La delantera, que es la goleadora de Inglaterra, lucha por la igualdad de género en el deporte. Historia de una profesional inspiradora que deja huella en el fútbol.
A sus veintidós ya es toda una promesa, una mujer inspiradora. Profesional. Pionera. Embajadora. De chica, el fútbol casi ni le interesaba, prefería disfrutar su niñez bailando y jugando al criquet. Pero Lauren era toda una soñadora y pronto se iba a dar cuenta del impacto que generaría esa —alguna vez— niña, años después, con ese carácter alentador y deportista, en el panorama actual del fútbol europeo.
En Inglaterra el equipo femenino pasa su mejor momento, su selección llega al Mundial luego se colgarse la medalla de la Finalissima ante Brasil, en Wembley; la audiencia y fanatismo crecen gracias a que los clubes más históricos de la Premier League participan en la FA Super League; y los récords de asistencia en los estadios no paran de subir. Además, es pionera en apostar por un trato justo entre sus jugadores: desde enero de 2020 cada jugador, hombre o mujer, cobra unas dos mil libras por partido jugado.
El panorama es claro: sin inversión, no hay ganancia. Y sin apoyo, no hay visibilidad.
“Pero… si el futbol femenino no vende… no lo mira nadie. ¡No saben ni parar una pelota!”.
¿Cuántas veces lo escuchaste? La realidad es que es el activismo de las propias futbolistas lo que lleva a la disciplina a otro nivel de visibilidad, en una lucha por un trato justo y mejores condiciones laborales. Aunque, la verdadera clave está en el interés que les pongan los clubes a las jugadoras en cuestión de salarios y disposición: una jugadora promedio de la Super Liga de mujeres cobra 47.000 libras al año. Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, el 49% de las jugadoras no recibe un salario y un 87% finaliza su carrera deportiva antes de los 25 años por la baja o nula remuneración.
Es que el fútbol es el megáfono de la sociedad. Los demás gigantes europeos deben tomar como ejemplo el éxito de la inversión hacia las jugadoras inglesas y estimular no solo salarios más justos, sino también, situar al fútbol femenino como una propuesta primaria en los clubes, y no como un requisito a tachar en los estatutos de las competencias a participar. Aquella revolución, en Inglaterra ya sucede, y contagia a sus propias futbolistas a hacer eco en la sociedad por un fútbol más justo, apto e inclusivo.
Hemp, internacional con su selección desde 2019, impulsó junto a Lucy Parker, jugadora del West Ham, un cambio en el paradigma en la vestimenta de las futbolistas: el color de los shorts. Apadrinadas por Nike, cambiaron el poco conveniente pantalón blanco de su selección nacional, por uno azul oscuro, más cómodo para los días del período. De cara al Mundial, otros equipos replicaron la iniciativa —incluido algunos clubes de la liga, como el Manchester City—, velando por la confianza y seguridad de las jugadoras a la hora de ir a entrenarse o jugar un partido.
Lauren, delantera del Manchester City, llega al Mundial tras convertirse en la máxima anotadora de su club en la temporada 2021/22, al marcar 21 goles en 37 partidos y 10 asistencias. Por su parte, el combinado inglés alcanzará la competición mundialista luego de una preciada temporada, en 2022 se consagró campeón de su primera Eurocopa al derrotar por 2-1 a Alemania, donde 87.192 personas estuvieron presentes en el estadio Wembley, cifra que es, al día de hoy, la mayor asistencia a una final de Eurocopa masculina o femenina en la historia.
En julio, se aguarda por una cita mundial que, por primera vez en la historia cuenta con una proporción de financiación reservada para la compensación adecuada para las jugadoras, donde la selección de Sarina Wiegmann (DT de Inglaterra) se florea entre las favoritas y comienza a preparar la convocatoria de manera anticipada. Participante del grupo D, se enfrentará en Australia y Nueva Zelanda a una Dinamarca que llega tras meses de lucha contra la brecha salarial y negociación de sueldo; frente a una histórica Haití, que logró su primera clasificación en un mundial y goza de un momento dorado luego de haberle ganado a Chile en el partido de repechaje; y al poderoso combinado de China quienes, por impulso del Gobierno, cuentan con apoyo económico de empresas con el fin de hacer crecer el deporte y organizar el Mundial 2031 como logro a corto plazo.
Lo que pasa en el fútbol, dice mucho de esta generación de jugadoras y de la popularidad y seriedad que tomó el deporte. Hemp, como futbolista tiene un valor estimado entre 4 y 6 millones de euros. A diciembre de 2022, su patrimonio neto fue valuado entre 5 millones de euros, una parte proviene de todos los torneos y campeonatos que jugó hasta la fecha. “Tenemos una plantilla fantástica, jugadoras que me dan el balón en buenas posiciones y delanteras que pueden rematar los centros que yo meto, también tenemos un gran staff, personas que siempre me están animando y queriendo que mejore”, dijo Lauren en una entrevista para el sitio web oficial del Manchester City.
La delantera es embajadora de “Women In Sport”, una organización benéfica del Reino Unido que promueve la igualdad de género en los deportes. Hemp es toda una role model que está viviendo los mejores años de su carrera en su club y en su Selección. Un dato no menor: es cuatro veces campeona del premio a Mejor Jugadora del Año FIFA, un récord que nadie logró, incluso en el masculino. “Cuando era más joven, nunca pensé que sería un modelo a seguir”, manifestó para “PFA Vertu Motors”, luego de recibir el premio al Jugador del Mes a principios de esta temporada.
En este contexto, Lauren se florea, junto con sus compañeras, como las grandes candidatas al título Mundial. De todas formas, la delantera ya tiene su nombre escrito en el presente y una gran proyección a futuro, dentro y fuera de las canchas.
Agregar comentario