ENTREVISTAS
LA VOZ DE HURACÁN QUE LLEGÓ A RELATAR UN MUNDIAL
Laura Corriale se conectó con ETER Digital para contar su experiencia como narradora de Rusia 2018. También habló sobre su trabajo en ESPN, en Prensa del club de Parque Patricios y de lo que significa ser la locutora del Ducó.

Laura Corriale se conectó con ETER Digital para contar su experiencia como narradora de Rusia 2018. También habló sobre su trabajo en ESPN, en Prensa del club de Parque Patricios y de lo que significa ser la locutora del Ducó.
Por Lucas Pezzani, Nicolás Paura, Cristian Morales Fernández y Belén Longueira
En agosto de 2016, Huracán estaba a punto de jugar de local un partido por el campeonato, cuando se generó un problema: cuando faltaban tres horas para el puntapié inicial, los parlantes del Tomás Alfonso Ducó estaban a punto de quedarse mudos. El locutor que debía hablar no aparecía. En las tribunas nadie estaba enterado, hasta que se oyó una voz, la de una mujer, algo impensado en ese entonces. Los dirigentes tomaron una decisión nunca antes elegida: en vez de un hombre, llamaron a Laura Corriale para ser la voz del estadio.
-Laura, ¿cómo fue que llegaste a relatar un partido de fútbol? ¿Qué hechos claves pasaron en tu vida para llegar a ese momento?
-Nací en Parque Patricios, mis papás son fanáticos de Huracán. Siempre estuve muy ligada al club, al barrio y sobre todo, fui socia del Globo. También me crié escuchando todo el día la radio, con exponentes tremendos como Héctor Larrea y Fernando Bravo. Por eso no fue ninguna sorpresa que después de quinto año quisiera estudiar Locución. Fue muy particular cuando me anoté: entraban 65 personas y tenía el número 66; o sea que no ingresaba, pero se dieron cuenta que habían repetido a una alumna y me llamaron una semana después para comunicarme que estaba adentro. Fui haciendo radio partidaria de Huracán, me recibí de locutora, hice el curso de relato deportivo en Eter con Néstor Central y Leo Gentili. Quedé con muy buena relación con ellos. Néstor me llamó un día y me convenció de relatar en un proyecto feminista. Así fue como relaté el Mundial 2018 para Radio FM La Tribu. La transmisión era de mujeres y la idea era compartir contenidos sobre qué pasa con la violencia de género, con las relaciones laborales o la ley de interrupción de embarazo y así, con todos los países que Argentina iba enfrentando.
-¿Cómo fue el momento que compartiste la noticia con tu familia de que ibas a ser la Voz del Estadio de Huracán?
-Tremendo, llanto y más llanto, de mi mamá por sobre todo. Fue súper emotivo, amo a mi club, amo lo que representa. Todo pasó porque el mismo día de ese partido, la persona que estaba siendo voz del estadio desapareció, no lo encontraban por ningún lado. Entonces, me llamaron tres horas antes del encuentro y me dijeron: “Venite Laurita que te necesitamos”. Corté el teléfono, le comenté a mi mamá sin entender bien qué pasaba y me fui para la cancha. Mi familia me grabó cuando hablaba, mi hermano comentaba en la tribuna que era yo la que hablaba por los parlantes, mis amigos venían a saludarme… Fue muy emotivo. Me sentí muy acompañada y ver el orgullo de mi familia fue muy lindo.

-¿Cuál es tu principal orgullo de lo que hiciste en tu carrera?
-Haber llegado a todo lo que fui haciendo me pone muy feliz y muy orgullosa. Primero, por mi edad. Entré a estudiar Locución de muy chiquita, así que con eso ya corría desde atrás. La verdad, todo me enorgullece y me pone feliz. Haber sido Jefa de Prensa del club del que soy hincha también está buenísimo. La Voz del Estadio, ni hablar. Porque encima es lo mío. Estoy súper orgullosa de poder hacer eso. Lo que me enorgullece es tener laburos de lo que estudié. Me parece un privilegio, y poder ser voz de la cancha y que el Ducó tenga voz femenina me llena de felicidad.
-¿Qué cambia de hacer periodismo partidario a ser jefa de prensa de un club?
-Muchísimo. Tenés que empezar a pararte del otro lado del mostrador. Por ejemplo, desde el punto de vista de los resultados deportivos, ganar 5 a 0 un clásico o perder 10 a 0 por Libertadores, no cambia. Vos tenés que hacer que toda la comunicación adentro del club funcione, que la conferencia de prensa funcione, que los periodistas estén bien atendidos, sean del cuadro que sean, tengan la opinión que tengan y aunque se hayan quejado el día anterior en su programa que les diste una acreditación y ellos pidieron cuatro. Siempre con cordialidad, siempre con mucho respeto. No quiere decir que no lo tuviera en el periodismo partidario, pero a veces uno se puede dar otras licencias de juzgar ciertos rendimientos deportivos. Cuando estás del otro lado, sos hincha, seguís amando a tu club, pero el profesional tiene que estar adelante siempre. Si no estás de acuerdo con el rendimiento de un jugador, no podés decirle nada. Tenés que seguir con tu cara de feliz cumpleaños. Eso cambia, tener que separar el profesional del hincha.
-¿Cuál fue la clave para que llegar al lugar en el que estás hoy?
-Ser cabeza dura y seguir. A veces el machismo, nos tira para atrás a las mujeres. Yo también había dejado curriculums en ESPN en su momento, y hoy se dio trabajar ahí. Uno nunca sabe, hay que seguir para adelante. A veces uno se puede desanimar, vas a querer mandar todo al demonio. Vas a ir laburando de otras cosas, por supuesto. Yo tuve trabajos que nada que ver con la comunicación. A veces parece que decís: “Ya fue, a mí no me llega nunca. Hago otra cosa”, pero no, todo llega. Hay que seguir insistiendo, puede pasar mucho tiempo pero tarde o temprano hay algo, algún ladrillo que se puede empujar y entramos.
LAS MUJERES Y EL PERIODISMO
-¿Cómo fue insertarse en la cultura machista que tiene el fútbol?
– En la experiencia del Mundial estábamos todas las mujeres muy juntas, con una idea muy marcada de lo que queríamos, entonces ahí no sentimos tanto eso. Ya en otros ámbitos sí es más difícil porque estás más sola. Ser jefa de prensa del club no siempre es tan fácil. Estás en un club lleno de ideologías y no es tan simple. Te encontrás con días que es muy difícil y querés dejar todo, pero siempre son más satisfacciones que los posibles bajones que te podés encontrar.
– Mencionaste los prejuicios que padecen las mujeres dentro del ambiente. ¿Creés que influye en que no haya tantas ejerciendo la profesión?
– Sin dudas que influye. En la actualidad somos siete voces femeninas del estadio y eso es muy poco. Hay miedo porque es difícil ser mujer en este ambiente. Hay muchas cosas que pasan y no se ven, y no podés decir nada para defenderte porque el que te lo dice, está avalado por un contexto. De todas maneras, se avanzó bastante, pese a que falta. Celebro ver mujeres en el periodismo.
– Desde tu experiencia, ¿cómo creés que se puede romper el miedo y qué consejo darías para las mujeres?
– Eso se rompe laburando y demostrando que sí podemos. Quizás tenemos que aguantar el ninguneo, pero es cuestión de tiempo. Hay que ser optimista. En los medios están apareciendo más mujeres. En ESPN, por ejemplo, apareció Morena (Beltrán), que sabe muchísimo y está ahí defendiendo su lugar con conocimiento. Tenemos que defender lo nuestro con profesionalismo y darle para adelante.
– ¿Qué relatora o periodista te gusta?
– No hay un parámetro de relatora que me guste porque no hay muchas, pero dentro del periodismo me parece que Viviana Vila es muy buena y viene defendiendo su lugar hace mucho. Jésica Dorado es muy capaz. Además, Luciana Rubinska y Ángela Lerena son brillantes y muy inteligentes. Conducen muy bien.
-¿Qué consejo darías a una mujer que transmite en la cancha rodeada de hombres?
-Muchas veces, además del machismo, existe en nuestra propia cabeza esto de prejuzgar de “si me equivoco seguro va a decir que es porque soy mina”. Nosotras mismas tenemos que permitirnos saber y hacer lo que sabemos. Si estudiaste y tenés tu formación de periodista deportiva, si sabés lo que estás haciendo, confiá en lo que vos sabés hacer. Y si te equivocás, te vas a equivocar como lo va a hacer el flaco que está al lado tuyo. No hay que estar tan pendiente de lo que el otro te diga. La mala noticia es que por más que lo hagas perfecto, si el otro es machista y te quiere criticar en su condición de machista va a buscarte algo por más que hayas sido perfecta. Hay un montón que no, pero esa mirada la vas a tener del que la quiera tener. Yo laburé de periodismo partidario y eran todos varones. Viajaba con ellos y hacía las cosas con ellos. Siempre tuve una recepción divina por parte de los chicos. A veces hasta era yo la que llevaba las riendas del proyecto y los pibes ahí, atrás o al lado, pero siempre para adelante. No todos son despectivos en cuanto a nuestra labor.

– Como oyente y trabajadora, ¿qué es lo que más te gusta de la radio?
– Escuchaba mucho magazine de noticias y programas partidarios en mi casa. Me divertía mucho. Hacer periodismo partidario me encantó. Hay una mirada peyorativa con respecto a eso, pero somos profesionales. Me tocó hacer muchas cosas en la radio, pero la conducción es lo que más me gusta.
– Cuando terminabas de relatar un partido, ¿lo escuchabas después?
-Con los vivos no me gusta hacerlo, porque ésto es relato. Lo que salió al aire, ya salió y fue así por condiciones naturales. Si lo escucho en mi casa le voy a encontrar mil cosas, pero en el contexto capaz estuvo bien, porque importa el entorno. Sí soy de grabarme, de practicar en casa. Lo mismo cuando hago radio o locución de eventos. Raramente me escucho, salvo que esté practicando.
-Se entiende que, en el periodismo, los Juegos Olímpicos y el Mundial son como un punto máximo en la carrera. ¿Qué significó para vos relatar la Copa del Mundo de Rusia?
-Un montón, porque era algo distinto. Siempre me moví en el ámbito del fútbol local. Más allá de estar ligada a Huracán, estuve en transmisiones de Lanús, de Boca, pero siempre en el ámbito local. Ponerle voz al evento que para al país y al mundo es un montón. Significó mucho, fue muy lindo. Tengo un gran recuerdo. Fue espectacular, un salto no desde lo económico, pero sí en lo profesional.
-¿Cuáles fueron tus sensaciones de esos relatos para FM La Tribu?
-Todos los partidos tuvieron su condimento, y el hecho de que fuera ahí en vivo lo cambió completamente. Porque no éramos solo nosotras pendientes de la pantalla, tratando de contar y narrar lo que estaba pasando, sino esa pasión futbolera de quienes estaban en el bar de la radio mirando y escuchando la transmi. Muchas mujeres, pero también varones. No solo apoyábamos todos a la Selección, sino que también al proyecto. Entonces lo ibas empujando de una manera que salía. Y el resultado, obviamente que cuando a Argentina le salían las cosas bien nos alentaba. El último contra Francia ya fue medio un garrón y tuvo un gusto más amargo que los otros, pero la labor cumplida estuvo. Nos quedamos felices y contentas de que se pudo hacer.
-¿En esos relatos surgió de tu parte algún latiguillo?
-No, no recuerdo tener ninguno. Sí era muy normal la complicidad. Había dos comentaristas, una que se dedicaba a la parte futbolística y la otra a las cuestiones de género. Por ejemplo, ¿cómo va el tema de interrupción del embarazo en Islandia? Era quizás algo que preguntaba para hablar de cosas durante la transmisión y que a la vez fuera nuestro toque distintivo. No es un latiguillo, pero si algo que nos diferenciaba.
“NO DESCARTO RELATAR A HURACÁN ALGÚN DÍA”
-Laura, nunca relataste a Huracán. ¿Qué partido de la historia y a qué jugador te hubiese gustado relatar?
-Alguno del 73, porque esos equipos casi que los sabemos de memoria. Hasta que Huracán salió campeón en el 2014, todos los hinchas crecimos con las leyendas del 73. Pero viniendo más acá, un partido del 2009, el de Arsenal, ese que Huracán ganó previo a la final con Vélez. Ese me hubiese encantado ponerle voz por todo lo que implicaba, por todo lo que la gente pensaba. No descarto ponerle voz y relatar algún día un partido de Huracán.
-¿Cómo sería tu transmisión ideal de radio de todos los tiempos?
-De relator, estoy entre dos. Pero me voy a volcar por Víctor Hugo Morales. Estaba dudando porque Mariano Closs es de lo mejor que tenemos, pero me juego por Víctor Hugo. Hizo el relato más grande de la historia. Comentarista, estoy también entre dos, pero me quedo con Viviana Vila. Además, ellos funcionan muy bien juntos. Campo de juego, me quedo con Ángela Lerena. Pensándolo bien, pondría en el otro campo de juego a alguna persona de una transmisión partidaria, para darle vida al periodismo partidario. Porque hay mucho talento, pero no son bien vistos, como si fueran de segunda. Claramente no es así. Por ende, buscaría a alguien de alguna transmisión partidaria, para demostrar que los partidarios pueden estar a la altura de los grandes proyectos. Hay grandes profesionales que solo les falta una oportunidad o un golpe de suerte. En estudios centrales, ni lo dudo: el mejor es Raúl Fernández, más allá de que tuve el placer de trabajar con él. Es un hombre maravilloso, lúcido, profesional, sin dudas lo elijo al Gallego, que sigue trabajando como si tuviera 20 años. Locutor, no es deportivo, pero Héctor Larrea es el mejor. Me marcó mucho escucharlo de chica, como respetuoso que es trabajaría muy bien con los profesionales que nombré antes.
-También podés insertarte vos como locutora…
-Podría, pero me da pudor con gente tan grosa. Aunque reconozco que aprendería muchísimo.
-Dijiste que Víctor Hugo hizo el mejor relato. ¿Alguna vez fantaseaste haber relatado ese momento o algún otro de Huracán?
-Sí, claro. A modo de juego relato todo, le puse voz a esos goles famosos o históricos. Hay cosas que me dan mucho pudor, pero a la mítica atajada de Marcos Díaz ante Rosario Central en San Juan, y después de 41 años ese desahogo, me hubiese encantado ponerle voz. Cubrí ese partido haciendo campo de juego. El día que perdamos esa pasión, nos volveremos oficinistas. Hay que divertirse, y nunca perder ese juego.
– ¿Cómo llegaste a ESPN?
– Llegué porque el jefe general del canal, que es hincha de Huracán, me escuchó siendo la Voz del Estadio y le gustó. El boca a boca es fundamental en esta profesión. Nunca se sabe quién te puede estar escuchando del otro lado, las oportunidades salen.
-Últimamente estuviste narrando cuentos. ¿De dónde salió esa idea?
-Yo a veces me pongo a filosofar y escribo un par de cosas, pero la grabación de los cuentos nació porque en cuarentena disminuyeron muchísimo las transmisiones deportivas, entonces aproveché y me puse a grabar cuentos porque me gusta y disfruto mucho la literatura. Me gusta mucho leer. Grabarlos y dejar un registro con voz de mujer me parecía piola, así que me lancé.

RECONOCIMIENTO
La diputada Cristina Álvarez Rodríguez presentó un Proyecto de Resolución en la Cámara de Diputados de la Nación. El mismo expresa su reconocimiento por la participación e inclusión de siete locutoras mujeres como “voces del estadio” en diferentes clubes de fútbol. Entre ellas está Laura Corriale, de Huracán. Además: Karina Vázquez (Argentinos), Julieta Szmulewicz (Atlanta), Silvana Varela (Morón), Ivana Rodríguez (Gimnasia), Silvina Presta (River) y Camila Ansaldo (Boca).
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Ornella D’Elia: “El INCAA es autárquico, la idea de querer eliminarlo es ideológico”
La joven actriz opinó que los constantes intentos de atropello del gobierno de Javier Milei contra la cultura son también “una forma de matar nuestra historia”.

La joven actriz opinó que los constantes intentos de atropello del gobierno de Javier Milei contra la cultura son también “una forma de matar nuestra historia”.
Ornella D’Elia (21) nació en Mar del Plata y creció en Tigre, donde se enamoró de la actuación. Promesa del cine y la TV argentina, a quien comparan mucho en las redes sociales con Angelina Jolie, hoy la rompe en la serie “Camaleón: el pasado no cambia”, donde interpreta a Delfina y comparte pantalla con La China Suárez y Pablo Echarri.
Anteriormente, protagonizó la película Los sonámbulos (2019) y participó en las novelas La 1-5/18 (2021) y Buenos chicos (2023), producidas por Pol-ka. También actuó en La ira de Dios (2022), entre otros proyectos.
-¿Cómo describirías la situación de la industria audiovisual hoy? ¿Creés que está recibiendo el apoyo necesario por parte del Estado?
-Hubo todo un tema inmenso con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). El INCAA es autárquico, la idea de querer eliminarlo es ideológica. Yo creo que hay cosas que van más allá de la financiación. Es una decisión política, es una censura permanente. Con la cultura no se juega así, y es también una forma de matar nuestra historia, porque para muchos es lo que nosotros somos, entonces ahí hay algo más allá político, que es más bien emocional.
-¿Sentís que este momento está más relacionado a decisiones políticas y económicas que con cuestiones artísticas?
-Sí, porque hay personas que se quedaron sin laburo, que tienen hijos, familia, y necesitan seguir adelante. Me importa mucho lo que está pasando con el cine, con mis colegas, mis amigos y la gente que quiero. Deseo que tengan oportunidades, que no la estén pasando mal y que algo que se construyó durante muchos años con tanto amor, esfuerzo y tanta vida puesta en esos proyectos quede completamente desvalido, por debajo de la baldosa.
-¿Cómo cambió la representación de las mujeres en la industria audiovisual?
-Qué difícil esta pregunta. Siento que desde que arranqué a actuar hasta este momento. En mi opinión, el cambio, o por lo menos me veo a mí, es que estamos más plantadas.
-A la hora de seleccionar un proyecto, ¿te inclinás por el guión, el director, el elenco, el mensaje que da? ¿Qué considerás que es lo más importante?
-Me fijo mucho en el guión, porque claramente es lo que va a llevar la historia. Pero también creo en quién está a cargo del proyecto; si me siento cómoda con esa persona, no me importa no conocerla. Si hay algo en su personalidad o en su forma de trabajar que se complementa con la mía, para mí eso es lo más importante.
-¿Cuál fue el proyecto que más te interpeló hasta el momento?
–Los Sonámbulos, una película que hice con la directora Paula Hernández, me desafío bastante a nivel personal y profesional. Era una niña y el personaje pasó por un montón de cosas muy fuertes. Cuando leí el guión y cuando lo trabajamos con la directora y con la directora de casting María Laura Berch era impactante leerlo y actuarlo también.
-¿Por qué? ¿Qué recordás de ese personaje?
-No me olvido más que estábamos en el Festival de Mar del Plata, la película había terminado y la gente seguía sentada en la butaca y las mujeres de las primeras filas lloraban. Cuando se levantaron y me vieron, me abrazaron y sentí como cuando una persona está desgarrada y te dice ‘gracias’. No lo podía creer eso. Lo recuerdo como un buen momento, como algo lindo.
-¿Cómo preparás un personaje? ¿Ponés cosas tuyas?
– Siento que todo lo que alguna vez le di a un personaje existe en mí. La actuación tiene eso: te permite encontrarte todo el tiempo con algo nuevo, y ese algo siempre sos vos. Cuando estoy ensayando, en ese momento me pasa mucho que capaz salgo a la calle siendo ese personaje para ver también cómo me mira la gente, o me siento en una plaza para analizar cómo miro y no solamente lo que le pasa a los demás, sino cómo es que voy sintiendo cuando estoy en ese personaje y qué me sucede.
-¿Qué pasa con el después de una escena?
-Yo no puedo hacer una escena y estar desconsolada llorando, o de repente gritando en un ascensor, y cuando el director o la directora dice ‘corte’ que esté todo espectacular. Hay algo que te atraviesa. Y si no sentiste nada, no podés transmitir y eso se ve después cuando mirás una película, serie o lo que sea. Cuando ves a un personaje que está muy emocionado y no está llorando con lágrimas, pero realmente te llega. Eso busco transmitir.
-¿Cómo te llevás con las redes sociales?
-Las redes sociales son muy conflictivas porque nos creemos todo lo bueno y todo lo malo. No son parámetro de nada. Yo estuve con un montón de ataques de pánico y ansiedad, y nadie nunca en las redes sociales se enteró de que estaba pasando por ese momento. Era un espejo de una miserable realidad.
-Te comparan mucho con Angelina Jolie en las redes. ¿Cómo te sentís con eso?
-(Risas) Es verdad, me da un poco de vergüenza porque ella es una bomba, es la mujer más linda, pero no sé si me pasa algo específico.
-¿Tenés algún proyecto que puedas adelantar?
-Sí. Hay estrenos, muchas cosas lindas que todavía no salieron y que las estoy esperando con ganas. Una película de Luis Ortega, una serie y otra película. Después también hay bastantes cosas por apostar en España, que están ahí, pero prefiero ser más prudente con eso.
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Florencia Rodríguez: “Hoy el celular es el tercero en discordia en muchas relaciones”
La tecnología proporciona acceso inmediato a información, permite formar comunidades y compartir intereses. Sin embargo, su uso excesivo se asocia a una mayor probabilidad de presentar patologías de salud mental.

La tecnología proporciona acceso inmediato a información, permite formar comunidades y compartir intereses. Sin embargo, su uso excesivo se asocia a una mayor probabilidad de presentar patologías de salud mental.
En la era digital en la que vivimos, la tecnología forma parte del día a día de millones de personas, principalmente de los más jóvenes. Sobre el impacto que tienen las redes sociales, la licenciada en Psicología, Florencia Rodríguez, dice que perjudican las habilidades sociales ya que, cada vez más, “abundan los vínculos virtuales líquidos, superficiales”.
Ella se especializa en parejas, dependencia emocional y adicciones; a la vez que se enfoca en el comportamiento de los más jóvenes y sus vínculos. Además de profesional de la salud, es docente y creadora de contenido desde su cuenta personal.
-¿Cómo repercute la tecnología en los vínculos?
-A nivel vincular, cada vez es más difícil conectarse en relaciones cara a cara. Muchos mantienen vínculos virtuales líquidos, superficiales, y desarrollan cada vez menos sus habilidades sociales. Además, logran terminar una relación con tan solo un clic. Hoy el celular es el tercero en discordia en muchas relaciones.
-¿Se puede desarrollar adicción a la tecnología y las redes sociales?
–Sí, hoy se habla mucho de adicción a la tecnología. El uso de las redes sociales está generando un gran impacto a nivel personal y vincular. Por un lado, tener varias aplicaciones abiertas en simultáneo y recibir estímulos visuales, sonoros e información, genera un aumento en los niveles de dopamina, ocasionando un vínculo adictivo con el uso de los dispositivos.
Cada vez se necesita más tiempo en pantalla para generar el mismo efecto, como si fuera una droga. Además de que el uso excesivo de pantallas hace que estemos en varios lugares al mismo tiempo, menos en el presente, en el aquí y ahora. Hoy, vamos a un recital y en lugar de disfrutar el momento, nos preocupamos porque nuestro tema favorito quede grabado en el celular. Entonces, en definitiva, no estuvimos en el recital.
-¿Esto se puede relacionar con patologías como la ansiedad o depresión?
-Sí, totalmente. La repetición de este circuito genera altos niveles de ansiedad y depresión. Todo pasa a ser aburrido fuera de las pantallas, y nos desconectamos cada vez más de nuestros vínculos y de nosotros mismos.
-¿Qué beneficios dirías que tiene el uso de la tecnología?
-El mayor beneficio es que podemos acceder a conocimiento sobre alguna temática específica o a un servicio de calidad desde cualquier parte del mundo. Cuestiones que, antes, para muchos eran inaccesibles. También nos permite estar informados de la realidad y de movimientos de diferentes países del mundo.
-¿Y respecto al ámbito social?
-En cuanto a lo social, pienso que posibilita el armado de redes de apoyo, contención y también permite compartir intereses. Se generan muchas comunidades a través del uso de la tecnología.
-¿Cuál es el impacto que tiene el uso de la tecnología en los adolescentes?
-Hoy todo está en internet, los chicos cada vez tienen menos herramientas para resolver problemas cotidianos, ya que no se preocupan en buscar los recursos, obtienen la respuesta rápida en Google. Esto se ve reflejado hasta en las tareas, hoy en día hay muchos docentes que cuando corrigen trabajos prácticos notan que se hicieron con Inteligencia Artificial (AI). En definitiva, se terminan viendo afectadas muchas de nuestras capacidades: el lenguaje, la concentración, la memoria…
-¿Cuáles son las edades más vulnerables para sufrir las consecuencias de un uso indebido?
-Si bien los adolescentes de entre 12 y 16 años son los más vulnerables a los efectos perjudiciales de las plataformas, todos los que no reciban acompañamiento y límites de parte de sus padres pueden sufrir las consecuencias de un uso indiscriminado. Hoy vemos muchos padres ocupados, pero pocos abocados a la crianza o brindando tiempos de calidad.
-¿Cómo debería ser el rol de los padres? ¿Deberían estar presentes o controlar el contenido al que acceden sus hijos?
-Los padres son quienes deben regular el uso de las tecnologías según la edad. Y, sobre todo, deben enseñar con el ejemplo: si ellos están todo el tiempo hiperconectados, ¿cómo pedirle a sus hijos lo contrario? Deben limitar la cantidad de aplicaciones descargadas en los dispositivos, el tiempo de uso y utilizar las restricciones de edad de cada aplicación. Y también informar y educar para prevenir el grooming.
-Últimamente se está viendo un aumento en los casos de apuestas online.
-Sí, sobre todo en hombres. Cada vez hay más casos de ludopatía y se está dando en edades más bajas. Las aplicaciones de juegos o canales de apuestas virtuales son verdaderamente un problema. Los padres les dan a los hijos el uso libre de la tecnología sin ningún tipo de moderación, y esto los habilita a tomar este tipo de riesgos.
-¿Se observan diferencias entre hombres y mujeres en el uso de las redes y otros entornos tecnológicos como los videojuegos?
-Sí, las mujeres son más usuarias de las redes sociales. Los hombres también utilizan mucho los videojuegos.
-¿Por qué creés que se da la diferencia de género?
–Los hombres suelen estar más tiempo hiperconectados porque, en general, son quienes desarrollan menos recursos a nivel emocional, son más evitativos. Y precisamente el celular es una herramienta que les permite evitarse, no conectar con lo que les pasa. También se combina con que son más inmaduros emocionalmente y utilizan los videojuegos para continuar alojados en ese lugar de niños, para evadir las responsabilidades.
-¿Y en las mujeres?
-A las mujeres se les juegan más cuestiones de autoestima a través de las redes. Prevalecen mayormente los sentimientos de envidia y la competencia con otras mujeres, que lleva a una búsqueda constante de aprobación externa.
-¿Aprobación externa en forma de likes?
-Sí. Hace poco Instagram incluyó una opción para no visualizar los likes. Hoy, todo se negocia por un like. La pregunta es: ¿cuál es el límite?
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
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Agustín Gómez Sanz: “La Revista Lazer era internet sin internet”
El primer redactor de la mítica revista de cómics y anime argentina habla sobre el legado que dejó la publicación respecto del humor y la cultura japonesa.

En julio de 1997, Leandro Oberto y Pablo Ruiz, fundadores de la editorial Ivrea, sacaron a la luz la Revista Lazer. La publicación tenía características que la diferenciaban del resto, como por ejemplo, su lenguaje coloquial muy marcado, su humor y, más adelante, el correo de lectores en el que se mantenía una conversación con quienes enviaban sus cartas a la editorial.
A los pocos números de salida Agustín Gómez Sanz es contactado por Leandro para que, en principio, sea colaborador. Este llamado lo convirtió en uno de los primeros redactores de la revista hasta el año 2006, tres años antes del cierre de la publicación. A su vez, esto desembocó en su temprano ingreso a Ivrea donde se encargó de traducir múltiples mangas al español.
-¿Cómo fue el momento en el que pasaste de escribir un artículo a ser redactor de la revista?
-Leandro necesitaba información sobre los nombres de los personajes de Sailor Moon. Él sabía de mis conocimientos en japonés por lo que me pidió si podía escribir un pequeño apartado. Al siguiente número me pidió dos notas y para el próximo ya escribíamos la revista mitad y mitad.
-¿Era muy difícil conseguir información sobre un producto tan lejano?
-El acceso a la información era muy restringido y esporádico. No había internet prácticamente y la que había era muy lenta. Incluso Windows a veces no sabía cómo interpretar el japonés en las páginas web. Justamente la falta de información sobre el idioma fue el motivo por el cual yo pude entrar.
-¿En qué se basaban para elegir los temas?
-Tratábamos de estar al tanto de qué se iba a publicar, qué era lo próximo a salir. Había muy pocos estrenos pero teníamos relación con los canales que iban a emitir las cosas. La idea de que alguien pudiera ver una serie completa de punta a punta en ese entonces era muy extraño así que nos encargabamos de brindar las guías de capítulos.
-¿Y la elección de los especiales en qué se basaba?
-La idea de los especiales surge porque las notas primero se hacían de a pedazos. Llegabas a contar la información que había hasta el momento que escribías pero con el paso del tiempo quedaba obsoleto y había que hacer una nota más del tema. Nos dimos cuenta que podíamos compaginar todo en una revista especial. Al principio surgió como un rejunte. Después fue más hacer una enciclopedia que incluya todo lo referido hasta el momento.
-Dentro del humor que manejaba la revista se usaban muchas imágenes con texto simple, ¿podrían considerarse los primeros memes?
-Yo me fui haciendo cargo de la parte humorística de la revista. Contaba con una carpeta que tenía millones de imágenes sobre Japón entonces surgió la idea de crear una sección que sea la imagen con un epígrafe y se empezaron a dar chistes recurrentes. No creo que sean los primeros memes pero si es un poco lo que hoy es el lenguaje de internet.
-¿De dónde surge el característico lenguaje coloquial que usaban en la revista?
-Era una decisión editorial muy fuerte. Una regla que habíamos marcado para todos los redactores junto con el no hablar en primera persona. La idea era hacer una nota objetiva, sin decir qué te gusta y qué no, como si te la estuviera contando un amigo.
-¿Sentís que la revista influyó en el crecimiento de la cultura japonesa en el país?
-Todos los que formamos Lazer estábamos ubicados en un momento específico y preciso que generó que la Lazer sea internet sin internet. Servimos para dar a conocer y masificar, pero no podemos decir que el crecimiento fue por lo que nosotros hicimos. Quizás si no estaba la Lazer pasaba igual. Fue más una sincronía que una causa y efecto. Es innegable que hubo una explosión de la cultura japonesa; y si ayudamos a que eso pasara, fantástico. Pero no somos una de las razones por las que eso sucedió.
-¿Llegaron a tener impacto fuera de Argentina?
-Llegaban cartas tanto de acá como de otros países de Latinoamérica. Nos planteamos cómo sería publicarla afuera, pero lo que hacía especial a la revista era esa personalidad que uno sentía que conocía a la persona con la que estaba hablando. Si la publicabamos afuera había que hacerlo con gente local que diera justamente esa localidad.
Primera edición de la Revista Lazer del 7 de julio de 1997.
-¿Cómo era el proceso para elegir qué cartas de lectores se publicaban?
-Leandro recibía las cartas y se fijaba qué podía funcionar más en el “Correo de lectores”. La idea era que se dé una conversación. No se censuraba nada. Se buscaba qué era lo más interesante que podía surgir tanto por la carta recibida como por la respuesta que se le pudiera dar en la revista.
-¿Cómo lograron sobrevivir a la crisis del 2001?
-Para Lazer no fue un problema en el sentido de que la información seguía estando disponible mientras hubiera fondos. Gracias a que Ivrea publicaba mangas en España podíamos seguir editando sin problemas acá y, además, la revista en ese entonces tenía un éxito bastante grande.
-¿Influyó la censura que solían recibir los animes en la televisión a la hora de informar sobre los mismos?
-Nosotros mostrábamos lo que no se mostraba en la televisión. Era una forma de mostrar la diferencia cultural, el mostrar que allá se veían cosas que acá la gente se volvía loca por tapar u ocultar y no pasaba nada. Era mostrar cuál era el producto original.
-¿Llegaron a tener problemas por derechos de autor o por licencias?
-En esa época se podía publicar mientras dijéramos que los derechos eran reservados e indicar a quién le pertenecían. Podíamos movernos un poco más sueltos siempre y cuando este ese disclaimer en los créditos dando a entender a quien correspondían las imágenes pero no, no se pagaban derechos.
-Si la revista Lazer se publicará hoy, ¿qué crees que sería diferente y que podría mantenerse igual?
-Nada podría ser lo mismo, hacerla de igual manera hoy no tendría sentido. Todos los temas que nosotros tratábamos de volver mainstream son el mainstream de hoy en día. El problema ya no sería la información sino cómo presentarla y qué información elegimos contar.
La información es tanta hoy en día que dejó de ser lo importante. El juego hoy está en crear un contexto. Conectar y explicar las referencias que contextualizan. La información está en todos lados, darle contexto sería el servicio hoy en día. Habría que darle una vuelta de rosca a los datos que ya existen dando vueltas.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Además en ETER DIGITAL:
Gacha adictos: ludopatía e inmersión de los jóvenes en juegos online