“Una lo que primero quiere hacer es desconectar, terminás muy cargada. Lo que le pasa al otrx te pega de tal manera que si no desconectas te afecta”. Daniela es responsable del espacio de Justicia Social, que funciona en el barrio de Villa Urquiza, y que a través de un merendero ayudan a más de 50 familias en situación de calle y extrema vulnerabilidad.
Por María Luján Torrez
Cada martes, Daniela y un grupo de compañerxs de “La Cámpora Villa Urquiza”, reciben a estas familias para compartir una merienda, ayudarlxs a resolver problemas y entregarles mercadería y ropa que provienen de donaciones. Según el último Censo Popular para Personas en Situación de Calle del año 2019, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay 7.251 personas en la calle.
El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud declaró al brote del nuevo coronavirus como una pandemia, luego de que el número de personas infectadas por COVID-19 a nivel global llegara a 118.554 en 110 países.
En Argentina desde el 20 de marzo, se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Las personas que asisten al espacio de “Justicia Social” que lleva adelante Daniela, ya se encontraban en situación de riesgo y ahora se agravan todas sus problemáticas por la propagación de este virus y la necesidad de un aislamiento para no contagiarse. Ellxs se acercaron con un permiso especial, a los lugares donde “paran” estas familias para hacer un relevamiento y articulación con los paradores. Muchos casos eran madres solteras que estaban en pensiones sin poder salir a trabajar y pidieron ayuda porque se estaban quedando sin comida. Lo mismo con algunxs vecinxs de clase media baja. “En estos momentos, más que nunca estamos para acompañar, contener, y resolver hasta donde se puede”.
Las personas del barrio que tienen su casa y pueden trabajar desde ahí, buscan salir lo menos posible, por eso una de las redes que se armó es la de vecinos y vecinas pasándose información sobre los horarios de los negocios abiertos y que hicieran entrega a domicilio, para poder cumplir con la consigna #quedateencasa.
En el barrio hay más de tres mil comercios, más lxs emprendedores que no tienen locales a la calle. En la medida que pueden, fueron adaptándose a nuevas formas de ventas para poder subsistir. En Argentina, hay 3.6 millones de familias que dependen del ingreso informal de uno de sus miembros. Es por eso que desde el Gobierno Nacional implementaron el Ingreso Familiar de Emergencia, un pago, en principio único, de $10.000 para ayudar a esos trabajadores.
“Viví Urquiza”, es una página de Instagram con más de 19 mil seguidorxs, administrada por Melissa. Este proyecto nació en 2018 con la idea de ser un medio digital del barrio, una página intermediaria que le haga llegar a la gente propuestas, descuentos e información, que tengan todo en un solo lugar.
Melissa también tuvo que cambiar y adaptarse a la situación. “Uno de los primeros días de la cuarentena empecé a ver qué es lo que más buscaba la gente, por eso arranqué con una publicación con verdulerías que hagan deliverys”. Así empezaron a llegar consultas de todo tipo y decidió armar estadísticas de lo que le iban pidiendo para después armar una publicación cada día con un nuevo rubro. Desde kioscos, pasando por pescaderías, librerías, carnicerías, hasta cotillones. “Uno no tiene todas las respuestas por eso lo mejor es ayudarnos entre todxs, el sistema sirve porque la gente también deja la información según sus propias experiencias y así la red cada vez se hace más grande”.
Un trabajo parecido realizaron en el centro de jubiladxs “Que florezcan Mil Flores”. Se dieron cuenta que muchxs estaban saliendo para hacer las compras aunque están, por su edad, dentro del grupo de riesgo.
En CABA, ocho de cada diez fallecidxs por coronavirus, son adultxs mayores. Es por el eso que el responsable del centro, Germán, propuso el armado de una lista de comercios del barrio de diversos rubros que realicen envíos a domicilio. Para ello, contaron con la ayuda de vecinxs que relevaron entre sus contactos o experiencias propias y consiguieron los números telefónicos para luego difundir entre los jubiladxs y sumar una herramienta que lxs ayude a no salir.
Según los datos del último Censo, en CABA reside el mayor porcentaje de población con más de 65 años. Las personas que asisten a este centro, son particularmente activxs, tienen actividades de lunes a viernes. Germán sabe esto, por eso hizo un acompañamiento individual, con recomendaciones para evitar que salgan y así acompañarlxs en este momento .
“Estamos llamando a todas las personas mayores que participan en el Centro de Jubiladxs para saber cómo se encuentran”. Germán tuvo que repartir tareas y junto a cuatro compañeras implementaron un plan de acción con llamados en primer lugar a las personas de mayor riesgo y con enfermedades preexistentes, luego a las compañeras que se encuentran activas y por último a las adherentes. “La idea fundamental es no dejar a nadie solx, venga mucho o poco al centro nos preocupamos por igual”.
La solidaridad es la ternura de los pueblos dijo la poetisa nicaragüense Gioconda Belli y hoy se puede ver cómo eso se manifiesta al formarse tantas redes de solidaridad, organización en los barrios y compañerismo en los distintos ámbitos.
Felicitaciones x esta nota que describe y refleja el trabajo solidario en un barrio, que muchas veces no se ve en todos los medios.
Gracias x visibilizarlo!!!!!!