Del cassette a los algoritmos digitales, los cambios del consumo en la música afectan la forma de la creación artística. En esta nota, músicos y productores reflexionan en un recorrido histórico qué implica este nuevo concepto.
“La forma en que la gente consume la música afecta directamente a la manera en que los artistas crean su música”, sentenció Arax, el productor de 17 años, que comenzó su carrera en el ámbito del trap y hoy se desempeña en el pop punk. Y agregó que ya no se hacen canciones con largas introducciones debido a que en Spotify cuenta como “visita” al tema a partir de los veinte segundos de reproducción. Es decir, recién cuando el cronómetro marque 00.21 el compositor recibe dinero por derecho de autor.
Si bien es incierto marcar cuándo fue el comienzo histórico de la música o quién fue el primer músico, cualquiera puede notar que desde la primera canción que escuchó en su vida, hasta la última, cambió tanto la música como el soporte en donde fue reproducida.
De lo analógico a lo digital
En 1963 la marca holandesa Philips lanzó el primer reproductor de cassette portátil, generando de esta forma que las personas pudieran escuchar música en cualquier lugar mientras realizaban casi cualquier tipo de actividad. De ahí su nombre: walkman. Y no fue hasta 21 años después que la empresa japonesa Sony, sacó a la venta el primer reproductor de CD portátil llamado discman. Este soporte de consumo ya encaraba a los archivos en formatos de audio digital, como el MP3 y el WAV, hasta llegar a la situación actual: en plataformas especializadas para los distintos dispositivos, como Spotify.
Uno de los primeros puntos que salen a la luz con este cambio es la pérdida de calidad de audio. Sobre este tema el dueño de la disquería BVM, con una trayectoria de décadas en la escena metalera local, Alberto Vázquez, dijo: “El MP3 está bueno para ir escuchando en el colectivo, pero para escuchar realmente, no hay como el WAV: no existe un sonido tan puro como ese”, y a modo de ejercicio para comprobarlo agregó: “Poné una canción es Spotify y del otro lado pone un cd original, no trucho: original. Y te vas a dar cuenta lo mal que está escuchando la música la gente”.
Caer en las redes del algoritmo
La red social que causó furor durante la pandemia en Argentina fue Tik Tok, una máquina de convertir canciones en hits y catapultar a otra escala la vida de los artistas. Tal es el caso de la “Stunnin”, canción compuesta por Curtis Waters, un músico que no era muy conocido, y fue él junto a su hermano que subieron un video a la plataforma bailándola. Este fue visto por Danny Gillick, manager de contenido musical y relaciones con sellos de la empresa, quien se contactó con el representante del músico diciéndole: “Esto va a explotar”. Gracias a la promoción por parte de la aplicación la canción superó las 10 millones de reproducciones entre Spotify y Apple Music y más de 1,5 millones en YouTube.
De sencillos y conceptos
Otro de los cambios está en la forma de publicar el material. En la actualidad los músicos y artistas sacan sus canciones en formato single y no como un disco tal cual se lo conocía antes. Si bien esto puede ser entendido como un paso más dentro de los tiempos actuales, inmediatamente se genera la duda de qué va a pasar con los que seguían un mismo concepto a lo largo de todas las canciones que lo componían.
“Los artistas cada vez sacan más canciones sueltas antes de publicar el disco, entonces uno se olvida a qué corresponde cada canción”, dijo sobre este tema la cantante de 20 años Melany Sotelo, y sentenció: “Para mí ya no se busca una correspondencia en sí entre el disco y las canciones”.
Sobre esto, el productor Arax manifestó que las canciones se piensan como productos y que el medio influencia mucho al trabajo final. Y concluyó: “Ahora los artistas hacen todos singles descartables, antes era todo álbumes”.
En ese concepto de “descartabilidad”, Sotelo destacó que encuentra muy similares a las canciones que están de moda, ya sea por la música o por la temática de las letras, y finalizó: “Es eso lo que hace que se olviden, porque es fácil que llegue otra canción parecida que la remplace”.
Siempre se vuelve al primer amor
En el último tiempo se volvió a resignificar el hecho de consumir vinilos. Si bien es algo que ya venía ocurriendo en lugares “de culto” o no tan masivos, hace unos meses, el diario La Nación popularizó esta propuesta cuando comenzó a vender discos emblemáticos de músicos y artistas como David Bowie, Eric Clapton, Iron Maiden y Ramones.
Esta vuelta a escuchar los discos como antes, para Alberto Vázquez, se debe a una revalorización a escuchar la música en buena calidad, debido a que, para él, los archivos en formato MP3 están muy comprimidos. Comentó que, con su banda, Beto Vázquez Infinity, están editando su nuevo disco en vinilo y que cuando fue a la fábrica donde estos son elaborados, el técnico del lugar dijo: “Con el MP3 la gente está escuchando ruido, y no se da cuenta”.
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