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No voy en tren, voy en avión


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En apenas cinco meses de gobierno, el Presidente Javier Milei lleva acumulados más de 140.000 km en sus seis viajes al exterior, de los cuales, solo dos se trataron de cuestiones de Estado. El resto de las excursiones fueron por actividades vinculadas a su ideología política. Su último viaje le costará al Estado más de $500.000 dólares.


El Presidente libertario aprovecha sus minutos de fama para codearse con multimillonarios y líderes de la ultra derecha global. Siguiendo esa misma línea, viajó a Madrid para presentar su libro –que fue retirado de circulación por tener información errónea en la bibliografía– y posteriormente participar de un acto del partido VOX, partido que simpatiza con el franquismo.

Según una denuncia presentada por el legislador porteño, Gabriel Solano, los gastos de movilidad del avión presidencial AR01, un Boing 757 con capacidad para 39 pasajeros más la tripulación, alcanzarían los 500.000 dólares entre combustible y tasas aeroportuarias. Esto, en el marco de un fuerte ajuste hacia las clases medias y bajas, representa una contradicción en la idea libertaria de la austeridad estatal.

El 6 de mayo realizó un viaje relámpago hacia Estados Unidos, donde permaneció solo 36 hs. Una vez más por fuera de la agenda estatal, decidió reunirse con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino; y Elon Musk, dueño de Tesla y la red social X, entre otras empresas. Esta travesía fue la primera que realizó en el avión oficial alegando “motivos de seguridad”. Según publicaron varios medios, los costos de combustible, tasas y alojamiento para Milei y su comitiva superaron los 550.000 dólares.

Previamente el Presidente realizó cuatro viajes al exterior, iniciando por el Foro de Davos, donde alertó que los líderes occidentales “se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo”. En febrero viajó a Israel -en medio del conflicto con Gaza- y lloró frente el Muro de los Lamentos. También utilizó el viaje para visitar a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y al Papa Francisco en el Vaticano. Durante el mismo mes asistió a la «Conferencia de la Acción Política Conservadora», en Washington, Estados Unidos. País que volvió a visitar en abril para recibir una mención de parte de la comunidad judia Jabad Lubavitch, en Miami. De paso, aprovechó y conoció a Musk.

Entre enero y abril los viajes se realizaron a través de aerolíneas nacionales o privadas en lugar del avión presidencial y, según informó esta semana el Jefe de Gabinete, Nicolas Posse, los viajes a EEUU, Israel e Italia tuvieron un costo de casi 145 millones de pesos.

Infografía de Belén Sobral de la Paz y Flor Valbusa

Desde España, Milei confirmó a los medios que el 27 de mayo volverá a visitar la potencia norteamericana, con el objetivo de reunirse con empresarios tecnológicos de Silicon Valley, como el creador de Meta, Mark Zuckerberg. Esta será la tercer visita a Estados Unidos solo en mayo, una clara señal de a donde apunta la política de gobierno del Presidente libertario.

De los 162 días que lleva al frente del poder ejecutivo, 28 los pasó en el exterior del país, en su mayoría con encuentros fuera de agenda oficial, pero utilizando recursos de la Nación. Cabe destacar que en estos casi cinco meses y medio de gobierno, Javier Milei visitó la localidad de Bahía Blanca -tras el temporal que sufrió en diciembre- donde aclaró que los bahienses debían recuperarse del desastre climático con sus propios medios. En el mismo mes fue a ver una presentación de su entonces novia, la actriz e imitadora, Fátima Flores a la ciudad de Mar del Plata. Durante el mes de febrero viajó a la Antártida y posteriormente participó en Corrientes del décimo aniversario del “Club de la Libertad”. Ya en marzo recorrió la expo agro de San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, y en abril recibió a la comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson. Para esta ocasión, sonó el himno estadounidense por cadena nacional, algo inédito para nuestro país.

En estos meses, donde los indicadores de nuestro país muestran fuertes caídas en el consumo de la población y un desmejoramiento en la calidad de vida, pareciera ser que el Presidente piensa exprimir toda su popularidad, al menos, mientras esta dure.


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