Rodolfo “Vasco” Arruabarrena llegó hace menos de un mes como técnico de Boca Juniors y ya formó una identidad de juego. Su equipo se caracteriza por la constante presión en todas las líneas. Una vez que recupera el balón, intenta jugar por abajo. Cosechó tres triunfos, un empate y aún no conoce la derrota. La actitud del equipo convence a los hinchas. Además, una ex gloria de Boca de la década del 70’, Roberto Rogel, se mostró a favor del nuevo técnico de Boca.
Por: Manuel Luquet
“Cuando un entrenador llega al equipo tiene que lograr algo fundamental: la ascendencia del grupo. El Vasco fue ídolo como jugador, entonces eso ya lo tiene ganado”, explicó Rogel. Y enfatizó sobre otro concepto importante: “El recambio a veces es necesario. Uno no puede opinar sobre la realidad del grupo porque no está ahí con ellos, pero desde afuera se nota que la llegada del Vasco les dio frescura”.
Quizás ese cambio de ánimo al que se refiere Rogel vaya de la mano con la confianza que siente cada jugador. Hace algunos días, el mediocampista Cristian Erbes declaró que “con Bianchi se sentía incómodo porque le pedía jugar de ocho, y él lo hacía para ser titular. Ahora el vasco lo hace jugar de cinco y se siente más seguro”.
Bianchi había incorporado ocho jugadores en el último mercado de pases. Curiosamente, sólo había incluido a uno de ellos en el equipo titular, Federico Carrizo. El vasco decidió cambiar varias piezas: Marín ingresó por Grana, Echeverría por Magallán, Colazo por Zárate, Meli por Bravo, Calleri por Gigliotti y Chávez por Acosta. Acerca de los refuerzos, Rogel aclaró: “Hay que ver si esos ocho refuerzos realmente los pidió Bianchi. Muchas veces llegan por influencias que aparecen entre representantes y dirigentes, además de la presión mediática”.
En una breve encuesta realizada con el fin de medir la aceptación que produce el vasco en los hinchas, los resultados fueron positivos. Sobre treinta encuestados, veinte aseguraron estar confiados en que el vasco logrará algún título. Los diez restantes, si bien eran optimistas, se mostraron más escépticos. Uno de ellos alegó que “todavía todo es muy prematuro, ya ha pasado que llegue un técnico, gane cinco partidos, y después no consiga nada. Aunque ojalá no sea el caso”.
Hace veinte días, la dirigencia de Boca Juniors decidió echar al técnico más ganador de la historia, Carlos Bianchi. Un día después ya había reemplazante. Hoy, luego de tres semanas de trabajo, en Boca reina la paz y la confianza plena en un entrenador que dio sus primeros pasos en Tigre, continuó en Nacional de Uruguay, y ahora está en el club de sus amores que tantas alegrías le dio.
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