Un nuevo desafío comienza para la selección femenina de fútbol argentino cuando se dé inicio al mundial a disputarse en Australia y Nueva Zelanda el próximo 20 de julio. Tras la lucha por la igualdad y un deporte, que, en Argentina es semi profesional, las chicas no pierden la esperanza y buscarán dar el batacazo contra las grandes potencias mundialistas.
Parece algo sencillo, pero en China 2003, Estados Unidos 2007 y Francia 2019 no se pudo superar la zona de grupos.
En el Mundial anterior, dirigidas por Carlos Borello, las jugadoras de la Selección argentina, se ganaron el mote de “guerreras”. En Francia 2019, y bajo el mando de Germán Portanova, después de empatar contra Japón en el debut, necesitaban una victoria contra Escocia. Perdían 3-0 y lo empataron 3-3. Y aunque no pudieron clasificar, a partir de ahí, les quedó ese apodo.
En Francia mostraron otro carácter, con muchas jugadoras del medio local que percibían un sueldo muy bajo, en comparación con las Selecciones que son potencias mundiales.
Actualmente, una jugadora gana $75 mil por mesde sueldo en promedio. Sobre esto, hablamos con Adolfo Tropp, ex director técnico de El Porvenir y nos contó que una dirigida suya le dijo: “Profe, no vine a entrenar porque rendí un final ayer”. Por este motivo, competir con las grandes potencias es casi imposible.
En Francia 2019, ya con jugadoras de más experiencia, se encaró hacia París con un plantel que contaba con Mariana Larroquette, actualmente en el club León de México, y con otras del ámbito local. Fueron las primeras apariciones de Estefanía Banini, hoy figura en el Atlético de Madrid. Sin embargo, muchas jugadoras deben tener otro trabajo, además del fútbol, debido a los sueldos bajos, como reclamó en su momento Macarena Sánchez, quien fue una de las que dio el puntapié inicial a esta lucha.
Muchas de las bautizadas “guerreras” en el último mundial, no viven sólo del fútbol. Tal es el caso de Romina Ferro, segunda arquera en Francia 2019, de profesión traumatóloga. Muchas guardias la hicieron llegar tarde a los entrenamientos y hasta dudar si seguir o no. Hoy con 42 años, y ya retirada, no lo duda y en una entrevista en el ciclo televisivo de Delfina Corti en Deportv dijo: “Acá del fútbol no podés vivir”.
En este mismo ciclo, Mariana Gaitán, capitana de la UAI Urquiza, expresó: “No llegamos a ganar ni un 2% de lo que ganan los futbolistas hombres”. Asimismo, añadió que en un encuentro tuvieron que jugar la mitad del banco de suplentes, con jugadoras de la reserva, porque las demás no pudieron concurrir debido a sus trabajos.
Por su parte, Vanina Correa, actual arquera de la selección, es empleada de la caja de cobros de un supermercado y madre de dos hijos. El actual DT la llamó y le preguntó: “¿Estás?”, y convencida dijo que “sí”.
Asimismo, Lorena Benítez tuvo un puesto en el Mercado Central y hoy juega en Palmeiras de Brasil.
En síntesis, las diferencias con el fútbol europeo, o incluso con el mexicano, son abismales. Sobre todo, cuando se va a encarar la etapa mundialista. Se nota la diferencia económica en las argentinas, que son semiprofesionales. De esta manera, es muy difícil competir y queda evidenciado que nuestra selección no está en condiciones de emular a las del Viejo Continente. Y al ser todavía un deporte amateur, en nuestro país, jugamos con total desventaja.
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