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Ni las mujeres ni la tierra somos territorio de conquista

Quinientos años de silencio y complicidad permitieron que una práctica aberrante como la violacion en grupo a niñas y adolescentes indígenas, conocida como chineo, persista en la actualidad. Las líderes y referentes indígenas llevan adelante una campaña para abolir este crimen.

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Quinientos años de silencio y complicidad permitieron que una práctica aberrante como la violacion en grupo a niñas y adolescentes indígenas, conocida como chineo, persista en la actualidad. Las líderes y referentes indígenas llevan adelante una campaña para abolir este crimen.


Nunca se habían visto entre sí pero sabían de la existencia de la otra. Son cientas. Eligen  Chicoana, Salta para concretar la cita, para que las hermanas de los países limítrofes se acerquen. Es mayo y las demandas son muchas. Son indígenas y mujeres. Hace más de quinientos años sufren el atropello de un sistema que las quiere sumisas o muertas.y que las va empujando cada vez más para borrarlas del mapa. ¿Cómo definir prioridades a la hora de trazar un rumbo en la lucha? Dirán que en las niñas y jóvenes está el futuro, la posibilidad de sanar como pueblo y los saberes ancestrales que quieren recuperar. Es el Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir. Es ahí donde nace la campaña Abolición del chineo ya, antes Basta de chineo

No todas están de acuerdo con nombrarlo porque les parece que la palabra proviene de ese mismo sistema que las somete. Pero para otras decir chineo es mostrar una práctica de la que no se habló por siglos, que esconde odio, racismo, colonialismo y misoginia. Chinear es una palabra que usaban los criollos en el norte argentino cuando iban a “cazar“ niñas y adolescentes indígenas para violarlas, muchas veces en grupo. Esta práctica persiste en el presente. En muchos casos con la complicidad de las altas esferas del poder, de la justicia, la política y las fuerzas de seguridad que mantiene impune el crímen.

“Muchas veces en la justicia se hablaba de que esto era cultural. Nosotros decimos que esto no tiene nada que ver con los pueblos indígenas. No entra dentro de la cosmovisión de las comunidades“, explica Evis Millan mujer mapuche de la comunidad Pillán Mahuiza y miembro del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas. 

La campaña cuenta con diez demandas al Estado argentino entre ellas que al momento de juzgar estos hechos no se lo haga como una violación mas sino que se la considere crimen de odio e imprescriptible, que se juzgue y condene a toda persona o institución cómplice que sostiene esta practica y que se haga un acompañamiento integral a la victima. “Muchas veces cuando la niña es violada tiene que migrar de su comunidad por la vergüenza o es echada culpándola del hecho“, cuenta Irene Cari activista feminista salteña por el Foro de mujeres por la igualdad. “Cuando hace la denuncia y el hecho trasciende es normal que la víctima abandone la escuela, que cubra su rostro para ir al pueblo o empiece a ir en horarios donde no la puedan ver“, agrega. Mientras tanto los violadores hacen vida normal. Son el médico, el maestro de la escuela, el operario de la empresa que explota la tierra, el dueño de los campos aledaños. 

Los casos más paradigmáticos y públicos se dieron en Salta, una de las provincias con mayor índice de violencia contra las mujeres. En 2015 trascendió el crimen de Juana, una niña de 12 años con discapacidad, que fue violada por un grupo de ocho hombres. Ese hecho sirvió para visibilizar las violencias que sufren las mujeres de los pueblos originarios y para mejorar el sistema de denuncias. El juicio fue llevado a cabo en 2019 donde todos resultaron condenados.

“Como organización nos dedicamos a la asistencia y acompañamiento a mujeres y niñas en situación de violencia, tomamos algunos casos para asesorar y para seguir. En lugares como Tartagal es más fácil pero en comunidades alejadas cuesta más, incluso, que tomen las denuncias”, describe Cari.

Sin embargo, el chineo no es algo que se dé exclusivamente en la provincia norteña. En otros lados se lo conoce con otros nombres o ni siquiera se habla como una práctica colonialista como tal. “Cuando conocimos lo que estaba pasando en Salta se nos vinieron a la cabeza muchos recuerdos en nuestras familias, nuestras madres y abuelas eran violadas por el capataz o el dueño de las tierras donde trabajaban por ejemplo”, relata Millán sobre la situación del pueblo mapuche. 

La violación no es solo a los cuerpos, el chineo muestra la peor cara de un sistema judicial desigual al que no todos puede acceder. Desde las comunidades, denuncian la falta de intérpretes para aquellas que no hablan el castellano, la nula perspectiva feminista y el no reconocimiento de los saberes y cosmovision de los pueblos originarios. “Necesitamos que empiece a respetarse a nuestras mujeres sabias y sanadoras. En el pueblo mapuche tenemos a las machis que cumplen una función fundamental. Ellas tienen ese conocimiento para sanar, no solamente física sino también espiritualmente”, reflexiona Millán.

El texto final del Parlamento plurinacional cierra: “El chineo es una expresión más de este Terricidio que se ha impuesto desde la llegada del colonizador hasta nuestros días, es tiempo de justicia y sanación”. Y es que sobre el avance de los cuerpos de mujeres y niñas también está el avance sobre el territorio que termina empobreciendo y limitando el desarrollo de las comunidades. “Seguimos vivas, durante años trataron de eliminarnos y no pudieron, seguimos resistiendo”, declara la referente mapuche sobre el extractivismo y las prácticas machistas y colonizadoras. “Es difícil terminar con esto, nuestro deseo es muy grande. Por eso necesitamos legislaciones que castiguen a los responsables, que respeten la diversidad cultural de las comunidades y que se hable del tema”, finaliza Cari.

Desde las redes del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas se puede acceder al documento que firmaron las representantes de las distintas comunidades y al petitorio para exigir al Estado que tome las medidas necesarias para prevenir y abolir este crimen. Para que haya justicia todos los sectores de la sociedad deben acompañar a estas mujeres que empezaron la lucha. 

Para adherir a la campaña #AboliciónDelChineoYa ingresá acá

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El poder destructivo de no pedir consentimiento 

En la era digital nada quedó al margen, el mercado de imágenes eróticas se expandió y con él la difusión sin permiso. Un  paralelismo entre el ciber flashing y las nudes. 

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En la era digital nada quedó al margen, el mercado de imágenes eróticas se expandió y con él la difusión sin permiso. Un  paralelismo entre el ciber flashing y las nudes. 


En pleno 2022 muchas personas continúan dando por sentado lo que el otro quiere o busca, sin consultarle previamente. Quienes poseen pensamiento crítico entienden que preguntar es fundamental para tejer vínculos y sortear situaciones de la vida cotidiana. Saben que sin el aval del otro surgen hechos terribles como abusos y violaciones. Pero sin irnos tan lejos, hay distintas situaciones que no se ponen en foco y que, con la virtualidad, se multiplicaron.

¿No pedir consentimiento es parte del formato del morbo?, ¿qué se puede hacer cuando te vulneran?, ¿cuándo se va hacer algo al respecto?, ¿qué herramientas existen para hacerle frente?. 

¿Qué es el ciber flashing?

Las mujeres particularmente en edades tempranas, fueron históricamente sujetas a obscenidades y abusos, acoso callejero, manoseadas o a ser protagonistas de visualizar exposiciones grotescas de miembros masculinos. Esta última con las nuevas tecnologías, no perdieron la capacidad de trasladarse de ambiente, no solo sucede en la calle, ahora también esta exposición de partes íntimas, se comparte en las redes sociales. Con la pandemia este hecho se incrementó siendo 8 de cada 10 mujeres —según la encuesta de la Fundación Avon—, víctimas de la recepción de este material que no solicitaron pero que, por decisión del dueño del órgano sexual, tuvieron que ver. Este hecho genera violencia no solo por el claro caso de ciberacoso que se reproduce cuando envían una imagen de tal magnitud sin consultar, también promueve el miedo cibernético y la incomodidad del uso de las redes.

Malena Sol Diz tiene 21 años, trabaja en una cafetería y vive en Buenos Aires, fue una de las víctimas del ciber flashing, antes de que se conociera con ese término. Sucedió hace más de 5 años, en su plena adolescencia. Ella recuerda cómo fue el episodio: “Estaba hablando con un chico, una conversación normal y de la nada me mando una foto de su pene”. La joven gastronómica rememora que se quedó helada, se cuestionó si ella le había dado alguna señal errónea porque, como de costumbre, tras actos aberrantes las mujeres suelen repensar si son culpables, cuando en realidad solo son amedrentadas.  

El ciber flashing ocurre en todos los ámbitos, edades y clases sociales. Todavía no hay una explicación determinada si es por morbo o “calentura” pero la realidad es que poco se habla sobre cómo repercute en quienes tienen que soportarlo. Malena después de 5 años recuerda patente cómo tuvo que atravesarlo sin que nadie le brindara herramientas de contención o apoyo, siendo solo una adolescente frente a un hecho que la marcó demasiado. 

¿Qué son las nudes? 

Estas siempre existieron pero particularmente en la pandemia se masificaron al tener que adaptarse al aislamiento. La nueva manera de generar vínculos sexo-afectivos eran las apps de citas y las redes sociales en su totalidad, de allí nacen las nudes, una práctica que en la actualidad se continúa reproduciendo. El término significa una imagen de partes, o del cuerpo completo donde el contenido es explícito y el mismo se envía a las personas con un interés erotico, amoroso, sensual, etc. Previamente se consensúa el envío y la recepción de las mismas. Las nudes fueron un tema de debate ya que varios casos se conocieron por ellas como pornovenganza, donde estas fotos se difundieron sin el consentimiento de las personas que son las propietarias y quienes las poseen, las utilizan para amenazar, manipular y violentar a costa de sus propios intereses. 

Agustina Gonzalez, una porteña de 22 años, expresa abiertamente mandar nudes, aunque cuenta que el proceso para enviarlas le es difícil, “las veces que le mande nudes a una persona lo recuerdo como una mala experiencia” menciona la joven administrativa. En su cabeza siempre estaba presente el pensamiento de “¿y si las difunde?, ¿si se las pasa a sus amigos y le llega a mi familia o al trabajo?”. Recuerda un momento que debería haber sido algo divertido, transformado en una situación tensa que la hizo sentirse mal. 

Agustina analiza, ”el miedo es que no hay ninguna seguridad de que la otra persona no lo vaya a difundir”. Dice que no hay certezas para que no le hagan daño cuando se enojen. 

Muchas noches Gonzalez luego de enviarlas se fue a dormir pensando que haría en ese lugar, denuncia que “no hay una herramienta que apoye a las mujeres frente a estos casos”.

El ciber flashing y la difusión de contenido erotico sin consentimiento, son dos opuestos que se unen en un paralelismo concreto. Ambos hechos perjudican específicamente en su mayoría a mujeres. Siendo estos dos actos claros de una sociedad machista y patriarcal. En gran parte de los casos, los hombres envían las imágenes de sus miembros y también difunden el material de aquellas mujeres que depositan no solo su cuerpo, sino además la confianza de su imagen. El punto clave al que nos remitimos con estas similitudes es la omisión del pedido de consentimiento, la violacion completa de la privacidad y el nulo sentido de empatía. Siempre protagonizado por masculinos con un alto sentido de la autoridad frente a estas ocasiones y el resultado es una pérdida no solo del autoestima femenino, se agregan miedos, persecuciones y algunos hasta deben tratarse psicológicamente para superarlos. 

“Todo se vuelve virtual, el trabajo, el médico, encontrar pareja e incluso el acoso”, considera Josefina Santos, estudiante de 3er año de la carrera de Sociología en la UBA. 

La futura socióloga hizo un recorrido sobre el acoso y el ciber flashing, habla sobre que mucha gente todavía no entiende lo que es el acoso callejero y cree que mucho menos van a poder identificarlo con la tecnología de por medio.

Josefina concluye que la gente no toma conciencia de lo que generan los clicks “el anonimato es una herramienta clave para estas prácticas, mucha gente le saca mérito por el hecho de ser virtual y eso es avalar la impunidad”. Además formula que quienes deberían estudiar y trabajar las violencias de la virtualidad, no brindan respuestas de ningún tipo a las personas que las sufren detrás de las pantallas. Menciona que “la violencia se duplicó, no solo se encuentra en las calles, ahora está presente en internet”. Como militante feminista define: “esto tambien es un nuevo debate para discutir, lucharlo y ponerlo en la agenda pública”.

¿Qué se puede hacer cuando se difunden dichas imágenes?

En Argentina actualmente no hay ninguna ley que regule o penalice los hechos de ciber odio, tanto en el ámbito del contenido sexual como en otros. Recién en julio del 2022 llevaron al congreso dos proyectos de ley sobre estas prácticas, la ley “Belen” y “Olimpia” ambos llevan el nombre de una mujer víctima de los actos que se mencionaron. 

La ministra de mujeres, género y diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta durante la presentación dijo: “La violencia de género en entornos digitales es uno de los grandes temas de esta época en la agenda”. La funcionaria agregó que, con las normas vigentes, “una extorsión es una extorsión, y no importa el medio”, pero, como suele suceder en los temas de violencia de género, cuesta mucho que los jueces o la misma policía tengan la capacidad de escuchar que en esta práctica hay una extorsión principalmente a las mujeres y a los colectivos LGTBIQ. 

No hay una definición que sea exacta para hacer justicia sobre estos casos, ya que para lograr un veredicto los sucesos tienen que tener un fuerte acompañamiento.

El caso de Olimpia en México, luego de que un masculino difundiera sus fotos, fue el puntapié necesario para comenzar una lucha constante que llevó a que en su país se apruebe la ley que contempla estos actos como delitos, con penas de hasta 6 años. Siendo México el primero en LATAM en sancionarlos y Olimpia un ejemplo para las demás naciones sobre resistencia y compromiso. 

En cambio en Argentina, el caso que conmocionó a la sociedad fue el de Belén San Roman, una joven de Bragado, localidad de la Provincia de Buenos Aires, que a sus 25 años en el 2020 se suicidó, espués de que su pareja difundiera un video sexual.

El padre de la víctima, estuvo presente el día del proyecto de ley en el congreso y mencionó: “Ojalá que todo el calvario de mi hija ayude a otras mujeres”, expresando un pedido clave para las mujeres que sufren ciberacoso o pornovenganza.  

Más allá de que existe un terrible vacío legal en estos términos, en Argentina desde el 2015 se consolidó una marea verde de mujeres y disidencias que militan por los derechos de las mujeres y del colectivo LGBTIQ+, que tejen no solo reivindicaciones para luchar, también ofrecen espacio de contención y asesorías de género, legales y más para aquellos que las necesiten. Esto logra que muchas circunstancias trágicas sean distintas e incluso se ganen batallas imposibles ante una justicia misógina.  

No solo el consentimiento es fundamental para tener una relación o un vínculo con una persona, también debería ser un eje clave para el desarrollo de la sociedad. Que desde pequeños inculquen sobre preguntar y responder en base a lo que se quiere. Pidiendo permiso para accionar en actitudes que pueden repercutir en terceros. Para eso hay que ser conscientes y empáticos con otros, transmitirlo constantemente, para así no solo ahorrarnos catástrofes, también aprender a naturalizar la comunicación, la empatía y el respeto. 

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Disney y sus dibujos animados contra la “ideología de género”

La lucha constante del gigante del entretenimiento familiar frente a las críticas de sectores conservadores por su decisión de ser más inclusivos con el contenido que ofrecen. La mirada de referentes del movimiento LGBTQ+ y la psicología infantil.

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La lucha constante del gigante del entretenimiento familiar frente a las críticas de sectores conservadores por su decisión de ser más inclusivos con el contenido que ofrecen. La mirada de referentes del movimiento LGBTQ+ y la psicología infantil.


A cinco meses del estreno de Lightyear, la película animada que cuenta las aventuras del famoso guardián espacial Buzz Lightyear, de la franquicia original Toy Story de 1995, fueron muchas las controversias por parte de varios sectores del mundo, debido a una escena en la que un personaje se besa con su pareja del mismo sexo. La decisión de la gran productora Walt Disney Animation Studios de no omitir el fotograma a pesar de las críticas que ocasionó, llevó a que la película no se emitiera en más de 14 países de Oriente, la mayoría árabes, como así tampoco en China. Ahora la compañía redobló la apuesta con el estreno de su nuevo filme Strange World (Mundo Extraño) que presenta a un primer personaje adolescente abiertamente homosexual.  

Sea en la vida real como en la ficción, la polémica sobre la inclusión ya no debería ser un tema de discusión, pero el hecho es que lo sigue siendo debido a grupos de familias más conservadoras que critican estas medidas. Esteban Paulón es director ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas LGBT+ y mediante la herramienta de autoevaluación HRC Equidad AR de la Fundación Human Rights Campaign que se realizó por primera vez en Argentina, reconoció a The Walt Disney Company como uno de los “Mejores Lugares de Trabajo para el talento LGBTI+” en el país. En comunicación con Éter Digital explicó sobre la decisión de Disney de no suprimir esta escena: “En un principio accedieron a cortar o modificar algunos contenidos para no perder pantalla o países de exhibición, pero al final se planteó no hacerlo. Más que nada fue porque en Estados Unidos se armó un debate muy fuerte en relación a la cuestión LGBT”.     

Tras la aprobación del proyecto de ley que se votó en el estado de Florida conocido como “Don’t Say Gay”, que prohibiría a docentes hablar de orientación sexual e identidad de género en las escuelas a alumnos de hasta 9 años, generó mucha polémica desde la  oposición, entre ellos los defensores de la comunidad LGBTQ+ quienes argumentaron que esta norma tendría un impacto negativo en una comunidad que ya de por sí es marginada. El presidente Joe Biden, apuntó contra su autor, el representante estatal republicano Joe Harding, y expresó su desacuerdo en su cuenta de Twitter: “Quiero que todos los miembros de la comunidad LGBTQ+, en especial los niños que se verán afectados por este proyecto de ley lleno de odio, sepan que son amados y aceptados tal como son. Los cuido, y mi administración todavía luchará por las protecciones y la seguridad que se merecen”.

Sumado a esto, Disney también manifestó su rechazo. La compañía, que posee la mayoría de sus parques en la ciudad de Orlando, y además cuenta con más de 60.000 trabajadores, es uno de los mayores empleadores privados de la zona. “Sintieron la necesidad de no dar marcha atrás y de esa manera transmitir un mensaje hacia adentro y hacia afuera al no eliminar la escena de la película”, asegura Paulón. Sin embargo hubo denuncias de empleados de Pixar, que acusaron al área corporativa de Disney de haber censurado a lo largo de los años partes en donde se expresa afecto vinculado a la homosexualidad o lesbianismo, sin considerar los comentarios negativos del equipo artístico.    

En algunos cines se limitaron a exhibir Lightyear con la calificación de edad +16 y algunas zonas de latinoamérica se volvieron noticia tras advertir con un cartel a los espectadores en boleterías y páginas web el siguiente mensaje: “Contiene escenas con ideología de género”. Sobre esta frase, Paulón que es un comprometido referente del movimiento LGBTQ+ aclara: “es una teoría sin raíz académica, inventada por estos conservadores que dicen que hay un complot para promover la homosexualidad y el travestismo, una herramienta de adoctrinamiento de la sociedad”. “Es una tontería creer que porque vieron algo en una película, la gente lo va a imitar”, comenta él, y dice según su punto de vista: “Mi generación no lo vio en las películas y acá estamos”. 

En años pasados, cuando estos temas no eran tan visibles en la pantalla grande o en la televisión, hubo personajes dirigidos a las infancias que hasta hoy son muy reconocidos mundialmente y queridos por todas las generaciones. Estos mismos a la vez supieron romper con los estereotipos de género y a diferencia de los actuales, no hubo revuelo del asunto. Uno de los más famosos que hasta hoy sigue vigente es el conejo Bugs Bunny, que en diferentes episodios pudimos verlo vestido de mujer y besar continuamente a otros personajes de su mismo sexo. Otro destacado es Él, un villano de la serie Las Chicas Superpoderosas de sexo masculino, que por su vestimenta y maquillaje se asemejaba a un drag queen. No hay que olvidar tampoco a Doris, un personaje transexual que hizo su aparición en la película Shrek 2

Frente a esto, Paulón argumenta que en muchas culturas es más aceptado lo que tiene que ver con el transformismo y la cultura drag como una expresión artística y más como una performance. “En el caso de estos personajes, sus actitudes están más vistas desde el humor y el ridículo y no desde una propuesta profunda concreta, porque si no ya generaría escándalo. El caso de Doris es justamente un ejemplo de cómo tocar un tema de la manera incorrecta”, afirma.

Florencia Hidalgo es psicopedagoga y licenciada en psicología, trabaja en clínica de consultorio junto con niños, niñas, y adolescentes. Ella opina que “es importante deslindar lo que implica la mirada infantil con la mirada adulta. Los niños y niñas tienen naturalizadas estas imágenes y se rigen bajo otras normas que a veces los adultos no entienden. Muchos de estos creen que hay que sancionar estas cosas, cuando para chicos y chicas es un claro ejemplo de amor, nada más”. Sobre el control de lo que ven los chicos en la televisión o la computadora, ella explica que no está del todo mal porque se los intenta cuidar, si se tiene en cuenta múltiples casos que ha habido como de pedofilia o pornografía infantil. Ahora, respecto a impedir que vean una película animada de esta índole y tratar de desnaturalizarla, Florencia aclara que puede tener un efecto contrario en las infancias, “porque ellos querrán investigar más sobre el tema, ir hacia eso que les prohibieron”, reconoce.

A poco tiempo de su estreno, la nueva película Mundo Extraño, dirigida por Don Hall, también está pasando por lo mismo, con muchos comentarios a favor y en contra. Disney ha dejado en claro su objetivo de no excluir más a las diversidades de género, pero aún así no se salva de los ataques homófobos y racistas de algunas de las instituciones más conservadoras, que repudian la inclusión de un personaje del filme que se declara abiertamente gay. En contraposición, la comunidad LGBTQ+ demostró su apoyo con el filme. De esta manera la empresa del famoso ratón sigue siendo tendencia en las redes sociales y en los canales de noticias. “Les estampan en la cara a estos grupos que insisten con estos discursos de odio que la diversidad está, con más o menos obstáculos pero está”, concluye Hidalgo.  

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Role play en un fantasioso mundo virtual

Cuando la comunidad de un multijugador decide llevar la experiencia de su mundo a un nuevo nivel

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Cuando la comunidad de un multijugador decide llevar la experiencia de su mundo a un nuevo nivel


Entrás al barrio. Te encontrás con casas altas por todos lados. Algunas tienen dueño y otras estarán disponibles pronto. Avanzás con tu montura de elección hasta el lugar al que llamás hogar. Estuviste masacrando goblins y arañas gigantes durante horas, merecés un descanso. Te sacás la armadura y te cambiás a un atuendo más formal. Hoy es tu noche libre, hay que aprovecharla al máximo así que te preparás para ir donde siempre. Sacás oro del cajón y salís. A la distancia podés distinguir las luces de múltiples colores saliendo de una mansión que conocés muy bien. Una vez adentro, pedís lo de siempre mientras mirás qué modelo te interesa más hoy. Después de decidirte por la semidesnuda mujer gato, ambos se dirigen a la tan ansiada habitación privada. Felary Ravena. Ella será tu pareja de hoy, la cual cumplirá con todos tus deseos y todas tus fantasías sexuales. Aunque sólo sea un modelo 3D del otro lado de una pantalla, aunque en realidad no está hecha para moverse como vos quieras, aunque no escuches su voz porque se comunican vía chat, aunque puede que ni siquiera sea una mujer quien esté controlando al personaje que tengas en frente. Nada de eso te importa. Felary Ravena te hará pasar una noche increíble y estarás toda la semana que viene esperando a que llegue un nuevo viernes para volver a entrar a esta habitación.

Final Fantasy XIV es el único juego MMORPG de la saga. En él podés crear personajes para combatir gran variedad de monstruos y bestias usando un amplio abanico de habilidades mágicas, competir contra otros jugadores en batallas 1 contra 1, completar la historia, subir de nivel, etc. En fin, cosas normales de un juego de este género. Pero en el medio de este mundo de aventuras nació algo que no estaba en los planes de Square Enix, la desarrolladora de esta franquicia. De a poco se empezó a formar una comunidad de RP (role play o juego de roles), donde podías fingir junto con otros jugadores que tenías otra vida dentro de este mundo. Y ¿qué podría faltar en esta segunda vida virtual? Sexo. En este caso específico estaríamos hablando de sexo por dinero.

Felary Ravena es uno de estos personajes que forma parte de esta comunidad dedicada al role play. Trabaja en uno de los múltiples boliches de la ciudad, que en realidad son casas decoradas como pistas de baile con barras de tragos y mesas. Estos boliches tienen capacidad máxima por diseño del juego pero brindan sillones y asientos en la puerta del establecimiento para que las personas puedan esperar su turno para entrar. Felary Ravena también es una de las cortesanas del lugar, las cuales son identificables porque llevan un icono específico junto a su nombre. Algunas son más proactivas que otras y se acercan a hablarte ofreciéndote sus servicios para que puedan pasar tiempo a solas. Siempre está dispuesta, bailando en uno de los caños o disfrutando de la música cerca de la barra. Si pagás la suficiente cantidad de monedas del juego (llamada Gil), ambos podrán disfrutar de una noche en una de las bien preparadas habitaciones privadas. Estas cuentan con sillones y una amplia cama. Lo que quieras hacer con ella depende de vos, siempre y cuando ella esté cómoda con lo que pidas, entonces no hay problema.

“Al cliente no le importa el género de la persona con la que está hablando, sino que se respeta el género del personaje. A veces vienen hombres que buscan compañía femenina y simplemente se ponen a hablar con las chicas, puede que no les importe o puede que traten de ignorar el hecho de que a lo mejor están hablando con un hombre para que no les impida disfrutar de la experiencia. Ojo, jugadoras mujeres también contratan nuestros servicios. Además, el boliche contrata cortesanos hombres para satisfacer las necesidades de jugadoras o personajes femeninos. Lo que tiene de bueno FFXIV es que podés hacer un personaje de lo que quieras, incluso razas humanoides como hombres gato o conejo” explicó Felary Ravena sobre sus servicios y los de sus compañeras y compañeros.

Las cortesanas y cortesanos trabajan por un sueldo diario fijo. Si algún día el boliche gana una gran cantidad de Gil por algún evento temático, pueden llegar a ganar el doble o el triple. Además, cada una maneja sus propios precios y lista de fetiches o actividades con las cuales se siente o no cómoda. Si no respetás los límites que ponen las cortesanas, te sacan del establecimiento. Los precios por media hora varían según cada cortesana pero hay veces que se lleva a otro nivel y pueden llegar a contratarlas por todo un día para que sigan a sus personajes y hagan diferentes actividades como por ejemplo tener una relación “sub” y “dom”, rol de sumiso y rol de dominador, respectivamente. A veces los clientes sólo quieren sacarse un peso de encima y contratan cortesanas para hablar.

El role play en Final Fantasy XIV no se limita a lo sexual, también se pueden encontrar cafeterías o bares que son más modestos en cuanto a espacio pero brindan la experiencia para tomarte tu tiempo para disfrutar del momento. Uno de los detonantes que causaron un auge en estas prácticas en los últimos años fue el COVID-19, donde el RP les brindó las interacciones sociales que no conseguían normalmente.

Final Fantasy XIV se ha convertido en un juego único, con dos caras de una misma moneda. De un lado podés encontrar lo que buscabas cuando decidiste instalarlo: un gran juego con buenas mecánicas en el que podés pasar horas sin aburrirte. Y del otro lado tenés la parte humana, donde los jugadores lograron incorporar no sólo la parte social, sino la sexual y la perversión, tan características del ser humano.

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