Tras el mundial de Futsal en Lituania, donde la Argentina salió subcampeona, Eter Digital tuvo la oportunidad de hablar con Lucas Farach, el arquero que atajó el penal definitorio para pasar a la semifinal, que contó acerca de esta profesión y cómo está creciendo cada vez más.
Lucas Farach llega a la entrevista vestido casi todo de blanco y se pide un frapuccino con chocolate en el Starbucks de La Pampa y Av. Del Libertador, lugar que queda a dos cuadras de su trabajo. Además de entrenar todos los días, hace diez años que trabaja en un estudio contable porque el sueldo que gana como jugador no es el suficiente como para mantenerse. Igualmente asegura que sus jefes vieron su crecimiento en el deporte y le dan muchas comodidades con el horario o lo dejan trabajar en casa.
El arquero, que actualmente juega en Kimberley, contó sobre cómo fue vivir el Mundial y cómo vivió perder la final: “En ese momento sentí una tristeza enorme, después de todo lo que habíamos vivido como grupo fue un bajón gigante”, apuntó. “Hoy viéndolo más tranquilo estoy contento por lo que logramos y el apoyo que nos brindó la gente, pudimos posicionar a Argentina en lo más alto del futsal y me parece un logro increíble para seguir afianzando el deporte a nivel mundial”.
El futsal cada vez se va conociendo más: un dato es que la TV Pública, en la final frente a Portugal, obtuvo 6.5 de rating y esto es lo que aspiran que pase no sólo con el futsal internacional sino también con el nacional.
“Ojalá este empujón sirva para que el futsal sea más conocido, es un deporte atractivo y de alto rendimiento que puede atraer a mucha gente, esperemos que dé ese salto de profesionalidad acá en Argentina que todos necesitamos”, apuntó. “En 2016 tuvo un gran crecimiento por el mundial que ganaron los chicos, pero si el torneo local está bien planteado desde la dirigencia puede tener mucha más repercusión. Es la liga del país que sale campeón y subcampeón del mundo, es un proceso que tal vez va a llevar unos años, pero con la ayuda de la AFA se puede conseguir”.
Un deporte en crecimiento
Kimberley es el club de su vida, donde jugó casi toda su carrera, pero en fútbol 11 es hincha de Boca, y tuvo la suerte de poder vestir la camiseta en el 2019. Allí, si bien de seis títulos ganó uno, pudo ir a jugar un mundial de clubes a Tailandia, donde perdió en la final por penales. Sin embargo, allí eliminó al Barcelona de Ferrao, el mejor jugador del mundo junto con Ricardinho.
-¿Qué te queda de tu paso en Boca?
-Me quedo con la experiencia de haber disfrutado jugar en el club del que soy hincha y poder ver desde adentro lo que es un club grande, cómo funciona en cuanto profesionalidad e instalaciones, algo que en el futsal local no está tan organizado. También tienen esa visibilidad de equipo de 11 que se nota porque vas a la calle y te reconocen, hay muchos hinchas enfermos de Boca que se saben los jugadores de todos los deportes del club. Fue un gusto haber usado la camiseta del más grande de Argentina.
-¿Qué se sintió perder la final del mundial de clubes en 2019?
-Llegamos con pocas expectativas de poder competir el torneo, le ganamos una semi al Barça que es histórica, y nos va a quedar la bronca de haber perdido la final por penales para siempre. Con el tiempo te das cuenta que generaste algo bueno, pero una final perdida es una final perdida y siempre va a doler.
-Por la pandemia se organizó un torneo distinto al de años anteriores, ¿cómo es este?
-Este año se hicieron grupos con equipos desde la D hasta la A, y los primeros ocho juegan playoffs, que son a partido único y empiezan desde cuartos de final.
-¿Te gusta este nuevo modelo?
-Me gusta, lo mejor del deporte es que las divisiones inferiores puedan competir contra las más altas, los estimulan para su crecimiento. Hoy en día, tal vez, hay mucha diferencia entre las divisiones, pero con el tiempo se va a equiparar, aunque siempre puede haber sorpresas: podés tener un mal partido y empezar perdiendo y al ser chica la cancha los errores se pagan más caros.
-¿Dónde te gustaría retirarte?
-Me gustaría retirarme en Kimberley, el club de toda mi vida, donde jugué al papi fútbol desde los 4 años. Es mi segunda casa, hice montones de amistades ahí, gracias a Dios en el deporte soy una figura reconocida y siempre quise quedarme tratando de priorizar el deporte en el club.
-¿Te suelen parar en la calle para pedir fotos o saludarte?
-En Kimberley me piden bastantes fotos o mensajes, más que nada los más chicos. En la calle cada tanto me paran, después del mundial un poco más porque todavía está muy latente, y en mi paso por Boca, me pedían muchísimo porque tiene millones de fanáticos.
La bendición
En el medio del mundial, luego de que la Argentina le ganara a Rusia por penales, el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, subió una historia a Instagram bancando a los jugadores de la selección. Consultado por Eter Digital, Farach dijo: “Que Messi haya visto el partido fue lo máximo. Entramos al vestuario festejando el pase a semifinal y vimos lo que había subido. Creo que festejamos más que Leo nos estaba viendo que el mismo pase. Es nuestro ídolo y que nos siga o que tenga un rato para nosotros es único”.
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