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MANERAS DE VER Y TRANSITAR UNA PANDEMIA

Foto: Marcelo Endelli / Getty

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Cuando el desastre del Covid-19 comenzó se hablaba que, como todo virus, no tenía distinción de clases. Mataba gente rica y gente pobre. No preguntaba si llegabas a fin de mes con lo justo, sobrado o nunca llegabas. Solo te invadía el organismo sin pedir permiso alguno.

Por Tomás Mileo

Cuando en la Argentina comenzó la cuarentena, una gran parte de la población estuvo de acuerdo en llevarla adelante y mantuvieron dicha postura ante las dos primeras prolongaciones del aislamiento. Según la encuestadora Quiddity y la Agencia de Investigación +Big Data, el 77% de los ciudadanos estuvieron de acuerdo con la medida sanitaria dispuesta por el gobierno, la cual tuvo el afán de “estirar” lo más posible la cadena de contagios para poder preparar el sistema sanitario y evitar un posible colapso.

A medida que el tiempo fue pasando, las teorías conspirativas invadieron las redes sociales y la politiquería barata se adueñó de los medios. Una parte de la población, comenzó a poner en la mira al aislamiento obligatorio.

Se convocaron cuatro marchas en contra de la cuarentena en el microcentro de Buenos Aires. ¿En qué consistieron dichas marchas? En varios puntos. Algunos, muy lógicos. Otros, extravagantes.

¿Cómo se llega a una marcha en contra de una medida que puede salvar miles de vidas?

Se puede basar en dos puntos:

Número uno: Medios de comunicación.

  1. Declaraciones de economistas.
  2. Espacio a personajes políticos opositores al oficialismo.

A) Desde el comienzo del aislamiento, en los medios de comunicación se les dio voz a muchos economistas. Y todos ellos, coincidieron en que la cuarentena iba a “destrozar” la economía argentina. Es más, algunos se animaron a decir que si la gente no se muere de coronavirus, se iba a morir de hambre.

Hacía falta hablar de economía, eso está claro y no entra en discusión, pero las ideas propuestas por economistas de cómo llevar el país en una situación como la actual dejaban varios grises.

La gran pregunta es: ¿Qué país creció o se mantuvo estable económicamente, en medio de una crisis sanitaria? La respuesta es ninguno.

Miremos los claros ejemplos de países, en donde se tomaron tarde las medidas preventivas frente al Covid:

ITALIA: En este país, las medidas se comenzaron a tomar a partir del día 9 de marzo, en donde ya se registraban más de 9mil infectados y más de 460 muertos, teniendo su primer caso detectado el 31 de enero.

El 22 de marzo, Giuseppe Conte anunció el cierre de todas las empresas en Italia que realizan “actividades de producción no necesarias”, con el fin de reducir la cantidad de habitantes que tengan que trasladarse hacía sus trabajos y así tratar de reducir la cantidad de infecciones.

El 9 de abril, Italia contabilizó 135mil casos y más de 17mil fallecidos.

Frente a las medidas implementadas, para prevenir la expansión del virus, el Istituto Nazionale di Statistica (ISTAT) declaró que unas 2.2 millones de empresas estaban paradas, abarcando a 7 millones de trabajadores. Además, la entidad agregó que, de seguir así, el PBI italiano caerá un 10%, llegando a una pérdida de 45.000 millones de dólares.

Hoy en día, se contabilizaron más 35mil muertes y 247mil infectados.

ESPAÑA: Acumula un poco más de 28mil muertes y 285mil casos confirmados. Las medidas, como en Italia, fueron tomadas muy tarde. Y, pese a “estirar” lo máximo posible el cierre de la economía con las medidas de aislamiento, el PBI de España caerá un 8% (según pronósticos del FMI).

Entre enero y marzo, la actividad económica cayó un 4.7% y se espera una caída a final del año de entre 6,6% y 13,6%, según el Banco de España.

Con este golpe económico, se contaron más de 300mil despidos.

REINO UNIDO: Uno de los casos más particulares. Hasta el Primer Ministro Británico contrajo la enfermedad. El modelo del Reino Unido era similar al de Italia y España, no cerrar y mantener la economía. La idea para controlar la enfermedad era “La Modalidad del Rebaño”, ósea que todos se contagien rápidamente para generar los anticuerpos necesarios, y así salir de manera fugaz de la pandemia. El plan no funcionó, la economía en el mes de abril cayó un 20.4%, lo que es equivalente a 30millones de Libras en perdida.

La recesión económica está a la orden del día, los muertos son más de 46mil y 300mil los infectados.

ESTADOS UNIDOS:   Ya entrando al continente americano, comenzamos por el norte. Estados Unidos nunca tomó como algo serio al Covid-19, aun viendo el desastre que estaba haciendo en Asia y Europa. Donald Trump fue chicanero y repetitivo, diciendo que solo era un virus de China, que no provocaba más que una gripe un poco más elevada. Con la curva creciente de casos, el presidente norteamericano recomendó tomar desinfectantes para poder “limpiarse por dentro”. Estas declaraciones fueron tomadas por algunos ciudadanos y fueron hospitalizados por intoxicación.

La economía de EEUU no se cerró, pero de igual manera la misma sufrió una caída enorme. Hoy en día, hay más de 40millones de personas desocupadas. Y, desde la Casa Blanca, prevén que la taza total de desocupación será del 25%.

 4.5millones de casos positivos y 154mil muertos.

BRASIL:  Jair Bolsonaro se mostraba recorriendo las calles de Brasil, sin barbijo ni ninguna otra protección. Se acercaba a la gente, se tomaba fotos y comía en la vereda. Cuando era consultado sobre las muertes que está generando su pésimo manejo de la situación, contestaba: “La muerte es el destino de todos”.

Resulta que hasta el mismo presidente sufrió el contagio del virus. Esa es la realidad de Brasil hoy, la excusa de no establecer un confinamiento obligatorio es la misma de los países de arriba, la caída de la economía.

La situación económica de Brasil, sin cierre alguno, ya afecta a más del 53.3% de las familias de ese país con despidos, reducciones de jornada y suspensiones.

El sector de servicios, que es el 60% del PBI brasilero, en el mes de mayo sufrió una caída histórica del 6.9%.

Son más de 91mil los muertos y los contagios sobrepasan a los 2millones

CHILE: Hace años se habla de Chile. El país modelo, el de la economía perfecta. Un pulmón europeo en Sudamérica. Desde que se detectó el primer caso, Sebastián Piñera declaró, en reiteradas oportunidades, que el sistema sanitario chileno estaba preparado.

Hoy, el país tiene más de 9300 muertos y 354mil contagiados.

¿La economía de Chile? Se espera que la caída del PBI sea de un 4.5%.

¿Lo de Sebastián Piñera fue negligencia o “quiso resguardar la economía” como los otros países?

En conclusión, los países que cerraron tarde o no cerraron, tienen una economía que se arrastra en el desierto pidiendo un poco de agua.

La vida de los ciudadanos valió mucho menos que su idea de mantener el poder económico estable. La pregunta era: ¿Cómo mantener una economía estable, en una crisis que es a nivel global?

Con las medidas propuestas por la rama económica de nuestro país ¿Cuántos muertos creen que habría en Argentina?

-Todos los datos están actualizados al día 31 de Julio-

B)  Las declaraciones y opiniones de políticos opositores al oficialismo, parecía llevar un rumbo estable. Desde el punto de vista lógico, estando una situación de emergencia sanitaria, lo único que queda por hacer es unir las fuerzas políticas y llevar en conjunto las riendas del país.

Pero a medida que el tiempo fue avanzando y el confinamiento obligatorio se fue prolongando, las declaraciones por parte del principal partido opositor del oficialismo fueron cada vez más punzantes.  

Realizar comentarios críticos, que no aspiran en lo más mínimo en colaborar con la causa, nunca ayudan. La realidad que atraviesa el país hoy en día no deja lugar para realizar política. Pero parece que el afán de buscar votos para 2021 puja más fuerte.

Quizás se estén preguntando: ¿Cómo una declaración puede ser tan punzante como para darle un contexto político a la pandemia? Hubo algunas como las siguientes:

Patricia Bullrich: “Alberto Fernández quiere matar gente”

Esta polémica declaración de la Presidenta de Juntos por el Cambio surge de un dicho de Alberto Fernández, donde el mandatario dijo que: “Había personas dentro de la oposición que querían levantar la cuarentena inmediatamente, lo que llevaría a miles de muertes”

En esas circunstancias, la ex Ministra de Seguridad dijo la frase marcada. Y la explicación que dio sobre la misma es que Fernández se había mostrado a favor de que la gente pueda “salir a pasear”.

Desde que comenzó el confinamiento, el gobierno forjó un círculo de expertos compuesto por infectólogos para afrontar la pandemia y no dar pasos en falso. Uno de los médicos más consultados fue: Pedro Cahn, de los epidemiólogos más reconocidos y altamente destacado en su lucha contra el Sida.

Pero se ve que algunos principales referentes de Juntos por el Cambio no están de acuerdo con el experto.

Miguel Ángel Pichetto declaró que: “Tuvo un exceso de protagonismo”. Porque él cree, que un médico no puede anticipar la prolongación de la cuarentena antes que el presidente. Y, para cerrar, agregó que: “Un minuto de fama, no se le niega a nadie”

Patricia Bullrich, si otra vez, fue más hiriente contra el infectologo y declaró: “Lo que dice Pedro Cahn, que el que sale busca el virus, es generar miedo. Es casi terrorista”

También, sumándose a declaraciones polémicas, se subió al tren María Eugenia Vidal. La Ex gobernadora, vía Zoom, pidió a sus allegados: “Salir a la calle a pelear y buscar el voto, que es lo que necesitamos para el año que viene”. Esta frase de Vidal, es el punto más claro de una oposición que intenta hacer política en medio de una crisis Mundial.

Destacemos que la ex gobernadora de Buenos Aires rompió la cuarentena para realizar reuniones políticas y como consecuencia sufrió el contagio de Covid-19.

Este tipo de comentarios no hicieron más que darle una mirada y tinte político al aislamiento, lo que termino siendo uno de los motivos principales a las marchas convocadas.

¿Les parece correcto el mensaje que transmiten a sus militantes, votantes y no votantes?

¿El solo hecho de ser la oposición, les permite hacer comentarios de esta índole?

¿Por qué ensuciar el terreno en plena crisis Mundial? ¿Es necesario hacer política? ¿No sería mejor colaborar con la causa?

Numero dos: Necesidades económicas.

    Se sabe de antemano que la salud y la economía no tienen una buena relación, menos  en una situación como la actual, donde el lado económico queda relegado por darle importancia a la vida humana.

Es claro que si no hay movimiento de ciudadanos, si no hay empresas ni comercios abiertos, no hay movimiento de dinero. La economía se estanca, las Pymes colapsan, las grandes corporaciones hacen sus negocios de siempre y despiden personal pese a la prohibición dada por el gobierno.

Por parte del Estado, se proporcionaron medidas en búsqueda de que la gente tenga un “mango en el bolsillo”: El aumento de la Asignación Universal por Hijo, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el préstamo de 150mil pesos a monotributistas -el cual es sin interés y se comienza a pagar en septiembre- y a las empresas y Pymes que se anotaran se les abona el 50% del sueldo de los empleados (ATP).

¿Es poca la ayuda? Puede ser. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, el IFE atiende a 11millones de personas, pero muchas quedaron por fuera del mismo cuando le es altamente necesario.

Cada realidad es distinta y no toda la población puede sobrellevar un aislamiento obligatorio de una manera “cómoda”.  La situación en las villas y/o barrios de emergencia es realmente alarmante ya que en estos conglomerados la situación estructural es muy diferente a la de los barrios tradicionales.

Según el último relevamiento de la Fundación Techo uno de cada diez habitantes de este tipo de barrios, vive en una situación precaria. En el informe se detalla que en un 95% de los barrios informales, las familias no tienen acceso a una red de agua corriente (servicio esencial hoy en día, para mantener higienizadas las manos) a esto se le suma que, aproximadamente, un 85% de la población de esos barrios son trabajadores informales, lo que provocó, en un corto lapso de tiempo, que muchos tengan que movilizarse en búsqueda de algún empleo y dicha acción provoca un ,constante, riesgo de contagio.

Los casos más nombrados fueron los de la “Villa 31”de Retiro y “Villa Azul” de Quilmes.

En el caso del barrio porteño se llegó a tener 170 contagios por día y se emitieron varias denuncias vía redes y medios de comunicación, indicando que no hubo agua corriente durante más de una semana.

Y en el del Sur de la provincia se detectaron, como pico máximo, 53 contagios por día. En este caso se decidió cerrar el barrio, nadie sale ni entra del mismo durante 14 días. Se dio asistencia social a cada domicilio, brindando un bolsón de comida para subsistir durante ese margen de tiempo.

En plena pandemia, la desigualdad social que sigue existiendo en la Argentina nos debería plantear como podemos corregir este tipo de situaciones. Que en pleno Siglo XXI siga habiendo villas o barrios de emergencia, tiene un tinte escandaloso.

En el caso de los comercios que no tienen permitido abrir, obviamente no generan ningún ingreso. Los ciudadanos comienzan a reinventarse, vendiendo productos desde su domicilio y haciendo otro tipo de actividad que se permita. Los restaurantes y bares trabajan con delivery, pero en líneas generales, ese tipo de ventas dejan un 20% de ingresos a comparación de lo que se recaudaba con una situación normal. Aunque se les habilito el sistema “Take away” (donde el cliente puede ir a retirar el producto al local) los números siguen siendo muy malos.

Uno de los sectores más golpeados es el Turismo y, realmente, parece cada vez más lejana la oportunidad que esta rama pueda ponerse en marcha. El presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías, declaró que cerca de 200 mil personas pueden quedarse sin trabajo. “No hay precedentes de una crisis como está”, agregó. Además, explicó que el turismo emplea más de 1millon de personas y están en riesgo más de 5mil agencias y 17mil hoteles.

Así como se predijo cuanto van a caer otros países en su Producto Bruto Interno, también se conoció la caída que sufrirá la Argentina. De por sí, entre enero y marzo el PBI cayó un 9.8%. Sumado a esto, el Banco Mundial prevé una caída de 7.3%, por el efecto pandemia, de nuestro Producto Bruto Interno y un repunte del mismo del 2.3% en 2021.


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