En el marco de la Marcha Universitaria de este martes 23 de abril, una de las protagonistas de la jornada fue la creatividad desplegada por familias, jóvenes, profesionales y jubilados a través de carteles y pancartas. Desde afiches con colores brillantes, dibujos y escritos con fibrón indeleble, hasta gráficas impresas, se hicieron presentes.
“Mi educación es tu salud”, fue una de las consignas expresadas por una estudiante de la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Por otro lado, una pancarta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires cuestionó: “¿Por qué tanto miedo de educar al pueblo?”.
La marcha multitudinaria rechazó el desfinanciamiento de las universidades públicas. Estudiantes, profesionales, científicos, la CGT, movimientos sociales, organismos de derechos humanos y partidos políticos se sumaron a la movilización desde Congreso a Plaza de Mayo.
Actualmente, el presupuesto pactado en 2022 y aplicado en 2023, es el mismo. Más allá de las últimas declaraciones de los funcionarios nacionales, quienes señalaron que la deuda está “saldada”, debido a la inflación no es suficiente.
Las fuerzas del libro
Entre carteles caseros hechos a mano alzada con marcador e impresiones con el logo de la UBA y otras universidades pegados en cartones, pancartas improvisadas por autoconvocados, también se destacó un elemento que la actual gestión acusa y cuestiona como “adoctrinador”: el libro.
Una de las invitaciones para la convocatoria fue llevar un libro que sea representativo de la Argentina, de su cultura o que sea parte del imaginario colectivo.
Rodolfo Walsh, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, Maria Elena Walsh, historietas de Mafalda, entre otros autores y textos, fueron alzados entre la multitud.
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