La periodista y economista acreditada en la Sala de Periodistas de Casa Rosada y el Ministerio de Economía reflexionó sobre su vida profesional y la manera de hacer periodismo.
Liliana Franco habló sobre el periodismo del pasado y el actual, y cómo estas diferencias repercuten en las salas de periodistas acreditados en Casa de Gobierno. Basta con repasar su trayectoria para saber que no es una improvisada, sino una profesional especializada en economía y política, que respeta los códigos de la profesión. Trabajó en Ámbito Financiero, Clarín, Infobae, América TV, Radio Rivadavia y Radio El Mundo. Transitó con la misma prestancia por la gráfica, la televisión y la radio. Ejerció además la profesión en el exterior, donde también estudió, brindó cursos y seminarios.
¿Qué te llevó a ser periodista? ¿Fue una pasión desde chica o una inquietud que fue surgiendo con el paso del tiempo?
En realidad,no tenía el propósito de ser periodista. Empecé la carrera de medicina y después terminé estudiando economía. No estudié periodismo. Tengo carrera de grado en economía pero no de periodista. Me di cuenta de que era lo mío porque me gusta mucho hablar con la gente y soy curiosa.
¿Fue difícil abrirse camino en el mundo periodístico, específicamente en la parte de economía, siendo mujer?
Sí, porque existía un prejuicio. Se asocia a los temas económicos con algo de hombres. Hoy ya no es así, pero hace 30 años todo era diferente. Igualmente, nunca sentí que por ser mujer se me descartara pero sabía que se me iba a exigir más que al resto. Eran las reglas del juego. Fui la primera subeditora en Clarín y editora general en Ámbito Financiero.
¿Cómo es trabajar en los diferentes tipos de medios?
Yo me siento cómoda en los tres. Donde encuentro más seriedad es en la gráfica, porque cuando uno se sienta a escribir, relee y se pueden corregir los errores. La televisión y la radio son aire. Ambos deberían tener también la misma rigurosidad, pero no es así. Uno debe ser consciente de que lo que dice puede lastimar o estar equivocado. Por estas razones es que mi corazón sigue estando en la gráfica.
¿Cómo se llega a ser una periodista acreditada en el Ministerio de Economía o en Casa Rosada?
Cuando un medio decide mandar acreditado a un periodista no envía a cualquiera. Se elige a periodistas formados porque es la representación del medio ante el ministro o el presidente. Yo estoy acreditada hace 30 años en Casa Rosada y el Ministerio de Economía. Antes para lograr estar en la sala de periodistas había que tener una acreditación de un medio periodístico reconocido y cumplir con un determinado período de asistencia diaria. Igualmente, hoy en día ya no hay muchos requisitos para ser acreditado.
¿Hay rutinas fijas en tu labor o todo se va modificando de acuerdo a la coyuntura diaria?
La organización es complicada y más en un país en el que la información va cambiando minuto a minuto. Yo trato de tener una “cierta” rutina, porque sino sería muy difícil trabajar. El periodismo no es una profesión en la que todos los días son iguales. No hay una estructura porque la información no se termina cuando uno quiere.El problema con el periodismo es que las noticias y la información no descansan.
Cuando está por salir una información muy importante, de la cual todos los medios están pendientes y esperando, ¿cómo es el proceder de los acreditados? ¿Tienen que mandar un anticipo y luego el desarrollo de la información?
Cuando uno se entera de algo, inmediatamente llama a su medio. En tiempos que no existía Internet, uno escribía y después el jefe lo editaba. Hoy en día, salís antes por todos los medios porque, por ejemplo, la gráfica tiene portales y redes. Uno manda el anuncio mientras va escribiendo la nota. Hoy un medio gráfico se ha convertido en una agencia de noticias. Antes no era así porque tenía tiempo de escribir hasta el cierre del diario.
¿Manejan información que los periodistas que no están acreditados no?
En teoría, ese debería ser el privilegio. La razón por la cual un medio decide que en vez de tener un periodista en la redacción solo esté abocado a los pasillos de Casa Rosada o el Ministerio de Economía es porque se supone que va a tener acceso antes, mejor y más profundo al área. No siempre se cumple, porque los voceros prefieren hablar directamente con tu jefe.
¿Esperan que les den la información a los acreditados o salen a los pasillos en busca de un testimonio o una declaración?
El mal periodista se queda sentado cómodamente en la oficina. Por esa razón es que hay una mala imagen de los acreditados. Se piensa que están todo el día tomando café o mate en la sala y no hacen nada.La información nunca llega hacia uno sino que hay que salir a buscarla. En esa búsqueda te podés encontrar con el funcionario que también tiene interés en difundir y ahí lográs una exclusiva. Para conseguir información hay que salir, “pasillear” y hablar con todo el mundo.
¿Cuándo son los momentos en que sentís que se vive un clima de mayor tensión dentro de la sala de periodistas acreditados?
Las mayores tensiones se dan cuando hacemos guardia en el Patio de las Palmeras. Igualmente, hay mucho individualismo y no existe mucho espíritu de equipo entre los acreditados.
¿Los presidentes tienen un contacto cercano con ustedes o solamente los ven cuando dan una conferencia o un off?
Depende quién. No es igual en todos los casos. El último Presidente en visitar la Sala de Periodistas en la Casa Rosada fue Carlos Menem. Mauricio Macri hacía off de records con periodistas. Él dio muchos más que Alberto Fernández, quien nunca visitó la Sala de Periodistas. Con Cristina fuimos solamente a tres off the record en 10 años. NéstorKirchner tenía mucho más trato, porque le gustaba la economía y por eso yo tenía más relación con él.
¿Y con los ministros?
En la Sala de Periodistas de Economía, con el último Ministro que hablamos off the record fue con Martín Guzmán, aunque no es una situación muy frecuente.
¿Hoy Gabriela Cerruti, la portavoz de la Presidencia de Argentina, está revitalizando la sala de periodistas?
Le está dando jerarquía y entidad gracias a que viene, informa, hay una conferencia todas las semanas, pasa por la sala y nos contesta cuando le escribimos.
¿Cómo se vive el periodismo en las salas de acreditados a diferencia de una redacción en cualquier diario?
El ser acreditado te da la posibilidad de ver las caras y vivir el clima del lugar. Conocés mucha más gente. Te nutre muchísimo en tu labor como periodista. Yo dejé un puesto de editora para ser acreditada. Eso lo dice todo. En las redacciones yo me aburro. Necesito la vorágine que te da el ser una periodista acreditada.
¿Qué creés que le aportás a la sociedad gracias a tu labor periodística?
Yo en tantos años de profesión nunca tuve una desmentida. Eso es porque no publico cualquier cosa. Todo lo que escribí siempre estuvo documentado. Yo nunca informé opiniones. Mi mayor orgullo es que nunca engañé a los lectores y televidentes.
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