldana Cometti y si bien la jueza Hyang-Ok Ri en primera instancia no cobró nada, a los minutos la llamaron del VAR y tras la revisión señaló el punto de penal. La encargada de patearlo era Bonsegundo, que tomó carrera y pateó fuerte a su izquierda. Hacia ese lugar se había tirado la arquera que contuvo el remate de la volante y el posterior rebote. Sin embargo, para fortuna de la Selección y de Florencia, la arquera se había adelantado y tras una nueva intervención del VAR, la árbitra señaló que el penal debía patearse otra vez.
Y ahí fue de nuevo, Bonsegundo tomó carrera y pateó fuerte al medio, esta vez la pelota entró en el arco. La alegría la consumió y salió corriendo llenándose la boca del grito de gol. Argentina empataba un partido increíble para el delirio del Parque de los Príncipes que estaba repleto de argentinos.
El resultado obtenido no le sirvió a la selección que quedó eliminada (necesitaba que no hubiera ganadoras en los duelos Camerún-Nueva Zelanda y Chile-Tailandia), pero igualmente este partido fue histórico: porque con la igualdad, Argentina se convirtió en el primer equipo en la historia del Mundial Femenino que logró remontar una desventaja de tres goles e igualar un partido.
Tras su gran mundial, Florencia fue transferida al Valencia de España, pero a nivel Selección no todo fue color de rosas. Finalizado el mundial, existió una reunión entre las jugadoras donde coincidieron en exigir cambios, en especial en la dirección técnica de la Selección. Las referentes no estaban conformes con los métodos impuestos por Carlos Borrello y consideraban que el ciclo estaba cumplido.
Además, el plantel no estaba de acuerdo con sus formas de trabajo en los entrenamientos ni tampoco con los planteos tácticos que había hecho en los partidos del Mundial. Y algunas sostenían que el empate agónico ante Escocia se había dado sólo por la garra y valentía de las jugadoras en la cancha. El reclamo no recibió respuesta favorable de la AFA y todo siguió como si nada. En vistas a los Panamericanos de Lima 2019, algunas referentes fueron separadas de la convocatoria por sus dichos. Por su parte, Bonsegundo fue convocada por Borrello pero decidió renunciar por no estar de acuerdo con los manejos y porque habían dejado afuera a sus compañeras.
Su ausencia de la selección fue de dos años. A mediados del 2021, Portanova reemplazó a Borello en la dirección técnica y Bonse retornó a vestir la camiseta albiceleste. Disputó la Copa América 2022, donde convirtió tres goles, uno de ellos fue en el tercer y cuarto puesto, donde Argentina venció a Paraguay por 3 a 1 y se clasificó directamente al Mundial de Nueva Zelanda.
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