Se pidió más inversión del Estado, un registro único de víctimas, garantías de acceso a la Justicia, más educación sexual y mejor protección a las víctimas.
Por Tarik Farah, Gustavo Fernández y Nicolás Macías
“Ni una menos” fue una marcha a nivel nacional autoconvocada a través de las redes sociales, en donde más allá de los muchos reclamos y consignas que se pudieron observar en los carteles durante su transcurso, tuvo como motivo principal un pedido de un freno a la gran cantidad de femicidios que se ha registrado en Argentina en el último tiempo. La ley 26.485 que garantiza la protección integral de la mujer se encuentra vigente desde el año 2009, pero por falta de presupuesto no es implementada. Eso se refleja de manera clara en las estadísticas: durante 2014 hubo un total de 277 de muertos por violencia de género en nuestro país y en lo que va de 2015 ya son más de 20 mujeres las que han perdido la vida por estas agresiones.
“Mujeres todas, no vamos a alzar la voz? NOS ESTÁN MATANDO!”, fue el tweet de la periodista Marcela Ojeda que dio el inicio a la gesta de esta manifestación, que no solo tuvo la adhesión del género femenino sino también de una gran cantidad de hombres que se hizo presente para pedir algo tan elemental como el respeto por la vida ajena. Durante el desarrollo de la marcha se firmó un petitorio que contenía las consignas principales de la movilización y que tenía como fin primordial la implementación de nuevas medidas contra la violencia de género. Cabe aclarar que a fines del 2012 se modificó el Código Penal para agravar la pena de homicidio a mujeres por su condición de género y no se ha registrado disminución alguna de estos episodios. Una víctima fatal cada 30 horas es la lamentable estadística que hay en el país.
Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales … mujeres, todas, bah.. no vamos a levantar la voz? NOS ESTAN MATANDO
— #NiUnaMenos LaOjeda (@Marcelitaojeda) Mayo 11, 2015
Desde el 11 de marzo del 2009, día en que se sancionó la ley 26.485 (que contempla la protección física de la mujer) hasta hoy fueron asesinadas más de 1600 mujeres. Esta es una modalidad que no discrimina ni condiciones ni edades, ya que ocurren casos de violencia de género en todos los estratos sociales. Asimismo no solo se reclaman por los casos de femicidios, sino también por la violencia cotidiana, ya sea de manera física o verbal. La Fiscalía General de la Ciudad de Buenos Aires contabilizó 4.467 víctimas de violencia de género desde enero hasta abril de este año: 50 víctimas por día. Esto sin contar la cantidad de mujeres que callan y no se animan a denunciar por sentir una desprotección total por parte del estado. Sin importar que existan leyes que garantizan el acceso inmediato a la justicia a las personas que padecen violencia de género y la asistencia integral a las víctimas en las áreas tanto estatales como privadas.
Los reclamos principales de “Ni Una Menos” son:
- Implementar con todos los recursos necesarios y monitorear el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la erradicación de la violencia contra las mujeres, tal como lo establece la ley 26.485.
- Garantizar que las víctimas puedan acceder a la justicia. En cada Fiscalía y en cada Comisaría debe haber personal especializado e idóneo para recibir las denuncias. Las causas de los fueros civil y penal deben unificarse; las víctimas deben tener acceso a patrocinio jurídico gratuito durante todo el proceso judicial.
- Elaborar un registro oficial único de víctimas de la violencia contra las mujeres. Realizar estadísticas oficiales y actualizadas sobre femicidios. Solo dimensionar lo que sucede permitirá el diseño de políticas públicas efectivas.
- Garantizar y profundizar la educación sexual integral en todos los niveles educativos, para formar en la igualdad y para una vida libre de discriminación y violencia machista. Sensibilizar y capacitar a docentes y directivos.
- Garantizar la protección de las víctimas de violencia. Implementar el monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que les impone la justicia.
Otro de los estandartes principales de #NiUnaMenos, como se autodenominó la movilización en las redes sociales, fue la importancia de una legislación efectiva que evite la discriminación a la mujer por el simple hecho de serlo. La igualdad de derechos, oportunidades y trato está incluida en el punto J del 3° artículo de la ley 26.485, sin embargo aún se reconocen diferencias de trato entre la mujer y el hombre en el ámbito cotidiano y casi en ningún caso se toman medidas legales por estos hechos.
“O HABLABA O ME MORÍA”
Un femicidio es un crimen de odio. Representa la violencia de género llevada a su extremo más brutal. Por eso, no cualquier asesinato de una mujer es un femicidio, pero en todos hay una historia previa de violencia. Pero a veces ocurre que la mujer logra escapar del infierno psíquico y físico en el que vive y consigue contar como es que evitó el crimen, cómo se salvó de la muerte. Esa es la historia de Cecilia Jiménez (44), que vive en Liniers, es empleada administrativa en una empresa textil y tiene dos hijos. Entre la multitud que había en la plaza de los Dos Congresos el 3 de junio bajo la consigna #NiUnaMenos, comentó su dolorosa historia.
Por Sofía Gips y Facundo Fornari
Jiménez es de estatura mediana, cabello ondulado y oscuro, tiene una mirada que parece expresar el dolor de muchos años de silencio, de guardarse, de no poder exclamar que vivía presa en su propia casa. “No es una cuestión de clase social, puede sucederle a cualquiera. Por eso, se tiene miedo, se vive mal y es muy difícil salir. Hoy marcho, porque siento que puedo ayudar a alguien que sufre lo mismo que viví y no sabe por dónde empezar. Denunciá, buscá ayuda”, exclama Jiménez con firme convicción. Mientras caminaba se la veía conmovida y muy sorprendida por la cantidad de gente que se acercó, tanto hombres como mujeres. “Hoy es un día histórico. Hay que lograr un cambio cultural en la sociedad y que la violencia de género deje de ser una realidad de nuestro país.”, afirmó Jiménez, mientras ya se iba viendo el tumulto de gente en el cruce de las avenidas Entre Ríos e Independencia.
Lo que contaba Jiménez era desgarrador para cualquiera que la escuche. “Mi denuncia fue producto de una serie de actos violentos. Así que después de 14 años de matrimonio lo denuncié en la oficina de violencia doméstica. Producto de la denuncia se inició un juicio civil por violencia y un juicio penal por amenazas.”, explica Jiménez.
Cuando le toca hablar de sus hijos Martín (11) y Camila (8), no puede contener el llanto y se quiebra. Explica con la voz quebrada que ellos también fueron víctimas y llegaban a ver las situaciones permanentes que se vivían en la casa de Jiménez. “Ellos me dieron la fuerza para salir adelante y dejar de vivir en el infierno que vivíamos. Yo lo pude contar y estoy hoy acá pero hay muchas que no se animan o no pueden y después es demasiado tarde. En mi caso, o hablaba o moría”, sentenció.
Por último, mientras se despidió exigió a la Justicia que promulgue políticas públicas y ayuda para que los femicidios dejen de suceder. “Es fundamental darle un lugar a las mujeres donde se sientan escuchadas y acompañadas en el proceso”, concluyó Jiménez.
FUERA DE FOCO
El paso inadvertido de las grandes personalidades, pero no por ello menos comprometido, prevaleció en una movilización, donde fue más importante el mensaje que las personas.
Por Manuel Migdalek, Martín Po Strejilevich, Juan José Mamani y Cristian Rodríguez
Desde un tiempo a acá en Argentina se han fortalecido las movilizaciones y los reclamos en respuesta a diferentes sucesos que marcan el termómetro social. Marchas como el #8N o el #13F, fueron claros ejemplos sobre cómo funciona la auto convocatoria. Como es una costumbre, para tener un mayor poder de difusión, los organizadores de estas manifestaciones se centran en el uso de las redes sociales, el lugar más fértil para buscar adeptos. Pero no sólo es necesario el buen uso de Twitter o Facebook, también es indispensable encontrar en los “famosos” una figura que ayude a darle mayor visibilidad a la causa, a fin de lograr más difusión en menos tiempo.
Casi a cinco cuadras del epicentro de la movilización, con un pantalón chupín bordó, camisa ajustada y un particular estilo de desplazarse, Boy Olmi pasa inadvertido entre la masa que se aleja y acerca a la Plaza de los Dos Congresos para reclamar. “No me gustaría ser parte de los ‘famosos’, se trata de una convocatoria cuyo interés nos debiera involucrar a todos”, cuenta Boy. “Me acerqué como un vecino más, nadie me pidió una entrevista ni salí en ningún canal”. Es, ya, conocido el compromiso del actor y director respecto a causas y reclamos sociales.
También se hicieron escuchar las voces de otras figuras y personalidades pertenecientes al mundo del espectáculo, como Florencia De La V, quien en una entrevista concedida al noticiero de C5N afirmó: “El cambio es social y mental”. Victoria Onetto también estuvo presente en la marcha junto a sus familiares, al igual que Natalia Oreiro y otros actores del medio televisivo.
Sorprendió que pocos de los famosos que participaron de la marcha lo hicieran de forma “visible” a las cámaras que cubrieron el reclamo, y que todos coincidieran en que el reclamo se trató de un grito de toda la sociedad, y que sus asistencias no se debieron bajo la condición de “famosos”, sino como “uno más”.
Flor De La V, una de las primeras en decir presente en las redes sociales desde horas de la mañana, mostró su adhesión vía Twitter y recordó que la ATTTA (Asociación Travestis, Transexuales y Transgeneros de Argentina) brindó su apoyo a la convocatoria. Por la tarde, cuando se acercaba la hora de encuentro en la Plaza de los Dos Congresos, empezaron a verse cada vez más imágenes de todos aquellos que iban a ser parte activa de la marcha o quienes mostraban su participación sólo desde las redes. Personajes como Luciano Cáceres, Nazarena Vélez, Gonzalo Heredia, Soledad Silveyra, Diego Ramos, Micaela Tinelli, entre otros, avisaban de su arribo a la plaza o mostraban su selfie desde el lugar. Yayo prefirió publicar una foto en la que se veía la plaza repleta, acompañada de la siguiente frase: “Acá hablen lo que quieran, pero esto es lo que realmente importa. #Niunamenos”. Moria Casan se hizo parte de la marcha pero acudió a la Plaza 20 de Febrero de Ituzaingo y Karina Jelinek estuvo presente en las calles de Miami.
Juan Minujin, Érica Rivas y Maitena, que también oficiaron de oradores, fueron las figuras que tuvieron mayor exposición, aunque todos los famosos que fueron entrevistados coinciden en que el compromiso es absoluto en cuanto al reclamo que se llevó a cabo.
A pesar de que la marcha no tenía un tinte partidario, las diferentes agrupaciones políticas dieron el presente y mostraron sus figuras al frente y las banderas arriba. Marcharon con remeras de colores para diferenciarse y con nombres estampados para decir quién los representa.
Entre tres personas de traje caminaba rápido por Talcahuano en dirección al Congreso el Secretario de Asuntos relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus. Sin detener la marcha el sociólogo aseguró, en tono reflexivo: “La violencia de género es un eufemismo que se esconde detrás de una sociedad machista que va más allá de las leyes dentro de una cultura ancestral”.
A diferencia de esa caminata rápida y fuera de foco de Filmus, el candidato a jefe de Gobierno por el Frente para la Victoria, Mariano Reclade, se mostró siempre cercano a las cámaras cuando tan sólo resta un mes para las elecciones en la Ciudad y usó la red social de los 140 caracteres para mostrarse en la movilización y decir: “Marchamos junto a una multitud en repudio a la violencia de género”.
Algunos no se hicieron presentes físicamente, pero no quisieron quedarse afuera. El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri –pese a quitar el Programa de Atención a Víctimas por Violencia Sexual- publicó en Twitter: “Estoy seguro de que debemos movilizarnos como sociedad para demostrar nuestro repudio a la violencia contra las mujeres y los casos de femicidio”.
DESHOJANDO LAS REDES DE TRATA: LA LUCHA DE MARGARITA
Por Alejandra Nouche, Brenda Fuentes y Ariadna Andrea Boza
La consigna “Ni una menos” convocó alrededor de 200.000 personas que se reunieron el 3 de junio a las 17 en la Plaza de los dos Congresos. “No podíamos permitir que pasara desapercibido el tema de la trata de personas, porque la peor forma de violencia de género es una chica secuestrada y violada por más de 20 hombres por día”, comentó Margarita Meira, quien lleva puesto un delantal blanco con el nombre de la ONG que preside: “Madres Víctimas de Trata”.
Esta mujer, de 67 años, refleja en su rostro una mezcla de dolor y fuerza combativa. Hace 23 años pide justicia por la muerte de su hija, Graciela Susana Bekter, a quien recuerda a través de un prendedor con una foto que lleva puesto sobre el lado izquierdo de su pecho. Desde que se enteró que su hija fue secuestrada, la vida de Meira tuvo un giro inesperado. Dejó de trabajar y empezó a vender sus cosas para poder dedicarse a buscarla. En vez de recluirse, salió a luchar por los derechos de las mujeres y evitar que otras no terminaran de esa manera. “Cuando la encontré muerta, mi bebé tenía sólo tres meses, por eso tardé en empezar la lucha. Fue muy duro”, recordó emocionada.
Susi apareció muerta en su departamento cuando tenía 17 años, y el único dato que tenía era que su hija salía todos los días a trabajar. Mucho después se enteró de que su pareja, Luis Rafael Olivera, la explotaba sexualmente. “Yo pensaba que era el marido, pero en realidad era su proxeneta”, se lamentó.
Margarita Meira tiene una militancia social, fundó un comedor comunitario en 1989 que está entre las calles Santiago del Estero y Ciudadela en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí se reparten viandas y comida caliente a las familias más necesitadas. En el mismo espacio funciona un Centro Cultural denominado “Madres de Constitución”. Allí se realizan actividades gratuitas, como teatro para niños y taekwondo.
Una de las situaciones que denunció en su lucha fue la falta de lugares para las jóvenes que fueron secuestradas por la red de trata. Por su lucha sufrió embates: en 2004 estuvo presa en la cárcel de Ezeiza por protestar en la Legislatura porteña junto con vendedores ambulantes que estaban en contra de la reforma del Código de Convivencia. Meira es una mujer que nunca se dio por vencida ya que, a partir de la pérdida de su hija transformó su dolor en lucha, para hacer visible esta problemática que es la trata de personas con fines de explotación sexual. “Lo mío ya pasó, yo quiero seguir luchando para que esto no siga ocurriendo”, finalizó.
EL RECLAMO DEL INTERIOR DEL PAÍS
La protesta en contra los femicidios se multiplicó en más de 80 ciudades de todo el país bajo una misma bandera. Por Ezequiel Bratti, Cristian Calavia, Maria Sol Lereah, Nicolás Gómez Ivaldi y Kevin Robledo
“Ni una menos”, el reclamo contra la violencia de género que congregó a una multitud frente al Congreso, tuvo sus réplicas en más de 80 ciudades del interior del país. Posadas, Misiones
“La movilización del pasado 3 de junio en Misiones bajo la consigna “Ni Una Menos”, fue un marcha como no se veía desde el 2001”, contó Mariana Pizarro, actriz y miembro del Colectivo de Acción Contra la Violencia de Género en Posadas.
A la plaza 9 de Julio asistieron unas 5.000 personas, para sorpresa de Pizarro. Según ella, la gente allí no es de salir a marchar. El colectivo que integra convocó a la marcha a las diez de la mañana. Sin embargo, la concentración más fuerte fue entre las 16 y las 21.30, hora en que empezó a desconcentrarse la mayor cantidad de los asistentes.
Hubo artistas plásticos, hip hoperas y actrices, y varias instalaciones artísticas. Entre ellas, una cama que estaba en un escenario con el micrófono de una radio abierta, en la que las distintas mujeres contaban sus testimonios.
La marcha fue compleja porque había entre sus participantes distintos legisladores, como el diputado radical Germán Bordón, acusado de violencia de género. “Gente del público, que subió a dar testimonio, los escrachó”, comentó Pizarro. ”Y, en el momento de mayor concentración de personas, cortaron la luz”, agregó.
El responsable del corte habría sido el Municipio. Tanto la Casa de Gobierno, como la Catedral, tenían luz. La plaza estaba a oscuras, pero tenía aún sonido. “La gente armó un escándalo. Empezaron a gritar que querían la luz y al final se la prendieron”, recordó Pizarro.
Lo mismo sucedió en Iguazú y en Oberá. En Oberá, la segunda ciudad de Misiones, hubo dos marchas. Una, la oficial, la encabezó la ex diputada Marlene Carballo. Su hijo, Matías Ortíz, estuvo implicado junto a otros cuatro jóvenes en el homicidio de Marilyn Bárbaro, quien fue asesinada a golpes y enterrada viva en el patio de su casa. La otra marcha la encabezaron los familiares de las víctimas de femicidios, entre ellos, los de Bárbaro. “Carballo hizo de todo para que su hijo y los amigos de su hijo quedasen impunes, y tuvo la caradurez de encabezar la marcha”, sentenció Pizarro.
San Miguel de Tucumán, Tucumán
El punto de encuentro fue la plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno. Desde las 17, comenzaron a reunirse alrededor de 5 mil personas. Diversas organizaciones políticas y sociales, agrupaciones feministas y de derechos humanos se hicieron presentes, junto con miles de autoconvocados.
La plaza estaba colmada, no sólo por mujeres, sino también por hombres. Entre las diversas expresiones artísticas que se realizaron, se destacó la de Jésica Morillo, “El corpiñazo”: un centenar de corpiños unidos entre sí, colocados entre los árboles, con fotos de víctimas de femicidios, que conformaron una gran red, donde se dejaron mensajes contra la violencia de género.
“A mi tía María Bernuncio la mató el marido. La quemó y agonizó un mes”, “Hoy dije que no voy a derramar una lágrima más por mi hija, hoy voy a pedir justicia “, fueron algunos de los testimonios que se escucharon cuando se abrió el micrófono. “Denuncien, no tengan miedo como yo”, dijo María Inés Gallardo, luego de confesar que fue golpeada durante 40 años.
“Se puso en palabras el horror de los femicidios, se realizaron reclamos concretos”, aseguró al respecto la periodista especializada en temas de género de La Gaceta de Tucumán, Valeria Totongi.
También hubo algunas disidencias. Desde el partido político Democracia Cristiana hicieron circular un comunicado donde se llamaba a no ir a la marcha, ya que -para ellos- era “abortista”, a raíz de los reclamos a favor de la legalización del aborto.
Santa Rosa, La Pampa
A la plaza General San Martín de Santa Rosa se acercaron unas 8 mil personas para reclamar contra los femicidios y para marchar hasta la Casa de Gobierno. “Hoy salimos a la calle a denunciar al proyecto nacional y popular, responsable de la trata en la frontera. No queremos ni una más”, cantaron los manifestantes al compás de las murgas barriales a lo largo de las siete cuadras que la gente caminó hasta el Centro Cívico.
Una vez allí, permanecieron por más de una hora exhibiendo carteles con mensajes como “El macho no pega”, “Los abortos clandestinos también son femicidio”, “Estado ausente” y “Basta de violencia de género”, que le imprimieron color a la jornada. El Gobierno provincial permitió a los establecimientos educativos cerrar sus puertas a las 17.30 y la Universidad Nacional de la Pampa no computó faltas por inasistencia.
Organizaciones como el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas, la ONG pampeana Mujeres por la Solidaridad, la Asociación de Mujeres Autoconvocadas, la agrupación de mujeres Pan y Rosas y el movimiento popular Patria Grande también participaron de la manifestación. A su vez, funcionarios y precandidatos locales del PJ, de la UCR y del Bloque de Diputados Provinciales de la Pampa (FREPAM) dieron el presente durante la iniciativa.
Al respecto, Lisandro Moreno, periodista de la radio pampeana La Tosca, dijo: “Asistieron funcionarias que ocupan cargos municipales en áreas de género y en el Consejo Provincial de la Mujer que están siendo muy criticadas por la comunidad”.
Otras ciudades
Gustavo Saldaña, periodista de Entre Ríos, declaró: “Aquí la convocatoria fue enorme. Sólo en Paraná, Concepción del Uruguay y Concordia se movilizaron unas 55 mil personas”.
“Tincho” Muñoz Beni, periodista de Córdoba, señaló: “Varias bandas tocaron durante todo el día. Hubo muchas familias. El principal reclamo fue contra la violencia, remarcando la verbal y psicológica”.
CIFRAS CONTUNDENTES
Por Carola Zorzoli
Según un informe brindado por el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, coordinado por la asociación civil “La Casa del Encuentro”, en 2014 se registraron 277 femicidios y 330 niños quedaron huérfanos de madres. Desde 2008 hasta 2014 se estima un total de 1808 personas asesinadas por violencia y se estableció, que una mujer cada 30 horas muere por casos de femicidios.
Como dato alarmante, la ONG destaca que en el 80% de los casos el sujeto que ejerce la violencia es alguien que tiene un vínculo directo con la víctima, ya sea marido, expareja o es alguien conocido para la persona.
También establece que la provincia de Buenos Aires encabeza la lista de las provincias con más casos de femicidios y le proceden las provincias de Salta y Córdoba del país.
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