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LA MAGA DEL HANDBALL


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Victoria Crivelli, jugadora de la Selección Argentina y múltiple campeona con Ferro, habló sobre sus inicios en el deporte, la influencia de sus padres y la experiencia de los Juegos Olímpicos de Río 2016 representando a su país. “Jugar en la Selección es el sueño de todos los que hacemos deporte”, aseguró.

Por Gianfranco Toffoletto, Agustín Giammarini y Jonathan Britos

-¿Cómo te iniciaste en el handball?

-Cuando nací mi abuelo me hizo hincha de Ferro. Cuando era chiquita venía a la colonia y fui probando diferentes deportes. Me gustaba mucho el básquet, pero no había equipo femenino y me fui a probar a handball cuando tenía 8 años.

-¿Cuánto tuviste que sacrificar a lo largo de los años?

-De chica es más difícil entender los sacrificios, lo disfrutas muchos y es lo que más te gusta hacer. Aparte hacés amigos en el deporte. Mis amigas de hoy son las que hice jugando al handball. Con el correr de los años vas viendo que tus compañeros del colegio están en otra cosa. La adolescencia es el momento más difícil. Ahí es cuando vos tenés que poner todo en la balanza y saber que te vas a perder muchas cosas, pero también vas a ganar. Y de grande también te das cuenta que te estás perdiendo cosas importantes como un cumpleaños, casamientos, salidas con amigos y muchas cosas más, pero siempre es importante la convicción de no tener esos pensamientos en la cabeza.

-¿Cómo es jugar en la Selección?

-Jugar en la Selección es el sueño de todos los que hacemos deporte. No lo soñaba hasta que existió la posibilidad y descubrí que existía mientras hacia la carrera en el club. Porque no es como el fútbol que a la Selección la ves seguido en la televisión. De chica tuve la posibilidad de empezar a viajar con en diferentes convocatorias. La primera vez le ganamos a Brasil allá, con un estadio lleno de gente cuando yo tenía 14 años. En ese momento me di cuenta que todo lo que había dejado en mí vida y todo lo que había hecho, valía la pena. Desde ahí empecé a soñar más grande: jugar un Mundial, Juegos Panamericanos y los Juegos Olímpicos. Después, la motivación se va renovando y nunca la perdés, primero porque está la motivación interna de jugar; después, por querer seguir logrando cosas. Estar en la Selección es todo eso.

-¿Cómo es jugar un Juego Olímpico?

Los Juegos Olímpicos de Río 2016 fueron hermosos. Cuando vimos que teníamos la posibilidad porque Brasil ya estaba clasificado y siendo segundas ya estábamos adentro, empezamos a ilusionarnos. Y… todo lo que te cuentan es increíble. Cuando estuve allá, me di cuenta de que era más de lo que me habían contado. La inauguración, estar ahí, compartir con toda la delegación argentina, entrar atrás de la bandera de Luis Scola, juntarse a mirar las disciplinas… Los Juegos Olímpicos son el Disney de los deportistas. Los mejores veinte días de mi vida fueron allá.

-En Ferro ganaste todo. ¿Cuál es el próximo objetivo?

-Acá en el club ganamos todo, jugamos el Panamericano de clubes y sacamos medalla en todas las copas que jugamos. Lo que queda es ganar un Panamericano de Clubes, es súper difícil, porque competís contra equipos de Brasil profesionales.

-¿Cómo ves la situación del handball argentino?

-Los gladiadores abrieron mucho el camino a lo que es la difusión del handball. Ellos tuvieron logros tremendos y mucha gente se fue sumando. Así, empezaron a ver más el handball. También nosotras tuvimos más visibilidad. Creo que las selecciones, si están logrando cosas, sobre todo los varones, no veo mucho que sea por un crecimiento del handball local, sino por decisiones que toman los jugadores de irse a competir a Europa. Ellos, combinados con algunos que se entrenan acá, lograron ser un buen equipo. Creció mucho la actividad. Hay más chicos y chicas practicándolo, hay partidos televisados los fines de semana, pero creo que falta algo de mentalidad, de ir por más. Al básquet seguro lo que le dio el salto de calidad fue la creación de la Liga Nacional; en handball todavía no se habla de eso, no se ve como algo posible, pero quizás en un futuro se logre. El salto te lo puede dar una liga.

“NI LLEGO A HABLAR DE PLATA Y DOY LAS GRACIAS”

Las oportunidades de irse a jugar al Viejo Continente, a la Maga Crivelli le llegaron con frecuencia desde chica. Sin embargo, nunca se concretó un traspaso. “Mientras siga jugando a este deporte, nunca voy a decir que la puerta de ir a Europa está cerrada”, afirmó Vicky. El estar en pareja también fue parte importante de su elección a quedarse en Argentina, además de los consejos de su padre. “Mi viejo siempre bancó lo que decidiéramos sus hijos, obviamente. Esto lo digo teniendo a mi hermano lejos. A ellos les importa, porque son nuestros padres y si es por ellos siempre te quieren tener cerca”, dijo, demostrando así, la importancia de la familia en su carrera y en su vida. “Hoy no lo tengo en la cabeza el pensamiento de irme al exterior, pero llegan propuestas. Es como un mimo tener ofertas, pero ni siquiera llego a hablar de plata y les doy las gracias”, continuó. Recordando su primera oferta recibida, comentó: “Me llegó a los 17 años, cuando estaba terminando el secundario. Ahí tuve la oportunidad de ir a un Panamericano y a un Mundial de mi categoría y una más grande”. De esa forma, descartó la posibilidad de emigrar a España o Brasil. Los objetivos a corto plazo con Ferro también fueron una pieza importante para elegir quedarse en Argentina. “Primero quería salir campeona con el club y después ganar un nacional. Ferro siempre me tiró un montón”, cerró la gran jugadora argentina, una de las mejores del handball albiceleste.


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