Fue una patriada bilardista. Un día como hoy, hace 36 años, la Selección Argentina conquistó su segunda Copa del Mundo.
El Azteca, que ya se había inmortalizado por la mano y la zurda de Maradona, quedó también en la retina del pueblo argentino por la obtención mundialista. El Tata Brown se llevó de premio un hombro luxado y una camiseta agujereada que fue trofeo, mucho más que el de oro de 18 quilates que levantó un ratito después. Él y Valdano pusieron el 2-0, Rummenigge y Völler tejieron un manto de dudas. Hasta que se encendió la lamparita del Diez, y con él se iluminó el camino que trazó Jorge Burruchaga, que a las espaldas de los tanques alemanes hizo justicia y firmó el 3-2 definitivo.
La campaña para desestabilizar a Carlos Salvador Bilardo previa al Mundial fue tan cruel cómo la pregunta que le había hecho Raúl Alfonsín al Secretario de Deportes Rodolfo O`Reilly: “¿Cuándo lo vas a echar a Bilardo? Toda la gente lo putea”.
Tras la conquista en tierra mexicana, el presidente argentino llamó al entrenador, casi en una intención de plantar bandera blanca y rendirse ante la fortaleza y el éxito de Bilardo. “No soy un hombre que busca revancha. Por eso quédese tranquilo. Hay que mirar para adelante. Es el momento de la unión, eso es lo lindo. Este grupo quiere que el argentino se una. Acá hay gente de Boca, de Chacarita, de Estudiantes, pero queremos un solo grito. Argentina y nada más. Nosotros tenemos que vivir la emoción de ser campeones mundiales, saber que el mundo nos está mirando. Por eso tenemos que estar muy unidos”, expresó Bilardo y aceptó las disculpas.
Luego volvió a tomar la palabra Alfonsín y agregó: “Estoy convencido de que han dado un ejemplo a todo el país. También nos han dado alegría, que es lo que necesitamos. no solo representamos a nuestro fútbol. Sino que representamos también al futbol de Latinoamérica, una Latinoamérica que por fin ha entendido la necesidad de integrarse. Estoy seguro que, en Brasil, en Perú, en Uruguay y aquí en las calles están hermanadas las banderas. Todos los países de Latinoamérica han estado cinchando para nosotros y deseando que dejemos bien elevado al fútbol sudamericano, así que ese es otro galardón que debemos sumar a nuestra satisfacción”.
Un rato antes, sobre el verde césped del Azteca, los argentinos celebraban con una inmensa bandera albiceleste que decía “PERDÓN BILARDO GRACIAS”.
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