Por problemas con la dirección y un compilado de deudas, Pepe Romero abandonó All Boys y hoy como técnico de Ferro se prepara desde cero para un nuevo camino.
Por Sebastián Mancuso – @SebaMancu
Él no lo niega: “El resultado es el que manda” dice. Pero uno lo vio. Sabe que pudo mantener su cargo casi una década al mando de All Boys, en épocas donde los técnicos tienen las horas contadas en sus clubes.
José Santos Romero, o simplemente, Pepe Romero actual técnico de Ferrocarril Oeste, supo vestir los colores del elenco de Floresta logrando una histórica hazaña cuando llegaron a la Primera División en la temporada 2010. “Fue uno de los logros más importantes de mi carrera como Director Técnico”. Nueve años estuvo en su cargo, hasta que en un encuentro contra Arsenal en el que su escuadra fue derrotada por 4 a 0, abandonó su cargo. (1)
–¿Por qué se dio tu salida de All Boys?
-Mi salida fue primero una decisión personal, quería ver si podía dar un salto en mi profesión y me pareció un momento ideal. Traté de hablar con el presidente en ese entonces y le pedí que me diera la posibilidad de irme. Más allá de eso había otras cosas por supuesto que uno veía adentro del club que no le gustaban y que quizás a uno lo van degastando y llega el momento de tomar ese tipo de decisión. Todo ayuda en la decisión final.”
–¿Las cosas que no te gustaban eran problemas con la dirigencia?
-Sí, lógicamente. Era una época en donde nosotros podíamos haber dado un salto de calidad, el club podría haberse posicionado como un club de Primera División y mejorado en un montón de cosas de manera institucional y social. Pero bueno, ahora hay que olvidarse un poco de eso, pero fue el momento que mejor All Boys podía aprovechar para poder mejorar”.
Entre deudas y dinero que aún le deben al técnico, Pepe se marchó de Floresta. Decidió dedicarse a su familia y se alejó un tiempo de las canchas. Desde el 24 de junio de 2013, estuvo fuera del ámbito futbolístico, del que más le gusta.
–¿Qué hace un técnico cuando no tiene trabajo?
-Es muy complicado. No solamente por lo económico, sino por la parte psicológica que tiene uno. Toda la vida estuvimos cerca de una cancha, cerca de una pelota. Cuando uno no está, extraña y se siente raro, por más que se dedique a otras cosas. Siempre esto a ha sido lo primordial, es una pasión que se lleva y siempre queremos eso, estar cerca de una cancha.
-¿Se instruye un técnico en los momentos donde no trabaja?
-Uno trata de llevar la vida como uno quiere. Eso no podemos dar ejemplos, sino simplemente decir que siempre todos tratamos de mejorar en todo. Viendo fútbol se mejora muchísimo, hablando con la gente que está metida en él, escuchando, tratando de ver niveles siempre superiores a los que uno está cerca. Los libros siempre están a mano para perfeccionarse, también. Siempre que uno pueda, tenga tiempo y quiera, hay armas para cultivarse día a día.
–¿Vos tenés algún técnico que te inspire?
-Yo tuve algunos de la línea de Menotti, de Pekerman. Ahora no los recuerdo a todos y encima me estoy olvidando de algunos. Son técnicos que tratan de plasmar en la cancha un pensamiento futbolístico que gusta a la gente, que puede gustar al público más allá del resultado, que eso es lo importante.
Pero el llamado llegó. Pero no fue cualquier llamado, fue el que él quería. Porque rechazó equipos grandes e incluso ofertas del exterior. Pepe Romero quería un trabajo que él eligiera, que lo hiciera sentir cómodo. Ahí es donde apareció Ferrocarril Oeste y su momento actual en el equipo de Caballito.
–¿Cuánto te cuesta arrancar desde cero después de todo lo que dejaste atrás en All Boys?
-Cuesta bastante porque uno ya había encaminado un barco. Cuando ya tenés todo más o menos aceitado, conoces un poco todo lo que significa el grupo y la institución. Es como cuando uno ya está en su casa. Pero yo necesitaba trabajar y acá en Ferro me abrieron las puertas. Creo que es una gran institución y también estoy muy agradecido porque se me recibió con mucho afecto.
–¿Hay algo en la carpeta que aún no hayas puesto en práctica en algún equipo?
-Quizás hay algunas cosas que uno siempre las tiene pensadas. Porque las hizo cuando estaba en inferiores y era un poco más audaz, los resultados no jugaban tanto y se animaba uno a hacer cosas distintas. Quizás haya algo de esas cosas, pero por ahora estamos tratando de encaminar este equipo. La realidad es que nos toca una situación algo difícil pero siempre hay que adaptarse también al grupo que uno tiene, conocer los jugadores para que después respondan de la mejor manera.
Ahora en un panorama complejo, con Ferro más cerca de las últimas posiciones que de los cinco ascensos que otorga este año el Nacional B (está a 10 unidades de Nueva Chicago, el quinto en la tabla de posiciones de la Zona A), el técnico no se desanima y confía en que puede manejar este momento.
–¿Cuál es el lema de José Romero?
-Siempre decirles a los jugadores que están en una profesión divina, que hay gente que quisiera estar en el lugar de ellos. Que es algo que se termina bastante rápido y que ellos tienen que aprovecharlo de la mejor manera, eso es lo mejor que pueden hacer, disfrutándolo a la vez.
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