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HÉROES DE CUATRO PATAS


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Algunos perros son algo más que simples mascotas. Hay animales que se dedican a salvar vidas humanas frente a una situación riesgosa. Uno puede ver a los perros rescatistas en un cuartel de bomberos o en una estación de policía listos para actuar cuando sea necesario.

Por Florencia Gencarelli

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Una persona adquiere un perro en muchos casos para no sentirse solo, para que juegue con los chicos o para que cuide la casa. Pero algunos animales son más que mascotas. Hay razas caninas que son particularmente entrenadas para la búsqueda y rescate de personas en diversas situaciones de peligro. Estos animales dedican gran parte de su tiempo a salvar vidas, brindar un servicio a la comunidad y se encargan muchas veces de llegar a lugares donde el hombre no puede.
A un perro rescatista se lo puede ver trabajando en un cuartel de bomberos, con la policía o con los guardavidas. En cualquiera de estos casos el objetivo es siempre el mismo: rastrear y lograr salvar vidas humanas, trabajando de manera estrecha, en equipo “Codo a codo”, o “Pata a pata”, con su entrenador o guía.
La Asociaciòn Civil Escuela Canina de Catástrofes (A.C.E.C.C) es una asociación que se encarga de la búsqueda y rescate con perros para la localización de personas desaparecidas en situaciones límites como terremotos o incendios, incluso en grandes superficies. Este proyecto se inició en 1995, después del atentado a la sede de la AMIA, cuando su fundador, Juan Carlos Lombardi; junto a su perro Lupo trabajaron las primeras horas en el lugar, en la búsqueda de personas con o sin vida, hasta la llegada de los equipos con perros desde Israel.
“El adiestramiento es un proceso largo, puede durar desde que el animal es cachorro hasta los dos años. En este período se necesita lograr una relación casi simbiótica entre el perro y quien lo maneja, ya que son un equipo y como tal se deben conocer mucho entre ambos”, contó Lombardi y aclara que el aprendizaje se da por medio del juego ya que el animal recibe un premio por encontrar lo que se le pide así se forma un “binomio” entre el perro y la persona que lo guía, ya que uno depende del otro porque el perro necesita de las órdenes de su conductor y el hombre depende del olfato del animal para que el operativo sea exitoso.
Según el entrenador existen razas más apropiadas para hacer estos trabajos, como el Labrador o el Ovejero Alemán. Lo fundamental es que el perro tenga un buen olfato, que sea activo, social y juguetón. Si el animal cumple estos cuatro requisitos y tiene sesiones de entrenamiento de cuarenta minutos tres o cuatro veces por semana para que el perro no sienta agotamiento y lo tome como un entretenimiento, se puede formar un buen equipo de rescate.
De todas maneras se le debe realizar al perro un examen físico que autorice que esté apto para ser entrenado. Después de varias sesiones de adiestramiento mediante distintos juegos de búsqueda, el animal ya reconoce cosas como vestimenta o juguetes, y el perro por sí mismo sabe cuándo es hora de trabajar y cuando no.
Uno de los operativos que más recuerda el entrenador fue la búsqueda de Bautista Gago, un nene de dos años, que estuvo perdido durante más de un día en un campo en la localidad de Tandil. El equipo de la escuela llegó con sus canes y en conjunto con la policía local comenzaron a rastrillar la zona. A mil metros del lugar donde se inició la búsqueda, León, un labrador de siete años comienza a ladrar y se logra hallar al pequeño durmiendo entre las ramas. Para Lombardi haber encontrado al niño con vida fue la máxima satisfacción ya que muchas veces no obtienen el mismo resultado.
Chavo es un Weimaráner que está todos los días en la puerta del cuartel de bomberos del barrio de Villa Crespo. Si bien nunca fue oficialmente entrenado ya que llegó al lugar como mascota, poco a poco fue convirtiéndose en un bombero más. “Chavo siempre fue un perro muy sociable, le gusta la gente, por eso lo trajimos al cuartel. Él es una gran mascota, y con el tiempo fue aprendiendo muchas cosas como a caminar al lado de uno sin correa, a volver siempre para el cuartel y además sabe cuándo hay que trabajar. Se podría decir que no tiene un título oficial de rescatista porque no fue entrenado para eso pero Si entiende y sabe cómo actuar cuando hay un operativo”, contó una de las oficiales del cuartel.
En la escuela o el cuartel estos animales tienen una única misión: la de ser rescatistas, y están siempre dispuestos a ayudar, para brindar un servicio a la comunidad, sin importar dónde ni cuándo. Ellos trabajan en conjunto con su equipo de rescate, y muchos operativos no se habrían podido resolver sin la nariz y la agilidad de estos perros. Es por eso que son considerados como héroes de cuatro patas.


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